¿La pornografía es prostitución?
29/09/2021
AUTORA Maria Serat
Investigadora e historiadora colombiana, analista de
derechos humanos, prostitución y trata con fines de explotación sexual y
crímenes de lesa humanidad en el marco del conflicto armado colombiano.
En las variadas formas de explotación sexual de la mujer
emergen dos términos entre los cuales no existe una mayor diferencia,
pudiéndose afirmar que son similares porque sólo los separa una delgada línea:
se trata de la pornografía y la prostitución. Algunas personas afirman que las
mujeres en prostitución son las mismas de la pornografía, forman parte del
mismo núcleo económico de la explotación sexual, luego son equivalentes; otras,
que son categorías disímiles de actividades de dos “industrias – empresas”
separadas y así en las dos se refiera a compra de sexo por dinero, la
pornografía es una industria multimillonaria que impregna con visos de
legalidad la cultura contemporánea y la prostitución no.
Las raíces etimológicas de las palabras
Para adentrarse en su análisis es práctico iniciar con el origen etimológico de las dos
palabras encontrando que el término «prostitución» proviene del latín
prostitutio, –ōnis que a su vez proviene del verbo prostituere, que significa
exhibir para la venta, traficar con el cuerpo; prostituir designa literalmente
exponer a la persona públicamente a posibles compradores, exhibirla a las
miradas del público. Desde este ángulo la prostitución es la actividad en la
que la mujer es mercantilizada para mantener relaciones íntimas con otros seres
humanos a cambio de una retribución que generalmente recauda el explotador o
proxeneta.
Pornografía (πορνογραφία) es un neologismo creado en el
siglo XIX, compuesto por las palabras griegas πόρνη (pórnē, ‘prostituta’ ‘ramera’)
y γράφειν (gráphein, ‘grabar, escribir, ilustrar’) y el sufijo –ία (-ía,
‘estado de, propiedad de, lugar de, sobre algún tema’), cuyo significado no es
una representación gráfica del sexo o la sexualidad en general, sino la
descripción o ilustración de las personas prostituidas o de la prostitución,
dicho de otra forma, del sexo con fines comerciales. Inicialmente se refería
sólo a libros, tratados o estudios de alto contenido sexual, pero con el tiempo
se empieza a aplicar a todos los productos comerciales que provocan excitación
sexual en el espectador: películas, fotografías, pinturas, música, animaciones,
literatura, historietas, audios, entre otros.
Prostitución convencional vs online
En el caso de la prostitución se ha querido decir que en lugar
de ser un tercero quien explota la prostitución de una mujer, es ella misma, es
decir es ella es quien “ejerce la prostitución” y no un tercero quien la
explota. En el caso de la pornografía, se ha querido decir que son acciones
fingidas y no reales, incluso, una fantasía cinematográfica, ficción o magia.
En la práctica son los productores/pornógrafos/proxenetas
quienes piden a la mujer que tenga una actividad sexual frente a un dispositivo
de video con el objeto de provocar la excitación del consumidor de porno, a
cambio de una compensación en dinero. Muchos de estos actos se hacen con
violencia, humillación, violación y degradación. Estos actos sexuales
realizados directo en cámara y/o grabados en una película o video, tienen una
finalidad comercial y es su circulación en el mercado virtual. Esto es lo que
se ha llamado la “prostitución online o prostitución 2.0”.
Sin embargo, un acto pornográfico no solo explota a la
persona en el momento de realizarlo, sino que persiste en el ciberespacio por
tiempo ilimitado. Cuando se negocia con su imagen una y otra vez, por parte del
consumidor de pornografía, depredadores, tratantes, estudios o plataformas, la
mujer es explotada comercialmente repetidamente, sufriendo un daño irreparable.
La diferencia entre prostitución online y prostitución
convencional es que, en la primera, la mujer es prostituida ante la cámara, ya
no experimenta estos actos sexuales directamente, sino a distancia. El hecho de
que la mujer utilizada sexualmente sea transportada en papel, celuloide o
virtualmente puede hacer que la transacción parezca más distante, pero no menos
real, es un acto sexual comercial para las personas involucradas, porque lo
virtual es real y el sexo de una persona se intercambia por dinero de otra,
siendo los medios, el intermediario y el tratante o proxeneta.
Dos caras de la misma moneda
La prostitución online, es un fenómeno creado para
proporcionar mujeres prostituidas a la “industria del sexo”, pero también para
crear una forma legal que influya políticamente y “blanquee” el negocio,
legitima la explotación sexual de la mujer y con la ayuda de los medios, el
cine, la publicidad se contribuye a generar tolerancia de la sociedad frente a
esta violencia contra las mujeres. Esto significa que está vinculada íntimamente
a la prostitución, la produce, y crea demanda para sí misma. La prostitución
online es adictiva, crea y acrecienta el deseo en los consumidores aumentando
más y más la demanda y con ella la trata de mujeres y niñas con ese fin.
La distorsión de las relaciones sexuales y la degradación de
la mujer están presentes en la prostitución convencional y en la prostitución
online. La relación entre prostitución virtual/filmada y convencional es
circular; sin prostitución, no habría prostitución virtual, y mientras haya
este tipo de pornografía, habrá prostitución. La prostitución virtual, es
ideología, anuncio, marketing, pedagogía de la prostitución; en la
calle/reservado/burdel, es el motivo; una difunde la idea de una sexualidad
masculina dominante, violenta y la segunda permite implementarla; en las dos se
realizan actos intrínsecamente de prostitución. En la “pornografía” las
personas dependen de dueños y
administradores de estudios y plataformas, en la prostitución convencional
de dueños y administradores de burdeles, residencias, clubes, pisos,…unos y
otros son proxenetas que viven de la explotación sexual del cuerpo de las
mujeres.
En la “pornografía”
se venden incluso prácticas violentas que luego se practican luego en la
prostitución tradicional; las mujeres son las mismas, las actividades son las
mismas, las relaciones de poder son las mismas, la desigualdad es la misma, la
dominación sexual es la misma, en las dos ocurre actos de violencia sexual a
cambio de un precio o valor. Son las dos caras de la misma moneda: la industria
de la explotación sexual.
Esta industria súper
poderosa está envenenando con sus proxenetas, abogados y políticos corruptos a
la familia y a la sociedad convirtiendo la prostitución virtual o pornografía
en una actividad comercial legalizada, perfectamente integrada y disponible a
domicilio y sin ninguna ética dejan de lado el proceso formativo de las nuevas
generaciones mientras ellos usufructúan el dinero generado de la explotación
sexual de la mujer.
Fuente:
https://tribunafeminista.elplural.com/2021/09/la-pornografia-es-prostitucion/
No hay comentarios:
Publicar un comentario