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sábado, 8 de febrero de 2025

Sueños y vasijas

 

«Sueños y vasijas»

Por Feminismo -30/01/20250

 

Foto de Ecuador Etxea

Por Las Criadas

 


Hace unos días, June Fernández (activista querer) presentó la edición de su libro en castellano “Sueños y Vasijas” en Radio Euskadi https://t.co/sxiQSMwulO

 

La autora se pregunta “¿habrá alguna fórmula que permita defender los  derechos de las mujeres y de los niños, respetar la autonomía corporal y que no implique criminalizar a las familias? “ la respuesta es muy sencilla: NO.

 

Nada es más opuesto al avance de una sociedad que tratar a bebés como mercancía y sus vulnerables madres como subhumanas sin derechos para que algunas y algunos cumplan sus deseos. Nunca es ÉTICA ni puede ser “praxis correcta”. Como bien dice @Omnia_Somnia , Berta O. Garcia, presidenta de CIAMs en España (federación internacional de 50 organizaciones feministas y de DDHH fundada en 2018) “se trata claramente de sacrificar a mujeres fértiles para dar satisfacción a meros deseos ajenos, mediante  la propaganda de romantizar los #VientresDeAlquiler con el doble disfraz de la lucha contra la infertilidad y el descenso de la natalidad global (nuevo modelo de familia según el consejero de @eajpnv Erkoreka). Este invento es capitalista y patriarcal. Nos enfrentamos a una industria económicamente potente  y con previsiones de más crecimiento que tiene recursos para comprar voluntades a nivel político y académico”.

 

La inmensa mayoría de las mujeres que son madres subrogadas necesitan dinero ( colonialismo extractivista) y también se da el caso de que algunas lo hagan por coacción emocional en el entorno familiar. En todos los países donde la #gestaciónsubrogada es legal se cometen abusos y violencia contra las mujeres, porque es algo intrínseco a esta práctica: ilegal, prohibida y contraria al orden público que no interesa más que a un puñado de explotadores.

 

LEGISLACIÓN

 

Dice la autora en la entrevista, que esta práctica se encuentra en un limbo legal. Además de afirmar «no estoy por la prohibición de la gestación por sustitución, porque prohibir lleva a la criminalización de las familias”. Parece que quiera obviar o invisibilizar que si los vientres de alquiler están prohibidos en España y en otros países, es porque violan derechos fundamentales de la infancia y las mujeres, tales como la venta de niños y la trata de mujeres. La realidad de que las mujeres tengan que cruzar fronteras en el proceso de vientre de alquiler, es la desigualdad económica y el neoliberalismo. Los países en los que se ha regulado se han detenido a redes de traficantes de mujeres con fines de explotación reproductiva.

 

No existe tal limbo, existe una #Instrucción 10 prevaricadora que permite comprar bebés en el extranjero y registrarlos en consulados españoles, validando sentencias judiciales extranjeras basados en contratos de #gestaciónsubrogada que en España son NULOS de pleno derecho, porque vulnera la Constitución y varias leyes de rango superior.

 

Algunos ejemplos:

 

1. Reconoce sentencias judiciales extranjeras en base a un contrato que en España es nulo, aún cuando la STS 5879/2024 deniega el reconocimiento de facto de dichas sentencias por ser contrarias al orden público: “No cabe el reconocimiento y ejecución solicitada porque subyace un fraude de ley que no puede quedar amparado por nuestro ordenamiento jurídico, ya que los demandantes iniciaron de forma consciente y querida un proceso para obtener un niño menor, mediante la suscripción de un contrato de #gestación subrogada que está prohibido en nuestro ordenamiento jurídico “

 

2. Considera técnica de reproducción asistida una práctica excluida como tal en la Ley 14/2006 de Técnicas de Reproducción Humana Asistida, dónde se contempla, además, la nulidad de estos contratos.

 

3.El Tribunal Supremo considera la #gestaciónsubrogada una forma de compraventa de menores y los contratos contrarios a nuestro ordenamiento jurídico en sentencias de 2014, 2022 y 2024.

 

4. Su publicidad está prohibida por ley orgánica 1/2023, considerando también a ésta como una forma grave de  violencia sobre  la mujer.

 

5. El art. 221 del código penal establece en su apartado primero: los que, mediando compensación económica, entreguen a otra persona un hijo, descendiente o cualquier menor aunque no concurra relación de filiación o parentesco (agencias),eludiendo los procedimientos legales de la guarda, acogimiento o adopción, con la finalidad de establecer una relación análoga a la de filiación, serán castigados con las penas de prisión de 1 a 5 años y de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de la patria potestad, tutela, curatela o guarda por tiempo de 4 a 10 años”. Y en su apartado segundo “con la misma pena serán castigados la persona que lo reciba y el intermediario, AUNQUE LA ENTREGA DEL MENOR SE HUBIESE EFECTUADO EN PAÍS EXTRANJERO”.

 

6. Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía:

 

Artículo 2: a) Por venta de niños se entiende todo acto o transacción en virtud del cual un niño es transferido por una persona o grupo de personas a otra a cambio de remuneración o de cualquier otra retribución

 

7. Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional: por trata de personas se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.

 

Quizás a la autora, ya que imparte cursos , le gustaría incluir en ellos esta Guía realizada por @StopSubrogacion para las aulas:

 

https://culturayciencia.org/stop-violencia-sexual/wp-content/uploads/2025/01/Guia-didactica-para-el-abordaje-de-la-violencia-reproductiva-en-el-aula-ver-01_compressed.pdf

 

POSICIONAMIENTO

 

“Demasiado feminista para aplaudir dentro, demasiado posmoderna para gritar fuera” dice la autora respecto a su asistencia al I Congreso De Mujeres y Gestación por Sustitución ( Bilbao Julio 2023) . Sin sorpresas, decidió entrar. No se puede estar en misa y repicando.

 

June no está por la prohibición de esta práctica violenta «porque es una realidad» y es legal en las grandes potencias mundiales (EEUU, Israel, Rusia…), alineándose claramente con los que están a favor y la llevan a cabo «porque los niños ya están aquí». Lo que llevaría a sostener el esclavismo en Mauritania porque es una tradición, a la OTAN porque las bases ya están aquí, la trata de mujeres con fines de explotación sexual en Alemania porque allí la prostitución es legal, o el trabajo infantil porque también es una realidad. (Cita de Berta O. Garcia)

 

Fuente:

https://elcomun.es/2025/01/30/suenos-y-vasijas/

 

lunes, 30 de diciembre de 2024

“El regulacionismo de la prostitución debería considerarse captación velada”

 

 

Carol L, a la derecha, y en el centro, Sarah Berlori, en las jornadas de EHFAK. A su lado, la presentadora de la mesa, Itziar Blanco. FOTO: IXA LOPEZ - LANBROA



EGUNEKO GAIACAROL L | SUPERVIVIENTE

 

“El regulacionismo de la prostitución debería considerarse captación velada”

 

MERTXE ARRATIBEL27 MARTXOA, 20230

 

Para las abolicionistas de la prostitución y las supervivientes, el regulacionismo no puede tener cabida ni dentro del feminismo ni en la sociedad. Carol L., quien fue engañada por un proxeneta cuando era menor de edad, considera que los discursos que legitiman la prostitución deberían “tipificarse como captación velada” y a las feministas que defienden esa postura les lanza el siguiente desafío: ¿Tienen los tíos el derecho de cosificar el cuerpo de una chica? ¿Tiene derecho a comprar el consentimiento de mujeres precarizadas?”

 

Esta activista participó en la jornada ‘Política sexual de la pornografía y la prostitución,’ organizada por la coordinadora abolicionista vasca EHFAK. Le acompañaron en el cartel otra activista, superviviente y miembro activa de la coordinadora, Sarah Berlori, y la teórica Mónica Alario Gavilán.

 

Tanto Berlori como Carol, nacidas en el Estado español, ofrecieron discursos políticos en los que compartieron muchos aspectos, también biográficos, de su paso por la prostitución. Ambas fueron captadas siendo jóvenes con la promesa de que ganarían mucho dinero, vivieron la violencia extrema que caracteriza a ese mundo, tuvieron problemas para abandonarlo, no consiguieron ninguno de sus objetivos y las instituciones les fallaron cuando demandaron ayuda.

 

Carol empezó a ser prostituida con 17 años. Estaba tutelada y había huido. La camelaron con “el discurso que se utiliza ahora en todos los ámbitos académicos, en la universidad, y también en Bachiller y en la ESO”, advierte. Esto es, que “ser puta es una postura política” y que una puede “rentabilizar el capital erotico, la ‘follabilidad”.

 

El coño como ‘varita mágica’

“Me dijeron que los hombres son como niños y que el coño es como la varita mágica de Harry Potter. Luego vi que no era mi coño, sino los billetes la varita mágica”, admite.

 

Pero el dinero no era para ella. “Viví la indigencia dentro de la prostitución. No tenía casa. Dentro de los clubs de puteros, no de putas, hay un montón de indigentes, mujeres sin casa”. Sin nada.

 

También comprendió que la prostitución “no tiene nada que ver ni con sexo, ni con el erotismo. El sexo es algo beneficioso, sano, placentero, y de mutuo acuerdo. Todo lo que viví allí eran parafilias y otros procesos”.

 

El hombre que la introdujo en la prostitución le prometió que no tendría que hacer nada que no quisiera. Sin embargo, comprobó en seguida que el consentimiento se compra, no así el deseo. “El tema del consentimiento es una trampa, algo que se nos ha vuelto en contra”. Opina que lo mismo ha sucedido con los conceptos de género y empoderamiento.

 

“Los puteros no sólo son puteros; la mayoría son pedófilos”

 

Cuando se relacionó con los primeros puteros les dijo que tenía 18 años ‘recién cumplidos’. “Sabían perfectamente que era menor. El hombre que me llevó lo primero que hizo fue retirarme el DNI y decir que era mayor”.

 

Los demandantes de la prostitución buscan chicas cada vez más jóvenes, según alertan distintas voces. Carol L. afirma que, de hecho, “los puteros no sólo son puteros; la mayoría son pedófilos”.

 

Educación sexual

Esta es la razón por la que esta activista y superviviente centra ahora sus esfuerzos en la educación de la infancia y la juventud. Lo hace en la Comunidad Valenciana, fundamentalmente, y se muestra crítica con la información y las propuestas que se les ofrecen como educación sexual.

 

En lugar de trabajar en el “consentimiento sexual” ve más conveniente centrarse en el “sexo deseado” entre dos personas. “¿Qué tiene que ver el consentimiento con despertar, descubrimiento, autoexploración física y placer?” Además, subraya que conviene tener muy en cuenta que “el imaginario sexual no es el mismo para los hombres que para las mujeres”.

 

El constructo social-sexual de las mujeres se basa en “consentir siempre, en dejarse hacer”

 

El constructo social-sexual de las mujeres se basa en “consentir siempre, en dejarse hacer. No conozco todavía una mujer heterosexual que no haya tenido una relación sexual sin deseo, sostiene. “A nosotras se nos ha negado el placer. No tenemos algo que se ponga duro. El agujero no se cierra y ahí cabe todo. Desde ahí y desde la idea difundida por el porno de que la mujer es promiscua lo hemos construido todo”.

 

Ese punto de partida erróneo es también, a su juicio, la base de la educación sexual . “Qué necesidad tiene una niña de 14 años de saber que es el ‘fisting’, es decir, que te metan el puño en el culo, cuando no se habla de poner límites. Se vende la idea de puta como identidad política y el puño en el culo como práctica sexual normalizada. Eso es lo que aparece en la guía de educación sexual de la Comunidad Valenciana. Que me expliquen cuál es el punto educativo y qué beneficios les va a ofrecer esto a las chicas en su sexualidad”, exige.

 

Sarah Berlori había expuesto previamente puntos de vista similares sobre los procedimientos de captación de chicas jóvenes para la prostitución y alertó también de que el proxenetismo ha penetrado en las universidades.  “Existe el peligro de que vayan a contarles a las jóvenes lo guay que es ser prostituidas, pero sólo van a por las chicas. Siempre somos nosotras las putificables y ellos futuros puteros”, denunció.

 

Ley orgánica abolicionista

Se les convence de las ventajas de ser ‘scorts’, señoritas de compañía que tiene la posibilidad de elegir, que se prostituyen porque quieren y porque quieren costearse lujos con la prostitución. Nada de esto es cierto, según Berlori, que califica esa propaganda de “superhumillante. Nos deshumanizan dentro y fuera de la prostitución, como si fuéramos basura, cuyo único fin en la vida es tener un bolso de marca. Es un discurso tolerado por la izquierda y la derecha y es asqueroso”, lamentó.

 

Berlori expuso las dificultades que existen para abandonar la prostitución y reivindicó la aprobación de la Ley Orgánica de Abolición del Sistema Prostitucional (LOASP) elaborada por la Plataforma de Organizaciones por la Abolición de la Prostitución (PAP) y que está “guardada en un cajón”. Se trata de una ley integral que cubre las necesidades de las mujeres en prostitución, la formación y la concienciación, entre otros aspectos.

 

De hecho, las supervivientes aclararon que las políticas abolicionistas requieren ir más allá de regulaciones que únicamente castiguen a los consumidores de cuerpos de mujeres. Necesitan financiación y recursos para atender las necesidades de las mujeres prostituidas. Medios que vayan más allá también del asistencialismo que practican algunas asociaciones.

 

Fuente:

http://andra.eus/el-regulacionismo-de-la-prostitucion-deberia-considerarse-captacion-velada/?fbclid=IwAR29noy68VYpdAgAC1-QK_Z0c2MnWJEITtqj77cUPHeH_fAKcCavcMjO_Ug

miércoles, 2 de agosto de 2023

“El porno feminista no existe”


                                                                                        Mónica Alario, en la jornada abolicionista vasca.

 

“El porno feminista no existe”

MERTXE ARRATIBEL

29 MARTXOA, 2023

 

¿Porno y feminista son ideas compatibles? La filósofa feminista y especialista en esta materia, Mónica Alario Gavilán, lo niega rotundamente: “El porno feminista no existe. Esta idea apareció en los años ochenta en EE UU desde dentro de la industria de la explotación sexual y en un momento histórico en el que el movimiento feminista estaba centrado en criticar la pornografía y ésta peligraba. Decir que el porno feminista era posible fue una jugada maestra”.

 

Era también el momento histórico perfecto para que ese concepto pudiese calar. “Justo después de la revolución sexual, ninguna quería que la llamasen puritana, y la solución fue decir: estoy en contra de esa pornografía y a favor de esta otra”.

 

Sin embargo, para Alario, no hay pornografía buena, como no hay prostitución buena, porque la pornografía equipara violencia con sexo y está contribuyendo a que los hombres se exciten con la violencia sexual. “La pornografía transmite que el sexo puede ser violento, pero no deja de ser sexo; es dominación masculina, pero no deja de ser sexo”, apunta. Ese pensamiento es el que está también detrás de la gran cantidad de agresiones sexuales que padecemos las mujeres en los ámbitos público y privado.

 

“Las feministas no estamos criticando el porno porque haya poca variedad -especifica-. Hacer variedades nuevas no arregla los problemas que señalamos”.

 

4 ideas fundamentales

Esta filósofa experta en violencia sexual participó en la I Jornada Abolicionista organizada por Euskal Herriko Feminista Abolizionisten Koordinakundea  (EHFAK) en Gasteiz el pasado sábado. Le acompañaron como ponentes las feministas supervivientes de la prostitución Sarah Berlori y Carol L.

 

Alario expuso las conclusiones de su tesis doctoral, una investigación de seis años sobre cómo la pornografía promueve la violencia sexual y se ha convertido además en la educadora sexual de las nuevas generaciones. Le preocupan, en particular “las consecuencias que para las mujeres y niñas pueda tener la equiparación de porno y sexo”.

 

Sus investigaciones, destacó, han arrojado cuatro “ideas fundamentales”:

 

1-Los hombres ejercen violencia sexual porque les excita sexualmente

 

Violan porque quieren, aunque existe un constructo social que transmite que violan porque necesitan. Alario se mostró crítica con la defensa de la prostitución hecha por el actor Telmo Irureta en los premios Goya. “Dice barbaridades como que tiene derecho al sexo. No, el sexo no es un derecho, es un deseo. Si tienes ganas y no quieren te aguantas y no pagas por violar”. A juicio de la filósofa, si la falta de deseo de una de las partes en la relación no excitara, no se podría ejercer la violencia sexual que se da en la prostitución. “Al final, todo en el patriarcado está ensamblado para que no pongamos la responsabilidad en quien la tiene, el hombre. Se dice: ese tío esta arrebatado por esa necesidad y la responsable es la mujer que ha despertado el deseo. Otro mito que apoya la violencia sexual es el de la fantasía de la violación, “la idea de que las mujeres tenemos el deseo de sufrir violencia sexual y por lo tanto no sería violencia”. Según explica, los grandes filósofos de la sexualidad y sexólogos han empleado la estrategia de hacer pasar los deseos de los hombres por deseos de las mujeres y la violación pasa de ser una responsabilidad de los hombres a nuestra. Lo que están diciendo es que un profundo deseo instintivo animal hace que las mujeres deseemos cosas en contra nuestra supervivencia e integridad. Es una desfachatez”. Aportó el dato de que 1 de cada 4 niñas sufre violencia sexual y la mayoría de los casos se dan dentro de las familias.

 

2-Los hombres tienen el poder de poner nombre a las cosas y a cualquier cosa que les excite se le llama sexo

 

Vivimos en una sociedad androcéntrica. La visión de los hombres genera la cultura dominante. La consecuencia es que “en la sociedad patriarcal cualquier cosa que excite sexualmente a los hombres pasa a ser denominado y considerado sexo, aunque de hecho no lo sea, aunque sea violencia”. Señaló que lo vemos todos los días en los medios de comunicación. “Nos encontramos con oxímoron como sexo no consentido, forzar a alguien a tener sexo o  tener sexo con menores. Nada de esto es sexo. Es violencia y es importante cambiar la terminología y llamar a las cosas por su nombre”. La misma manipulación semántica se produce al referirse a la prostitución. Se habla de cambiar sexo por dinero y matiza: “El sexo no se puede comprar. Es coacción. Se puede comprar un consentimiento viciado, pero no sexo”. Asume que “nos llamen puritanas por reivindicar que es necesario el deseo para mantener relaciones sexuales” y que “a las feministas que nos posicionamos contra porno nos acusan de antisexo” y subraya que “es curioso cómo funciona el lenguaje y cómo cala. No tenemos problemas con el sexo, sino con que se llame sexo a la violencia sólo porque excita a los hombres. Hablamos de justificar la violencia contra la mitad de la humanidad llamándola sexo”.

 

3-No es que en el porno los hombres se exciten a pesar de la violencia contra las mujeres, sino con esa violencia

 

“En los miles de formatos de la pornografía y todo el rato las mujeres expresan dolor y que son prácticas desagradables. A pesar de que les duela, de que aparezcan niñas, drogadas… Se excitan precisamente porque ellas no quieren y porque les duele. El video más visto, con 225 millones de visitas, es una violación colectiva. Los hombres se excitan con sensación de poder y eso hace que cada vez la pornografía sea más violenta, más humillante y más en contra de la humanidad y de los derechos básicos de mujeres y niñas”. La pornografía, resume, “no va de sexo sino de ejercicio de poder masculino y de supresión de la humanidad de las mujeres hasta la eliminación de su existencia. Este es su abanico y no hay límite. No hay ninguna barbaridad o forma de tortura que mi cerebro pueda imaginar que no encuentre en una página de porno y sea consumida impunemente por muchos hombres”.

 

4-Ver porno es muy duro para cualquiera que considere a las mujeres seres humanos

 

“Si consideramos a mujeres seres humanos dignos, somos capaces de identificar las más sutiles prácticas de denigrar, deshumanizar y humillar. Todos hombres que ven porno y se excitan no consideran a las mujeres seres humanos”. Estos hombres, entiende Alario, no empatizan con las mujeres y ello “permite explicar las magnitudes de violencia devastadoras. 4 de cada 10, como poco, son capaces de desconectar del sufrimiento y la vulnerabilidad de las mujeres y de comprar su cuerpo en contextos prostitucionales”.

 Fuente: 

http://andra.eus/el-porno-feminista-no-existe/?fbclid=IwAR1775GhInN-ZKQ0SdX7yx9lvdiSAhu-pp4PHqccuwG9tm27xESRKq1rTZ8

 

Nota: la imagen y las negritas son copia del original.







miércoles, 1 de febrero de 2023

Trata de personas y pornografía: No, nada de “libre decisión”

 

Trata de personas y pornografía: No, nada de “libre decisión”

LUIS LUQUE

16 ENERO, 2023

 

 



La imagen de una actriz porno sonriendo ante la cámara en un filme del género puede ser la “prueba definitiva” de que, si está metida en ese mundo, es por su propia voluntad. Nada más tranquilizador que ese gesto para quien, tratando de que la conciencia no le encienda una bombilla roja, quiera ver en el rostro risueño de la joven un salvoconducto para su afición a estos productos. Es “porno ético”, qué duda cabe.

 

Detrás de la cámara, sin embargo, puede estar alguien con un arma de fuego apuntando a la muchacha, o pronosticándole una paliza como no se ha visto si no se muestra particularmente “entusiasta”. Les ha ocurrido a chicas (y a chicos) en situación de vulnerabilidad por sus malas circunstancias familiares o económicas, o por ignorancia, a quienes gente con apariencia de respetabilidad han atraído con falsas promesas de trabajo como modelos, actores, etc. Personas que han firmado “contratos” que las obligan a filmar escenas de alto contenido sexual que derivan sin demasiado protocolo en pornografía. Una vez “en ambiente”, ¿qué más da algún que otro exceso? ¿Qué importa traspasar este límie o aquel otro, aunque se incumpla lo pactado?

 

Si la persona no acepta ir a más, a actos de mayor violencia y degradación, el “empresario” dispone de métodos más coercitivos. Los ha sufrido la joven canadiense Jessa Dillow Crisp, obligada por sus familiares a filmar vídeos de este tipo ya desde que era menor de edad. Según testimonió para un artículo de la organización Fight The New Drug (FTND, de activismo contra la pornografía), “me apuntaban con un arma y me decían que si no seguía haciendo lo que me decían, me dispararían. Me estaban violando, pero yo tenía una sonrisa en el rostro. Tuve que actuar como si lo disfrutara”.

 

Si para lograr que alguien acceda a actuar en estas tragedias reales intervienen la coacción o el engaño, o ambos, no se puede hablar de decisión libre, por mucho que la chica o el chico exhiban una sonrisa Colgate. Son personas traficadas, tratadas como objetos: “cosas” vendibles, aprovechables, desechables…

 

No, no lo disfrutan, con lo que ya puede ir desperezándose la conciencia del consumidor “ético”.

 

La violencia, muy presente

Con ayuda de la responsable de un refugio para víctimas de trata con fines de explotación sexual, Jessa pudo escapar de una red de tráfico y pornografía en 2010, y se radicó desde entonces en EE.UU. El suyo es un ejemplo de superación: en lugar de aislarse en su dolor, enmudecer, anularse, tomó la senda de los estudios universitarios, obtuvo un máster en Salud Mental y fundó una ONG contra la trata de personas, BridgeHope, en Denver, Colorado. Con sus conocimientos y preparación, ha impartido formación sobre el tema a funcionarios del Departamento de Estado, del de Seguridad Interna y de la Fuerza Aérea de EE.UU.

 

La joven, que ha accedido a contestar varias preguntas de Aceprensa, sabe de lo que habla cuando aborda la relación entre el porno y la trata.

 

— ¿Cuál es el perfil típico de una persona víctima de trata con fines de explotación en esta industria?

 

— Es imposible definirlo, porque la industria de porno se mueve en función de la demanda de los compradores. Allí donde los traficantes detecten una demanda de pornografía, allí donde haya gente dispuesta a pagar por esto, hacia allí se dirigirán y crearán víctimas, que no encajan en un molde específico: pueden ser niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres, individuos LGBTQ+, no binarios, queer…

 

– ¿Podría darse algún porcentaje aproximado de cuántas de las personas que participan en vídeos pornográficos son víctimas de la trata?

 

— Me es imposible cuantificar ese porcentaje, pero lo que sí puedo decir es que todos los materiales fílmicos de abuso sexual infantil son trata, y los datos indican que la edad promedio a la que filman a víctimas menores de edad es a los 12,8 años (Bouché, 2018). De hecho, un término muy común de búsqueda de material pornográfico es adolescente (Waugh, 2015).

 

Por otra parte, Polaris (2020) muestra, con datos acopiados por la National Human Trafficking Hotline –una línea de ayuda–, que el porno es la tercera forma más común de tráfico sexual de adultos y menores.

 

En general, como afirman mis amigos de FTND (2022), “si alguien es engañado, manipulado o coaccionado para la producción de pornografía, eso se califica legalmente como tráfico sexual. Por ejemplo, si un actor porno se presenta en el plató y descubre que la escena es mucho más agresiva o degradante de lo que le habían dicho, y su agente lo amenaza con cancelar sus otras contrataciones si no sigue adelante con esta, se califica legalmente como tráfico sexual” (párrafo 20), lo que básicamente significa que la trata dentro de la pornografía es más común de lo que uno podría imaginar.

 

“Aunque parte de la pornografía sea consentida, es imposible distinguir qué es pornografía ‘ética’ y qué es trata”

 

— Si es común la trata, lo es entonces la violencia acompañante…

 

— La violencia física se emplea a menudo como forma de control. En mi caso se utilizó tanta, que si alguien me decía algo o me amenazaba con un objeto para obligarme psicológicamente a hacer cosas que no habría hecho por libre albedrío o elección, las hacía. Todo lo que los espectadores podían ver era mi sonrisa, pero las armas que me apuntaban durante la filmación no las captaban los camarógrafos.

 

— ¿No existe entonces, para el consumidor, una manera eficaz de identificar si la persona es víctima de la trata o si realiza esas escenas con plena responsabilidad y consentimiento?

 

— No hay forma de diferenciar, a la vista, entre quien está ahí por elección y quien es víctima de trata y está siendo forzado. Aunque parte de la pornografía sea consentida, es imposible distinguir qué es pornografía “ética” y qué es trata. Además, hay que tener en cuenta que muchas personas que eligen el porno como ‘profesión’ a menudo son violadas, obligadas a hacer cosas que no figuran en sus contratos, y experimentan violencia y traumas extremos durante el rodaje. La industria perpetúa el daño en beneficio económico de los productores.

 

                   Jessa y su esposo, John Crisp (foto: cortesía de la entrevistada)

 

Cuando el porno pone el listón

La violencia en el porno trasciende, sin embargo, el plató. Si el consumidor entiende que las prácticas que ve en pantalla son perfectamente reproducibles, el sufrimiento y la degradación hincarán el colmillo en otras personas.

 

FTND subraya que los traficantes y los abusadores sexuales utilizan estos materiales para preparar a sus víctimas, reducir sus inhibiciones y desensibilizarlas para que “normalicen” lo que, acto seguido, les sucederá a ellas (sobre esta práctica testificaron recientemente ante miembros del Senado francés varias víctimas de trata). La mencionada web cita el testimonio de Elizabeth Smart, una muchacha de Salt Lake City que en 2002, a los 14 años, fue secuestrada durante nueve meses.

 

Según narró Smart, su captor la obligaba a ver pornografía antes de atacarla sexualmente. “Estaba obligada a hacer las cosas que hacían estas mujeres en las fotos. Era casi como si estuvieran poniendo el listón, estableciendo el estándar de lo que mi secuestrador me iba a obligar a hacer después… Casi sentía como si esa pornografía fuera mi sentencia”.

 

Una sentencia que, de forma distinta, pero igualmente negativa, afecta también al espectador y a las personas con las que este se cruce en la vida real. Hay múltiples estudios sobre el tema, uno de ellos muy reciente, el de un equipo británico-estadounidense que examinó los comportamientos de 2.815 consumidores de porno de Alemania, Taiwán, EE.UU. y Corea del Sur. Los investigadores constataron que el visionado de estos materiales incidía de modo notable, en las personas muestreadas, en el desarrollo de una actitud de “cosificación sexual” hacia otras.

 

“La aceptación de la cosificación sexual puede conducir a la aceptación de la violencia contra las mujeres –apuntan–, pero también hay datos que sugieren que no hacen falta formas extremas de cosificación sexual (por ejemplo, una agresión) para afectar negativamente a las víctimas, pues incluso una cosificación sexual sutil en el día a día puede perjudicar el bienestar emocional de las víctimas”.

 

“Aquellas imágenes no definen quién soy”

 

Del pantano del porno nadie sale limpio. Las víctimas, las que menos, y su recuperación es ardua. Jessa, que como experta en salud mental ha hablado con cientos de supervivientes, nos habla de un proceso difícil: “Dado que la curación dura toda la vida, encontrar recursos como vivienda, atención médica, de salud mental y becas para su educación es muy difícil, y se necesitan más servicios para evitar que estas personas vuelvan a ser explotadas”.

 

Tampoco salen indemnes quienes hunden a estas personas en el fango, ni quienes disfrutan del espectáculo desde la orilla. Hay varios perjuicios, y muy interconectados.

 

“El usuario de pornografía suele referir pensamientos negativos sobre sí mismo y dificultades para conectar sexualmente con su pareja”

 

— ¿Cómo se traduce el daño en la vida personal de los consumidores y en sus relaciones sociales?

 

— A nivel neurológico, cuando las personas se autocomplacen sexualmente ante estímulos externos, experimentan una oleada del neurotransmisor del bienestar llamado dopamina, lo que crea una correlación entre pornografía y placer. La dopamina no solo desempeña un papel en las cualidades adictivas del porno, sino que, a medida que una persona sigue consumiéndolo, puede desarrollar una tolerancia a este. Así, lo que solía desatar el subidón de dopamina en el pasado puede requerir otras formas y tipos de porno para crear sensaciones similares de placer. Esto a veces conduce al uso ilícito de material de abuso sexual infantil y/o a la compra de personas que son objeto de trata en el comercio sexual.

 

Por otra parte, el usuario de pornografía suele referir una menor autoestima, menor confianza, más experiencias de depresión y ansiedad, así como pensamientos negativos sobre sí mismo. Además, manifiesta dificultades para conectar sexualmente con su pareja, para fomentar una relación emocional y física con ella.

 

— Por último: a las personas obligadas a participar en vídeos pornográficos, ¿les es posible superar esos recuerdos desagradables y evitar que influyan en sus vidas una vez rescatadas?

 

— Como profesional de la salud mental y como superviviente de la pornografía, creo que es posible curarse y sobreponerse a los recuerdos desagradables de haber sido explotada en el porno, aunque también es increíblemente difícil. Al igual que es difícil recuperarse de una operación quirúrgica importante, hacerlo de las heridas sexuales, físicas y emocionales relacionadas con la explotación que tiene lugar en la producción de pornografía es extremadamente arduo. Requiere no solo trabajo duro y perseverancia, sino un dedicado equipo de profesionales formados que estén equipados para guiarla a una a través del proceso de recuperación.

 

Personalmente, he tenido que aprender a vivir sabiendo que las imágenes de mi humillación, mi violación y el dolor sádico que sufrí se siguen comprando en todo el mundo, lo que significa que sigo siendo objeto de trata y explotación a través del porno. Hoy, sin embargo, soy una superviviente, escritora, oradora, poetisa, esposa, profesional de la salud mental y estudiante de doctorado. Aquellas imágenes no definen quién soy.

 

Fuente:

https://www.aceprensa.com/sociedad/pornografia/trata-de-personas-y-pornografia-no-nada-de-libre-decision/

Nota: las imágenes y palabras en negrita están en el original.







lunes, 31 de mayo de 2021

LOS RIESGOS PARA LA SALUD DE LA MADRE EN LA EXPLOTACIÓN REPRODUCTIVA

LOS RIESGOS PARA LA SALUD DE LA MADRE EN LA EXPLOTACIÓN REPRODUCTIVA

28 mayo, 2021

Ana Trejo Pulido

Por Ana Trejo Pulido, creadora de Stop Vientres de Alquiler

 

En la imagen la famosa Dra Nayana Patel (derecha), asistida por el Dr Harsha Vhadarka, están realizando una transferencia embrionaria a una mujer de la India, de la que no sabemos su nombre.

 

Este post incluye parte del capítulo 7 y el capítulo 8 del libro “En el nombre del padre: Explotación de mujeres con fines reproductivos y venta de bebés recién nacidos. Diez puntos básicos para conocer toda la verdad sobre el alquiler de vientres”. Autora: Ana Trejo Pulido.

 

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Los contratos de subrogación representan un ataque brutal a la soberanía sexual y reproductiva de las mujeres, a la soberanía sobre el propio deseo materno, así como una vulneración de derechos humanos fundamentales: derecho de filiación, derecho a la salud materna y reproductiva, derecho a la autodeterminación sobre el propio cuerpo, derecho al libre desarrollo de la personalidad, derecho a la intimidad, a la confidencialidad médica, derecho a la dignidad, a la integridad física y moral; y derecho a no ser vendida, traficada, ni explotada sexualmente. En este post abordo los riesgos de esta práctica desde el punto de vista de la salud mental, física y social de las mujeres que se ven abocadas a actuar como madres de alquiler.

 

La maternidad disociada en la explotación reproductiva

Los embarazos subrogados, por su propia naturaleza de embarazo altamente medicalizado, tecnificado, controlado y enajenado, es un proceso muy agresivo para la salud física y emocional de la mujer y entraña riesgos para el bebé recién nacido. Todos los riesgos para la salud física y mental de las madres de alquiler y sus criaturas se derivan de las condiciones de concepción, gestación y parto impuestas en los contratos de subrogación.

 

La Dra. Miriam Al Adib, ginecóloga y obstetra, señala que en el caso de la subrogación, como en cualquier otro embarazo, no se puede obviar la evidencia científica existente sobre la importancia de garantizar el vínculo madre-criatura para promover una buena salud física y mental de ambos: “respetar al máximo la fisiología del embarazo y el nacimiento, en un entorno que no sea hostil, evitar el estrés psicosocial de la gestante, que el tándem madre-bebé puedan tener las mejores condiciones para apegarse e influirse mutuamente” es crucial para garantizar la salud de la mujer y su bebé[1]. Ninguno de estos principios se cumple en el caso de la explotación reproductiva.

 

En la subrogación, todo el vínculo y reconocimiento materno-infantil, todo el proceso neuro-hormonal que conlleva la gestación y cuya función es generar el enamoramiento entre la madre y el bebé es truncado violentamente, es intencional y planificadamente interrumpido desde el inicio del embarazo cuando se pide a la madre que se desvincule emocionalmente del bebé que está gestando para otros; y culmina cuando el recién nacido, literalmente, es extraído del vientre de su madre y entregado a los compradores, a menudo momentos después del nacimiento; degradando aún más a la mujer y a la criatura.

 

Ekis Ekman afirma que todas las madres de alquiler, independientemente de si perciben la subrogación como una experiencia positiva o negativa, utilizan técnicas de desconexión de sus emociones para establecer una distancia mental con respecto a la experiencia que están viviendo. Es decir, viven sus embarazos disociadas, repitiéndose constantemente que la criatura que están gestando y sienten crecer en su interior pertenece a otra persona, tratando de negar el vínculo que de manera natural se va desarrollando a lo largo del embarazo[2].

 

Algunas agencias informan en sus sitios webs que: “aunque la gestante tiene claro que el bebé que gesta durante 9 meses no es su hijo (y así lo declara en el contrato de gestación subrogada), existe el conocido vínculo materno-fetal, pues el bebé se alimenta y crece gracias a las aportaciones de la mujer que lo gesta. Por esta razón, es inevitable que exista un pequeño sentimiento de pena o impotencia al entregar al bebé”. Afirman que “el coste emocional es grande y no todas las mujeres están capacitadas para ser gestantes en un proceso de subrogación de útero”[3]. Argumentan que esta sería una de las razones por las que las candidatas a ser madres sustitutas tienen que pasar por numerosas pruebas médicas y psicológicas, con el objetivo de evitar posibles consecuencias a nivel emocional. En realidad, los exámenes psicológicos están orientados a determinar si se podrá contar con la docilidad de la madre de alquiler a la hora de entregar al niño.[4]

 

En el contexto indio, la revisión de la literatura realizada por Patel y su equipo informa que los médicos que atendían a las madres de alquiler esperan que estas mujeres fueran tímidas, sacrificadas y complacientes y con control racional absoluto sobre sus emociones en todo momento. Encontraron que el personal médico trivializaba los problemas psicológicos y emocionales que enfrentan estas mujeres ya que consideraban que el dinero que reciben es una motivación suficiente para garantizar que los sentimientos hacia el bebé no se desarrollen. La crueldad del equipo médico también se destacó en algunas de las declaraciones de las mujeres que afirmaban que las enfermeras solían reprender a las mujeres si lloraban durante o después de la entrega del bebé[5].

 


Dadas las circunstancias en que tienen lugar estos embarazos, no resulta difícil anticipar que las madres desarrollarán emociones complejas por el bebé que gestan durante nueve meses. Kajsa Ekis Ekman explica que muchas madres sustitutas, tras entregar al recién nacido, describen una mezcla de aflicción, nostalgia, vacío y culpa, lo que lleva a un 30 por ciento de estas mujeres a someterse de nuevo a todo el proceso con el objetivo de redimir su culpa tratando de hacer feliz a otra nueva familia.[6]

 

Responsables del Ministerio de Justicia en Kiev llevan años viendo situaciones dramáticas, su director, Stanislav Kutsenko, cuenta que en los últimos dos años, unas 50 mujeres han solicitado quedarse con el bebé después de dar a luz[7]. Un informe del departamento de salud británico estima que del 4 al 5 por ciento de las madres sustitutas cambia de parecer y se niegan a entregar al niño[8].

 

A fin de evitar estas situaciones, algunas clínicas de subrogación proporcionan a las mujeres terapia psicológica y grupos de apoyo con el objetivo de que la mujer suprima o bloquee toda clase de vínculo hacia su futuro hijo o hija[9], ignorando el impacto que esta desconexión emocional del embarazo podría tener tanto en la salud de la madre, como del bebé. Por otro lado, el hecho de que la madre logre desvincularse emocionalmente y poner distancia con respecto a futuro bebé que está gestando en su interior, no va a impedir que el futuro bebé a medida que va creciendo se vincule y apegue a su madre[10].

 

En Ucrania, tal y como pasaba en la India[11], las madres sustitutas no suelen tener contacto con los compradores. La empresa Biotexcom, que controla dos tercios del negocio ucraniano[12], mantiene a las madres separadas de las parejas. Incluso en el diseño de las instalaciones médicas se refleja esta política, manteniendo aisladas a las mujeres de los compradores en todo momento. Por ejemplo, en la sala de ecografías, las madres son separadas de las parejas compradoras mediante mamparas que permiten a estos últimos ver las imágenes de las ecografías sin ver a la madre. Responsables de esta empresa afirman sin tapujos que “este proceso puede quebrar a una mujer si es demasiado emocional”, y que “no importa cuán fuertes sean, las madres sustitutas siempre están en un estado delicado justo después de dar a luz. Así que es mejor tener esa distancia entre la pareja y la mujer”[13].

 

La explotación reproductiva busca desde el inicio desvincular a la madre y a la criatura desde un punto de vista legal, emocional, físico y simbólico e implica una “fractura de los sistemas de apego” para los que tanto la mujer, como su futuro hijo han sido biológicamente preparados.

 

Riesgos para la salud de la mujer derivados de la explotación reproductiva

Los partidarios de esta práctica pasan por alto el hecho de que todo embarazo puede derivar en complicaciones como embolias, anemia, hemorragias, diabetes gestacional, hipertensión arterial, preeclampsia, eclampsia e incluso muerte[14]. Además, gestar una criatura que genéticamente no es propia supone un mayor riesgo de complicaciones graves como la preeclampsia[15].

 

La investigación realizada por la Dra. Woo y su equipo en 2018 aporta evidencia sobre los problemas de salud derivados de la explotación reproductiva. Este tipo de embarazos mostraron un mayor número de complicaciones obstétricas para las mujeres, como diabetes gestacional, hipertensión, mayor número de amniocentesis, más placentas previas, así como un mayor número de cesáreas; en comparación con los embarazos espontáneos de estas mismas mujeres. Los embarazos subrogados tuvieron tiempos de gestación más cortos y dieron lugar a un porcentaje mayor de bebés prematuros y un porcentaje mayor de bebés con bajo peso en comparación con los embarazos naturales[16].

 

Desde la perspectiva de la salud mental, el trabajo de Lamba publicado en 2018 sobre el bienestar psicológico y el vínculo prenatal de madres de alquiler muestra que las madres de alquiler tenían niveles más altos de depresión durante el embarazo y el posparto. El bajo apoyo social durante el embarazo, el ocultar la subrogación y las críticas del entorno familiar y social eran factores predictivos de mayor depresión en las madres de alquiler después del parto. Con respecto al vínculo prenatal, las madres sustitutas interactuaron menos con el feto y pensaron menos en él, en comparación con el grupo de control de madres, pero adoptaron mejores hábitos alimenticios y tenían más probabilidades de evitar prácticas poco saludables durante el embarazo[17].

 

El sitio web Surrogate.com describe los 8 pasos del proceso médico de la subrogación[18], los medicamentos que deberá tomar la mujer[19] así como algunos de los riesgos asociados a esta práctica, aunque enfatiza que la satisfacción que supone hacer realidad los sueños de una pareja que desea un bebé, supera con creces las molestias y riesgos que entraña la práctica[20].

 

Esta minusvaloración de los riesgos que entraña la práctica de la subrogación es común en el discurso publicitario de la industria independientemente de si se trata de países ricos o empobrecidos. En países como India a menudo se les dice a las mujeres que el embarazo subrogado será igual que el resto de sus embarazos y las madres de alquiler reciben escasa o nula información sobre las diversas pruebas realizadas, los procedimientos, la tecnología, etc. El proceso de consentimiento informado es inexistente o una mera representación en el que la mujer se limita a asentir y a mostrar acuerdo con la poca información que le ofrecen sobre el procedimiento médico y las condiciones del acuerdo de subrogación[21].

 

La investigación realizada por Sarojini Nadimpally en el contexto indio recoge los testimonios de madres de alquiler expresando su incomodidad al tener que seguir un tratamiento médico agresivo con medicación e inyecciones, que encontraron muy doloroso y cuyo procedimiento desconocían. Todas las decisiones sobre el embarazo son acordadas por los compradores, los médicos y los agentes, excluyendo a las madres de alquiler de la toma de decisiones sobre su embarazo. Las madres de alquiler expresaron su malestar ante este hecho y se sentían intimidadas en el ambiente hospitalario, lo que les hacía más difícil pedir información médica o negociar los términos del contrato.[22] También informaron que padecieron de náuseas, falta de apetito, hinchazón en las piernas, debilidad, movilidad reducida, aumento de peso después del parto o dolor persistente relacionado con la operación de cesárea, teniendo que adaptar su vida dentro y fuera de la casa a esta circunstancia[23].

 

Para lograr que el embarazo se produzca la mujer tendrá que someterse a una hiperestimulación hormonal inyectándose hormonas en el vientre durante semanas, tomar antibióticos y medicamentos inmunodepresores para lograr el embarazo[24]; lo cual en estos tiempos de pandemia del Covid-19 las pone en serio peligro de contagiarse del virus. La hiperestimulación hormonal produce dolor, que a veces exige hospitalización, fallo renal, posible infertilidad futura e incluso la muerte[25].

 

Una vez está preparado el cuerpo de la mujer se procede a la transferencia de embriones[26]. El deseo de los clientes de asegurarse la obtención de un bebé, junto al propio interés de la clínica en tener éxito[27], lleva a que a las mujeres se les implante a menudo múltiples embriones[28], lo cual está desaconsejado desde el punto de vista médico[29]. Los embarazos múltiples son embarazos de riesgo y se asocian a mayor riesgo de hipertensión, preeclampsia, diabetes gestacional y hemorragia postparto[30]. Además se incrementa la posibilidad de someter a la mujer a reducciones fetales que no dejan de ser intervenciones traumáticas[31], para deshacerse de los embriones sobrantes, cuando los compradores solo quieren un bebé, por ejemplo de un sexo concreto, o quieren gemelos pero no triples[32].

 


Desde el punto de vista de los bebés, los embarazos múltiples pueden derivar en nacimientos prematuros o pretérmino, con pesos de nacimiento inferiores al promedio. Los nacimientos prematuros implican una serie de riesgos como parálisis cerebral, dificultades de aprendizaje, desarrollo lento del lenguaje, dificultades de conducta, enfermedad pulmonar crónica y retrasos en el desarrollo[33].

 

Durante la gestación se realizan pruebas de amniocentesis u otras pruebas genéticas invasivas, que tienen riesgos y son dolorosas, para garantizar la integridad genética del gestado[34] y descartar el riesgo de malformaciones o determinadas anomalías genéticas. En caso de detectarse algún problema, se somete a la mujer a un aborto.

 

En un altísimo porcentaje de casos el parto es inducido y por cesárea para facilitar la organización del trabajo de la clínica, maximizar el número de nacimientos por día, facilitar que los compradores puedan asistir al nacimiento de la criatura que han comprado y para evitar cualquier riesgo para el bebé durante el parto[35].

 

La cesárea, que es una cirugía abdominal para extraer al bebé del útero de su madre, se realiza no por indicación médica, sino por imperativo del negocio. Las cesáreas conllevan riesgos bien documentados, incluyendo cortes quirúrgicos erróneos a la mujer y al bebé, infección, hemorragias, histerectomía, dolor severo y dolor a largo plazo en la zona de la pelvis, o en la cicatriz de la cesárea, e incluso muertes maternas relacionadas con la anestesia o con el mismo procedimiento. Los riesgos de las cesáreas para los bebés pueden incluir problemas respiratorios y reducir la bajada de sangre de la placenta al bebé al nacer; y a largo plazo, riesgos relacionados con diabetes infantil, asma, sensibilidades alimenticias y alergias[36].

 

 

El libro de Renate Klein, Surrogacy: A Human Rights Violation recoge múltiples testimonios de madres de alquiler indias como el que sigue: “Hubo muchos problemas con el parto, me pusieron de 15 a 20 botellas IV en sólo dos días. Al final me hicieron una cesárea. Estaba inconsciente cuando la pareja vino y se llevó al bebé. Ni siquiera se lo mostraron a mi marido. El bebé habría cumplido ahora tres años. Pero ni siquiera sé cómo es. Solía pensar que nos invitarían a América. Solía pensar en la madre como una hermana, pero todo se echó a perder. Olvidaron dejarnos una invitación, ni siquiera llamaron para ver si estaba viva o muerta. Ellos terminaron con lo que venían a hacer, recogieron al bebé y se fueron.”[37]

 

 

A las madres de alquiler se les suele administrar medicación para evitar la subida de la leche y por lo general, no se les permite amamantar para evitar la creación de un vínculo entre ella y el recién nacido[38]. En otras ocasiones, el acuerdo de subrogación puede incluir que la madre de alquiler se extraiga leche para alimentar al bebé recién nacido. Algunas agencias anuncian este servicio en sus sitios webs informando de los beneficios de la lactancia materna para la madre de alquiler como una recuperación posparto más rápida, una mayor satisfacción personal por ser aún más generosa; una pérdida de peso más rápida y unos 250 dólares semanales extra. Entre las desventajas señalan el tiempo y el esfuerzo extra dedicados a bombear y lavar las piezas del sacaleches, el esfuerzo adicional para enviar la leche o coordinar la recogida y entrega, y las molestias físicas que pueden surgir con la lactancia[39].

 

Finalmente nos encontramos con la ausencia de seguimiento y atención postparto. Por lo general, ni las agencias, ni las clínicas, ni los compradores asumen ninguna responsabilidad sobre la salud de la mujer después del parto. Las mujeres no reciben atención ni médica, ni psicológica durante la fase de recuperación postparto la cual suele ser lenta y complicada[40]. A nivel físico, las madres deberán recuperarse de la cesárea, pero no van a contar con asistencia sanitaria, ni ayuda de algún tipo, regresando a sus comunidades donde ejercen de cabeza de familia, acarrean con la mayor parte de las responsabilidades y se enfrentan al estigma social por haber realizado esta práctica.[41]

 


[1] Al Adib, Miriam. (2018) Gestación subrogada desde una perspectiva biomédica: lo que el debate científico puede añadir a la discusión ética. Dilemata. Revista Internacional de Éticas Aplicadas. https://www.dilemata.net/revista/index.php/dilemata/article/view/412000244. p.: 17

[2] Ekman, Kajsa Ekis. (2017).Op.cit. p.: 213.

[3] Bayonas, Amalia. (2017) Aspectos psicológicos. Gestante subrogada. Efectos, consecuencias y riesgos de la maternidad subrogada https://babygest.com/es/efectos-y-consecuencias-de-la-maternidad-subrogada/

[4] Ekman, Kajsa Ekis. (2017).Op.cit. p.:207

[5] Patel, A., Kumar, P., & Sharma, P. (2020). pp.: 10 y 11

[6] Ekman, Kajsa Ekis. (2017). Op.cit. p.:226

[7] Blanco, Silvia. (2018) El ‘salvaje este’ de los vientres de alquiler. El País. https://elpais.com/sociedad/2018/09/22/actualidad/1537636094_278287.html

[8] Ekman, Kajsa Ekis. (2017). Op.cit. p.:230

[9] Ekman, Kajsa Ekis. (2017). Op.cit. p.:213

[10] Véase, Comienza el vínculo. El Parto es Nuestro. https://www.elpartoesnuestro.es/informacion/embarazo/comienza-el-vinculo

[11] Pande, A (2014) Op. cit., p.: 619.

[12] Blanco, Silvia. (2018). Op.cit.

[13] Bobyn, Christopher. (2018). Op.cit.

[14] Stanford Children’s Health. (s/f). “Complicaciones del embarazo”. https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=complicationsofpregnancy-85-P04296

[15] Ferrando, N. (2010). Riesgos en embarazo por ovodonación. Reproducción Asistida ORG: https://www.reproduccionasistida.org/riesgos-embarazo-ovodonacion/

[16] Woo, I., Hindoyan, R., Landay, M., Ho, J., Ingles, S. A., McGinnis, L. K., … Chung, K. (2017). Perinatal outcomes after natural conception versus in vitro fertilization (IVF) in gestational surrogates: a model to evaluate IVF treatment versus maternal effects. Fertility and Sterility, 108(6), 993–998. https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(17)31941-6/fulltext

[17]  Lamba, N., Jadva, V., Kadam, K., & Golombok, S. (2018). The psychological well-being and prenatal bonding of gestational surrogates. Human Reproduction (Oxford, England), 33(4), 646–653. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5989605/

[18] Véase, American Surrogacy (2020). 8 Steps of the Surrogate Medical Process. Surrogate.com. https://surrogate.com/surrogates/pregnancy-and-health/medical-process-for-a-surrogate/

[19] American Surrogacy (2020) List of Medications Involved in Surrogacy. Surrogate.com.. https://surrogate.com/surrogates/pregnancy-and-health/list-of-medications-involved-in-surrogacy/

[20] Idem.

[21] La agencia International Fertility Centre muestra en este vídeo un ejemplo del proceso por el que tiene lugar el supuesto “consentimiento informado” de una mujer india que se va a prestar a alquilar su vientre. https://stopvientresdealquiler.wordpress.com/2018/02/05/consentimiento-informado-no-explotacion-reproductiva/

[22] Nadimpally, Sarojini. (2015). Op.cit. párr.: 22

[23] Nadimpally, Sarojini. (2015). Op.cit. párr.: 24

[24] Surrogate.com (2020). 8 Steps of the Surrogate…Op.cit.

[25] Sociedad Española de Fertilidad. (s/f) Síndrome de hiperestimulación ovárica. https://www.sefertilidad.net/docs/biblioteca/recomendaciones/sindromeHiperestimulacipor cientoC3por cientoB3n.pdf

[26] Bilbao, A. D., Faura, À. G., Gómez, M. B., Tomás, P. R., de Segura, D. R. G., & Salgado, S. (2020). La transferencia de embriones: cuándo y cómo se hace. Reproduccionasistida.org website: https://www.reproduccionasistida.org/transferencia-de-embriones/

[27] Nadimpally, Sarojini. (2015). op. cit. párr.: 24

[28] Lahl, Jennifer (s/f). Telling the Truth about Surrogacy in the United States. http://cbc-network.org/pdfs/CBC-Lahl_Telling_the_Truth_about_Surrogacy_in_the_United_States.pdf

[29] Bilbao, A. D., Ziarrusta, G. B., de Miguel, D. L. G., Fernández-Sánchez, M., Trolice, M. P., & Reus, R. (2018). Transferencia embrionaria: ¿Cuántos embriones hay que transferir? Reproduccionasistida.org: https://www.reproduccionasistida.org/numero-de-embriones-a-transferir/

[30]  Rodrigo, A., Caballero, M. A., & Salvador, Z. (2018). Riesgos del embarazo múltiple para la madre y los bebés. Reproduccionasistida.org: https://www.reproduccionasistida.org/riesgos-del-embarazo-multiple/

[31] de la Fuente Vaquero, D. P., & Salvador, Z. (2018, julio 19). Reducción de embriones o fetos en el embarazo múltiple. Reproduccionasistida.org: https://www.reproduccionasistida.org/reduccion-de-embriones/

[32] Nadimpally, Sarojini. (2015). op. cit. párr.: 24

[33] Asociación de Padres de Niños Prematuros. APREM (2009). Datos niños y niñas prematuros… http://aprem-e.org/wp-content/uploads/2019/05/APREM-DatosNinosPrematuros.pdf

[34] Bayonas, D. A., Rodrigo, A., & Mestre, C. (2016, noviembre 16). Pruebas médicas a la gestante antes y durante el embarazo. Babygest.com: https://babygest.com/es/control-medico-de-la-gestante/#pruebas-geneticas-invasivas-y-no-invasivas

[35] Nadimpally, Sarojini. (2015). Op.cit. párr.: 23

[36] Coalición para mejorar los servicios de maternidad CMSM. (s/f). Los Riesgos del Nacimiento Por Cesárea Para La Madre y El Bebe. https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/public/documentos/parto/cesarea/3.-por ciento20Lospor ciento20Riesgospor ciento20delpor ciento20Nacimientopor ciento20Porpor ciento20Cespor cientoC3por cientoA1reapor ciento20Parapor ciento20Lapor ciento20Madrepor ciento20ypor ciento20Elpor ciento20Bebe_CIMS.pdf

[37] Renate, Klein (2017). Op.cit. p.: 402

[38] Nadimpally, Sarojini. (2015). Op.cit. párr.: 23

[39] The Egg Donor, & Surrogacy Program. (s/f). Breastmilk for surrogacy: To pump or not to pump. Hatch.us: https://www.hatch.us/blog/breastfeeding-after-surrogacy

[40] Nadimpally, Sarojini. (2015). Op.cit. párr.: 25

[41] Lamba, N., Jadva, V., Kadam, K., & Golombok, S. (2018). Op.cit. pp.: 647-648

Fuente

https://stopvientresdealquiler.wordpress.com/2021/05/28/los-riesgos-para-la-salud-de-la-madre-en-la-explotacion-reproductiva/

Rosa Cobo: “Quien vea la pornografía y la prostitución fuera del capitalismo no ha entendido nada”

Rosa Cobo: “Quien vea la pornografía y la prostitución fuera del capitalismo no ha entendido nada”

Entrevista a la socióloga y autora del libro 'Pornografía. El placer del poder' (Ediciones B, 2020)

Sara Montero El sábado, 19 de diciembre de 2020

Termina el día y te quedas solo en la habitación. No concilias el sueño tras un día de estrés en el trabajo o el instituto. Tienes el móvil en la mano. Vídeos porno numerosos, gratuitos y a un clic. Quizá en dos días repitas esta rutina, habrá un tercero. Tú piensas que es tu intimidad, pero es algo que replican millones de hombres todos los días. Es una estructura, configura tu mirada, tus relaciones y es un negocio millonario. Y todo sobre la base de la misoginia. En el libro Pornografía. El placer del poder (Ediciones 8, 2020), la socióloga Rosa Cobo anima a pararse a pensar, a hacerse preguntas y a ser crítico con un sistema que está creando un nuevo relato patriarcal.

 

Cobo plantea interrogantes cuyas respuestas pueden resultar incómodas, pero que considera esenciales. Para documentarse, ha visto cientos de vídeos porno. Ha navegado por bukakes, incestos simulados, fotogramas que muestran a mujeres aniñadas, violaciones ficticias... Pocos días antes de que la profesora de Sociología de Género se siente a hablar con cuartopoder, el New York Times publicó un artículo de investigación en el que denunciaba que Pornhub permitía que cualquiera suba un vídeo sin controlar que no estén protagonizados por menores o que el origen no sean agresiones sexuales. El artículo ha provocado que la plataforma tenga que eliminar 10 millones de vídeos. 

 

Tras la investigación, Cobo se confiesa preocupada por lo que las nuevas generaciones, sin educación sexual, están aprendiendo sobre sexo en el porno. Y recuerda: “Yo no hablo de todos los varones, sino de los que agreden, de los nuevos bárbaros del patriarcado”.

 

-Usted dice en el libro que cuando se critica la prostitución o la pornografía, se contraargumenta que la crítica es moral y, de esta manera, se difumina la cuestión política de ambos temas, ¿cree que estamos perdiendo la capacidad de ver las estructuras de poder en temas como el porno o la prostitución?

 

Sí, la influencia ideológica tan enorme e invasiva del capitalismo neoliberal hace que a quienes estamos en la izquierda, en el feminismo o en las filas del pensamiento crítico a veces nos resulte costoso identificar las estructuras de poder que explotan a los individuos. Por un lado, expresamos nuestra solidaridad con los individuos explotados, pero al mismo tiempo no vemos con la suficiente precisión las estructuras de poder que los oprimen.

 

- Cuando hablamos del porno hablamos de estructura de poder también empresarial e internacional como es la industria del porno, ¿cuesta relacionar un acto íntimo como puede ser la masturbación con una gran trama empresarial?

 

"La pornografía y la prostitución son las dos caras de la misma moneda"

 

-La pornografía y la prostitución son las dos caras de la misma moneda. Es la conclusión a la que he llegado tras años de estudiar las dos. Esa moneda es la industria de la explotación sexual. Es la segunda o tercera, en términos de beneficios a escala global en las economías ilícitas. Es muy importante señalar que una buena parte de la pornografía transita en el mundo de a economía ilegal, como es la explotación sexual.

 

Es difícil ver la sexualidad, que tiene que ver con el placer, la gratificación y la intimidad, convertida en una industria.

 

-Usted también aprecia racismo y clasismo en algunos vídeos que vemos en los grandes contenedores de porno. Dice que en muchos vídeos ser migrante, empleada o esclava es “fuente de erotismo”.

 

-La pornografía es una narrativa que se articula a través de estereotipos que funcionan en la sociedad, como que los negros tiene una sexualidad insaciable. Eso ya lo sabíamos, pero hasta que yo no he estado estudiando los vídeos pornográficos, no he llegado a comprender la extraordinaria fuerza que tienen todos esos estereotipos.

 

Más allá de esos estereotipos, esta industria está dirigida por grandes y medianos empresarios proxenetas. Quienes trabajan en esta industria y la habitan es gente que tiene condiciones de enorme vulnerabilidad y grandes faltas de recursos, ¿quiénes son los sectores sociales que tienen esas condiciones? En Europa, indudablemente, las mujeres migrantes, como son la mayoría de las que están en la prostitución. Quien quiera ver la pornografía y la prostitución fuera del capitalismo no ha entendido nada. Es el capitalismo el que ha articulado esta industria y la ha convertido en un mercado enormemente beneficioso.

 

-Usted dice que el porno impone una nueva normatividad para la mujer. Las coloca como servidoras sexuales y servidoras precarizadas.

 

"Hay cientos de vídeos pornográficos donde el argumento fundamental es la violencia masculina"

 

Yo he hablado de servidoras sexuales, servidoras domésticas, servidoras reproductivas y servidoras laborales. El capitalismo neoliberal nos está otorgando a las mujeres unos espacios específicos dentro del mercado. Uno de esos espacios es la explotación sexual. Sí hay una propuesta de convertirnos en servidoras sexuales, igual que con las mujeres de las maquilas hay un intento, bastante exitoso, de convertirlas en servidoras laborales. Es decir, se deja atrás la idea del trabajo para convertirnos en servidoras. No digo yo que no ocurra también en otros casos, pero nosotras estamos analizando a las mujeres.

 

En el porno hay una propuesta de cómo debe ser definida y resignificada la feminidad y la masculinidad normativa. Ellas son definidas como seres sexuales, no cuentan sus deseos. El deseo masculino es unilateral, no se negocia. Los varones son definidos como seres ensimismados en sus deseos, agresivos, violentos, hay cientos de videos pornográficos donde el argumento fundamental es la violencia masculina. A mí me parece que es inaceptable.  Los adolescentes replican las prácticas que ven ahí. Esto es lo que digo en el libro.

 

                                                                           Rosa Cobo


-Usted dedica alguna línea a Mayo del 68. En los 60 se pone en marcha ese relato de la libertad sexual que llega hasta hoy, ¿nos engañaron un poco a las mujeres para estar siempre disponibles sexualmente?¿Al final los únicos que tenían libertad sexual eran ellos?

 

-Eso nos explicaron las feministas de la tercera ola, que no aceptaban el modelo de sexualidad que proponían ellos. Fue una propuesta hecha para los varones a los varones. Sostenía que las mujeres teníamos que estar sexualmente disponibles siempre. Eso lo podemos ver por cómo es la publicidad, la pornografía, el canon de belleza... Fueron  procesos intensivísimos de la sexualización de lo femenino.

 

Hubo otra propuesta feminista que consistía en obtener placer, gratificación sexual, de una forma compartida y en la intimidad. Son dos propuestas de sexualidad que arrancan de los 60, pero hay una enorme desproporción entre ellas. La primera ha sido articulada por el mercado y el mercado tiene mucho poder.

 

La otra hay quien la vive en la intimidad, pero a mí me preocupa la juventud que consume pornografía. No están consumiendo ese modelo de sexualidad más humano, que satisface los deseos de ambas partes, sean los que sean. Lo importante es que no te los impongan.

 

-Citando a Celia Amorós, usted habla de las heterodesignaciones patriarcales. Por un lado tenemos un feminismo fuerte y crítico, por otro, cientos de vídeos pornográficos en internet imponiendo significados machistas sobre el sexo. Habla de nuevos modelos de masculinidad hegemónica, ¿cuáles son?

 

-Hablo de tres modelos, aunque es solo una aproximación. Hay un sector minoritario masculino que en sí mismo constituye una herida en las entrañas del patriarcado porque se ha distanciado críticamente de algunos de sus privilegios. Son nuestros aliados, comprenden la lucha feminista y entienden que la desigualdad es excesiva. Probablemente son muy pocos y es muy difícil saberlo.

 

Hay otro sector de varones, que creo que es mayoritario en una sociedad como la española,   que aceptan a regañadientes los espacios de libertad e igualdad que hemos conseguido las mujeres. Ellos aceptan que las mujeres estén en el mercado laboral y tengan carreras, pero luego son muy estrictos en el control sobre la esposa y la familia. La familia es un espacio que se democratiza con mucha dificultad en términos de la autonomía de las mujeres. Nosotras seguimos siendo las que se encargan de la familia, de los hijos y del trabajo reproductivo.

 

Luego hablo de otro sector de varones, que no sé cuál es su dimensión, que está detrás de las economías ilegales, los feminicidios, la prostitución y buena parte de la pornografía. Son los que tratan de proponer un nuevo modelo de lo que tiene que ser un hombre y una mujer. La pornografía es el lenguaje que han encontrado para hacer valer esa propuesta.

 

-Usted habla de que hay hombres que para justificar que ven porno agresivo intentan elaborar un discurso positivo sobre él. Esto incluye procesos de “desconexión moral” que dan lugar a un “entumecimiento emocional”, ¿qué mecanismos operan?

 

-¿Puede un hombre estar masturbándose viendo escenas de niñas y después apartar esa mirada cuando ve a las amigas de sus hijas o a las niñas en general?¿La pornografía crea una mirada masculina hacia todas las mujeres? Esas son las preguntas que me hice. Es imposible no hacértelas después de ver pornografía.

 

También sé que hay consultas de psicólogas que están comenzando a recibir hombres, y también mujeres aunque menor medida, que tienen una enorme dificultad para poder tener una vida sexual que su pareja acepte porque se han habituado a excitarse con las prácticas pornográficas de una violencia extraordinaria. Llegan a las consultas con mucha angustia.

 

-Siempre se dice que el sexo es ficción, que no hay que confundirlo con la realidad. ¿Los casos que comenta sugieren que el consumo masivo de pornografía podría derivar en disfunciones sexuales?

 

-En muchos casos sí. La pornografía se ha globalizado, en el sentido fuerte del término, desde 2008. Aún no tenemos suficientes investigaciones para saber los efectos que va a tener, que yo creo que van a ser extraordinariamente peligrosos. A mí me preocupan las chicas adolescentes y preadolescentes, aunque también los chicos.

 


-¿Por qué?

 

"Las primeras experiencias sexuales de los chicos no son con chicas, sino con vídeos pornográficos"

 

-Las primeras experiencias sexuales de los chicos no son con chicas, sino con vídeos pornográficos. La pornografía se ve a un solo clic y la ve gente muy joven, cuya primera experiencia ha sido con una práctica violenta. Y no hablo de golpes, asfixias e incestos, que también hay muchos vídeos sobre esto, sino de vídeos pornográficos en los que los varones ponen en pie su deseo y son ellas las que tienen que satisfacerlo. Es un acto violento porque no hay reciprocidad. Estos chavales, que han tenido sus primeras experiencias con este tipo de vídeos, pueden tratar de replicarlas con las chicas.

 

Creo que esto puede provocar una enorme insatisfacción en las chicas, que no encuentran su sexualidad cumplida o satisfecha con prácticas violentas y que no tiene en cuenta lo que a ellas les gustan.

 

-Usted dice que el siglo XXI va a haber una lucha por el contrato sexual.

 

- Es el corazón del sistema patriarcal. El contrato sexual comienza con una política de distribución de las mujeres: una para cada varón y unas pocas para todos. Así tenemos el matrimonio y la prostitución como las dos grandes instituciones que regulan la sexualidad. Ese contrato sexual tiene unas características. Hay cuerpos que no deben ser tocados por los varones: los de las niñas. El incesto es la ley de las leyes que marca no solo el paso a la cultura y la comunidad, sino una especie de límite que el sistema patriarcal.

 

Yo lo que he visto en la pornografía, y jamás pensé que lo vería, es la relevancia y el crecimiento en el contexto pornográfico que está tomando el imaginario del incesto. Esto quiere decir que hay una propuesta de romper el contrato sexual a favor del reforzamiento de los privilegios patriarcales.

 

-Es cierto que en los grandes contenedores de porno vemos vídeos titulados “jovencita”, “alumna con el profesor”, “incesto”, ¿por qué en el porno sí se traspasa ese límite?¿qué mecanismos operan para que veas un vídeo que simula un incesto si luego en la vida real te parece una aberración?

 

- He tratado de interpretar eso, de acercarme. Esto es un fenómeno lo suficientemente complejo que requiere más investigaciones. Yo mantengo una hipótesis, que seguramente te parecerá exagerada, pero la mantengo. Creo que lo que los varones querían hacer en privado, ahora lo quieren hacer en público. No quieren tener límites y barreras. ¿Todos los varones? No, sino esa fratría masculina que no quiere que las mujeres tengan un proyecto de vida autónomo. Son ese grupo de varones que agreden, lo que yo llamo los nuevos “bárbaros del patriarcado”. Son los que no quieren abandonar el mundo de los privilegios patriarcales y cada vez quieren tener más y más poder.

 

-De hecho, usted dice que los hombres quieren abandonar los privilegios de la misoginia también sufren presiones.

 

-La pornografía es un universo lleno de sentido. Les envía un mensaje para que no se distancien de los privilegios masculinos: las mujeres están ahí para que puedan acceder a sus cuerpos cuando quieran. Es muy difícil comprender la pornografía mainstream si no la interpretas con estas claves. La brutalidad es demasiada.

 

-Más allá de la pornografía, en el cine o las series vemos muchos cuerpos sexualizados. Vamos a Instagram y vemos fotos continuamente en posturas sensuales, ¿se está pornificando buena parte de nuestra cultura visual?

 

-Eso es lo que sostiene Natasha Walker. Yo te diría que la pornografía está teniendo una gran influencia en la alta y baja cultura. Se han escrito muchos libros sobre pornografía en los que se habla de ella como transgresión y fantasía. Todo lo que vemos ocurre en la realidad. La penetración doble no es simulada, es verdad, pero la otra parte es quién consume esto y cómo influye en sus novias y sus compañeras.

Fuente

https://www.cuartopoder.es/cultura/2020/12/19/rosa-cobo-quien-vea-la-pornografia-y-la-prostitucion-fuera-del-capitalismo-no-ha-entendido-nada/