"La regulación de la prostitución sólo favorecería al lobby
empresarial"
Beatriz Gimeno, autora del ensayo
La prostitución, advierte en esta entrevista de los riesgos que supone la
regulación: “no beneficiaría a las mujeres que la ejercen sino a los empresarios
que buscan imponer sus intereses económicos”.
Graciela Atencio / -- Feminicidio.net -- 23/09/2012
España, Madrid - Su vida gira en
torno a la escritura. Beatriz Gimeno, madrileña de 50 años, publica en
distintos géneros y registros con frecuencia. No hay un solo día que pase sin
escribir, ya sea ensu blog sobre política y feminismo, en el personalísimo, en
el periódico El Plural, en Pikara Magazine, en su perfil de Facebook y en su
libreta, que siempre la acompaña pegada a su mano. Escritora, poeta,
articulista, conferencista y bloguera, tiene en su haber 10 libros publicados.
Sus dos últimas obras editadas, la recopilación de poesías Al menos flores, al
menos cantos (Izana, 2012) y el ensayo La prostitución (Bellaterra, 2012)
fueron muy bien recibidas por sus lectoras y lectores. Gimeno combina la
escritura con el activismo y no concibe pasar por este mundo sin implicarse
políticamente. Militante feminista y de los derechos LGTB desde muy joven, su
activismo y compromiso con las causas que abraza le permitieron alcanzar una
meta: fue una de las fundadoras de la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas,
Gays, Bisexuales y Transexuales) en España y desde allí, durante la época que
ocupó la presidencia, dirigió y participó de la campaña política y las
negociaciones que culminaron en la aprobación de la ley de Matrimonio
Igualitario en 2006 y de la Ley de Identidad de Género en el 2007.
Beatriz Gimeno |
Recientemente creó la Red
Ecofeminista junto a otras activistas. No se corta ni se autocensura a la hora
de criticar y cuestionar las políticas neoliberales en Europa ni a la clase
política que gobierna en España. La entrevistamos en un café ubicado en una de
las zonas más bellas de la ciudad, el Madrid de los Austrias, en el marco del
lanzamiento de la Plataforma E-learning de Feminicidio.net, Beatriz Gimeno
coordinará el curso: La prostitución. Aportaciones para un debate abierto.
Muestra entusiasmo e interés en que el debate se pueda extender a un amplio
sector de la ciudadanía, no solo española, sino global y especialmente
latinoamericana. Tiene curiosidad en conocer otros puntos de vista y
posicionamientos subjetivos frente al tema.
- Desde tu punto de vista: ¿qué función cumple la prostitución en la
era del capitalismo global?
- Creo que hay dos sistemas, el
patriarcado y el capitalismo, ambos obtienen beneficios de la prostitución y
ambos están entrelazados. La prostitución es un gran negocio mundial al nivel
del tráfico de armas o el de drogas. No somos conscientes de la cantidad de
dinero que se mueve en torno a esta actividad. Cuando hablamos de prostitución
se toca a muchísimos negocios adyacentes. Por ejemplo, los anuncios en
periódicos y en internet, los locales de alterne...incluso no podemos dejar de
tener en cuenta el turismo mundial, las cuestiones inmobiliarias en algunos
barrios de ciudades ricas que se benefician; como a montones de empresas que a
lo mejor no consideramos que se dedican directamente a la prostitución pero que
tienen que ver, desde teléfonos eróticos hasta hoteles de paso. Esto solemos
dejarlo fuera del debate. Las feministas nos centramos en los derechos de las
mujeres, obviamente es lo más importante pero a veces no aplicamos la misma
valoración o criterios que aplicaríamos a otros negocios. Es ingenuo pensar que
con la prostitución no se está haciendo una enorme campaña, por ejemplo, a
favor de la legalización. La industria de la prostitución es un inmenso lobby
económico que está utilizando dinero, como hace cualquier lobby, para obtener
voluntades políticas.
- ¿Sirve la prostitución como actividad para paliar la crisis?
- En algunos países es un factor
económico importante.
- ¿En España no lo es?
- En cualquier lugar la
prostitución es un negocio del que se obtienen importantes beneficios
económicos. ¿En qué sociedad vivimos? En una sociedad neoliberal. ¿Y a quién
beneficia la regulación de la prostitución? Fundamentalmente a los empresarios.
También es ingenuo pensar que una regulación del sector favorecería a las
mujeres que se prostituyen. Todas las regulaciones en el sistema capitalista
están hechas para favorecer a los empresarios. Esta no es distinta. ¿Para qué
se hacen las regulaciones? ¿A quiénes benefician? En España, la prostitución al
estar alegal, de alguna manera, dentro de unos límites, digamos que es posible,
todo muy entrecomillado, que sí haya mujeres prostitutas que se beneficien
ellas mismas de su actividad. En el momento en que se regule, pasarán a poder
ser legalmente explotadas por los empresarios. Eso es lo que ocurriría si se
regulara.
- Tu ensayo sobre la prostitución tiene la originalidad de plantear ir
más allá de abolir o regular. Propones que los dos sectores del feminismo
enfrentados, tendríamos que ser capaces de formar un frente común para combatir
la prostitución.
- Bueno, más que combatir la
prostitución, porque hay feministas que no están de acuerdo con combatir la
prostitución voluntaria, yo sí que creo que hay un trecho por recorrer si
consiguiéramos debatir sincera y tranquilamente. Que fuera un debate en el que
escucháramos los argumentos ajenos y se escucharan los tuyos, en lugar de que
sea una cuestión puramente emocional. El tema se ha convertido en un no-debate.
- También tendríamos que ser capaces de extender este debate a toda la
sociedad, ¿no?
- Considero importante que seamos
capaces de encontrar un acuerdo respecto a algunas cuestiones dentro del
feminismo.
- ¿Qué puntos de acuerdo podrían encontrarse?
- En la trata, en teoría estamos
totalmente de acuerdo. Sin embargo, en la focalización de si la prostitución es
un trabajo o no, si es voluntaria o no, no hay acuerdo. La trata es el
principal problema o quizás sería el más urgente a resolver; las mujeres que
están esclavizadas, que no se las deja salir de los burdeles, aquellas a las
que se las golpea, se las viola...Todas estamos de acuerdo en que es un delito,
que debe estar prohibido y perseguido. Nos podemos preguntar si se está
persiguiendo lo suficiente. Es obvio que no. Hay montones de “puticlubs” en las
carreteras que todos vemos cuando viajamos por España, donde no entra la
policía a averiguar en qué condiciones están las mujeres que se prostituyen.
Ahí habría otro punto de acuerdo: no se está haciendo lo suficiente en la lucha
contra la trata de mujeres.
- ¿Por qué no nos podemos sentar a dialogar y a debatir abolicionistas
y regulacionistas? Me tocó en un par de ocasiones en Madrid ver cómo se
insultaban y se gritaban unas a otras. Vaya manera de poner en práctica nuestro
discurso feminista entre nosotras.
- El tema de la prostitución se
ha enquistado de una manera terrible, todas las mujeres con las que he hablado
sobre este tema, a no ser que sean personas que se dediquen a la prostitución,
se lo toman así. Es una cuestión muy emocional, nos toca profundamente. Hemos
llegado a un límite en el que es imposible debatir sobre esto. Incluso hay
violencia verbal. A mí también me ha pasado y me pasa a veces cuando estoy en
un debate o en una mesa junto a otras ponentes...me siento mal.
- ¿Te sientes interpelada?
- Sí y mis respuestas me hacen
subir el tono de voz o me exalto. Le he preguntado a una amiga regulacionista y
me dice que le pasa lo mismo, que ella y yo podemos estar conversando pero
cuando estamos en un debate la situación cambia. No hay manera de tener un
debate tranquilo sobre el asunto. Por eso dedico una parte del libro al debate
en sí. Hemos hecho de ello una especie de cuerpo, de anclaje de nuestra entidad
feminista.
- También es un acto catártico poder expresar y manifestar emociones
públicamente.
- Sí, pero caemos en las
divisiones: una es regulacionista o es abolicionista y ese es su ser feminista
digamos. Creo que hay que romper con eso. Al final lo que va a pasar es que
quienes impongan sus puntos de vista sean los empresarios, que es lo que sucede
en casi todo el mundo debido a que el feminismo no es capaz de tener una
postura común sobre el asunto.
- ¿El Estado español es proxeneta?
- No hablaría en esos términos.
El Estado español, como todos los Estados europeos, es según le venga. La
historia demuestra que primero ha sido abolicionista, luego regulacionista,
luego otra vez abolicionista. Vemos que todos los Estados europeos hacen ese
camino dependiendo de factores como quién gobierne, si hay feministas en el
poder o no. E incluso en el fondo los factores que influyan pueden no tener nada
que ver con los derechos de las mujeres que se dedican a la prostitución o con
el feminismo.
- ¿Consideras que la Unión Europea está ahora en condiciones de adoptar
una política común sobre este tema?
- No. Leía ahora mismo, antes de
la entrevista, que nueve países se niegan a imponer cuotas para la presencia de
mujeres en empresas; era una política supuestamente común...pues nueve países
se han revelado. Imagínate lo que pasaría con la prostitución...los empresarios
del sexo tienen mucho poder en algunos países.
- Y tendrán su lobby, supongo.
- Claro, es que todos hacen lobby
incluso aquí, a través de asociaciones. No los conozco ni voy a acusar a nadie
pero insisto: sería ingenuo pensar que no se promocionan. Están asociados pero
no se muestran mucho como sector. Estoy convencida de que emplean dinero a
través de asociaciones pro-regulación y de que tienen estrategias de publicidad
para imponer sus intereses.
- En tu libro dices que lo que
importa en la prostitución es la desigualdad del marco, no el consentimiento.
Sus causas son la división sexual del trabajo y la construcción de una
ideología que naturaliza la diferencia. Dices que es ahí donde debemos incidir.
¿Cómo? ¿Podemos pensar en prácticas liberadoras desde el movimiento feminista? Esto
me parece importante para saltar del discurso a la acción. ¿Cómo dejar de
tratar a las prostitutas desde el asistencialismo y el victimismo? ¿Cómo
respetar la voluntad de quienes se prostituyen libremente cuando sabemos que
dinamitan la Igualdad y en el ejercicio de la prostitución es imposible salir
de la opresión?
- La tesis de mi libro responde
estas preguntas. No tiene importancia si uno se dedica voluntariamente a esto
por necesidad. Digo, voluntariamente entre comillas. En teoría, en el
capitalismo, para las personas que somos anticapitalistas, todo consentimiento
está viciado, nadie consentiría su propia explotación pero convivimos con eso
constantemente. La gente es explotada y nosotros no pretendemos acabar con sus
trabajos, sino que pretendemos que sus condiciones de vida mejoren, aunque el
objetivo final marxista es acabar con la explotación y con el salario. Uno no
dice que haya que acabar con el trabajo de los barrenderos o las señoras de la
limpieza que son explotados. Pues lo mismo podría decirse de la prostitución.
Deberíamos dejar ese debate, que se ha quedado antiguo y que además la gente no
lo entiende ni le llega. Insistir en el consentimiento no conduce a ningún
lado. Cuando decimos: “no se puede consentir, ninguna mujer quiere ser voluntariamente
prostituta”. Y sale una mujer que dice: "Pues yo sí quiero”, te dinamita
el discurso ante la opinión pública. Hay que moverse de ahí y ver que el
problema de la prostitución no está en el consentimiento, no en si es un
trabajo o no -que también daría igual- sino en lo que significa la institución
en sí y en las dificultades que plantea para alcanzar la igualdad entre hombres
y mujeres. En cómo afecta nuestras relaciones con los hombres o las relaciones
de los hombres con nosotras. ¿Qué enseña la prostitución a los hombres? ¿En qué
lugar coloca a las mujeres? Deberíamos centrar el debate más en la institución
que en las condiciones particulares.
- La prostitución también afecta a la construcción sexual de la
realidad, la masculinidad, la feminidad...
- ¡Claro! ¿Qué aprenden los
hombres con la prostitución? Es decir, ¿qué significa la institución para la
Igualdad? ¿Es posible la Igualdad con la existencia normalizada de
prostitución? Yo creo que no y que además esto se puede demostrar.
- Entonces hay que incidir más en el orden del discurso.
- En el orden simbólico aunque no
por eso tienes que dejar de trabajar en la praxis. La única manera de acabar
con la prostitución es luchando por la Igualdad de derechos. La prostitución
existe hoy quizá más que nunca.
- ¿Por qué crees que sucede esto?
- El feminismo ha hecho que
muchos hombres necesiten de la prostitución.
- ¿Te refieres a que ha generado un efecto paradójico y reactivo?
- Sí. Estoy convencida de que el
feminismo ha ido socavando el sentido de masculinidad de algunos hombres que ya
no pueden gritarle a la mujer como antes ni controlarla, que luego van al
trabajo y tienen una jefa...
- A muchos les gustaría domesticar a las mujeres sexualmente ¿no?
- Todo junto. Les gustaría
domesticarlas social y sexualmente siguiendo los cánones de la subjetividad
masculina tal como la han aprendido ellos. De ahí que muchos hombres necesiten
espacios y relaciones donde puedan ejercer esa masculinidad tradicional. Creo
que esa es una de las razones por las que ha crecido tanto la prostitución.
Además los clientes dicen esto en las encuestas. Ya nos les gusta la
prostitución occidental regulada porque las prostitutas ponen límites o tienen
protección, por ejemplo como pasa en Holanda; quieren hacer una cosa y la
prostituta dice: "no, esto no" y toca un timbre, aparece un
guardaespaldas y los echa. Ellos se quejan: "es que parecen
profesionales". Y sí, ellas son profesionales. Entonces muchos hombres
occidentales de los países ricos se van a buscar niñas o jovencitas al sudeste
asiático o a América Latina.
-Pero entonces la prostitución cumpliría una función fundamental para
la masculinidad como violencia sexual.
- No lo sé...no toda prostitución
es violencia. Lo llamaría dominio en lugar de violencia. Todo el mundo entiende
la violencia física pero con otros tipos de violencia los límites no están tan
claros. La prostitución constituye un papel fundamental en la construcción de
la subjetividad masculina como una subjetividad que puede someter sexualmente a
una mujer cuando lo desee. En la autopercepción de ser hombre, él piensa que se
lo merece y que por tanto tiene que haber un contingente de mujeres a su
disposición cuando lo desee.
- Esto para las abolicionistas es una forma de violencia de género.
- Sí, lo sé, lo sé y sí que lo es
pero es necesario distinguir. Hay un problema en decir que "siempre es
violencia". Entonces: ¿cómo distinguimos la violencia física de otras
violencias? Si todo lo que les pasa a las prostitutas está atravesado por la
violencia, ese discurso hace muchas veces que las prostitutas que son golpeadas
o violadas, que las hay, no puedan ir a la policía o a los juzgados a poner una
denuncia. Si tú dices que toda prostitución es violación, no distingues la
violencia simbólica de la violencia real, no matizas. Si todo es violencia,
entonces nada es violencia. No toda prostitución es violencia física aunque sí
simbólica. No todo acto prostitucional concreto tiene por qué ser violento pero
la institución en sí ejerce sobre todas las mujeres una violencia simbólica con
la que es imposible avanzar hacia la Igualdad, conseguir la Igualdad. La
prostitución es una institución que afianza la desigualdad entre hombres y
mujeres.
Suiza.Zurich. Sexbox 2013. Foto AFP |
- Siendo realistas, ¿se puede vivir en una sociedad sin clientes?
- ¿En una sociedad sin clientes?
¿Siendo realistas? No, en una sociedad como esta no. Tendría que ser una
sociedad igualitaria, donde el patriarcado no existiera. Estamos muy lejos de
eso.
- Pero en Suecia, la política de abolir la prostitución ha dado buen resultado.
- Suecia no es ningún paraíso. Es
cierto que se trata de una política de Estado allí y algunas feministas en el
poder han hecho del abolicionismo de la prostitución algo prioritario. Sin
embargo, en Suecia persisten altos índices de violencia de género. Por eso hay
que insistir mucho en que las políticas son necesarias, están muy bien, pero
mientras no ataques el aspecto simbólico de las construcciones de la
subjetividad no vamos a conseguir grandes cambios. Tú puedes imponer políticas
y habrá que imponerlas, además las políticas enseñan a la población, son
didácticas, todo eso está muy bien, pero hay que conseguir que los hombres no
violen a las mujeres porque no lo desean y no porque está prohibido.
- Si la regulación no ha funcionado: ¿por qué insisten las
regulacionistas?¿Por qué no tienen en cuenta los informes, estudios y las
críticas que hacen las organizaciones de derechos humanos?
- Por muchas razones. Una parte
del discurso de las personas que opinan de la prostitución es emanado directamente
del lobby empresarial. Los empresarios quieren imponer el tipo de regulación
que a ellos les conviene. Esa es una parte del discurso que llega a través de
los medios de comunicación. Luego hay otra parte sostenido por asociaciones
regulacionistas; ellas dicen que no desean la regulación impuesta por los
empresarios, recalcan que no ha funcionado y que no es la que ellas quieren. Y
luego hay otra parte bastante importante de gente que no sabe lo que supone la
regulación. No todo el o la que discute de prostitución es experta, no es nada
malo esto pero la regulación sigue teniendo un halo de que favorece los
derechos de las mujeres: eso no es cierto en todos los casos. Las regulaciones
han perjudicado a la mayoría de las mujeres, especialmente a las más débiles en
los países donde se ha regulado. Además pienso que en este contexto quizá no
sea posible otra regulación que la que favorezca a los empresarios.
- Entiendo que no ves otro camino que la explotación sexual en el caso
de la regulación de la prostitución.
- No soy la única que piensa así.
Algunas mujeres que se dedican a la prostitución sostienen que lo mejor es
estar no reguladas. Creo que es lo mejor para ellas, lo podríamos hablar
detenidamente, no tiene porque haber un marco regulatorio...Estoy porque el
Estado como Estado sea claramente antiprostitución y que tenga políticas de
igualdad-antiprostitución. El Estado es el que da legitimidad o no a una
institución de desigualdad. Pero dicho esto, que es para mí lo importante, como
la prostitución existe, es una realidad y está en las calles y el Estado no
puedes dejar a esas mujeres sin nada, sí que creo que ellas deben ser sus
propias dueñas, sin empresarios ni proxenetas ni chulos que las sometan.
- ¿Es posible legislar esta posición?
- Sí que es posible, es una
legislación menor. No estoy por ninguna regulación porque una regulación
legitima la prostitución y no quiero olvidar nunca que la prostitución es una
institución que debe desaparecer, que ninguna ley debe legislarla. No es
necesario legislar todo en la vida. Un Estado no tiene que inmiscuirse, en el
fondo, más allá de lo que la prostitución políticamente signifique (como
feministas sabemos lo que significa); sería un acto sexual consentido entre dos
personas adultas y no hay porqué legislar nada. Que luego ella cobre o no cobre
no nos tendría que importar. Como feministas sí, en lo que tiene que ver con la
institución pero en el ejercicio de su libertad, es la decisión de cada mujer.
- Sí pero las abolicionistas te dirían que tú tienes que garantizar
también como Estado que no haya violencia contra esas mujeres y la única manera
de hacerlo es aboliendo.
- Puedes prohibir el
proxenetismo, puedes prohibir las empresas, prohibir y cerrar los prostíbulos.
Puedes formar a la policía para que sepa que cuando una prostituta va a
denunciar una violación o malos tratos es igual que cualquier otra mujer.
- ¿Qué va a pasar en España con la prostitución? ¿Se va a regular?
- No lo sé, la verdad. Hace poco
tiempo hubiera dicho que se iba a regular y que el discurso regulacionista
estaba ganando claramente la batalla. Ahora ya no lo veo tan claro y me alegro
porque a mí el discurso regulacionista me parece muy pernicioso. No juzga ni
valora lo que significa la prostitución en sí, como institución. Las
abolicionistas se están modernizando y cambiando su discurso por uno más
actual. Antes conectaban con mucha dificultad con gente más joven, creo que
esto se ha modificado y que van incorporando cuestiones. Ha habido un reajuste
de posiciones, ya no tengo tan claro que el regulacionismo gane la batalla
entre otras cosas también, y quizás sea lo más importante, porque las
regulaciones han sido un fracaso allí donde se han aplicado.
- En Australia, Holanda y Alemania por ejemplo.
-En general la regulación en esos
países ha sido desastrosa para las mujeres que se prostituyen. Y desde el
feminismo ¿cómo vas a combatir el sexismo regulando la prostitución? Es la
institución sexista por excelencia, tú no puedes estar dando cobertura
simbólica, social y cultural, dando legitimidad a una institución sexista. No
es posible ni pensable en ese marco combatir el sexismo. Es otra de las
cuestiones por la que estoy en contra de cualquier regulación. Otra cosa es
preguntarnos cómo nos enfrentamos a una institución sexista que va a tardar en
desaparecer; cómo mejoramos la vida de las mujeres que están inmersas en la
prostitución, que existen y que tienen todo el derecho a buscarse como puedan
la vida. Pero, ¿darle legitimidad? Eso es un suicidio para la lucha por la Igualdad.
- La mayoría de las mujeres que se prostituyen en España son
extranjeras, migrantes que vienen de países más pobres ¿Deberíamos
cuestionarnos nuestra situación de privilegio desde una ética feminista? ¿Son
esas mujeres “las otras”?
- Sí, sí, claro. En el estigma
son las otras.
- Pero en el listado de la ética feminista esta autocrítica no figura.
Las feministas blancas, occidentales de países ricos, ¿no deberían impulsar
esta causa como una prioridad?
- ¿Por qué presupones que no hay
autocrítica? Para algunas, para muchas feministas europeas esta causa es una
prioridad. Pienso mucho en esto, no creas...Me plantea dudas. ¿Hasta dónde
llega el racismo y hasta dónde el clasismo? ¿La otra es otra por ser pobre, por
ser negra o mestiza o por venir de otra cultura? Todas estas cuestiones están
entrelazadas. A veces lo que se llama racismo es puro clasismo. Cuando una es
rica da igual que seas negra, no te vas a encontrar ningún problema en ningún
sitio. El racismo, el clasismo y la xeonofobia existen en Europa pero los
límites son difusos. La otra es otra por todos estos componentes y claro que
desde la ética feminista debemos ser solidarias y acompañar a estas mujeres en
la lucha por salir de la opresión. Hay un tema ahí que no he tratado en el
libro y que me he apuntado porque me interesa mucho.
- ¿Cuál?
- Las similitudes entre
prostitución y servicio doméstico... históricamente y ahora.
- ¿De eso va tu próximo libro?
- No lo sé. Pudiera serlo. Tengo
varios proyectos en mente. Escribir le da sentido a mi activismo. Bueno, en
plural, las feministas necesitamos nutrir nuestro discurso para volcarlo en el
activismo.
http://www.feminicidio.net/noticias-de-asesinatos-de-mujeres-en-espana-y-america-latina/lucha-contra-la-violencia-de-genero/3209-qla-regulacion-de-la-prostitucion-solo-favoreceria-al-lobby-empresarialq.html
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