Tráfico y Equidad de Género
Janice G.
Rd, Ph.D.,
Co-Director Ejecutivo Contra el Tráfico de Mujeres (CATW)
Se me ha
pedido que hable acerca de la igualdad de género en relación con la explotación
sexual. En discusiones acerca de tráfico y prostitución, a menudo hay mucha
retórica sobre la igualdad de género. De cualquier manera, ¿cuál es la realidad
para las mujeres con las que se ha traficado y que han sido prostituídas. Cómo
hacemos para que sea real la igualdad de género para las mujeres que han sido
sexualmente explotadas?.
Hay dos
modelos enfrentados de igualdad de género relativo a la prostitución. El primer
modelo propone que igualdad de género significa que toda prostitución de la
mujer ha de verse como una violación de los derechos de la mujer y como una
forma de violencia contra ella. Este modelo mantiene que normalizando la
prostitución -como un “trabajo sexual”- o legalizándola de alguna manera, se
legaliza la esclavitud sexual y la desigualdad de género. Para este grupo, la defensa
de los derechos de la mujer prostituta, significa perseguir a los que la llevan
a cabo, incluidos proxenetas y clientes y proveedores de servicios para ellas.
Esto significa facilitar a las mujeres no solo condones, sino alternativas a la
prostitución.
El segundo modelo mantiene que la prostitución es una forma
de la igualdad de género y promueve el derecho de la mujer a ser independiente
y controlar lo que quiera hacer con su cuerpo. Abogados de este modelo aducen
que la prostitución es otra forma de trabajo y que la mejor manera de proteger
a las mujeres en este entorno es mejorar sus "condiciones de
trabajo". Este grupo mantiene que la prostitución es "trabajo
sexual" y que las mujeres deberían ser libres de convertirse en jefes,
conocidos en el mundo de la prostitución ilegal como proxenetas. Su mensaje se
centra en enseñar a las mujeres a utilizar el condón, pero no cómo crear un
futuro diferente para ellas mismas.
La contradicción de este segundo modelo, donde la
prostitución es vista como un trabajo, es la admisión de que las mujeres en
este ámbito todavía necesitan ser protegidas de los abusos y violencia de la
industria del sexo. Los defensores de este modelo erróneo de igualdad de género
están bien enterados de los peligros de la prostitución legal, aunque raramente
lo admitan en público, o reconocen esos peligros de forma ambigua. Por ejemplo,
muchas organizaciones de trabajadoras del sexo, como SWEAT, así como agencias
gubernamentales en países donde la prostitución es legal, alertan a las mujeres
para que se protejan ellas mismas de los usuarios violentos mediante armas que
se pueden esconder bajo la cama (Farley, 2004).
La diferencia esencial entre estos dos modelos de igualdad
de género es que la admisión de la prostitución como un simple
"trabajo" ayuda a mantener a las mujeres dentro de la actividad. La
visión de la prostitución como una violación de los derechos de la mujer,
facilita la salida de la mujer de ella.
El 17 de octubre de 2005, en el Parlamento Europeo, la
Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y el Grupo Europeo de Mujeres dieron
juntos una conferencia de prensa en la que víctimas del tráfico y la
prostitución hablaron a los media acerca, no solo de sus experiencias, sino
también de la necesidad de una política al respecto. La pregunta esencial fue:
"¿quién representa a las mujeres prostitutas - "trabajadoras del
sexo" o víctimas?". Ese mismo día un grupo que se autodefinía como
"trabajadoras del sexo"dio otra conferencia de prensa en la que pretendían
convencer a los medios de la bondad de la prostitución así como de su
legalización. El objetivo de la conferencia de prensa fue otorgar voz a las
mujeres que habían ejercido la prostitución y a la que no definían
como"trabajo sexual", así como una perspectiva diferente de las que
la prensa suele denominar "trabajadoras del sexo" (Conferencia de
Prensa, 2005).
Es importante
examinar las reclamaciones de organizaciones que pretenden representar a las
prostitutas. Muchas resultan ser tapaderas de la industria del sexo. Cuando estuvimos
buscando en Internet sitios de organizaciones tales como Network of Sex Work
Projects en Vancouver, Canadá, encontramos multitud de enlaces con publicidad
de la industria del sexo. Había muchos listados con el encabezado de
"Entretenimiento para Adultos" y clubs de sexo y otros negocios de
carácter sexual, donde invitaban a insertar anuncios en el sitio para
mostrarlos de forma gratuita
(Network of Sex Projects, 2004).
Asimismo, es
importante que sepan que entre las mujeres prostitutas hay mucho más debate
acerca de la legalización que en la sociedad en general. Muchas mujeres que son
o han sido prostitutas no desean la normalización de esta actividad, convertida
en otra forma de trabajo, y no apoyan la legalización de la prostitución, su
regulación o la descriminalización de la industria del sexo. Pero sus palabras
no llegan a los medios y por esta causa, el público no entiende que muchas
mujeres prostitutas saben que la legalización es un mito y que no las
protegería.
En Argentina, donde una organización llamada Ammar afirma
representar a las prostitutas, está presionando para el reconocimiento de la
prostitución como un trabajo, otras prostitutas han organizado un grupo llamado
Asociación Ammar. Esta asociación teme que el reconocimiento oficial de la
prostitución en Argentina solo sirva para empujar a más mujeres al comercio del
sexo. La Asociación Ammar dice: "Queremos ayudar a cada cual a salir de la
prostitución, enseñando a realizar otro tipo de actividades, proporcionando
trabajo, estudios... Más del 90 por ciento de nosotras quiere dejar la
prostitución porque el estigma te acompaña mientras vives. Es un medio de
sobrevivir, no un trabajo (Lindsay, 2004)."
¿Qué dicen las prostitutas en los países que han legalizado
la prostitución o están considerando hacerlo?. En Holanda, afirman que la
legalización o descriminalización no borra el estigma. Las mujeres son más
vulnerables porque han de registrarse y perder el anonimato, y la identidad de
protituta le acompaña en todas partes. Así, la mayoría de ellas todavía
trabajan en la clandestinidad. Solamente el 5-10% está registrada en Holanda y
paga impuestos (Daley, 2001, p. 4).
La Coalición Contra el Tráfico de Mujeres ha llevado a cabo
dos estudios en los que se preguntaron a casi 200 víctimas de explotación en el
comercio sexual. Cuando le preguntamos a las prostitutas si deseaban la
legalización de la prostitución , la mayoría respondió que no. Y aquellas que
dijeron que sí estuvieron todas de acuerdo en que no deseaban que su hijos
acabaran prostituyéndose. (Raymond y otros. 2001: Raymond y otros, 2002).
Uno de los argumentos más importantes para la legalización
de la prostitución es que en los países en los que se ha legalizado, las
mujeres están mejor protegidas. Pero, ¿qué ocurre realmente en esos países?. En
Holanda, Alemania y Austria, por ejemplo, la legalización ha fracasado en la
protección de las prostitutas, ha fracasado en el control de la enorme
expansión de la industria del sexo, ha fracasado en disminuir el tráfico de
niños para prostituírlos desde otros países y ha fracasado en la prevención del
SIDA y enfermedades de transmisión sexual. Y ha transformado estos países en
burdeles. Vemos esta transformación bastante clara en Alemania antes de la Copa
del Mundo de2006. La ciudad de Bremen, siguiendo la pauta de los Juegos
Olímpicos de Atenas de
2004, importará entre 30.000 y 40.000 mujeres para cuatro
semanas para atender a las demandas de sexo de los hombres que acudirán a los
juegos. Las autoridades municipales están construyendo burdeles especiales con
cabinas parecidas a las de los WC, donde los hombres pueden entrar al volante
de sus coches, demandar sus preferencias sexuales y conducir fuera. La ciudad
de Berlin abrirá un mega burdel que abrirá a tiempo para los partidos de fútbol
en el que 100 mujeres atenderán a 650 hombres en cualquier momento.
(Mega-Brothel, 2005).
Contrariamente a la afirmación de que la descriminalización
y legalización controlaría la expansión de la industria del sexo, la
prostitución suma actualmente el 5% de la economía de Holanda (Daley, 2001, p.
4). En la década anterior, cuando se legalizó a los proxenetas y los burdeles
en el 2000, la industria del sexo aumentó un 25% .
(Daley, 2001, p. 4). En muchas estimaciones, el 80% de las
prostitutas de Holanda han llegado allí mediante el tráfico de mujeres (Grupo
de Budapest, 1999 {1}). Muchos analistas ligan el incremento del tráfico con el
mayor número de permisos legales dados a los proxenetas, traficantes y burdeles
de la legalilzada industria del sexo holandesa (Raynmond, 2004; U. S.
Department of State, 2004, p. 22).
Otro ejemplo de lo que pasa en un país que se convierte en
un campo para el florecimiento legal de la industria del sexo es el Estado de
Victoria en Australia, donde la protitución ha sido progresivamente legalizada
desde 1980. En una tesis de Ph. D., terminada en 2oo4 en la Universidad de
Melbourne, la Doctora Mary Sullivan explica que la prostitución ya no es
simplemente una industria legal en Victoria. Tiene un gran peso en la economía.
Utilizando los datos de la Standard Industry Classification de Australia y
Nueva Zelanda, Sullivan encontró que en 2004, los "servicios
sexuales" estaban en lo más alto del ranking de las industrias de los
servicios personales en el estado y manejaron el crecimiento total de estas
industrias. Adicionalmente, las industrias sexuales en Australia son el
equivalente financiero de las 50 compañías top- ranking y están creciendo a una
tasa anual del 3,8 %, más deprisa que el Producto Interior Bruto, al 3,6 % (Sullivan,
2004, p. 147).
Otro argumento para la legalización de la prostitución venía
siendo, que ayudaría a terminar con la prostitución infantil, porque la policía
podría concentrarse en los que abusaran de niños. De cualquier manera,
comparado con otros estados de Australia, el Estado de Victoria estima que hay
allí 1800 niños prostituídos, el mayor número de todos los estados (Sullivan,
2004, p. 214).
Mucha gente no se da cuenta de que legalizar la prostitución
no es solamente legalizar a las prostitutas. Legalizar la prostitución es
legalizar la industria del sexo. Legalizar la prostitución es legalizar la
explotación sexual. Legalizar la prostitución es legalizar a los proxenetas,
traficantes, burdeles y demás, y aprobar el derecho de hombres y mujeres a
comerciar con el sexo. Bajo estas condiciones es ilusorio decir que la
prostitución promueve la igualdad de género. En vez de eso, los promotores de
su legalización convierten en normal la desigualdad, convirtiendo la
prostitución en "trabajo sexual" y el tráfico en "migración para
trabajo sexual". En realidad, las violaciones de la igualdad de género son
disfrazadas por la retórica pervertida de la igualdad de género que promotores
de la normalización de la prostitución utilizan para argumentar que protegen a
las mujeres.
Un argumento muy utilizado para defender los derechos de las
prostitutas es que reconociendo y regulando la prostitución y la industria del
sexo se favorece la igualdad de género, reduciendo el SIDA. Sin embargo, muy a
menudo, el Estado regula la prostitución regulando a las mujeres - no a los
hombres que son los usuarios. La legalización/discriminación va acompañada
normalmente por chequeos médicos a las prostitutas. ¿A quién protegen realmente
esos chequeos?. Si la meta fuera realmente proteger a las prostitutas, alguna
ley obligaría a los clientes a un chequeo y un certificado para entrar en los
burdeles. Esto desanimaría a los demandantes.
Es un modo discriminatorio e ineficaz de luchar contra el
SIDA apuntar hacia las mujeres en los chequeos médicos en la industria de la
prostitución. Un programa anti SIDA más sensible debería dirigirse hacia el
grupo que realiza las conductas menos saludables y de más alto riesgo - hombres
que compran sexo. Los epidemiologistas han documentado que la epidemia se
dirige actualmente en gran medida desde el hombre a la mujer, los hombres van
con prostitutas y los que son infectados, transmiten el virus a sus esposas,
compañeros sexuales y víctimas sexuales (Hynes y Raymond , 2002). Como a principios
de 1998, en la XXII Conferencia Mundial sobre el Sida reconoció que "los
hombres conducen la epidemia de Sida" por su egoísta promiscuidad sexual (Inés y Raymond, 2002, p. 213).
Las putas. Diego Perrota. 2010 |
Una respuesta más ética y efectiva promovería la seguridad
de las mujeres dentro de la industria del sexo, trabajando al mismo tiempo en
desmantelar esa industria. Muchos grupos que afirman defender los derechos de
las prostitutas no se comprometen en terminar con esta industria que explota a
las mujeres en todo el mundo. De hecho, muchos abogados pro "trabajo
sexual" devienen en aliados de los proxenetas y clientes, ayudando a
dignificarlos como hombres de negocios de sexo y consumidores legales.
Tenemos proyectos con "trabajadores del sexo" en
muchas partes del mundo, depositando en las mujeres la responsabilidad de
negociar con sus clientes el uso del condón, al mismo tiempo que disponemos de
cientos de estudios documentando que el poder de negociación de las mujeres
para protegerse a si mismas para conseguir que sus clientes masculinos utilicen
el condón es extremadamente limitado. Y estos estudios se han realizado con
mujeres alejadas de la prostitución. Cuanto menor será el poder de las mujeres
prostitutas para negociar con sus clientes la utilización de condones. Además,
muchos hombres se niegan a usar condón, los cuales actúan de forma imprudente
en su vida sexual, y los que habitualmente contratan prostitutas no actúan así
por falta de información acerca de los condones, sino más bien por falta de
intimidad, emoción e identidad sexual basada en la igualdad de género y el
sentido de la justicia.
Si queremos promover una verdadera igualdad de género para
las mujeres prostitutas y eliminar el tráfico, ¿nos debemos cuestionar el mito
de que la prostitución es la profesión más antigua?. ¡Proxeneta es la profesión
más antigua!.
Así, a menudo escuchamos que la prostitución es inevitable,
y que una tolerancia cero referente a ella no es realista. Por eso el foco debe
estar en el manejo y regulación de la prostitución, más que en verla toda como
violencia contra las mujeres y explotación sexual de las mismas.
No es menos realista trabajar por el fin de la pobreza que
hacerlo por el fin de la prostitución. Por ese motivo, ¿por qué no decir que la
esclavitud es inevitable porque todavía exista en muchas partes del mundo? ¿Por
qué no decimos que nuestra mejor apuesta es regularla? Esto, por supuesto, es
lo que ha pasado históricamente en Estados Unidos y Europa durante los debates
entre abolicionistas y regulacionistas.
No hay evidencia de que la legalización de la prostitución
haga las cosas mejores para las prostitutas. Legalizando la industria del sexo
no se termina con la degradación y explotación de las mujeres, ni con el daño,
el abuso y la violencia hacia las mujeres que todavía permanecen en una
prostitución patrocinada por el estado. Y no hay evidencia de que convertir la
prostitución en "trabajo sexual" conlleve igualdad de género.
Las autoridades a menudo saltan al partido ganador de la
legalización porque piensan que nada más puede tener éxito. Pero existe una
alternativa legal. Mejor que sancionar la prostitución, los estados podrían
dirigir la demanda penalizando a los hombres que compran a las mujeres para
prostituírlas. Pensando fuera de la caja represiva de la legalización, Suecia
ha reconocido que la prostitución es una forma de violencia machista contra
mujeres y niños, y ha criminalizado la compra de los servicios sexuales.
Los grupos progubernamentales y los no gubernamentales
deberían abogar por un estudio y repetición de la ley sueca. En lugar de dar
permiso legal a las profundamente abusivas industrias sexuales, los gobiernos
deberían responder a la violencia machista y a la explotación sexual de las
mujeres prostitutas demandando legalmente a la prostitución. Escucharán otro
orador de Suecia explicando la legislación sueca. Yo simplemente añadiré dos
comentarios acerca de la ley sueca.
Los ratios evidentes de tráfico y prostitución en Suecia,
comparados con otros países vecinos con condiciones sociales y económicas
semejantes, tales como Dinamarca, Finlandia y Noruega donde la compra de los
servicios sexuales no está prohibida, es impresionante. Suecia tiene un número
muy inferior de mujeres con las que se ha traficado y prostituído, con 400-600
mujeres víctimas de tráfico al año en Suecia. En Dinamarca, 5.500-7.800 mujeres
se prostituyen todos los años, 50 por ciento de las cuales se estima que han
sido víctimas del tráfico desde fuera del país. En Finlandia, 10.000-15.000
mujeres de Estonia, Letonia y Lituania se prostituyen cada año (Ekberg, 2004,
p. 1199).
Segundo, un argumento utilizado hasta la nausea por aquellos
que desean criticar la ley sueca es que tiene la consecuencia negativa de
dirigir a los suecos fuera, a cualquier otro lugar, para llevar a cabo sus
contactos con prostitutas. Junto con el hecho de que no hay evidencia para esta
conclusión, sigamos esta lógica en el contexto de un país diferente. Vamos a
preguntarnos: ¿la descriminalización de la prostitución de Alemania ha
conducido a los alemanes a cualquier otra parte?. Los alemanes contituyen uno
de los grupos más grandes de los tours sexuales en Europa y en otras áreas más
alejadas. Utilizando la lógica anterior, sería igualmente justo decir que la
descriminalización y legalización de la industria de la prostitución lleva a
los alemanes fuera de su frontera porque no desean pagar los precios de la
industria legalizada, o que desean a las mujeres más exóticas de la Europa del
Este. Además, uno puede preguntarse: ¿qué lleva a los alemanes fuera de su país
en tan gran número si pueden tener lo que deseen en su propio país?.
Necesitamos desarrollar nuevas formas de promocionar la
igualdad de género y defender los derechos de las prostitutas - no la retórica
equivocada de que la legalización protegerá a las mujeres. La legalización
encierra a la mujer en la prostitución. No existe un proyecto gubernamental de
la salida para las mujeres en el Estado de Victoria en Australia, donde se ha
legalizado la prostitución, a pesar de que el Acta de Control de la
Prostitución de 1994 pidiera su establecimiento (Sullivan, 2004, pp. 161-62).
Cuando se legaliza la prostitución, decrece la ayuda a las mujeres para salir
de la industria del sexo, porque los gobiernos ya no reconocen esta actividad
como un problema, un crimen o violencia contra las mujeres. Cuando se acepta la
prostitución como un trabajo normal, no vuelve a verse como algo que las
mujeres necesiten abandonar. La percepción de la sociedad acerca de la
prostitución cambia porque el público y las autoridades presumen que
legalizándola se cuida del abuso. Pero no es así. Solamente convierte el abuso
en aceptable como una forma legítima de trabajo. Todo lo que la industria del
sexo quiere se transforma en permitido. Y nuevas generaciones de hombres y
muchachos piensan que está bien tratar a las mujeres y a las chicas como
objetos sexuales e instrumentos.
No podemos reclamar la defensa de la igualdad de género si
trabajamos en transformar la explotación sexual de la mujer en un trabajo
ordinario. No podemos reclamar la defensa de las prostitutas si no trabajamos
para prevenir la prostitución más allá de una simple regulación del riesgo.
Debemos defender los derechos de las prostitutas identificando a los
proxenetas, a los clientes e interviniendo para prevenir el abuso de las
mujeres y el control de la industria de la prostitución. Las mujeres
prostituídas y víctimas del tráfico no deberían ser tratadas como criminales o
inmigrantes ilegales, sino como víctimas de la violencia y los abusos de los derechos
humanos.
Debemos defender la igualdad de género para las prostitutas
ayudando a las mujeres a tener el control de su destino. Con el uso de este
término, me refiero a la habilidad de las mujeres para tener un efecto sobre
sus vidas y su entorno más que para ser controladas por ellos. Me refiero a
habilidades prácticas tales como hacer que las cosas funcionen para su
beneficio, resolución de problemas, desarrollar estrategias para conseguir que
se haga lo que ellas quieren. El subyacente control del propio destino es la
capacidad de esperar - esperanza en el futuro- y esperar un futuro diferente de
una vida prostituída.
Las imágenes han sido agregadas por mí,
no aparecen en el texto original.
La mayoría de las IMAGENES han sido
tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por
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gracias por la comprensión.
En este blog las imágenes son afiches,
pinturas, dibujos, no se publican fotografías de las personas en prostitución
para no revictimizarlas; salvo en los casos en que se trate de documentos
históricos.
Se puede disponer de las notas publicadas siempre y
cuando se cite al autor/a y la fuente.
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