La prostitución empodera sexualmente a la mujer y otros nueve mitos que
intentan deslegitimar la teoría abolicionista
SANDRA RODRÍGUEZ
Periodista
09/02/2019
Puritanas, mojigatas, anti-sexo…
Estos son algunos de los insultos que reciben las activistas abolicionistas. El
movimiento se ve señalado por una serie de incógnitas que deslegitiman su
teoría: el camino para conseguir el empoderamiento sexual de la mujer, cómo
proteger a las mujeres en prostitución o la vinculación del sexo de pago con la
trata de mujeres.
La disputa sobre la legalización
del sindicato de prostitutas OTRAS puso una vez más sobre la mesa uno de los
principales temas que amenaza al feminismo desde hace décadas: el limbo de la
alegalidad en el que se encuentra la prostitución en España. Los partidos
políticos no terminan de sentarse a debatir sobre esta problemática que atañe
principalmente a las mujeres, en el tercer país con mayor demanda de sexo de
pago en el mundo.
El Gobierno actual, que se
declaró abiertamente abolicionista desde un primer momento, dio luz verde para
la creación del sindicato, sin abrir un diálogo previo. Entonces el movimiento
feminista reaccionó: se recaudaron más de 3.000 firmas contra su legalización.
¿Dónde estaban los principios de igualdad que predicaba el PSOE?
Tras el afamado “gol” que la
ministra de Trabajo Magdalena Valerio aseguró que le habían metido y de la
dimisión de la directora de Trabajo Concepción Pascual por firmar el BOE que
autorizaba la creación de OTRAS, la Audiencia Nacional anuló los estatutos del
presunto sindicato.
Entonces el movimiento
pro-prostitución alzó su voz en contra del abolicionismo, en un eterno debate
que acrecenta una brecha en el movimiento feminista: ¿La legalización de la
prostitución favorece la igualdad o fomenta los ideales patriarcales?
Desmontamos diez de los mitos que atacan a la teoría abolicionista, de la mano
de voces expertas en feminismo.
1-Las abolicionistas están en contra de las prostitutas.
Este es probablemente el
argumento más oído en contra del movimiento abolicionista: que lucha en contra
de las mujeres que están en situación de prostitución. La periodista peruana
Gabriela Wiener señaló en un artículo al colectivo abolicionista como el bando
de los “anti-derechos” y tachó a sus defensoras de “malas compañeras”. Su
título, ‘Nosotras y las otras’, ya evidenciaba por dónde iba su contenido.
Pero, ¿qué o quién provoca
realmente esta división en el feminismo? ¿Las propias feministas? ¿El sistema
al que están sujetas? “La culpa es de las
abolas”, titulaba la diputada por Podemos Beatriz Gimeno la réplica a
Wiener en el mismo periódico. La política, cuyo partido aún no ha tomado una
postura clara y definida respecto a la prostitución, aseguró tajantemente que
el abolicionismo no divide a las mujeres en putas y santas; “eso lo hace muy
bien el patriarcado”, sentenció. Gimeno insiste en la cooperación feminista:
“Tenemos muchas cosas en común: todas queremos combatir el patriarcado y
mejorar las condiciones de vida de las mujeres en prostitución”.
2-Es sinónimo de puritanismo.
Puritanas, mojigatas, anti-sexo…
La mayoría de integrantes del movimiento abolicionista recibe este tipo de
comentarios cada vez que alza su voz. “Incluso nos dicen que lo que nos pasa es
queno hemos probado un buen polvo”, asegura una portavoz de la CIMTM, mientras
varias activistas asienten. “Nosotras no estamos en contra de la liberación
sexual de la mujer, estamos en contra de su cosificación”, insisten.
Prueba de esta cosificación es la
situación de las mujeres en Ámsterdam, donde la prostitución está legalizada.
El Gobierno modificó algunas reglas del denominado ‘Barrio Rojo’ por la
exposición a la que están sometidas las mujeres y, además, hablaba de “respeto”
hacia ellas.
3-La prostitución empodera sexualmente a la mujer.
Enlazada con la idea anterior, el
origen se adentra en la educación sexual que recibimos en función de si nacemos
hombre o mujer. Así lo explica la fundadora de ‘Space International’ Rachel
Morán (Irlanda), asegurando que “no podemos hablar de prostitución sin hablar
de sexo” e invita a reflexionar sobre esta industria: “Imaginemos que nos
rodean con los brazos sin ninguna comprensión ni afecto. Una sonrisa es
impulsada por el temor. Pero el sexo trata de reciprocidad; debe ser conmigo,
no sobre mí”. Morán lo sabe de primera mano, fue víctima de explotación sexual
y ahora utiliza su testimonio para concienciar a la sociedad.
“El abolicionismo es una
revolución también en el terreno sexual”, reivindica la investigadora social
Beatriz Ranea, quien asegura que “tenemos que romper la frontera simbólica que
divide lo que conceptualizamos como violencia sexual dentro y fuera de la
prostitución”. En esta misma línea, la filósofa feminista Ana de Miguel asegura
que debido a nuestra educación, “una parte del feminismo está conectando con la
idea hegemónica de que las mujeres están disponibles para dar placer sexual o
gestar hijos para quien quiera”.
4-El sistema abolicionista dejaría desprotegidas a las prostitutas.
Suecia fue pionero en implantar
el abolicionismo en su país, en el año 1999, y ahora se ha convertido en el
modelo referente para este movimiento. Esta ley, que penaliza al demandante de
prostitución yotorga asistencia a las mujeres para salir de la prostitución, va
acompañada de patrones culturales para desalentar la demanda, según explica el
embajador de Suecia en España Lars-Hjalmar Wide. “La norma envía una señal
clara: comprar el cuerpo de otra persona para tu propio placer no es aceptable.
Así ha cambiado la mentalidad de muchos ciudadanos estos años”, explica. Y
añade que “el movimiento de mujeres ha sido crucial para este avance social”.
“Queremos derechos de verdad,
acceso a viviendas, alternativas laborales, políticas públicas destinadas a la
protección”, demanda Tiganus.
5-La trata de mujeres y la prostitución deben analizarse por separado.
El Parlamento Europeo indica que
“la prostitución en la UE y en todo el mundo está directamente vinculada con la
trata de mujeres y niñas. El 62% de las mujeres y niñas víctimas de trata
sufren explotación sexual. (…) Laprostitución es un factor importante en el
crimen organizado, sólo por detrás de la droga en cuanto a su alcance y a la
cantidad de dinero que genera”.
En este informe, el Parlamento
pide luchar contra este fenómeno: “Dado que la prostitución está dominada por
el crimen organizado y funciona como un mercado en el que la demanda determina
la oferta, las agencias encargadas de hacer cumplir la ley en la UE deben
adoptar acciones firmes y adecuadas para perseguir a los delincuentes, al
tiempo que protegen a las víctimas”. Asimismo, estima en unos 186.000 millones
de dólares estadounidenses anuales en todo el mundo como beneficio de la
prostitución.
6-La trata de mujeres se reduce cuando se legaliza la prostitución.
El país alemán ha rebatido este
argumento tan defendido por el movimiento pro-prostitución. En Alemania, que
legalizó la prostitución, denominado trabajo sexual, en el año 2002, se observó
que aprobar esta ley dificultó el trabajo de persecución de los delitos de
trata de seres humanos y de proxenetismo y la legislación no redujo estos
delitos, según un informe del Parlamento Europeo.
Además, este país, junto a
Holanda y Grecia, fueron señalados por la Naciones Unidas como unos de los
principales países de destino de víctimas de trata y tráfico de seres humanos.
7-Prostituirse es equiparable a limpiar baños.
“No podemos equiparar la prostitución a cualquier otro trabajo,
simplemente por la construcción cultural que tenemos del sexo”, asegura Gimeno.
Uno de los argumentos más extendidos por el movimiento pro-prostitución es el
de que puede que a algunas ‘trabajadoras’ no les guste su trabajo siempre, pero
que “tampoco es agradable limpiar baños”. Junto a este paradigma cultural sobre
el sexo, la doctora alemana Ingeborg Kraus añade las patologías que sufren las
mujeres en prostitución: “Todas estas mujeres son sometidas a las reglas del
capitalismo en su peor versión: se explotan sus cuerpos al máximo. Además, las
situaciones de salud son catastróficas. Hablamos de envejecimiento precoz,
infecciones urinarias crónicas…”. “Desde la perspectiva de la
psicotraumatología, permitir que otros penetren tu organismo da lugar a
autoculpa, mientras ellos sienten indiferencia y generan una concepción muy
funcional de la penetración”, agrega Kraus.
8-Es un problema de mujeres.
“La prostitución tiene un fuerte
componente diferencial de género porque los demandantes son mayoritariamente
varones, un total de 99,7%”. Así lo señala un informe oficial sobre
prostitución en 2007. La superviviente de trata estadounidense Autumn Burris
insiste en que con la prostitución “se refuerza el dominio por parte de los
hombres sobre las mujeres y, por tanto, la trata sexual”. Por tanto, los
colectivos feministas abolicionistas insisten en atajar el problema a través de
la educación, principalmente la sexual, basada en el respeto mutuo y en la
autonomía sexual de ambos géneros.
9-El estigma de la prostitución mata a las mujeres dentro de ella.
“El hombre mata, no el estigma de
la prostituta”, señala Julie Bindel (Reino Unido), periodista e investigadora.
La plataforma feminista Feminicidio.net, que contabiliza los asesinatos
machistas en España, estima que 44 mujeres en situación de prostitución han
sido asesinadas desde el año 2010 hasta la actualidad. Así, la socióloga Rosa Cobo
denomina a los demandantes de prostitución los “nuevos bárbaros del
patriarcado”, porque, explica, “ejecutan o apoyan una violencia explícita y
brutal contra las mujeres”. “Cometen femicidios atroces, con saña, con odio. El
cuerpo de la mujer prostituida es el campo de batalla donde los hombres cometen
la violencia contra todas”, añade Tiganus. La activista de Feminicidio.net
insiste en que el estigma se combate encontrándonos entre nosotras, las
feministas, y no “repartiendo carnets de puta”.
10-Legalizar el trabajo sexual sería un gran paso hacia la igualdad.
“Ni nosotras somos Vivian Ward,
ni ellos son Richard Gere en ‘Pretty Woman’”, sentencia Tiganus. “La
prostitución es una herida de género, y no sólo destruye la vida de las mujeres
en prostitución; lo hace con todas y con cualquier oportunidad de crear
igualdad entre hombres y mujeres”, añade.
El informe del Parlamento Europeo
antes mencionado añade en su punto 12 que la prostitución “tiene un impacto en
la violencia contra las mujeres en general, (…) ya que los hombres que pagan
por sexo tienen una imagen degradante de la mujer”. Así lo secunda Rosa Cobo:
“Se inculca la creencia de que los hombres tienen una sexualidad irrefrenable,
que sólo puede satisfacerse a través de la prostitución, y así se despolitiza y
se cree que se basa en una relación de igualdad”.
Las feministas insisten en que
este es el principal paso para llegar a la igualdad: “Hablar de feminismo con
las mujeres en prostitución para que puedan encajar su experiencia vital dentro
de un contexto político, para que accedan a tomar decisiones y eliminar la
culpa y la vergüenza”. Muchas de ellas trabajan en programas para el
empoderamiento y la seguridad de las mujeres, aunque demandan también la
actuación de la clase política: “Muchos políticos escuchan los debates
feministas pero no actúan”, reclama Wide.
“Si nosotras hemos sobrevivido a
la prostitución y tenemos el valor de contar nuestra experiencia por el
feminismo, la sociedad y la clase política tienen que enfrentarse, mirarnos a la
cara y sentir nuestra historia, para poder actuar”, concluye Tiganus.
Fuente
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/18185/la-prostitucion-empodera-sexualmente-a-la-mujer-y-otros-nueve-mitos-que-intentan-deslegitimar-la-teoria-abolicionista/?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=web&fbclid=IwAR1JeT12J8BK_Iypi1mu7XwsVCG6AYegPhdVfPpbg35Mf4YrblxSHltEdnE
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