sábado, 20 de julio de 2013

¿Puede la prostitución empoderar a las mujeres?



La traducción es de una activista española, abajo el original en inglés.

¿Puede la prostitución empoderar a las mujeres?

¿Me sentí empoderada por chupar la polla arrugada de algún anciano? No, no lo hice. ¿Me sentí empoderada por chupar la polla de un hombre joven? No, no lo hice. ¿Me sentí empoderada por chupar la polla de un hombre de mediana edad? No, tampoco lo hice. No sentí ningún poder al chupar la polla de ningún hombre que no habría chupado de forma gratuita.

¿Me sentí empoderada porque un cliente me cogiera el culo? No, odiaba que me tocaran. ¿Me sentí empoderada al ser penetrada por un cliente? No, no lo hice - yo deseaba que se dieran prisa de una puta vez y se corrieran rápido para que yo pudiera irme. ¿Me sentí empoderada por besar a cualquier cliente? No, esa fue la segunda peor cosa acerca de ser una prostituta. ¿Me sentí empoderada cuando la boca de un cliente y su lengua estaban en mi vagina? No, eso era de lo peor de ser una prostituta.

¿Me sentí empoderada por coger a un futbolista de la primera división? No, él era arrogante como el infierno, de no ser así incluso podría haber disfrutado acostándome con él ¿Me sentí empoderada por cobrar £ 3.000 por hacérmelo con una mujer hermosa por alrededor de tres horas? Algo así, pero también me sentí un poco culpable, porque yo hubiera hecho ese trabajo gratis. Ella era impresionante y él, el cliente, era un asiduo, uno de mis favoritos - era un gángster y yo creo que él era una excepción a la mayoría de los clientes, él me respetaba y hasta cierto punto sentía que le importaba. Sé que cuando mi amiga Q tuvo algunos problemas, él la ayudó. Si no le importara, no lo habría hecho. Así que hay algunas excepciones a la regla.

Mujer objeto. Carlos Adrián Agüed


¿Me sentí empoderada cuando fui violada por un cliente que me sujetó y me forzó para hacérmelo sin condón? No, no lo hice. Después lloré, me acuerdo de eso. Probablemente tomó una fuerte dosis de drogas. Luego, al día siguiente, me comporté como si nunca hubiera sucedido y volví a trabajar como de costumbre. ¿Me sentí empoderada cuando clientes me golpearon? No, no lo hice. ¿Quién coño se siente con poder al ser golpeada mientras gritas y lloras suplicando que se detengan? ¿Me sentí empoderada cuando fui a ver a unos clientes que creían que yo tenía dieciséis años, o tal vez incluso quince, no puedo recordar con seguridad, y que querían representar un abuso sexual infantil en mí? No, no lo hice. Me hizo sentir enferma hasta la médula, pero me dije que por hacerlo estaba evitando que le sucediese a un niño real.

Usted puede haber notado que hay cierta confusión y autoengaño en mi pensamiento. Todo eso mezclado era esencial, una necesaria dosis de negación. ¿Cómo me sentí con respecto al hecho de que los hombres pagaran cientos, miles de libras para tener sexo conmigo o verme tener sexo con otra mujer? Me sentí empoderada. ¿Cómo me sentí cuando en menos de una semana hice suficiente dinero como para comprarme un coche decente? Me sentí empoderada. ¿Cómo me sentí sabiendo que tenía miles de libras en una cuenta de la sociedad de construcción? Me sentí empoderada. ¿Cómo me sentí sabiendo que tenía miles de libras en efectivo guardadas en un lugar secreto en mi piso? Me sentí empoderada. ¿Cómo me sentí al ser capaz de comprar cualquier cosa que pudiera desear? Me sentí empoderada. Me sentí empoderada vistiendo ropa de diseñadores, por poder dedicarme mucho tiempo a mí misma, ya que sólo trabajaba un par de veces a la semana. Me sentía empoderada por la libertad que yo pensaba que tenía, pero en retrospectiva, me doy cuenta de que no había libertad real para mí.

No tenía libertad porque tenía que vivir en la negación continua para sentirme fortalecida ante estas "cosas" y el dinero que había acumulado trabajando como prostituta. Si, mientras conducía mi coche, pensé en lo que había pagado por él, y al pensar en cómo había ganado ese dinero me llené de disgusto. Al llevar puesto un vestido de diseñador, recordé cómo me había ganado el dinero para pagarlo, me sentía repugnante. Con el fin de 'disfrutar' de estas 'cosas' y mi dinero, la negación era esencial. Hay un enorme trabajo exclusivamente de negación aquí, y creo que es una de las cosas más importantes que tengo que decir acerca de la prostitución. Con el fin de trabajar como prostituta, una vez que la disociación negadora por sí sola no era suficiente, tuve que usar drogas. Ellas ayudaban a alimentar la negación también. Yo no tenía libertad porque estaba atada al extremo del precipicio, estaba destinada a la pipa de crack y montañas de cocaína.

Hasta que, después de volverme usuaria de heroína intravenosa, caí tan bajo que ya no podía trabajar ni de prostituta, podía permitirme el lujo de rechazar clientes. ¿Me sentí empoderada rechazando clientes? Diablos, sí, lo hice. ¿Me sentí empoderada cuando uno de mis clientes habituales, con los que estaba fumando crack , me encontró en la cocina tratando de conseguir una vena con la sangre corriendo por mi brazo, y él metió un billete de cincuenta en la mano y me empujó al piso? No. Me sentía avergonzada de ser una adicta a la heroína. Aunque mirando hacia atrás, fumar pipa de crack no es que esté mucho más arriba en la escala moral. Pero me sentía rechazada. Sólo una vez había sido rechazada de un trabajo, y creo que fue por tener el color equivocado de pelo.



Por entonces, yo sabía que no podía seguir trabajando como prostituta. Ya no tenía la fuerza emocional, mental, psicológica o lo que quiera que sea que se necesita para trabajar en las calles y ver a muchos puteros en un día, así que hice algunos viajes y consumí heroína y crack hasta que mis ahorros se desvanecieron. Después de numerosos intentos fallidos de matarme con una sobredosis, yo estaba segura de que alguna funcionaría. Por lo tanto, saqué todo lo que quedaba en el banco, gasté hasta la última de las miles de libras que había ganado en heroína y crack. Ni que decir tiene, la sobredosis no funcionaba, y fue entonces cuando tuve que lidiar con mi adicción, que también me sacó de la prostitución.

Recientemente, ha habido algunos comentarios en mi blog ya sea de madames, proxenetas, dueños de agencias de acompañantes o mujeres, posiblemente, que actualmente trabajan en la prostitución, que he decidido no publicar. Esto se debe a que mi blog es un lugar seguro para mis palabras. Estoy segura de que hay otros foros donde la gente puede discutir conmigo, ponerme a parir y calumniarme. En uno de estos comentarios, me dijeron que era una puta fracasada porque tuve una mala experiencia. Pero creo que debo aclarar que ver algo tal y como es, y dejar atrás la negación, no me hace, o cualquier otra persona, una puta ni una persona fracasada. Me da poder, me "empodera" porque ahora puedo ver y entender la prostitución como lo que es - ABUSO. Y estoy facultada por el hecho de que ya no voy a dejar que la gente abuse de mí.

Me gustaría añadir que no tengo ningún resentimiento ni odio hacia cualquier mujer que trabaja actualmente en la prostitución. Tengo amor y compasión y empatía por ti. Yo no te juzgo por lo que está haciendo para ganarte la vida - ¿quién soy yo para juzgar a alguien que está haciendo algo que solía hacer yo misma? Estoy aquí para compartir mi historia, no juzgar a los demás por las suyas. Si la prostitución te hace sentir poder, eso es asunto tuyo, no mío. Lo que es de suma importancia para mí, es la seguridad de las mujeres que ejercen la prostitución.

En cuanto a la legalidad, me gustaría que por lo menos las mujeres que trabajan en la prostitución no sean criminalizadas y que todos los cargos relacionados con la prostitución sean borrados de los registros de la policía. Las investigaciones muestran que a nueve de cada diez mujeres que trabajan en la prostitución les gustaría salir si pudieran. Estoy segura de que las nueve de cada diez no encuentran "poder" en la prostitución. Lo que sería empoderamiento para ellas es la posibilidad de una nueva vida y una nueva profesión. Ya es suficientemente duro el conseguir salir de esa vida. El gobierno podría marcar la diferencia facilitando su reinserción en la sociedad, limpiando sus registros de todo cargo relacionados con la prostitución.

Fuente:
http://xlondoncallgirl.blogspot.co.uk/2012/10/can-prostitution-be-empowering.html




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Friday, 26 October 2012

Can Prostitution be Empowering?

Did I feel empowered sucking some old man’s wrinkly cock? No, I didn’t. Did I feel empowered sucking a young man’s cock? No, I didn’t. Did I feel empowered sucking on a middle-aged man’s cock? No, not his either. I did not feel empowered sucking any cock that I would not have sucked for free.

Did I feel empowered being finger-fucked by any client? No, I hated them touching me. Did I feel empowered being penetrated by a client? No, I did not - I wished for them to hurry the fuck up and come so I could be out of there. Did I feel empowered kissing any client? No, that was the second worst thing about being a call girl. Did I feel empowered when a client’s mouth and tongue was on my vagina? No, that was the very worst thing about being a call girl.

Did I feel empowered being paid to fuck a premier league footballer? No, he was arrogant as hell, but if he wasn’t, that might have been a job I would have enjoyed. Did I feel empowered being paid £3,000 to go down on a beautiful woman for around three hours? Kind of, but I also felt a bit guilty as well, because I would have done that job for nothing. She was stunning and into it and the client was a regular who was one of my favourites - he was a gangster and I do believe he was an exception to most clients, in that he respected me and to some level, cared. I know when my friend Q had some trouble that needed dealt with, he sorted it for her. Now, if he didn’t care, he wouldn’t have got himself involved. So there are some exceptions to the rule.

Did I feel empowered when I was raped by a client who held me down and forced himself in me without a condom? No, I did not. I cried after, I remember that. I probably took a heavy dose of drugs. Then the following day, I acted like it never happened and returned to work as usual. Did I feel empowered when a client beat me? No, I did not. Who the fuck would feel empowered being beaten whilst screaming and crying for it to stop? Did I feel empowered when I went to see clients who believed I was sixteen or perhaps even fifteen, I can’t recall for sure, and they wanted to act out child sex abuse on me? No, I did not. It made me feel sick to the core, but I told myself that by my doing that, I was preventing it happening to a real child.

You may have noticed there’s some confusion and delusion going on with my thinking. Mixed with that, was the essential heavy dose of denial. How did I feel about the fact that men were paying hundreds, though usually thousands, of pounds to have sex with me or watch me have sex with another woman? I felt empowered. How did I feel when I made enough money in less than a week to buy myself a pretty decent car? I felt empowered. How did I feel knowing I had thousands of pounds in a building society account? I felt empowered. How did I feel knowing I had thousands of pounds in cash stashed away in a secret place in my flat? I felt empowered. How did I feel being able to buy near enough anything I wanted? I felt empowered. I felt empowered wearing designer clothes, having nearly all my time to myself as I only worked a handful of times a week. I felt empowered by the freedom I thought I had, but in hindsight I now realise there was no real freedom for me.

I didn’t have freedom because I had to be in denial to feel empowered by these ‘things’ and the money I had accumulated through working as a call girl. If, whilst driving my car, I thought about how I’d earned the money to pay for it, I would be filled with disgust. If, while wearing a designer dress, I recalled how I’d earned the cash to afford it, I would feel repulsed. In order to ‘enjoy’ these ‘things’ and my money, denial was essential. There is a post purely on denial here, and I feel it is one of the most important things I have to say about prostitution. In order to work as a prostitute, once dissociation alone wasn’t enough to shut down from what I was doing, I had to use drugs. They helped fuel the denial too. And I didn’t have freedom because I was tied to the needle in the end, and before that, I was bound to the crack pipe and mountains of cocaine.

Until, through being an intravenous user of heroin, I descended to such a degree that I could no longer work as a call girl, I could always afford to turn down clients. Did I feel empowered turning them down? Hell yes, I did. Did I feel empowered when one of my regular clients, whom I was smoking crack with, found me in his kitchen trying to get a vein with blood running down my arm, and he shoved a fifty in my hand and chucked me out the flat? No. I felt ashamed that I was an intravenous addict using heroin. Although looking back, his place on the moral high-ground smoking a crack pipe was rather shaky. But I felt rejected. I had only once ever been turned away from a job before and I think that was to do with my hair being the wrong colour.

From around that time, I knew I couldn’t go on working as a call girl. I didn’t have the emotional, mental, psychological or whatever strength is needed to work the streets and see that many punters in a day, so I did some travelling and used heroin and crack until my savings ran out. After numerous failed attempts at overdosing to kill myself, I was sure I had a way it would work. So, taking out the full overdraft at the bank, I used the last of all the thousands I’d earned in pretty much the way I’d used most of it in the end, on heroin and crack. Needless to say, the overdose didn’t work, and that’s when I had to deal with my addiction, which also led me out of prostitution.

Recently, there’s been some comments on my blog from either madams, pimps, escort agency owners or possibly women currently working in prostitution, which I’ve decided not to publish. This is because my blog is a safe place for my words. I am sure there are other forums where people can discuss me, put me down, and slander me. In one of these comments, I was told I was a failed call girl because I have a tale of woe. I think I should clarify that seeing something for what it is and coming out of denial, does not make me, or anyone else, a failed call girl. It makes me empowered, because I now see and understand prostitution for what it is - abuse. And I am empowered by the fact that I no longer let people abuse me.

I would like to add that for any woman currently working in prostitution, I have no resentment whatsoever against you. I have love and compassion and empathy for you. I do not judge you for what you are doing for a living - who am I to judge someone who is doing something I used to do myself? I am here to share my story, not judge others for theirs. If prostitution makes you feel empowered, that’s your business, not mine. Of paramount importance to me, is the safety of women in prostitution.

In terms of legality, I would like at least for women working in prostitution not to be criminalised and for all charges relating to prostitution to be wiped from their police records. Research shows that nine out of ten women working in prostitution would like to exit if they could. I am sure those nine out of ten women do not find prostitution empowering. What would be empowering for them is the chance of a new life and a new career. It is hard enough to get out of ‘the life’. The government could make a difference by easing their re-entry into society by wiping their records clean of all charges relating to prostitution

Posted by XLondonCallGirl at 22:15

http://xlondoncallgirl.blogspot.co.uk/2012/10/can-prostitution-be-empowering.html



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