Comparto esta exposición que
presenté en las “V Jornadas Nacionales
Abolicionistas sobre Prostitución y Trata de Mujeres y Niñas/os”
realizadas en Santa Fé, Argentina, en junio del año 2015
¿El cliente siempre
tiene razón?
Alberto B Ilieff
Es más que un lugar común decir que “el cliente
siempre tiene razón”, es la base del sistema capitalista y consumista porque es
al cliente a quien está dirigida la producción, porque es él quien con su
dinero sostiene toda la maquinaria.
Esto lo saben los empresarios, los publicistas,
los candidatos político-partidarios cuando les dirigen todas sus seducciones,
cuando les crean aquellas insatisfacciones que, les dicen, serán cubiertas con
aquel producto, con aquel gobierno.
Cuando hablamos de prostitución decimos que es
un sistema el que actúa, el prostituyente, conformado por distintos actores,
por nombrar algunos: proxeneta, tratante, hotelero, taxista, persona en
prostitución, consumidores.
Sin embargo, la mayoría de los estudios se han
realizado especialmente sobre las mujeres en prostitución. Gracias a ellos llegamos a tirar abajo los mitos que las
rodean y a comprender su situación de
víctimas, otros estudios se abocan a su recuperación. La esfera penal se dedica
y persigue la acción de los proxenetas y tratantes. Es en este punto donde se
hace evidente un hueco en el relato, algo que es sustraído de la escena, se
hace notoria la injusticia que se comete al silenciar a la figura más
importante: el cliente-consumidor. Quizá porque sea un personaje de perfil muy
bajo, porque no hace asociaciones o sindicatos llamativos, no se dedica a
marchas ni a salir por televisión. Mientras que el mundo de la prostitución
queda reducido a la oferta, aún desde la misma etimología de la palabra (lo
colocado adelante, a la vista) es lo que aparece, lo que es expuesto, cargado
de redundancias desde aquella llamativa luz roja, el aspecto de la demanda no
aparece con igual claridad. Es probable que el cliente se retraiga por
compensación a este muestrario vivo en una especie de timidez adolescente.
Son sujetos esforzados que hacen malabares para
sacar tiempo al tiempo, para silenciosamente moverse en el mundo prostibulario
evitando el rechazo de una sociedad: una novia, una esposa, unos hijos y quizá
también nietos, que no comprenderían sus
profundas necesidades.
No tiene horario, es el taxista que detiene
media hora su ronda para ir al “privado”, el oficinista que seguramente, a
hurtadillas, se estuvo entonando en el trabajo con algo de pornografía y sale
apurado en la hora del almuerzo para ir a un departamento cercano a su oficina, el obrero que al final de la
jornada antes de volver a su casa toma el colectivo al burdel. En definitiva,
personajes de todo color, sin distinción de edad o condición social.
Por estas características es, quizá, que no
conocemos sus voces, que no nos hemos dedicado a escucharlos. Si bien
últimamente aparecen algunos estudios no creo que muestren a la persona real,
sin maquillaje, al cliente de la prostitución en su sinceridad sin máscaras. Personalmente
he realizado muchas entrevistas a prostituidores en las que si bien se pueden
rastrear distintos elementos, por el marco en que se desarrollaron, no aparecen
sus dichos emitidos sin maquillaje. En estas breves palabras pretendo
acercarlos, en esta Jornada presentar su voz para ir reparando, cerrando ese
punto ciego en el sistema prostituyente en el que ellos están.
No les traigo las palabras que ellos dicen a
los entrevistadores, a los estudiosos, ni siquiera a los psicólogos, sino
aquellas que se dicen entre pares, entre los que comparten un mismo entusiasmo.
Son las que aparecen en algunas páginas y blogs de internet en los que se
encuentran y comentan. Impresiona leer sus comentarios en estos sitios web
porque ahí se revela la camaradería, como los sujetos sin conocerse, pues
hablan desde seudónimos, hacen fichas de las mujeres, describen los lugares y
por último hablan de su experiencia sexual con el deseo de que esto oriente a
otros varones. Contribución desinteresada a la comunidad masculina.
Presento extractos de sus dichos en lo que me
parece más significativo para poder conocerlos en su profundidad con la
esperanza que a través de sus propias palabras podamos comprender sus motivos y
también porque son escondidos, tapados para que no sean vistos.
Aclaro: estos comentarios son fuertes en su
expresión y pueden herir la sensibilidad de algunas personas, han sido
únicamente recortados dada su extensión y para poder exponer varios, no he
modificado ninguna de las palabras ni la redacción usada.
“Le digo que me gustaria follarla por detras y se pone a cuatro patas,
y me lleva a su agujerito, mmmm, que placer, todo prieto, unos cuantos
empujones y me corro.
Relajacion y vuelta a trabajo, esta vez con diferentes posturas, y por su vagina humeda, termina con un buen frances.
La verdad es que si quiero sexo anal e implicacion ya se ha donde ir, pero tambien soy de los que me gusta la variedad y no estar siempre visitando la misma persona.”
Relajacion y vuelta a trabajo, esta vez con diferentes posturas, y por su vagina humeda, termina con un buen frances.
La verdad es que si quiero sexo anal e implicacion ya se ha donde ir, pero tambien soy de los que me gusta la variedad y no estar siempre visitando la misma persona.”
“…….La verdad es que es muy manejable, la puse en todas las
posturas imaginables y me la folle desde todos los angulos. Finalmente me corri
con una mamada que me vacio hasta la última gota. No ha estado mal.”
“Me parece algo cara la relación calidad precio por lo que en un
hipotetico ranking la pondría por detrás de Briguitte por ejemplo pero muy por
delante de la docena de orcos que trabajan por Amara. Creo que es una
chica que merece la pena probar, pero no estoy tan seguro sobre si vale la pena
repetir.”
“No hay cosa que más me joda en una Lumi, que te cobre 120€ y no te
deje hacer lo que a tí te apetezca, ya que para eso pago”
“No me he ido porque llevaba ya el calentón encima, pero ni de coña
vale los 100 que cobra. Por 60 no sería mala opción del todo…. Mamada sin poco
tiempo, polvo rápido y fuera. Le he pedido que me dé un masaje, para
amortizar parte del dinero por lo menos”
“Muy manejable y agradable de tocar. Tiene unas tetas de lo más
suculentas. El frances sin goma”
“cobra 60 la media y 120 la hora, con estos precios espero un servicio
excelente, pero no, parece que la chica se queria meter monja antes que puta, y
se dedica a cobrar servicios y no hacerlos.
La tía una lerda, que ni picardia ni ostias que pone en el anuncio, ni besa, ni siquiera piquitos, te pone caras si le tocas, un frances de mierda... sosa, pero sosa,sosa, vamos lerda. No se implica en absoluto, autentica muñeca chochona, para meter y no mirar... pero es que la tía ni habla vamos.
Por mi parte, después de un rato de intentar hacer algo, me he mosqueado y largado de allí, no antes sin comentarle, que se dedicara a otra cosa, por que lo que es , por mi parte es el último idiota al que engaña, así que, aplicaros el cuento, y ponerla en vuestras listas negras.”
“aunque gemia se notaba que eran mas que forzados. las he visto mejores, pero no me quejo ya que me lo pasé bastante bien, era bastante warrilla, le metia el dedo en el culo y no me decia nada…. super manejable, culazo, cuerpazo. me quedo la duda de si me dejaria echarselo en la cara.”
La tía una lerda, que ni picardia ni ostias que pone en el anuncio, ni besa, ni siquiera piquitos, te pone caras si le tocas, un frances de mierda... sosa, pero sosa,sosa, vamos lerda. No se implica en absoluto, autentica muñeca chochona, para meter y no mirar... pero es que la tía ni habla vamos.
Por mi parte, después de un rato de intentar hacer algo, me he mosqueado y largado de allí, no antes sin comentarle, que se dedicara a otra cosa, por que lo que es , por mi parte es el último idiota al que engaña, así que, aplicaros el cuento, y ponerla en vuestras listas negras.”
“aunque gemia se notaba que eran mas que forzados. las he visto mejores, pero no me quejo ya que me lo pasé bastante bien, era bastante warrilla, le metia el dedo en el culo y no me decia nada…. super manejable, culazo, cuerpazo. me quedo la duda de si me dejaria echarselo en la cara.”
“Estuve unos 50/55 minutos con ella, yo iba a lo que iba, a
sodomizarla sin piedad, y es lo que hice. Al final la pobre gemia de
dolor, pero aguantaba como una campeona.
La primera vez me corrí sobre sus labios y boca, y la segunda dentro de su culito en un maravilloso orgasmo.
En fin, salí contento de allí.”
La primera vez me corrí sobre sus labios y boca, y la segunda dentro de su culito en un maravilloso orgasmo.
En fin, salí contento de allí.”
(el subrayado es mío)
Podríamos hacer una análisis a partir de las
palabras para acercarnos más a la comprensión del interior de estos sujetos,
pero esto nos alejaría del objetivo que propongo que es mostrar a través de sus
propios dichos, como la mujer es fragmentada en trozos de cuerpo sobre los que
cae una mirada crítica, la persona no existe, nada que implique el
reconocimiento de una subjetividad en esos cuerpos.
No es necesario interpretar nada, todo está
ahí, es evidente la violencia, la misoginia que destruye a la mujer, le
arrebata su interior y la rompe.
Desde la perspectiva de género
sabemos que los varones somos los opresores y las niñas, niños, mujeres, trans
son las oprimidas.
Desde el abusador de niños y
niñas, el pederasta, hasta el putero, pasando por el violador, el golpeador,
hasta el feminicida, hay un hilo conductor, esa línea que los une es la
violencia. En todos estos casos el varón ejerce su sexualidad como herramienta
ante alguien que por su edad, su condición o vulnerabilidad se halla en
situación de sometimiento. No debemos olvidar que el patriarcado les ofrece la
base cultural que justifica su accionar dominante y violento. En esto no hay
Eros sino Tanatos, destrucción. Y no importa que lo digan como en los
testimonios que arriba expuse, o hablen maravillas de las mujeres que son
usadas o como los pederastas que califican su acto de “amor a los niños”, la
acción en sí misma muestra su característica violenta, no es necesario ir más
allá.
El ocultamiento del putero sirve también para hacer desaparecer la relación de poder y
sometimiento entre el poseedor del dinero-falo y la/el desposeído, la realidad
de la economía capitalista en clara evidencia.
Hablamos del “cliente”, ahora con claridad
señalémoslo y llamémoslo prostituidor,
pero no solamente a él sino todo el sistema prostituyente del que forma parte
y, abriendo la mirada, también debemos incluir a esta sociedad misógina que no solamente permite
sino que publicita la violencia de género a tal punto que, bien estamos viendo,
se permite llegar al asesinato, al feminicidio.
Los avisos prostituyentes de los diarios, los
reportajes a personajes encargados de promover la prostitución, los
espectáculos en que se cosifica a la mujer, son algunas muestras de la
propaganda que se hace de la violencia de género.
La persona en prostitución desde un principio
es quien es mostrada, colocada en su desnudez ante la vista pública, no es ella
la que esta invisibilizada, por el contrario,
es el putero quien está realmente quitado de la escena, sacado del pensamiento
y la visión, guardado y protegido, y de
este modo su papel de dueño no es conmovido.
Esto es así porque cuestionar al consumidor
de prostitución también implica poner la mirada sobre el lugar de quien tiene el poder-dinero y su
peligroso privilegio de someter y abusar de quienes están en situación de
inferioridad, lugar del capital en relación al trabajador, del poderoso en
relación al vulnerado.
Cuestionar al prostituidor es también poner
en la mira a toda la sociedad creadora de desigualdad y sus sistemas de
sometimiento y humillación. Es decir que la violencia naturalizada, instituida,
es parte integral de este sistema de relaciones, no es un fenómeno externo o
consecuencia de otra cosa, constituye la
esencia misma del sistema de opresión y explotación que se hace mucho más
claramente con aquellas que desde el patriarcado son estructuralmente
vulneradas, las mujeres.
Esto nos trae a un eje que debe ser central
en toda esta temática: la prostitución siempre es un hecho social, no
individual.
La pregunta entonces debe dejar de ser “¿por qué la mujer se prostituye?” para ser
¿por qué la sociedad genera la prostitución como institución? ¿cuáles son las
condiciones de posibilidad para que exista y sea sostenida una violencia de
este tipo?
Si decimos que la institución prostitución
implica violencia, desigualdad, estrategias de poder a través del lugar que se otorga al “cuerpo”
y lo que se puede hacer con él dentro de este esquema, el dinero como piedra de
toque y justificación, estamos hablando de algo que trasciende la mera
individualidad y por lo tanto al propio “cuerpo” para mirar directamente al
sistema prostituyente basado en el prostituidor y su dinero y por el a la
sociedad toda.
Ante esto, ¿qué caminos tomar?
Reconozco el valor que el dictado de leyes
tiene dentro del estado de derecho como señalador de conductas consideradas
valiosas o disvaliosas para una sociedad en determinado momento histórico, por
eso, penalizar al prostituidor es un avance importante que lo sacará
definitivamente del anonimato para ponerlo en el centro de la acción, máxime en
un sistema abolicionista en el que la persona en prostitución no es perseguida
penalmente. Desde la experiencia sueca otros países se han sumado a la
penalización: Noruega, Islandia, Corea del Sur, Canadá, Irlanda del Norte y
hace muy poco tiempo Francia.
Obviamente esta será solamente una forma de
indicación en la medida en que no se dirijan capacitaciones sobre esta temática
a los poderes del Estado y especialmente al personal policial, o sea, haya una
verdadera voluntad política para la aplicación de la ley. En Suecia fue
necesario un importante trabajo de capacitación a funcionarios judiciales y
policiales para lograr su efectiva aplicación.
También es cierto que el derecho penal va
detrás de los hechos y no los soluciona, por eso me parece fundamental dedicar
nuestros esfuerzos para lograr una verdadera educación sexual integral, basada
en el género, como modo de abrir a las generaciones que nos suceden nuevas
posibilidades de relación consigo mismo, con su propia sexualidad y con las/los
otros y ayudar a las actuales a replantearse su postura desde una visión
igualitaria.
El prostituidor fue educado para reproducir
una sociedad desigual, para mantener el estado actual de división entre los que
mandan y los que obedecen en función de un sistema clasista en que la jerarquía
esta también basada en el uso de la violencia, aún la legal. La sexualidad
también es usada para reproducir este mismo esquema de poder, la prostitución,
el prostituidor, son los encargados de poner en caja, de reglar y hacer que se
adapte a la norma general a una sexualidad que de otro modo estaría librada al
deseo y a la propia satisfacción.
Debemos confiar que un cambio duradero
procederá desde las bases, desde los niños y jóvenes, serán estos quienes,
luego con su pensamiento y acciones nuevas modificarán la institución de la
sociedad.
Educar en libertad, valores humanistas, en la
igualdad, es poner las bases hacia un cambio duradero que llevará de por sí a
la caída del sistema prostituyente.
Junio 2.015
Las imágenes han sido tomadas desde la web,
si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por favor enviar un correo
a alberto.b.ilieff@gmail.com y serán
retiradas inmediatamente. Muchas gracias por la comprensión.
En este blog las representaciones son
afiches, pinturas, dibujos, no se publican fotografías de las personas en prostitución
para no revictimizarlas; salvo en los casos en que se trate de documentos
históricos.
Se puede disponer de las notas publicadas siempre y
cuando se cite al autor/a y la fuente.
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