La traducción es de una activista
española, abajo el original en inglés.
¿Puede la prostitución empoderar a las mujeres?
¿Me sentí empoderada por chupar
la polla arrugada de algún anciano? No, no lo hice. ¿Me sentí empoderada por
chupar la polla de un hombre joven? No, no lo hice. ¿Me sentí empoderada por
chupar la polla de un hombre de mediana edad? No, tampoco lo hice. No sentí
ningún poder al chupar la polla de ningún hombre que no habría chupado de forma
gratuita.
¿Me sentí empoderada porque un
cliente me cogiera el culo? No, odiaba que me tocaran. ¿Me sentí empoderada al
ser penetrada por un cliente? No, no lo hice - yo deseaba que se dieran prisa
de una puta vez y se corrieran rápido para que yo pudiera irme. ¿Me sentí
empoderada por besar a cualquier cliente? No, esa fue la segunda peor cosa
acerca de ser una prostituta. ¿Me sentí empoderada cuando la boca de un cliente
y su lengua estaban en mi vagina? No, eso era de lo peor de ser una prostituta.
¿Me sentí empoderada por coger a
un futbolista de la primera división? No, él era arrogante como el infierno, de
no ser así incluso podría haber disfrutado acostándome con él ¿Me sentí
empoderada por cobrar £ 3.000 por hacérmelo con una mujer hermosa por alrededor
de tres horas? Algo así, pero también me sentí un poco culpable, porque yo
hubiera hecho ese trabajo gratis. Ella era impresionante y él, el cliente, era
un asiduo, uno de mis favoritos - era un gángster y yo creo que él era una
excepción a la mayoría de los clientes, él me respetaba y hasta cierto punto
sentía que le importaba. Sé que cuando mi amiga Q tuvo algunos problemas, él la
ayudó. Si no le importara, no lo habría hecho. Así que hay algunas excepciones
a la regla.
Mujer objeto. Carlos Adrián Agüed |
¿Me sentí empoderada cuando fui
violada por un cliente que me sujetó y me forzó para hacérmelo sin condón? No,
no lo hice. Después lloré, me acuerdo de eso. Probablemente tomó una fuerte
dosis de drogas. Luego, al día siguiente, me comporté como si nunca hubiera
sucedido y volví a trabajar como de costumbre. ¿Me sentí empoderada cuando
clientes me golpearon? No, no lo hice. ¿Quién coño se siente con poder al ser
golpeada mientras gritas y lloras suplicando que se detengan? ¿Me sentí
empoderada cuando fui a ver a unos clientes que creían que yo tenía dieciséis
años, o tal vez incluso quince, no puedo recordar con seguridad, y que querían
representar un abuso sexual infantil en mí? No, no lo hice. Me hizo sentir
enferma hasta la médula, pero me dije que por hacerlo estaba evitando que le
sucediese a un niño real.
Usted puede haber notado que hay
cierta confusión y autoengaño en mi pensamiento. Todo eso mezclado era
esencial, una necesaria dosis de negación. ¿Cómo me sentí con respecto al hecho
de que los hombres pagaran cientos, miles de libras para tener sexo conmigo o
verme tener sexo con otra mujer? Me sentí empoderada. ¿Cómo me sentí cuando en
menos de una semana hice suficiente dinero como para comprarme un coche
decente? Me sentí empoderada. ¿Cómo me sentí sabiendo que tenía miles de libras
en una cuenta de la sociedad de construcción? Me sentí empoderada. ¿Cómo me
sentí sabiendo que tenía miles de libras en efectivo guardadas en un lugar
secreto en mi piso? Me sentí empoderada. ¿Cómo me sentí al ser capaz de comprar
cualquier cosa que pudiera desear? Me sentí empoderada. Me sentí empoderada
vistiendo ropa de diseñadores, por poder dedicarme mucho tiempo a mí misma, ya
que sólo trabajaba un par de veces a la semana. Me sentía empoderada por la
libertad que yo pensaba que tenía, pero en retrospectiva, me doy cuenta de que
no había libertad real para mí.
No tenía libertad porque tenía
que vivir en la negación continua para sentirme fortalecida ante estas
"cosas" y el dinero que había acumulado trabajando como prostituta.
Si, mientras conducía mi coche, pensé en lo que había pagado por él, y al pensar
en cómo había ganado ese dinero me llené de disgusto. Al llevar puesto un
vestido de diseñador, recordé cómo me había ganado el dinero para pagarlo, me
sentía repugnante. Con el fin de 'disfrutar' de estas 'cosas' y mi dinero, la
negación era esencial. Hay un enorme trabajo exclusivamente de negación aquí, y
creo que es una de las cosas más importantes que tengo que decir acerca de la
prostitución. Con el fin de trabajar como prostituta, una vez que la
disociación negadora por sí sola no era suficiente, tuve que usar drogas. Ellas
ayudaban a alimentar la negación también. Yo no tenía libertad porque estaba
atada al extremo del precipicio, estaba destinada a la pipa de crack y montañas
de cocaína.
Hasta que, después de volverme
usuaria de heroína intravenosa, caí tan bajo que ya no podía trabajar ni de
prostituta, podía permitirme el lujo de rechazar clientes. ¿Me sentí empoderada
rechazando clientes? Diablos, sí, lo hice. ¿Me sentí empoderada cuando uno de
mis clientes habituales, con los que estaba fumando crack , me encontró en la
cocina tratando de conseguir una vena con la sangre corriendo por mi brazo, y
él metió un billete de cincuenta en la mano y me empujó al piso? No. Me sentía
avergonzada de ser una adicta a la heroína. Aunque mirando hacia atrás, fumar
pipa de crack no es que esté mucho más arriba en la escala moral. Pero me
sentía rechazada. Sólo una vez había sido rechazada de un trabajo, y creo que
fue por tener el color equivocado de pelo.
Por entonces, yo sabía que no
podía seguir trabajando como prostituta. Ya no tenía la fuerza emocional,
mental, psicológica o lo que quiera que sea que se necesita para trabajar en
las calles y ver a muchos puteros en un día, así que hice algunos viajes y
consumí heroína y crack hasta que mis ahorros se desvanecieron. Después de
numerosos intentos fallidos de matarme con una sobredosis, yo estaba segura de
que alguna funcionaría. Por lo tanto, saqué todo lo que quedaba en el banco,
gasté hasta la última de las miles de libras que había ganado en heroína y
crack. Ni que decir tiene, la sobredosis no funcionaba, y fue entonces cuando
tuve que lidiar con mi adicción, que también me sacó de la prostitución.
Recientemente, ha habido algunos
comentarios en mi blog ya sea de madames, proxenetas, dueños de agencias de
acompañantes o mujeres, posiblemente, que actualmente trabajan en la
prostitución, que he decidido no publicar. Esto se debe a que mi blog es un
lugar seguro para mis palabras. Estoy segura de que hay otros foros donde la
gente puede discutir conmigo, ponerme a parir y calumniarme. En uno de estos
comentarios, me dijeron que era una puta fracasada porque tuve una mala
experiencia. Pero creo que debo aclarar que ver algo tal y como es, y dejar
atrás la negación, no me hace, o cualquier otra persona, una puta ni una persona
fracasada. Me da poder, me "empodera" porque ahora puedo ver y
entender la prostitución como lo que es - ABUSO. Y estoy facultada por el hecho
de que ya no voy a dejar que la gente abuse de mí.
Me gustaría añadir que no tengo
ningún resentimiento ni odio hacia cualquier mujer que trabaja actualmente en
la prostitución. Tengo amor y compasión y empatía por ti. Yo no te juzgo por lo
que está haciendo para ganarte la vida - ¿quién soy yo para juzgar a alguien
que está haciendo algo que solía hacer yo misma? Estoy aquí para compartir mi
historia, no juzgar a los demás por las suyas. Si la prostitución te hace
sentir poder, eso es asunto tuyo, no mío. Lo que es de suma importancia para
mí, es la seguridad de las mujeres que ejercen la prostitución.
En cuanto a la legalidad, me
gustaría que por lo menos las mujeres que trabajan en la prostitución no sean
criminalizadas y que todos los cargos relacionados con la prostitución sean
borrados de los registros de la policía. Las investigaciones muestran que a nueve
de cada diez mujeres que trabajan en la prostitución les gustaría salir si
pudieran. Estoy segura de que las nueve de cada diez no encuentran
"poder" en la prostitución. Lo que sería empoderamiento para ellas es
la posibilidad de una nueva vida y una nueva profesión. Ya es suficientemente
duro el conseguir salir de esa vida. El gobierno podría marcar la diferencia
facilitando su reinserción en la sociedad, limpiando sus registros de todo
cargo relacionados con la prostitución.
Fuente:
http://xlondoncallgirl.blogspot.co.uk/2012/10/can-prostitution-be-empowering.html
***
Friday, 26 October 2012
Can Prostitution be Empowering?
Did I feel empowered sucking some old man’s
wrinkly cock? No, I didn’t. Did I feel empowered sucking a young man’s cock? No,
I didn’t. Did I feel empowered sucking on a middle-aged man’s cock? No, not his
either. I did not feel empowered sucking any cock that I would not have sucked
for free.
Did I feel empowered being finger-fucked by any
client? No, I hated them touching me. Did I feel empowered being penetrated by
a client? No, I did not - I wished for them to hurry the fuck up and come so I
could be out of there. Did I feel empowered kissing any client? No, that was
the second worst thing about being a call girl. Did I feel empowered when a
client’s mouth and tongue was on my vagina? No, that was the very worst thing
about being a call girl.
Did I feel empowered being paid to fuck a
premier league footballer? No, he was arrogant as hell, but if he wasn’t, that
might have been a job I would have enjoyed. Did I feel empowered being paid
£3,000 to go down on a beautiful woman for around three hours? Kind of, but I
also felt a bit guilty as well, because I would have done that job for nothing.
She was stunning and into it and the client was a regular who was one of my
favourites - he was a gangster and I do believe he was an exception to most
clients, in that he respected me and to some level, cared. I know when my
friend Q had some trouble that needed dealt with, he sorted it for her. Now, if
he didn’t care, he wouldn’t have got himself involved. So there are some
exceptions to the rule.
Did I feel empowered when I was raped by a
client who held me down and forced himself in me without a condom? No, I did
not. I cried after, I remember that. I probably took a heavy dose of drugs.
Then the following day, I acted like it never happened and returned to work as
usual. Did I feel empowered when a client beat me? No, I did not. Who the fuck
would feel empowered being beaten whilst screaming and crying for it to stop?
Did I feel empowered when I went to see clients who believed I was sixteen or
perhaps even fifteen, I can’t recall for sure, and they wanted to act out child
sex abuse on me? No, I did not. It made me feel sick to the core, but I told
myself that by my doing that, I was preventing it happening to a real child.
You may have noticed there’s some confusion and
delusion going on with my thinking. Mixed with that, was the essential heavy
dose of denial. How did I feel about the fact that men were paying hundreds,
though usually thousands, of pounds to have sex with me or watch me have sex
with another woman? I felt empowered. How did I feel when I made enough money
in less than a week to buy myself a pretty decent car? I felt empowered. How
did I feel knowing I had thousands of pounds in a building society account? I
felt empowered. How did I feel knowing I had thousands of pounds in cash
stashed away in a secret place in my flat? I felt empowered. How did I feel
being able to buy near enough anything I wanted? I felt empowered. I felt
empowered wearing designer clothes, having nearly all my time to myself as I
only worked a handful of times a week. I felt empowered by the freedom I
thought I had, but in hindsight I now realise there was no real freedom for me.
I didn’t have freedom because I had to be in
denial to feel empowered by these ‘things’ and the money I had accumulated
through working as a call girl. If, whilst driving my car, I thought about how
I’d earned the money to pay for it, I would be filled with disgust. If, while
wearing a designer dress, I recalled how I’d earned the cash to afford it, I
would feel repulsed. In order to ‘enjoy’ these ‘things’ and my money, denial
was essential. There is a post purely on denial here, and I feel it is one of
the most important things I have to say about prostitution. In order to work as
a prostitute, once dissociation alone wasn’t enough to shut down from what I
was doing, I had to use drugs. They helped fuel the denial too. And I didn’t
have freedom because I was tied to the needle in the end, and before that, I
was bound to the crack pipe and mountains of cocaine.
Until, through being an intravenous user of
heroin, I descended to such a degree that I could no longer work as a call
girl, I could always afford to turn down clients. Did I feel empowered turning
them down? Hell yes, I did. Did I feel empowered when one of my regular
clients, whom I was smoking crack with, found me in his kitchen trying to get a
vein with blood running down my arm, and he shoved a fifty in my hand and
chucked me out the flat? No. I felt ashamed that I was an intravenous addict
using heroin. Although looking back, his place on the moral high-ground smoking
a crack pipe was rather shaky. But I felt rejected. I had only once ever been
turned away from a job before and I think that was to do with my hair being the
wrong colour.
From around that time, I knew I couldn’t go on
working as a call girl. I didn’t have the emotional, mental, psychological or
whatever strength is needed to work the streets and see that many punters in a
day, so I did some travelling and used heroin and crack until my savings ran
out. After numerous failed attempts at overdosing to kill myself, I was sure I
had a way it would work. So, taking out the full overdraft at the bank, I used
the last of all the thousands I’d earned in pretty much the way I’d used most
of it in the end, on heroin and crack. Needless to say, the overdose didn’t
work, and that’s when I had to deal with my addiction, which also led me out of
prostitution.
Recently, there’s been some comments on my blog
from either madams, pimps, escort agency owners or possibly women currently
working in prostitution, which I’ve decided not to publish. This is because my
blog is a safe place for my words. I am sure there are other forums where
people can discuss me, put me down, and slander me. In one of these comments, I
was told I was a failed call girl because I have a tale of woe. I think I
should clarify that seeing something for what it is and coming out of denial,
does not make me, or anyone else, a failed call girl. It makes me empowered,
because I now see and understand prostitution for what it is - abuse. And I am
empowered by the fact that I no longer let people abuse me.
I would like to add that for any woman
currently working in prostitution, I have no resentment whatsoever against you.
I have love and compassion and empathy for you. I do not judge you for what you
are doing for a living - who am I to judge someone who is doing something I
used to do myself? I am here to share my story, not judge others for theirs. If
prostitution makes you feel empowered, that’s your business, not mine. Of
paramount importance to me, is the safety of women in prostitution.
In terms of legality, I would like at least for
women working in prostitution not to be criminalised and for all charges
relating to prostitution to be wiped from their police records. Research shows
that nine out of ten women working in prostitution would like to exit if they
could. I am sure those nine out of ten women do not find prostitution
empowering. What would be empowering for them is the chance of a new life and a
new career. It is hard enough to get out of ‘the life’. The government could
make a difference by easing their re-entry into society by wiping their records
clean of all charges relating to prostitution
Posted by XLondonCallGirl at 22:15
http://xlondoncallgirl.blogspot.co.uk/2012/10/can-prostitution-be-empowering.html
La mayoría de las IMAGENES han sido
tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por
favor enviar un correo a
alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas
gracias por la comprensión.
En este blog las imágenes son afiches,
pinturas, dibujos, no se publican fotografías de las personas en prostitución
para no revictimizarlas; salvo en el caso de tratarse de documentos históricos.
Se puede disponer de las notas publicadas
siempre y cuando se cite al autor/a y la fuente.
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