Prostitución, una tortura irreparable: Alika Kinan, víctima de
explotación sexual en Argentina
Posted by admin On marzo 27, 2018
Por Angélica Jocelyn Soto
Espinosa
Una mujer en condición de
prostitución está sometida a violaciones sistemáticas y tiene que activar todos
los dispositivos psicológicos para sobrevivir. Es tan desgastante como ir
quitándonos los órganos poco a poco. Es una condena de muerte. Una mujer que ha
pasado muchos años en situación de prostitución no tiene reparación ninguna, no
hay dinero que pague la tortura que viven..
Así lo explicó en entrevista
Alika Kinan, sobreviviente de explotación sexual en Argentina que ganó en 2016
un juicio contra sus proxenetas al demostrar que fue víctima de trata de
personas, y responsabilizó al propio Estado argentino de haber permitido este
delito.
Alika Kinan |
EL CORAZÓN DE LA TRATA DE
PERSONAS ESTÁ EN LA PROSTITUCIÓN
Alika, que padeció 16 años la
explotación sexual con fines comerciales en un burdel en Tierra de Fuego en
Argentina, está en contra de reglamentar la prostitución y explica desde su
propia vivencia por qué esta industria –aun cuando parece voluntaria- es clave
para perpetuar el delito de trata de personas, y atenta de forma irreparable e
irreversible contra la vida y la integridad de las mujeres.
Angélica Jocelyn Soto Espinosa
(AS).- ¿Cuál es el vínculo entre la prostitución y la trata de personas?
Alika Kinan (AK).- “El discurso reglamentarista, que hoy está
instalado completamente en el feminismo liberal y que se ha convertido en un
movimiento, coloca la trata de personas y la prostitución en diferentes
lugares, pero están relacionados porque la explotación sexual, que es uno de
los principales fines de la trata de personas, ocurre mediante la prostitución
que es donde se comercializan los cuerpos.
“Si desvinculamos los temas no
podemos entender a profundidad la trata de personas con fines de explotación
sexual comercial porque perdemos de vista dónde y cómo se genera la oferta de
cuerpos, y por qué hay una demanda de los hombres sobre las mujeres y las
niñas. El corazón de la trata está en la prostitución.”
AS.- ¿Cómo se genera esta oferta;
es decir, cómo opera el sistema proxeneta para captar mujeres?
AK.- “Hace una década hablábamos de la trata de personas como el
secuestro de una niña para prostituirla, pero la historia misma nos ha
demostrado que existen otras formas de captación que hacen este delito más
complejo, dos de ellas son el enamoramiento y la vulnerabilidad.
“La vulnerabilidad es una
situación de desprotección o de indefensión que los proxenetas aprovechan para
captar, convencer o enganchar a la persona. La vulnerabilidad puede ser
económica, pero también hay una relacionada a la integridad sexual de las
mujeres; es decir, cuando una mujer ha sufrido una violación, acoso o abuso en
la infancia o adolescencia, se pierde como sujeta sexual, se desprende de su
propio cuerpo que ha sido utilizado por otros, y eso también la hace
vulnerable.”
AS.- Con este antecedente, ¿las
mujeres en condición de prostitución pueden ejercer de manera efectiva sus
voluntades y derechos?
AK.- “En la prostitución, las más oprimidas son las niñas y las
mujeres, no importa su nivel socioeconómico o educativo. Tenemos que analizar
que en este sistema, además del capitalismo, el patriarcado se ha encargado
sistemáticamente de coaccionar todas nuestras acciones para convertirnos en
dependientes.
“Una mujer que está en condición
de explotación sexual no es dueña de su ser, de su placer, de su deseo. Nada de
eso tenemos en situación de prostitución. No sólo somos pobres económicamente,
somos unas desposeídas de nuestro cuerpo y no tenemos un lugar desde donde
ejercer derechos.”
AS.- ¿Por qué, a pesar de esto,
algunas mujeres en condición de prostitución defienden que es su elección?
AK.- “En los rescates, las fuerzas de seguridad esperan que las
mujeres se lancen a sus brazos y les digan ‘soy víctima’. Para muchas es muy
difícil que se reconozcan como tal porque la prostitución es tan desagradable,
tan tortuosa, que prefieren creer que lo disfrutan.
“Creer que una está porque quiere
o por amor a su proxeneta es una forma de sobrevivir, ya que sería devastador
psicológicamente entender que no hay escapatoria. Y en realidad no la hay
porque una vez que entran en el sistema prostituyente, la culpa y la estigmatización
social las acorrala. Es fácil para el imaginario social decir que esa mujer
está ahí porque quiere o porque le gusta, pero ellas no solamente sobreviven a
quien paga por sexo, incluso afuera sobreviven a toda la sociedad que las
estigmatiza.”
AS.- Según tu experiencia ¿la
prostitución tiene elementos cercanos a la esclavitud?
AK.- “Toda la configuración que tiene la prostitución es una forma
de esclavitud moderna, pero yo redoblo la apuesta y digo que es una forma de
tortura. Es equiparable a la tortura que sufren los soldados en la guerra.
“Una mujer en condición de
prostitución está sometida a violaciones sistemáticas y tiene que activar todos
sus dispositivos psicológicos para sobrevivir. Es tan desgastante como ir
quitándonos los órganos poco a poco. Es una condena de muerte. Una mujer que ha
pasado muchos años en situación de prostitución no tiene reparación ninguna, no
hay dinero que pague la tortura que viven.
“Esto es así porque un producto
se puede vender una vez, pero a las mujeres las vendes infinidad de veces, y
ninguna mujer explotada sexualmente se convierte en millonaria porque por más
que te esfuerces dentro de la industria, el dinero que generas sirve nada más
para cubrir los daños físicos que te causa la prostitución.
“En mi experiencia, al día
siguiente de haber estado con varios hombres, el dinero que recibía (sólo me
daban 30 o 40 por ciento de lo que generaba) era para comprar la pastilla del
día después, comprar antisépticos para la vagina y medicamentos. No existe
ningún tipo de enriquecimiento para la mujer que está en condición de
prostitución, pero sí para quienes son dueños de los prostíbulos que se
garantizan el 60 por ciento de la ganancia.
“A nosotras nos guardaban el
dinero en cajas fuertes porque decían que no teníamos la capacidad de
resguardarlo. Decían que todo lo que generábamos se iba al pago de vivienda,
multas por llegar tarde, productos de higiene y alimentación, que supuestamente
son gastos para mejorar nuestras condiciones. Si regulamos, no es para mejorar
las condiciones de las mujeres es para reforzar la industria.”
AS.- ¿El reconocimiento de
derechos laborales es la vía para evitar estas prácticas?
AK.- “Estos reclamos que vemos hoy se hicieron hace 100 años. La
libreta sanitaria se instauró hace 100 años en México y Argentina, y no era
para garantizar ningún tipo de derechos, sino para garantizar que las mujeres
no enfermaran a los hombres. Yo misma, hace 10 años, estaba en una libreta
sanitaria y en ningún momento se procuraba mi salud, era para desechar a las
que estábamos enfermas.
“Entre más buscamos en nuestra
propia historia nos damos cuenta que esto que reclaman a modo de derecho ya
existió y fue lo que permitió que se consolidaran impunes las redes de trata
con la participación del Estado.”
AS.- Aún con la garantía de
derechos, ¿la prostitución es riesgosa para la vida y la integridad de las
mujeres?
AK.– “En la prostitución no hay ninguna garantía de salir viva. A
largo plazo hay un alto riesgo de terminar enferma de VIH/SIDA, o como drogadependiente
con una condición absolutamente irreversible por las grandes ingestas de
alcohol y consumo de estupefacciones. Es muy fácil dentro de esos mercados tan
marginales acceder a drogas, que incluso son una herramienta necesaria para
dejar de sentir dolor.
“A corto plazo, cuando entras a
una habitación con un hombre desconocido lo que sabemos es que si no accedemos
a todo lo que pide en esa habitación cerrada, con toda nuestra vulnerabilidad
expuesta, podemos ser violadas o asesinadas. Esto incluso con derechos o
garantías sanitarias.”
AS.- ¿Consideras que el discurso
reglamentarista afecta al combate de la trata de personas que sí es reconocido
como un delito?
AK.– “Afecta de manera muy nociva porque el discurso
reglamentarista es el mismo del proxenetismo. Con este discurso estamos dando
rienda libre a todos los proxenetas, dejamos de tener el poder de denunciar y
los proxenetas se convierten en empresarios. A ellos les estamos garantizando
impunidad, y en ninguna medida les estamos garantizando mejores condiciones de
vida a las mujeres que están con situación de prostitución.
“La prostitución es un privilegio
netamente machista que tienen los hombres de poseer y utilizar los cuerpos de
las mujeres. Hay que preguntarnos quién se beneficia, quién genera su propia
economía en función del cuerpo de las mujeres valiéndose de su vulnerabilidad.
Sabemos que las redes de trata y el lobby proxeneta generan 40 mil millones de
dólares anuales en el mundo. Es tanta su ganancia que las sanciones no les
hacen nada”.
“Con este discurso, las mujeres
más neoliberales tratan de eliminar como sujeto político del feminismo a la
mujer. ¿Pero a quién quieren poner como sujeto? Todos los días batallamos desde
el feminismo radical para que el feminismo siga siendo para y por las mujeres.”
AS.- ¿Cómo combatir la trata de
personas desde la prostitución?
AK- “La trata de personas, que es un negocio tan millonario,
resurge y adopta medidas camaleónicas para poder sobrevivir. El Estado
puntualmente requiere a nivel global leyes antitrata y políticas estatales de
reinserción social, económica y educativa para las mujeres y las niñas que
dejan la prostitución. Hay que señalar a quienes pagan por sexo, sin
prostitución, no hay trata. También se necesitan partidas presupuestarias generosas
para la reinserción y la reparación, aunque en realidad a mí me robaron 16 años
de mi vida que nadie me va a devolver”.
Luego de años de trabajo de
recopilación de pruebas y reconstrucción de hechos, Alika no sólo logró la
cárcel para tres tratantes, sino que consiguió un juicio histórico contra el
municipio de Ushula y el Estado argentino para que –por primera vez-
indemnizara a una víctima de trata de personas. Si bien sólo admitió pagar 780
mil pesos de reparación, esta sentencia –asegura Alika- es ahora un antecedente
al que pueden recurrir otras mujeres en el mundo para llevar a juicio a su
propio Estado por permitir la trata de personas a través de reglamentar la
prostitución.
Fuente:
http://www.la-critica.org/semblanzas/entrevista-prostitucion-una-tortura-irreparable-alika-kinan-victima-de-explotacion-sexual-en-argentina/
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