MITO: Los puteros
respetan a las mujeres que compran
7/12/2018
Artículo original:
https://nordicmodelnow.org/myths-about-prostitution/myth-punters-care-about-the-women-they-buy/
Traducción: Lola Franco.
Colaboración: María Teresa Sorolla
'No entiendo muy bien a qué viene esta obsesión con el
“respeto”. Cuando tengo una cita con una chica, el respeto es básicamente lo
último que tengo en la cabeza.' Un putero.
'Cómo puede un hombre permitir a su mujer que trabaje en
esta industria, es algo que jamás entenderé... Un hombre que deja que su mujer
alquile su cuerpo a cualquier Tom, Dick o Abdul, obviamente no la respeta.'
Una breve
introducción
Punternet.com es una web británica donde los “puteros”
(compradores de sexo), publican sus reseñas de las “escorts” (vendedoras de
sexo); [1] la web cuenta también con un foro de discusión. En este contexto, la
palabra “escort” hace referencia a una mujer que (de acuerdo con Punternet)
eligió libremente prostituirse y trabaja como freelance, sin coacción y a
puerta cerrada (en casa, en burdeles, en salones de masaje o en hoteles). Este
es el tipo de prostitución que buena parte de la población considera benigna y
que, tanto los puteros, como el English Collective of Prostitutes defienden
fervientemente. Me uní a la web en 2009 y me dediqué a leer reseñas y seguir a
escondidas algunas discusiones.
Los comentarios a continuación fueron publicados por
puteros. En ellos se hace patente que la afirmación de que los puteros respetan
a las mujeres a las que pagan es falsa. Cuando una escort no cumple con el
ideal del putero (joven, delgada, obediente y hambrienta de sexo), la insultan
y se refieren a ella como puta, zorra o directamente “eso” o “la cosa esa”. Los
puteros sostienen que jamás explotan ni se aprovechan de aquellas que aparentan
no querer hacer lo que hacen, o que muestran signos de encontrarse bajo
coacción o estar drogadas. Sin embargo, las citas que siguen demuestran que eso
es falso y que a los puteros les importa un bledo la comodidad, el bienestar o
la salud de las escorts.
Faltas de respeto
referidas a la edad y la talla de las escorts
De entre las escorts, las más deseables son las más jóvenes
dentro del límite legal, es decir, las de dieciocho, y con los cuerpos más
diminutos. Cuanto más se aleja una escort de este extremo, más se la desprecia.
Incluso puteros sexagenarios consideran que una escort veinte años más joven
que ellos es demasiado vieja y merece que la insulten.
“Viajé para quedar con Sinead. Cómo no iba a hacerlo?
¡¡¡¡Talla 34, 18 años!!!!”
“No tiene el cuerpo firme, terso y esbelto de una de 22, ni
en broma, más bien de una de 32.”
“A esta chica se le ha pasado la fecha de caducidad.”
[Escrito por “Abuelo”]
“Por encima de la talla 40 ya me sentiría como en un combate
de sumo.”
“Gordas no... sería un timo pagar por una.”
“Dice de sí misma que es una talla... 42... debe ser más
bien una 46... Todo lo que quería era irme de ahí lo antes posible.”
“Llegó tarde y con dos tallas de más.”
“19 años, rubia... le sobra un poco de grasa en la barriga.”
“Mona pero me temo que un poco rechoncha.”
“Se la veía más vieja y más gorda (talla 42 en mi opinión,
en contra de la 36 anunciada). Un timo en toda regla por lo que no volveré a
quedar con Somaya nunca más.”
“Las mentirosas se salen con la suya porque la industria no
está regulada. No es como ir a una tienda donde el consumidor tiene derechos.”
“Si te gusta follarte a abuelas arrugadas y escuálidas,
entonces pásate a verla.”
“Tengo veintipocos y tenía ganas de probar a una mujer
mayor... Esta tenía cincuenta y pico pero yo tenía claro que quería probar un
coño maduro... Yo cuando follo, follo DURO! Y al minuto me estaba diciendo que
tuviera cuidado con su vieja espalda. Volví a darle y me dijo que realmente
sabía cómo follarme a una chica (o en su caso a una perra vieja). No quería
avergonzar a la vieja zorra corriéndome en sus tetas o en su cara.”
“Parecía más cerca de los 60 que de los 50, pero saqué lo
mejor de ella y le dije que era una puta comepollas. Le dije túmbate zorra y
entérate de lo que es una polla de verdad. Antes le pregunté si podía
insultarla y eso porque si no no habría podido mantener la erección con
semejante mujer.”
Ignorar la evidente
aversión que sienten las escorts
Tanto los dueños como los usuarios de la web, declaran que
sólo apoyan, reseñan, promocionan y aprueban a aquellas escorts en situación de
prostitución por decisión propia. Sin embargo, cuando la actitud de una escort
denota aversión o repugnancia, la única preocupación de los puteros es no haber
recibido aquello por lo que habían pagado.
“La realidad es que odia su trabajo y la paga con los
hombres. ¿Por qué te haces profesional si no puedes cumplir con tus
obligaciones?”
“Estaba distante, para nada interesada y bastante fría, no
lo hizo bien y no se preocupó en absoluto por quien le había pagado.”
“Muy poca cosa en cuanto al servicio, entusiasmo, respuesta
o conversación. Llega a trabajar así en cualquier otro sitio y la habrían
despedido.”
“Me hubiera podido follar una almohada que hubiera obtenido
mayor respuesta... Si pago por ello, espero un servicio decente... Sólo puedo
dar por hecho que odia lo que hace.”
“Una zorra rusa... tenía la cabeza en otra parte desde el
principio. Se la veía aburrida, sin ningún interés.”
“Me pareció que estaba dormida. Ningún sonido, los ojos
cerrados... Así que le di un poco más duro y se acabó.”
“Es evidente que no le agrada lo que hace, y no hace el más
mínimo esfuerzo por aparentar lo contrario.”
“Estaba muy poco interesada y claramente no le gusta su
trabajo, incluso me lo dijo, lo cual no es que me llenara de confianza,
precisamente.”
“Me dejó bastante claro que no disfrutaba del trabajo y que
la única razón por la cual lo hacía era la necesidad económica.”
“Se la veía bastante desconectada y poco interesada...
Parecía un robot. Me sentí un poco como un coche viejo y sucio atravesando el
lavadero automático. A menos que empiece a disfrutar un poco, me da igual lo
joven que sea que no pienso volver.”
“Su dulzura, amabilidad y feminidad va desapareciendo con el
tiempo para dar paso a una personalidad más fría y menos atrayente. Quizás
empiezan a odiar secretamente a los hombres y empiezan a verlos como máquinas
expendedoras de dinero.”
“Fue el tipo de experiencia que tienes con tu novia cuando
en realidad no quiere follar pero la atosigas hasta que lo consigues.”
“Era como un trozo de carne... Así que pensé mejor le meto
la polla en la boca pero en vez de mamármela me empezó a pajear... ¡Yo no había
pagado por una paja! Me puse el condón y empecé a follármela. Pensé que había
pagado así que mejor follármela fuerte! Le agarré las piernas, me las puse en
los hombros y me la follé pero bien!”
“Estoy harto de pagar por sexo, que sea como estar con un
robot y que me despidan con una sonrisita.”
“Como follarse a un pez muerto (Ninguna clase de reacción
por su parte).”
“No estaba interesada en lo más mínimo... fría, respondía
con monosilábos... tan viva como un cadáver.”
“La coreana claramente no quería cumplir... A lo mejor es
por mi edad (por encima de 50), quizá ella esperaba a alguien más joven, pero
después de todo, ¿no pagamos por eso, por sentirnos otra vez jóvenes y
atractivos? Puedo entender que no esté físicamente interesada, pero carecía de
cualquier tipo de habilidad social. No es que mostrase desagrado, eso sería
comprensible... es que no mostraba nada en absoluto. Quizás es el modo que
tiene de desconectarse.”
“Fue como follarme a un androide la mayor parte del tiempo.”
“Estaba tan apagada, silenciosa y carente de entusiasmo! No
se movía ni emitía ningún ruido, ¡me alegré de correrme y que por fin se
acabara!”
“Me dejó que me corriera encima de ella pero claramente lo
odiaba y se fue rápidamente al baño a lavarse y darse una ducha.”
“Bastante reacia, mi sensación fue que quería hacer lo
mínimo.”
“Chica de Europa del Este que no habla una palabra de
inglés. Sin ningún espíritu, una actitud forzada y un desinterés total desde el
principio.”
“Cuando le pedí si podía poner un poco de su parte, me dijo:
'Tengo las piernas abiertas, ¿no te vale con eso?'”
“Mi sensación fue que estaba repitiendo una coreografía...
tiene que aprender a entregarse un poco en su trabajo.”
“Su actitud y su servicio fueron simplemente una chapuza...
Me hizo una mamada sin ningún interés. A cada rato se apartaba para coger aire
y movía la mandíbula de lado a lado, frotándose la cara, con el ceño
fruncido... Le pregunté si solía chupar las pelotas... puso cara como de estar
enferma y dijo “No”. A esas alturas yo estaba totalmente cabreado por sus
obvias ganas de terminar... Entonces... pasó a contarme una historia personal,
extremadamente triste... Parecía que se iba a echar a llorar, pero entonces se
recompuso... Me sentí como una mierda, como si estuviera abusando de la pobre
chica. Me corrí, y por un momento su cara reflejó alguna emoción y volvió al ceño
fruncido. Me vestí y me fui, amargado, sintiéndome como un cabrón y lo más bajo
de la escala social. Chicas así no deberían estar trabajando. Por esto es por
lo que hay que regular la industria e introducir alguna clase de protección al
consumidor... Estoy realmente molesto. Necesitaba alegrarme porque últimamente
mi vida ha dado un giro de mierda y Heaven solo consiguió hacerme sentir peor.”
“SIN contacto visual... gemidos fingidos, sin entusiasmo.
Tiene que mejorar sus hábitos/actitud.”
“No hizo nada, ni siquiera me tocó... Fue lo que se dice una
actuación vaga y desmotivada... sólo le interesa cobrar.”
“Estaba completamente desmotivada y no hizo ningún esfuerzo,
un servicio sin el menor brillo... y le faltó tiempo para salir de la
habitación.”
“Cero comunicativa... se untó el coño con toneladas de
lubricante... me quedó claro que iba a ser más como hacerme una paja con el
cuerpo de la chica.”
“Su comportamiento era catatónico. La expresión de su rostro
no variaba. Era como una explosión de aburrimiento e indiferencia. Se puso
encima y empezó a follarme. La expresión igual, los ojos muertos.”
“Solo me dejó hacérselo en la postura del misionero, cerró
los ojos y fue como si se durmiera.”
“Totalmente desmotivada. Los ojos abiertos de par en par y
cara de aburrimiento... Cuando pasa esto, mejor fóllalo y vete.”
“Durante el sexo me impresionó su silencio, quiero decir,
estaba realmente en otra parte.”
“Esta chica es totalmente frígida... Me dijo fóllame y
vete.”
“¿Por qué no pueden estas chavalas echarle un poco de ganas?
El polvo fue mecánico y frío por su parte. Ya estoy harto de estas chicas de
Europa del Este que quieren la pasta pero te dan un servicio de tercera clase.”
“Yo la machaqué hasta que descargué toda mi munición, ella
por su parte hubiera podido estar haciéndose la manicura.”
“Actuó como si no quisiera estar ahí. Era aburrida, no
mostraba el menor interés. Un desperdicio de dinero.”
“Parecía totalmente desmotivada, se limitó a abrir las
piernas. Una muñeca hinchable habría sido mejor y más barata.”
“Me pongo encima, ella elude el contacto visual y se queda
tumbada, totalmente quieta mientras me la follo [y pienso] en algo mejor que la
cosa esa que hay en la cama.”
“Fría, indiferente, antipática... mejor evitarla. Espero que
la manden de vuelta a Rumanía.”
“Tuve la sensación de que realmente deseaba estar en
cualquier otro sitio... Para ser sincero, me descentró un poco.”
“Llegó cabreada... apenas disimuló las pocas ganas que
tenía. Se me puso encima y debo decir que creo que quiso hacerme daño. Me presionó
el pecho con tanta fuerza que tuve que pedirle que cambiáramos de posición. Soy
un tío fuerte y ella es bastante delgada, así que ejercer tanta presión como
para que llegue a doler tiene que ser a propósito, o inconsciente...”
“Morgan, simplemente, no quería estar ahí. Quizá es la
crisis lo que la ha llevado a venderse a sí misma para pagar la hipoteca.”
“Impedía cualquier intento de crear intimidad apartando la
cara.”
“Se sentó en la cama tan lejos de mí como era posible, sin
hacer el menor intento por conectar... A esto siguió un polvo indiferente. Me
corrí y me largué.”
“Me hice una paja con su coño mientras ella intentaba
dormir.”
“Tiene un inglés muy limitado pero te deja muy claro a
través de su expresión corporal que preferiría estar haciendo cualquier otra
cosa.”
“Parecía maja, pero la industria se la ha cargado y se
comporta como un robot sin ningún vínculo con el cliente.”
“Realmente dudo de que le guste este trabajo... Te hace
sentir como un pervertido follándose a un cadáver que no hace más que mirar a
otra parte.”
“Sentí como si estuviera meneando un saco de patatas de un
lado a otro de la cama... era como estar metiéndole la polla a un cadáver.”
“Me dejó follarla pero se quedó ahí totalmente quieta, me
quité el condón justo antes de correrme y me pajeé hasta que le eché mi carga
en la cara.”
“Nada de contacto visual, tiesa como una tabla. Pensé que
ojalá me hubiera comprado una muñeca hinchable en el sex shop, seguro que me
hubiera divertido más con ella.”
“Tenía una expresión totalmente gélida y desmotivada...
simplemente estaba ahí tumbada.”
“Era fría y distante... se untó el coño con lubricante y
abrió las piernas, parecía estar esperando algo horrible, yo quería irme
pero... con tal de no tirar el dinero, decidí tener sexo con ella, fue
terrible, cerró los ojos y fue como si estuviera muerta.”
“Se volvió a tumbar en la cama, como un saco de patatas...
Yo estaba haciendo todo lo posible por sacar algo de lo que había pagado. Llamé
a la agencia tan pronto como me fui de la casa y les dije que la actitud de la
chica era de lo peor.”
“[La chica diminuta de Singapur] resultó ser la chica más
pasiva de todas por las que he pagado. No era tanto que se apartase de mí, como
que no ofrecía ninguna clase de respuesta, estaba como clavada, así que simplemente
la dejé bregar con... el sexo por el que había pagado... pensé que lo mejor
sería hacerlo a cuatro patas, ya que al menos así no tendría que ver su cara de
mustia.”
“Realmente odia este trabajo y te lo dice sin ningún
reparo.”
Un putero hizo una
estimación en base a la actitud de las muchas escorts a las que había
pagado y usado. El 80% fue incapaz de disimular su desagrado.
Desagrado explícito
5%
Desagrado pasivo o del tipo: “Puedo tolerarlo” 10%
Indiferencia respecto a cómo lo está pasando el putero 45%
Indiferencia con algún resquicio de interés o curiosidad por
el putero 20%
Mejor que eso: atención activa y positiva 5%
Indiferencia ante el
hecho de que la escort estuviera drogada
“Una rubia pequeña, con pinta de anoréxica, colocada... y
totalmente plana, y otra morena alta y flacucha, también colocada... las dos
colgadas y repugnantes.” [Con todo, la usó.]
“Conforme le vi los brazos entendí que se metía drogas de
las MALAS, las marcas en los brazos eran imposibles de disimular.” [Con todo,
la usó.]
“Mi primer impulso cuando la vi fue largarme, pero por 10
libras pensé que podría darle una oportunidad... Tenía los ojos cerrados, se
veía que estaba puestísima hasta las cejas, sin duda ninguna... lo cual me
cabreó muchísimo.” [Con todo, la usó.]
“A juzgar por su cuerpo, está claramente colgada.” [Con
todo, la usó.]
“Cuidado con esta chica no todo es lo que parece, yo creo
que se pone.” [Con todo, la usó.]
“Esa COSA es un auténtico riesgo para la salud. Estaba medio
dormida claramente puesta, vi una pipa en su mesilla y olía y estaba sucia.”
[Con todo, la usó.]
“Tendría unos 26, (¿a lo mejor sólo 19 pero la mala vida le
había pasado factura?), y en cuanto se quitó la ropa la cosa fue de mal en
peor. Las tetas flácidas de haber dado el pecho, lamentablemente delgada y con
moratones.” [Con todo, la usó.]
“La realidad es que no quería estar allí... El sexo fue un
polvo mediocre en el que Amanda sencillamente no participó.”
No respetar los
deseos, límites y autonomía de las escorts
“Me infló las pelotas que me dijera lo que tenía que hacer
aún habiendo pagado.”
“Escogí a Roxy porque hace anal, pero ¡NADA! Y ¿qué tal un
beso? Giraba la cabeza constantemente.”
“Ni oral ni anal. La última reseña decía que nunca dice
“no”, pero con lo que me encontré fueron múltiples y molestas voces que decían
“no” cada vez que intentaba tomar las riendas.”
“La web describe a Alexis como a 'una chica muy maja con una
personalidad abierta, dispuesta a casi cualquier servicio'. Ejém... ¡No! No
hacía más que decir, No, eso no lo hago o eso no me gusta!”
[Chica húngara de 18 años] aparece... con una pinta
horrible... me podía haber comprado un maniquí, que al menos no se habría
negado a lo que le pedía el 99% del tiempo. Nada de correrme en su boca, nada
de besos. No sonrió ni respondió de modo alguno, más allá de los constantes
bostezos. Una estafa total y absoluta.
“Todo el tiempo era una excusa detrás de otra, mezcladas
directamente con negativas a hacer nada bien o como se lo pedía. Se negaba a
moverse donde yo le decía, se negaba a todas las posturas que le pedía.”
“Le dije que se pusiera encima, a lo cual no estaba muy
dispuesta, se negaba a hacer el menor esfuerzo, yo me ablandé así que al final
tuve que mover yo su cuerpo lo cual era un poco como follarse a una chica
inconsciente, un poco desconcertante. Mientras me vestía ella se dedicó a
lloriquear acerca de que no le gustaba encima.”
“No hacía más que quejarse y lamentarse. No toques esto, no
hagas aquello, no me aplastes...”
“Una zorra pasota... Se puso de tal modo que no me podía
tocar, ni yo a ella... Una mamada de mierda, con los ojos cerrados, seguida de
follarme su coño flojo y lleno de lubricante. Un desperdicio total de tiempo y
dinero. Hay un aviso en la puerta del cuarto: “No se hacen devoluciones”,
posiblemente por todos los clientes que se habrán quejado de la mierda de
servicio. Hay también un guardaespaldas, posiblemente por la misma razón.”
“Cuando pedí [oral sin condón], se ofendió, me dijo que
tendría que ser más respetuoso (¡estaba pagando por un servicio!)”
“¡Cuando le pedí por detrás me dijo que no hacía anal en la
primera cita! No quiero una relación contigo, cariño. ¡Sólo darte por el culo!”
“Blaise fue una auténtica decepción... Bastante dominante y
venga a decir 'no hagas esto, no hagas aquello', un poco irritante.”
“Tiene una idea muy clara del servicio que te va a dar, te
dice exactamente qué hacer, dónde ponerte, dónde sentarte (no en plan
dominatrix, más bien en plan vieja neurótica) y no te deja hacer lo que
quieras. Es como si no supiera que le estás pagando por hacer (dentro de lo
razonable y los límites acordados, claro) lo que quieras, no lo que ella quiera
que hagas.”
“Se negó a levantar las piernas para que pudiera entrar más
adentro. Tuve que conformarme y no disfruté demasiado.”
“Bailey no me dejaba metérsela hasta el fondo y ponía la
mano en medio (insistiendo en que el condón podría romperse). Fue un auténtico
bajón.”
“Empezó a bloquearme el paso al coño con los dedos y era muy
difícil penetrarla.”
“Se empeñó en que lo hiciéramos en una postura incómoda, con
una pierna arriba y una abajo – con la intención evidente de limitar la
penetración – y evidentemente consiguió también limitar cualquier clase de
diversión.”
“Como tantas chicas asiáticas en Inglaterra, que no quieren
saber nada a menos que tengan ellas todo el control y el poder y estén dando
órdenes. A evitar como a la peste.”
“Unas tetas increíbles pero me dijo que no podía tocarlas
dado que le iba a bajar la regla y las tenía sensibles (en ese punto ya estaba
empezando a sentir que me había engañado).”
“Quedé con Kim [porque había oído] que eyaculaba. Sin
embargo... no hubo ninguna eyaculación, Kim dijo que tenía que “estar de
humor”... No vale lo que cuesta media hora con ella.”
Algunos puteros
buscan una Girlfriend Experience (GFE). La escort se comporta como si fuese
“la novia” del putero, lo cual significa hacer todo lo que él quiera sin
rechistar, haciendo como si lo disfrutase.
“Hubo demasiados 'no hagas esto o aquello' como para
considerarlo una experiencia (GFE) divertida.”
“Muchas prostitutas no son capaces de ofrecer una
experiencia (GFE) creíble, lo cual no me sorprende teniendo en cuenta que
tantas de ellas detestan todo lo que tiene que ver con su trabajo.”
“Jodidamente corriente, una zorra húngara con un rollo
pasota... Se notaba que la habían estado follando toda la tarde y ahí estaba
yo... con la esperanza de tener alguna clase de experiencia (GFE)... Así que me
la follé tan fuerte como pude a cuatro patas. Le saqué un par de gemidos, pero
estaba acostumbrada a ello.”
“Yo sólo quería pasar un rato de calidad con una chica
agradable. En vez de eso me encontré con una zorra descarada.”
A pesar de que los puteros declaran que se preocupan por el
bienestar de las escorts, las mujeres que dan signos de sentir dolor son
valoradas como un fastidio, como incapaces de proporcionar un servicio. Una
queja muy frecuente es que después de haber pedido una chica joven y muy
pequeña, resulta que no puede soportar sin dolor, ni el pene, ni los dedos de
un hombre occidental, así como su peso o impulso. Si intentó protegerse del
dolor e hizo por no resultar herida, los puteros se quejaron.
“[Asiática muy pequeña] se retorcía y se quejaba de que
tenía los dedos demasiado grandes... empezó a preguntar 'jefe quiere ponerse
condón?'... al cabo de un rato le dije que quería anal... 'No, tú muy grande,
jefe.' Inútil”
“Le dije que si quería ponerse encima primero y lo hizo,
poniendo la cabeza a la altura de mi cuello... Y cuando le pedí que se sentara
erguida me dijo no, la tienes demasiado grande.”
“Le di un cachete en plan juguetón. Replicó enseguida. Me
dijo: 'No me des azotes. Tengo una 36 y apenas tengo grasa así que me duele'.”
“No quería ponerse encima de mí... y cuando intenté el
misionero se quejó de mi tamaño, con la excusa barata de que la tengo demasiado
grande.”
“Una zorra portuguesa, joven... se quejó de que tenía la
polla “gruesa” y que eso para ella era un problema! Pensé si no puedes con esto
ve y búscate un curro de día!”
“Tenía el coño hinchado e irritado... Me dijo que estaba muy
cansada y que la agencia la tenía todo el tiempo trabajando.”
“Tenía las tetas demasiado doloridas como para poder
chupárselas... Intenté follármela pero tenía las piernas acostumbradas a evitar
la penetración profunda, y cuando intenté darle más fuerte, me dijo 'no tan
fuerte'... Si pago por follar, espero poder follar.”
“No pude ni chuparle las tetas ni tocarle las tetas porque
las operaciones hacían que le dolieran.”
“No pude hacer esto ni aquello. Hubo muy poco que pudiera
hacer... Se quejaba de que estaba dolorida.”
“[Dijo] Acabo de salir de una cita de dos horas y tengo el
coño muy dolorido.”
“No paraba de decir y quejarse de que la hacía daño! Yo
seguí, sin meterla hasta el fondo, en muchas posiciones diferentes (y siempre
se quejaba).”
“Esa piel flácida que le colgaba de la barriga fue
suficiente para embajonarme pero era tan obvio el dolor que sentía mientras me
la follaba que se me quitaron totalmente las ganas.”
“Empezó a sangrar muchísimo y me llenó la toalla, las
sábanas, almohadas etc con sangre. Totalmente asqueroso... Se disculpó y dijo
que no esperaba que ocurriera tal cosa... Le di el papel higiénico y con él
ella intentó contener la hemorragia. Fue una experiencia perturbadora que
preferiría olvidar.”
“Esta chica [china] no habla mucho inglés y se la veía muy
distante y desmotivada... sangre en el condón, sangre en mi zona púbica... Yo
no daba crédito... Ahora tendré que pasarme por la clínica... genial! Y encima
de todo, el tiempo que pasé con ella fue muy mediocre, fue un desperdicio de
dinero.”
Criticar que la
escort lo hace sólo por dinero
Aunque los puteros repitan hasta la saciedad que lo único
que quieren cuando contratan a una escort es sexo, se ofenden si sienten que
ella lo único que quiere es dinero.
“Parece estar en esto únicamente por dinero.”
“Una chica maja pero no trabaja adecuadamente, se ve que
sólo está intentando sacar algo de dinero...”
“Contó su dinero dos veces, es lo único que le importa.”
“Con cada pollazo ella está ahí pensando... '5 libras, 10
libras, 15 libras, 20 libras...' y en cuanto llegas a lo que has pagado...
pierde el interés.”
“Nada le interesaba excepto agenciarse mi dinero.”
“Se ve que no disfruta el trabajo y sólo está en ello por
dinero.”
“Estuvo fría y distante, distraída, interesada únicamente en
el dinero.”
“Muchas de estas trabajadoras aman el dinero pero odian el
trabajo en sí y deberían dedicarse a otra cosa.”
“Está claro que la chica vino sólo por el dinero!”
“Parecía completa y únicamente movida por el dinero.”
“Es demasiado materialista.”
“Le pregunté que por qué estaba en esto. Me dijo: '¿Y tú qué
crees? Tenía muchísimo dinero, así que me metí a puta'”
“No se movía... Tenía los ojos cerrados como si quisiera
estar en un cole dando clase o en una oficina, delante de un ordenador... Se
supone que el cliente tiene que pasarlo bien, pero con una actitud así... Debes
de haberte equivocado de profesión cariño, esto no es para las que lo hacen sólo
por dinero.”
“Típico de una escort mediocre que lo hace sólo por dinero.”
“Creo que deberíamos centrarnos en ser puteros más que en
hacer activismo por los derechos de las mujeres. ¿Sabes que te encuentres o no
con una de las llamadas 'víctimas de trata' (sea lo que sea eso), el hecho de
ir de putas contribuye a la explotación de las mujeres, por más que no veas los
efectos de manera inmediata? Es vergonzoso. Dejaría de ir de putas sin
pensarlo, si tuviese sentimientos morales.”
“Para mí no es más que una transacción económica. Me importa
tan poco cómo ha llegado la cajera del Tesco a estar donde está, como cualquier
dependienta o azafata, o cualquiera con la que me encuentro cuando estoy de
vacaciones, ellas venden un servicio y yo lo compro, eso es todo.”
En algunas reseñas se hacía patente que los puteros se
habían topado con mujeres víctimas de
trata u obligadas a prostituirse por un proxeneta, pero de todas maneras
las habían utilizado.
“[Chica húngara de 18 años]. Me da mí que la han metido en
esto a la fuerza y no me creo del todo su edad. Las húngaras no me impresionan
en absoluto.” [Con todo, la usó]
[Una tailandesa muy pequeñita] echó la cabeza a un lado y
cerró los ojos con fuerza. Le pregunté si estaba bien, si le estaba haciendo
daño... Me dijo sí, está bien, sigue, ¡pero córrete rápido! Me aparté de ella.
Entonces se preocupó: “qué pasa, ¿no gusto a usted?, “¿no piensa que yo
sexy?”... Le dije no te preocupes, simplemente me iré. Pero parecía que le
preocupaba meterse en líos y entonces yo me preocupé, porque si tenía un chulo
cabrón igual se cebaba con ella si me veía irme antes de tiempo, así que le
dejé terminar con la mano... Entonces me fui, sin decir mucho, y ella tampoco
dijo nada.”
“Fui a ver a una japonesa que no estaba muy bien, durante mi
visita me enseñó un papel en el que había escrito varias veces 'No tengo
elección'. La pregunta es: ¿es libre o está ahí a la fuerza y es incapaz de
escapar, presa de los criminales que la utilizan?” [Con todo, la usó]
“Es la primera vez que me he sentido mal con todo esto de ir
de putas. El lado oscuro de la prostitución, tal y como a veces lo describen
los periódicos... No lo recomiendo, a menos que te apetezca hacerte algunas
preguntas muy jodidas sobre ti mismo después.”
“La puerta del piso estaba cerrada con dos vueltas y el
escolta [esto es, el chulo] tenía la llave. Hubiera preferido una doncella en
un fuego, sin duda... Sólo volvería por una chica diferente y preferiblemente
sin el matón. Los cerrojos son peligrosos (y también ilegales!)”
“La gota que colmó el vaso de mi visita fue toparme con el
“guardaespaldas” esperando a la salida de la habitación, cuando salí para
irme.”
[1] Entre 1999 y 2009 los miembros de Punternet publicaron
unas 90,000 reseñas de escorts. Catherine Bennet escribió que los hombres de
Putnernet “suben sus comentarios en el mismo estilo digno y ofendido de los
inspectores amateur de la Good Food Guide.” The Observer, 20 de octubre de
2005.
[2] Soy un hombre preocupado desde hace mucho tiempo por el
abuso de mujeres en la prostitución.
[3] Los propietarios de la web se declaran en contra de la
trata y el proxenetismo.
Visita nuestro canal de Youtube con interesantes videos
traducidos y subtitulados en español:
https://www.youtube.com/channel/UCuDKy2DjYr3Egw6iX1h1tcQ/videos
2 Comentarios
Marina Flox Ben7/22/2018 11:29:30 pm
Gracias por mostrar lo que no se ve.
RESPONDER
F7/23/2018 07:56:47 pm
Veo que por las redes sociales se empiezan a cuestionar en
base a algunos estudios los trabajos de Melissa Farley en base a su metodología
y se empieza a cuestionar a su vez la penosidad inherente de la prostitución,
segmentándola en su análisis y relativizándola frente a otras actividades. Es
por esto que sería muy conveniente realizar muchos más estudios a cerca de las
condiciones en que se realiza la prostitución y de sus efectos en la salud de
las prostitutas. Efectos en su salud mental, % de mujeres forzadas ( según un
informe de la ONU el 15%, según otras fuentes más) Ahora recientemente Clara
Serra ha empezado a atacar filosoficamente un argumento abolicionista referente
a la vulneración de la libertad sexual de las mujeres que se ven abocadas a
ejercer laprostitución. El argumento pretende diferenciar deseo, voluntad y
consentimiento, estableciendo que es normal que la voluntad pueda ir contra el
deseo. Bien, la crítica fundamental a este argumento sería que la voluntad y el
deseo etimológicamente son lo mismo, y que siguiendo esa tesis se podría
legitimar la esclavitud, ya que el deseo/voluntad del esclavo de ser libre se
ve desplazado por su consentimiento determinado por razones de órden económico.
El argumento es tan reaccionario, en sus efectos y sus principios, que sería la
legitimación de que personas de una condición sexual, por ejemplo una mujer
homosexual, pudieran consentir renunciar a los deseos propios de su condición
por necesidad económica, teniendo relaciones, siguiendo el ejemplo, de carácter
heterosexual, o viceversa. Es decir una barbaridad que atenta contra la
libertad sexual que es un DDHH. La sexualidad que pertenece al terreno de lo
lúdico, placentero, recíproco y la libertad para ejercerla no puede ser
mercantilizada y sometida al dominio de otros , aunque sea con consentimiento
por una determinación económica. Este principio debería ser irrenunciable en cualquier
sociedad civilizada y no cabría vulnerarlo bajo acuerdos particulares. La
voluntad sexual, ni la condición sexual que lleva aparejada una determinada
voluntad o deseo, no puede ser vulnerada por cuestiones de poder económico y
necesidad como no puede serlo la libertad, entendida como autonomía no sometida
a la dominación y propiedad de otros. Además la prostitución, comercia cuerpos,
no solo actividades, es decir personas, al igual que la esclavitud, cosifica a
las mujeres y las conceptualiza como mercancías desprovista de cualquier otro
atributo. Lo cual es intolerable, no podemos aceptar una sociedad que se
configure en cuanto a valores que incluyen una conceptualización de seres
humanos como mercancías, porque entonces de la prostitución a la mera
esclavitud hay un solo paso. Además la legalización y normalización de la
prostitución, al normalizar la oferta y la demanda, expone a todas las mujeres
sin distinción, sobretodo a las asalariadas, a recibir ofertas de este tipo en
cualquier trabajo por sus superiores dentro de un sistema patriarcal con una
gran desigualdad ( que es la fuente de poder de unos sobre otros) propia de
este sistema de producción. Todo un mecanismo diabólico.
https://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/mito-los-puteros-respetan-a-las-mujeres-que-compran#