lunes, 26 de septiembre de 2016

Rebecca Mott: «Putofobia.»

Rebecca Mott: «Putofobia.»
(14 de diciembre de 2015)
Traducción Mari Angeles Suarez
Texto original en francés: https://tradfem.wordpress.com/2015/12/20/rebecca-mott-putophobe/

Quiero escribir sobre una palabra inventada, que es utilizada por la industria del sexo para silenciar a supervivientes de la prostitución y abolicionistas.

Es la palabra 'putofobia', que significa miedo irracional u odio a las prostitutas.

Esta palabra está ganando popularidad entre las feministas liberales, en los medios de comunicación y en demasiada izquierda – está siendo adoptada sin cuestionar su función

En este mensaje, voy a hablar principalmente sobre el impacto de esta palabra en varias mujeres supervivientes incluyendo mi propia experiencia, para demostrar que "putofobia" es un arma utilizada para silenciarnos.

Es una palabra que se ha puesto de moda recientemente - principalmente vinculada a otra palabra inventada, "transfobia", ambas palabras conjuntamente son usadas a menudo como lenguaje de odio dirigido a censurar especialmente a abolicionistas y feministas radicales.

Ser calificada como "putofóbica/o" es ser calificada como irracional, llena de odio, probablemente una fundamentalista, una mojigata y una asesina.

Y estos son sólo algunos de los prejuicios que subyacen a este insulto.

Su uso, por lo tanto, convierte a cualquier abolicionista o mujer que quiera salir de la prostitución en un monstruo de la intolerancia, mientras que hablar de "putofobia" confiere un aura angelical.

Así vemos como todo el discurso del lobby prostituidor es sencillamente un nuevo truco perverso.

Observad quien está promocionando el uso de esta palabra y veremos principalmente a personas que quieren beneficiarse de la normalización del comercio sexual.

En el uso de la contaminada palabra "puta", el lobby de la industria de sexo revela sus verdaderos colores.

"Puta", es la palabra usada por los hombres para deshumanizar las personas prostituídas y reducirlas a mercancia sexual que vender, consumir y desechar.

"Puta" es una palabra que situa a las prostitutas en una condición donde no tienen otra existencia que la de ser un objeto follable, sin pasado y sin expectativas de futuro.

En otras palabras, la palabra "puta" se utiliza para poner a las personas prostituidas en su lugar – enseñar que sus vidas no tienen valor, si no es para conseguir más dinero para la industria del sexo.

Así que.. ¿quien tiene aquí un odio irracional hacia las prostitutas, las abolicionistas o el lobby de la prostitución?

¿Quien está facilitando millones de violaciones, torturas y asesinatos de las prostitutas?

¿Quien está haciendo una fortuna del uso sin fin de traumatizadas hombres, mujeres y niñas altamente vulnerables para alimentar la voracidad sexual de los puteros?

Si usted piensa que la culpa es del movimiento abolicionista, usted deliberadamente cierra los ojos a favor del mal institucionalizado que es la industria del sexo.
 
Rebecca Mott

La  industria del sexo está altamente organizada y ha tenido control durante siglos sobre la mayor explotación sexual de mujeres en su mayoria.


El comercio sexual trabaja pretendiendo que todas sus partes son independientes unas de las otras.

 Así pensará usted que la pornografía amateur, es hecha simplemente por parejas - no conectadas con la industria del porno o usando mujeres prostituidas.

Que el striptease no tiene relación con la prostitución o la industria del porno.

Que en el porno sólo se usan a las mujeres adultas que no tienen relación con la prostitución.

Que la prostitución practicada en el interior es un mundo separado de la prostitución de calle, que nunca hay intercambio de esas mujeres.

Vemos la industria del sexo como una interminable composición de grupos separados y aislados cuando en realidad todos ellos son parte de una altamente organizada y lucrativa institución.

Ser prostituta, es saber que puede migrar en cualquier momento a cualquier sector de la industria del sexo, generalmente marcado por una mayor violencia.

Ser prostituta, es saber que no hay ningún sector seguro en la industria del sexo, porque la violencia del hombre en cualquier momento es la norma.

Aquí es flagrante el odio hacia las prostitutas - esta es la esencia del funcionamiento de la industria del sexo.

El Lobby de la prostitución tiene nervios ensangrentados acusando a las abolicionistas y a las mujeres supervivientes de ser putofóbicas –cuando ellos son parte de una máquina asesina.

Esta palabra por lo tanto no tiene sentido- para quienes estamos salvando vidas y devolviendo esperanza.

Fuente

http://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/rebecca-mott-putofobia



lunes, 12 de septiembre de 2016

Psicoterapeutas alemanes y sus argumentos médicos contra la prostitución

   Psicoterapeutas alemanes y sus argumentos médicos contra la prostitución
      3/5/2016
       Traducción: Liliana M Forero Montoya
      Texto en inglés: http://www.sabinabecker.com/2014/09/german-psychologists-and-the-scientific-case-against-prostitution.html
      Texto original en aleman: http://www.emma.de/artikel/traumatherapeutinnen-gegen-prostitution-317787

      Aunque los políticos alemanes han estado bajo la fuerte presión del lobby proxeneta local para continuar con todas las leyes sobre prostitución, otro grupo de voces se está alzando para unirse a la oposicion de esa poderosa y adinerada fuerza. Son los psicoterapeutas, quienes han trabajado extensamente con mujeres y niñas prostituidas, y lo que han visto en el curso de sus carreras es suficiente para convencerles que la prostitución no es, y nunca será, un trabajo como cualquier otro para la inmensa mayoría de quienes están en situación de prostitución.

      “La prostitución no es de ninguna forma un trabajo como cualquier otro. Es degradante, tortuoso y explotativo. Desde la perspectiva de la persona en situación de prostitución, hay demasiado horror y sufrimiento en juego, que ellas tienen que reprimir para poder sobrellevarlo" Esto afirma Michaela Huber, psicóloga y Directora de la Sociedad Alemana para el trauma y la disociación.
      “En este sistema prostituyente, las mujeres son sistemáticamente sometidas, abusadas y degradadas a objetos" Afirma Lutz Besser, directora del Centro de Psicotraumatología y Trauma Terapia de Niedersachsen.
    
      “La prostitución tiene sus raíces en la violencia cometida durante la infancia, y la sociedad no debe invisibilizar o encubrir esta violencia!" demanda Susanne Leutner, vice presidenta de la asociación de terapeutas del trauma, EMDRIA.

      Las líderes psicoterapeutas alemanas hablan con claridad y llaman a generar conciencia social y apoyar la iniciativa “Stop compra de sexo”. Esta organización, conformada por una coalición de ciudadanas-os y expertas-os, solicita que quienes pagan por sexo, los prostituyentes (puteros), sean castigados, en línea con el Modelo Nórdico: “Esta es nuestra meta, no criminalizar a las personas en situación de prostitución, sino poner el foco hacia los prostituyentes (johns), quienes demandan y crean el "negocio". Ellos son actualmente responsables del hecho del incremento de mujeres jóvenes provenientes de países pobres que son traídas a Alemania para ser forzadas a la prostitución.” Porque "la realidad de las mujeres en situación de prostitución está siendo glorificada o trivializada e ignorada — y la explotación de la mujer de esta manera está siendo normalizada y cimentada.
 
     Esta postura ofensiva de les terapeutas especializadas en el tratamiento de personas traumatizadas, es por decirlo de alguna forma, una sensación. Entre los terapeutas que se han unido a la iniciativa se encuentra el Prof. Günter Seidler, director de psychotraumatology en la University of Heidelberg y un pionero de la investigación alemana sobre trauma. “Existen actualmente demasiadas personas traumatizadas psicológicamente. Las heridas en la salud mental que genera la prostitución son evitables". Afirma Seidler, uno de los primeros 90 signatarios de la solicitud de EMMA para acabar con la prostitución.
    

     
  “La prostitución es violencia, no una profesión" afirma el Prof. Wolfgang U. Eckart, director del "Institute for History and Ethics in Medicine" en Heidelberg, en la Revista sobre Trauma y Viiolencia. El argumenta: “existe muy poca libertad en la prostitución en general y ninguna libertad en la prostitución con intermediarios. Debido a la inmensa asimetría de poder y potencialidad para la violencia en la relación entre el proxeneta (intermediario) y la persona en situación de prostitución. Esto genera la más antigua forma de esclavitud de la mujer, y a través de una relación de dominación, suministra casi automáticamente todas las fachadas y condiciones para la práctica de actos traumatizantes de violencia de todo tipo"
    
      La Dra. Ingeborg Kraus es la iniciadora de la protesta de los terapeutas contra la prostitución. Esta terapeuta de trauma de Karlsruhe ha atendido víctimas de violación en el marco del conflicto en Bosnia, y tras su vuelta a las clínicas de trauma en Alemania, ha hecho la siguiente reflexión: “Incluso aquí (Alemania), cada paciente mujer ha experimentado violencia sexual”. En algún punto, Kraus se cansó de la tarea de recoger sus pedazos". Ella hizo el siguiente voto: "Quiero trabajar a la vez en la prevención. Por ellas también, la lucha contra la prostitución es parte de prevenir. “En mis largos años de experiencia psicoterapéutica, he acompañado mujeres en situación de prostitución y aprendí sobre sus antecedentes. Esto me hizo ver claramente lo que la prostitución era, en todos los casos la manifestación del continuum de las experiencias violentas en sus biografías.”
    
      Michaela Huber solo puede confirmar que, para ella, en sus propias experiencias como terapeuta y en aquellas de muchísimos colegas encuentra que: El pre requisito para "vender el propio cuerpo" es haber sido alienada o escindida de tu propio cuerpo" Ella continúa: “Solo tienes que imaginártelo, una tiene que dejarse penetrar, una y otra vez, una tiene que practicarlo (la disociación), o no podría hacerlo. Una deja atrás solo una cáscara, para poder continuar con ciertos movimientos y gestos.

      Este separarse de uno mismo - disociación en la jerga de especialistas - es aprendido a la fuerza, muy temprano por las víctimas de violencia. No es ninguna coincidencia que los estudios que muestran que la mayoría de mujeres (y hombres) en situación de prostitución han sufrido abuso sexual u otras  violencias traumáticas, o negligencia en su infancia.

      El Traumatólogo Lutz Besser, demanda que se reflexione sobre la aceptación de la prostitución. El teme que "estemos en peligro de caer en una Era de Hielo de la Ética. La moral es una parte,” dice Besser. “Pero la ética además implica la pregunta: ¿Qué pasa con las otras personas, cuando yo hago algo? Esta pregunta, sin embargo, es una pregunta que los prostituyentes (puteros) no se hacen. “Al hombre que paga por sexo no le importa que la mayoría de las mujeres en este negocio, lo estén haciendo bajo presión o coacción. Tenemos una sociedad que legitima esta situación y demanda una postura en la que la prostitución se asuma como la cosa más normal en el mundo” afirma el terapeuta. “Además es escandaloso que nosotros como sociedad no tengamos una postura clara en esto!".
     
      In Berlin, los políticos están frecuentemente buscando consejo. No solo sobre cómo la prostitución debe ser legalmente regulada; ellos también deciden cómo nuestra sociedad asume una posición sobre ello: si la prostitución debe continuar siendo considerada como "un trabajo como cualquier otro" — o si la prostitución atenta contra la dignidad humana y destruye seres humanos. Les terapeutas firmantes esperan que los políticos no solo pongan bajo su cuidado aún más personas traumatizadas, sino que finalmente asuman el lado de la prevención.


Fuente:

http://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/psicoterapeutas-alemanes-y-sus-argumentos-medicos-contra-la-prostitucion




La prostitución es incompatible con la igualdad entre hombres y mujeres


Dra. Ingeborg Kraus
      


Dra. Ingeborg Kraus: "La prostitución es incompatible con la igualdad entre hombres y mujeres"
 
Traduccion:MauraLopez

Exposición de la Dra Ingeborg Kraus en la Conferencia de Madrid: "La prostitución es incompatible con la igualdad entre hombres y mujeres", organizada por la "Comisión para la investigación de malos tratos a mujeres"
 Madrid, 15.10.2015"
 
« En Alemania el abolicionismo no es tomado en serio porque se cree que existe una « prostitución buena ». Se comprende que la prostitución infantil no es tolerable, también se considera que la prostitución llamada     « forzada » es un flagelo. Pero la prostitución entre dos adultos que decimos mutuamente consentida, ¿por qué no? ¿Por qué prohibir a dos adultos esta decisión?
 
Hace un año, publiqué un Manifiesto de psicotraumatólogas alemanas contra la prostitución. Dicho texto afirma que la prostitución es humillante y degradante, que es un acto de violencia y que perpetúa esta violencia en la vida de las mujeres. No hay " prostitución buena". También reclama una ley que responsabilice a los hombres exigiendo una legislación que penalice a los compradores de sexo. Este manifiesto fue firmado por los especialistas en traumatismos psíquicos más reconocidos e influyentes de Alemania.


Para comprender la importancia de este manifiesto, me gustaría situarlo en su contexto histórico porque llega con 120 años de retraso.
 
La psicología clínica fue fundada por Sigmund Freud. A fines del siglo XIX, los psiquiatras europeos se interesaron en el fenómeno de la histeria. En París, estaba el psiquiatra Charcot y en Viena, Sigmund Freud. Mientras que Charcot observaba y registraba los síntomas de estas mujeres, Freud comenzaba a escucharlas. Publicó sus descubrimientos en un primer libro llamado Seis Estudios sobre la Histeria, donde revelaba que todas esas mujeres habían padecido violencias sexuales en la infancia. Este libro obviamente provocó un escándalo en ese momento, sobre todo porque las mujeres provenían de buenas familias. Muy rápidamente, la Asociación de médicos vieneses presionó a Freud para que retirara las tesis que asociaban los síntomas de la histeria con violencias sexuales padecidas por las mujeres durante su infancia. Dichas presiones amenazaban con poner fin a la carrera de Freud y cedió. Renegó de este descubrimiento y en su lugar creó la teoría de las fantasías, según la cual esas agresiones eran deseadas y fantaseadas por las mujeres. Durante 100 años, todas las universidades han difundido esa tesis, con la cual se legitima la negación de la violencia sobre las mujeres y la absolución de los culpables.

Hoy en día, las discusiones sobre la prostitución todavía giran alrededor de los mismos mecanismos : la negación de las violencias contra las mujeres, la transferencia de la culpabilidad a la víctima con este argumentó "pero es usted la que quiere acostarse con nosotros". Todo eso para proteger un tema tabú - la sexualidad masculina – y garantizar su derecho a desplegarse sin límites ni restricciones. 
 
Si el lobby de la época no hubiera tomado de rehén a la ciencia, si Freud no hubiera renegado de su primera tesis, no estaríamos en esta situación ahora. Las escuelas hubieran formado y sensibilizado a sus alumnos sobre las violencias contra las mujeres desde hace ya muchas generaciones. Actualmente, al ver una mujer prostituida, tendríamos el reflejo de decir "ha debido padecer cosas graves para hacer esta elección" y no "es su voluntad!".

Al analizar hoy en día la problemática de la prostitución en Alemania, constatamos que la cultura de la negación es omnipresente y que el lobby está también infiltrado en todos lados:
 
Hay una negación de las violencias contra las mujeres antes de su entrada en la prostitución ;
Hay una negación de las consecuencias físicas y psíquicas que genera la prostitución ; 
Hay una negación de las violencias contra las mujeres en situación de prostitución ; 
Hay una negación del impacto de la prostitución en la sociedad, en las relaciones entre hombres y mujeres y en la familia.

 Me gustaría desarrollar los tres primeros puntos:

 1. La entrada en la prostitución, y aquí considero solamente la prostitución llamada "voluntaria": 
 
Esto es lo que dice al respecto Ellen Templin, gerente del estudio Domina en Berlin : "No hay prostitución voluntaria. Una mujer que se prostituye tiene motivos para hacerlo. Son, en primer lugar, razones psíquicas. Aquí en mi estudio, todas las mujeres han sido abusadas durante su infancia. ¡Todas! El alma de estas mujeres que se prostituyen ya ha sido destruida". (Alice Schwarzer HG, Prostitution, ein Deutscher Skandal, 2013, p. 171-178)
 
Rosen Hircher, que comenzó a prostituirse a los 31 años, dice: "Me parecía totalmente normal lo que hacía. Sabía exactamente donde iba y me parecía normal quedarme. Nunca voy a olvidar la frase que una prostituida me dijo desde el primer día: "Entonces has hecho esto toda tu vida". En realidad, fui abusada por mi tío cuando era niña. Mi padre era alcohólico y sumamente agresivo, Desde mi infancia estoy acostumbrada a padecer la violencia de los hombres". (Rosen Hircher, Une prostituée témoigne, 2009)
 

Efectivamente, los múltiples estudios hechos sobre este tema demuestran una estrecha correlación entre la entrada en la prostitución y la violencia sufrida durante la infancia:

  • El estudio de Melissa Farley de 2003 demuestra que entre un 55 y un 90% de las mujeres prostituidas fueron víctimas de agresiones sexuales durante su infancia y 59% de maltratos. (Farley, « Prostitution and Trafficking in Nine Countries : An Update on Violence and Post-traumatic Stress Disorder », 2003)
  • Un estudio realizado en 2004 por el Ministerio alemán de la Familia, Tercera Edad, Mujeres y Juventud concluyó que un 87% de esas mujeres habían padecido violencias físicas antes de los 16 años. (Bundesministerium für Familie, Senioren, Frauen und Jugend : Gender Datenreport, 2004)
  • Un estudio de Sibylle Zumbeck realizado en Alemania en 2001 estableció que un 65% de ellas habían sido maltratadas físicamente y un 50%, víctimas de violencias sexuales. (Zumbeck, Sibylle: « Die Prävalenz traumatischer Erfahrungen, Posttraumatische Belastungsstörungen und Dissoziation bei Prostituierten », Hambourg, 2001)
 El sistema prostitucional utiliza estos traumatismos de la infancia en su propio interés y para su beneficio. Una infancia de estas características genera tres mecanismos psíquicos:
  • Täterintrojekte : La identificación con el agresor: es la autoestima destruida, el sentimiento de desvalorización y que no se merece nada mejor.
  • Wiederholungszwang : La compulsión a la repetición, es decir, el hecho de revivir voluntariamente situaciones traumáticas similares con la ilusión de poder controlarlas cada vez.
  • La disociación: Me gustaría desarrollar este punto.
 
Michaela Huber, directora de la sociedad alemana "Traumatismo y Disociación", dice que "para permitir que personas extrañas penetren tu cuerpo, es necesario suprimir fenómenos naturales, el miedo, la vergüenza, el asco, el sentimiento de extrañeza, el desprecio, la culpa". En lugar de eso, las mujeres ponen en marcha la indiferencia, una neutralidad, una concepción funcional de la penetración, una resignificación de este acto para convertirlo en un "trabajo" o un "servicio". (http://www.michaela-huber.com/.../trauma-und-prostitution..., 02.01.2015)
 
De hecho, estas mujeres se disocian. ¿Qué es la disociación? (http://www.michaela-huber.com/.../trauma-und-prostitution..., 02.01.2015)
 
La disociación es un corto circuito de las funciones integradoras cuando el estrés se hace insoportable:

  • La conciencia (se observa fenómenos de trance)
  • La memoria (amnesia)
  • Los sentimientos
  • La percepción del cuerpo y de uno mismo (fenómeno de sordera)
  • La percepción del entorno (vista reducida, todo parece estar en una neblina)
  • La identidad (se juega un rol, uno ya no se sabe quién es, etc)
 
Entonces me pregunto: si uno no sabe quién es, si uno no está verdaderamente presente, si la conciencia está alterada, si no se siente nada y que uno está desconectado de su cuerpo, – ¿se puede hablar de libertad? ¿Es logro personal, una realización de sí mismo, es autodeterminación?
 
El fenómeno de disociación, no es algo que se puede poner en marcha y desconectar a voluntad. La disociación puede persistir, hay funciones integradoras que pueden quedar apagadas durante mucho tiempo. Es muy impresionante para mí cada vez, ver a las mujeres reconectarse con la vida. Después de una terapia exitosa, algunas dicen: "ahora puedo sentir el dolor", o "ahora puedo sentir el gusto de la comida", o "ahora entiendo quien soy".
 
Si solo existiera el fenómeno de disociación, en efecto, los daños de la prostitución estarían limitados a ese nivel. Pero existe también la memoria traumática. Durante la disociación, el cuerpo y el cortex están anestesiados en gran parte. Percibimos las cosas pero no todas se memorizan en el cortex, puede haber amnesias y agujeros en la memoria. Ciertas vivencias se registran en otra parte del cerebro que llamamos "la memoria traumática". Esta memoria no funciona de la misma manera que el cortex, es una especie de caja negra a la que no tenemos acceso mediante nuestra voluntad, ni siquiera sabemos que existe. Esta memoria recoge los recuerdos traumáticos de manera desordenada, sin noción de espacio ni de tiempo. No es semántica, no tiene palabra. Puede desencadenarse en cualquier momento por "disparadores", es decir eventos que recuerdan el traumatismo : un olor, un color, un ruido, imágenes, palabras, frases, etc. Esto genera una angustia intensa, como si la persona reviviera el traumatismo en ese momento. Es lo que se llama un "flash-back". Estas reacciones forman parte del trastorno de estrés postraumático (TEPT). En otras palabras, estas mujeres tienen en su cerebro una especie de bomba de tiempo. (Dre Muriel Salmona, « La dissociation traumatique et les troubles de la personnalité », 2013. http://www.memoiretraumatique.org/)
 
Por lo tanto: el sistema prostitucional se aprovecha del fenómeno de disociación, cuando las mujeres no son capaces de defenderse. Dejan su cuerpo disponible y sufren de violencias extremas. Pero estas mujeres están cada vez más traumatizadas. 


2. Las consecuencias psíquicas: 
 
Estas consecuencias son fatales:

  • El estudio Melissa Farley de 2008 encontró que el 68% de las mujeres en situación prostitucional experimentaban TEPT de una intensidad similar a la de los ex-combatientes o las personas que habían padecido torturas.
  • El estudio de Zumbeck de 2001 en Alemania encontró que el 60% sufría TEPT muy intensos.
 Hay otros trastornos que pueden desarrollarse: todo tipo de angustia, adicciones diversas, problemas afectivos como la depresión o la bipolaridad, toda clase de dolores psicosomáticos, trastorno de la personalidad, trastornos disociativos, etc.

 
3. La negación de la realidad.
 
En 2002, Alemania aprobó una ley que legaliza la prostitución sin ningún tipo de reglamentación y esto la convierte en un trabajo como cualquier otro. Se hizo porque se pensaba que lo traumatizante no era la prostitución sino la estigmatización de estas mujeres en la sociedad. De ahora en adelante pasarán a llamarse "trabajadoras sexuales". (Es el mismo discurso que tiene ahora el lobby Amnesty International.)

 El resultado trece años después de la vigencia de esta ley es catastrófico:

  • Observamos una industrialización de la prostitución :
           Ingreso total del sector: 14,6 mil millones de euros con 3500 prostíbulos registrados. (Michael Jürgs, Sklavenmarkt Europe, 2014, p. 327)

               Creación de mega-prostíbulos con capacidad de recibir alrededor de 1000 compradores de sexo a la vez. (Chantal Louis : « Die Folgen der Prostitution », dans Alice Schwarzer HG, Prostitution, ein Deutscher Skandal, p. 70-87)
 
          Prostíbulos con tarifa plana: por 60€ se ofrece una cerveza, una salchicha y acceso ilimitado a mujeres.
 
             Ya no hace falta ir a Tailandia para encontrar turismo sexual: observamos la llegada de turistas sexuales provenientes del mundo entero, que llegan en grupos traídos por micros directamente desde el aeropuerto de Frankfurt a los mega-prostíbulos.

  • una baja del ingreso de las mujeres: 30 € por una relación sexual y ellas deben pagar alrededor de 160€ por una habitación), en la calle comienza incluso a partir de 5€.
  • una banalización de la prostitución, para mi esta violencia se convierte en estructural :
             La guía turística oficial de Munich promociona sus prostíbulos.
             Se recluta a las mujeres en la calle como "acompañantes
             Es común que los jóvenes festejen el egreso de la escolaridad en el prostíbulo.
             Una visita guiada para los nuevos estudiantes en Berlín.

        En mi ciudad, Karlsruhe, un gimnasio se encuentra justo en frente de un prostíbulo. A la noche, las mujeres se ejercitan con música y con las ventanas abiertas. Los compradores de sexo se quejaron. Hubo un juicio y el prostíbulo ganó. Esta ley protege entonces a los compradores de sexo y no a las mujeres.

  • El supuesto objetivo de la ley, es decir, proteger y apoyar a las mujeres prostituidas fracasó totalmente: de las 400 000 mujeres. solamente 44 se registraron como trabajadoras autónomas. Más de la mitad de estas mujeres trabajan en la ilegalidad, o sea, no tienen ningún seguro social y no tienen acceso a servicios médicos en Alemania. Entonces, aunque solo tengan una gripe no pueden consultar un médico.
  • Se observa una pervertización de los compradores de sexo, las prácticas son cada vez mas peligrosas y hay un aumento de las violencias contra las mujeres y una falta de protección para ellas.


Investigaciones han estudiado también la violencia en la prostitución.
  • El estudio internacional realizado por Melissa Farley en 2008 reveló las siguientes estadísticas:
                    82% de mujeres agredidas físicamente
                    83% amenazadas con arma
                    68% violadas
                    84% han estado o están sin domicilio fijo

  • Estudio de Zumbek de 2001 en Alemania: 70% fueron agredidas físicamente. (Zumbeck, Sibylle: « Die Prävalenz traumatischer Erfahrungen, Posttraumatische Belastungsstörungen und Dissoziation bei Prostituierten », Hambourg, 2001)
  • Estudio del Ministerio alemán de la familia de 2004: 82% dijeron haber padecido violencias psíquicas, 92% acoso sexual. (« Bundesministerium für Familie, Senioren, Frauen und Jugend : Gender Datenreport », 2004)
 
Teniendo en cuenta estos números es difícil hablar de un oficio como cualquier otro. Y estos estudios ya tienen más de 10 años, las cosas han empeorado considerablemente en Alemania.


 
La dominatrix Ellen Templin en 2007 constata lo siguiente: "A partir de la reforma, podemos constatar que no solamente los anuncios con cada vez más desinhibidos sino que los compradores de sexo son cada vez más brutales". Y esto es cada día. Si decimos hoy, "no, no hago esto", a menudo nos responden "vamos, no te hagas la difícil, es tu trabajo. Antes estaba prohibido exigir sexo sin protección. Hoy en día, los clientes ya preguntan por teléfono si te pueden orinar en la cara, quieren sexo sin protección de forma anal u oral. Hoy es cotidiano. Antes los compradores todavía tenían cargo de conciencia, eso ya no existe actualmente, cada vez quieren más". (p. 171-178, Alice Schwarzer HG., Prostitution, ein Deutscher Skandal, 2013)
Hay un "menú" que circula en Internet, donde los compradores pueden prácticamente elegir lo que quieren a partir de una larga lista a la carta. (www.traummaennlein.de)
 
Hay paginas en Internet donde los compradores intercambian sus experiencias: esta es la clase cosas que se pueden leer:
 
"Le separé las nalgas y le metí lentamente mi polla, lo que la hizo gemir en voz baja. Cuando llegaba al final y que la follaba cada vez con más violencia, quiso que parara y la follara en la vagina. ¡No tenia ganas, lo lamento Vanessa! Después de varios sólidos empujones, me descargué y se la metí hasta el fondo". (https://freiersblick.wordpress.com/)
 
Hace algunas semanas, recibí una nueva investigación de Melissa Farley (http://prostitutionresearch.com/.../Sex-Buyers...), que constata que los compradores de sexo presentan una estructura mental similar a los hombres que tienen un trastorno antisocial, con las siguiente características: falta de empatía, misoginia y deseo de dominar a la mujer, la práctica del sexo sin entrar en una relación, ausencia de cargo de conciencia…
 
El comprador no es entonces el tipo simpático que solo quiere un poco de sexo. No, la prostitución atrae a los psicópatas y alimenta los comportamientos antisociales de los hombres. Está claro que dichos comportamientos no quedan encerrados tras los muros de los prostíbulos sino que influyen en la relación cotidiana entre hombres y mujeres.

  • En tales condiciones, ninguna mujer alemana puede verdaderamente hacer este "trabajo". La composición de las mujeres prostituidas ha cambiado. Con la apertura de Europa al oeste, las mujeres vienen de las regiones más pobres de Europa: Rumania y Bulgaria. Y a menudo pertenecen a las minorías que viven en la extrema pobreza, como los romaníes. Actualmente alrededor del 95% viene del extranjero. Se ha convertido en una prostitución de supervivencia.
 
Sabine Constabel, una asistente social que trabaja en Stuttgart hace más de 20 años con las mujeres prostituidas, dijo lo siguiente durante una entrevista televisada:
 
"El 30% de las mujeres son jóvenes, tienen menos de 21 años. Muchas veces han sido sacrificadas por sus propias familias para sostén económico. La mayor parte no habla alemán y algunas son analfabetas. A menudo no tuvieron todavía relaciones sexuales. Estas jóvenes vienen a Alemania y son sometidas a los deseos perversos de los compradores. No tienen capacidad para decir no, para defenderse. Están completamente superadas por la situación y completamente traumatizadas. Muchas de ellas piden en seguida psicofármacos o drogas después de sus primeras experiencias. Dicen "sin eso no podemos sobrevivir". Algunas mujeres que están allí hace pocos días dicen "estoy muerta, ya no puedo reír". Otras lo soportan durante años y dicen "tengo niños en casa, debo mantenerlos". Estas mujeres están muy traumatizadas, desarrollan depresiones, pesadillas, problemas físicos, somatizan, tienen dolores de estómago, se enferman y se sienten enfermas. Desarrollan una gran desesperanza, no quieren hacer ese trabajo espantoso". (https://www.youtube.com/watch?v=BpCPKDRcFg0, 17.10.2013)
 
Para concluir me gustaría citar a Michaela Huber, presidenta de la asociación alemana de "Traumatismo y Disociación": «La sociedad debe pensar en esto y preguntarse ¿Qué es esto, qué sucede?¿Como la sexualidad llegó a desconectarse del compañerismo, del amor, de la familia? ¿Es eso lo que queremos? Es una discusión que deberíamos darnos en nuestra sociedad. ¿Queremos aceptar que millones de hombres compren cada día cuerpos de mujeres para penetrarlas? ¿Nos parece equitativo? ¿Qué sociedad puede creer que es justo? » (, 22.01.2015). »
 


Texto tomado de

http://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/dra-ingeborg-kraus-la-prostitucion-es-incompatible-con-la-igualdad-entre-hombres-y-mujeres








domingo, 14 de agosto de 2016

La razón por la cual la pornografía importa a las feministas.

La razón por la cual la pornografía importa a las feministas.
Andrea Dworkin

La pornografía es un tema fundamental porque la pornografía afirma que a las mujeres les gusta que las maltraten, que las fuercen y que abusen de ellas; la pornografía afirma que las a las mujeres les gusta que las violen, que les peguen, que las secuestren, que las mutilen; la pornografía dice que a las mujeres les gusta ser humilladas, avergonzadas, calumniadas; la pornografía enseña que las mujeres dicen NO pero quieren decir SÍ – Sí a la violencia, Sí al dolor.

Andrea Dworkin

Creo que muchas mujeres se resisten al feminismo porque es una agonía ser totalmente consciente de la brutal misoginia que perpetran la cultura, la sociedad y las relaciones.

Además: la pornografía dice que las mujeres son objetos; la pornografía dice que el ser utilizada como objeto satisface la naturaleza erótica de las mujeres; la pornografía dice que las mujeres son las cosas que los hombres usan.

Además: en la pornografía las mujeres son utilizadas como objetos; en la pornografía la fuerza es empleada en contra de las mujeres; en la pornografía las mujeres son utilizadas.

Además: la pornografía dice que las mujeres son putas, coños; la pornografía dice que los pornógrafos definen a las mujeres; la pornografía dice que los hombres definen a las mujeres; la pornografía dice que las mujeres son lo que los hombres quieren que sean.

Además: la pornografía muestra a las mujeres como trozos del cuerpo, como genitales, como aperturas vaginales, como pezones, como nalgas, como labios, como heridas abiertas, como pedazos.

Además: la pornografía emplea a mujeres reales.

Además: la pornografía es una industria que compra y vender a las mujeres.

Además: la pornografía fija el estándar en la sexualidad femenina, en los valores sexuales femeninos, en las niñas y los niños que están creciendo, y cada vez más en los campos de la publicidad, en las películas, en los vídeos, en las artes visuales, en el arte y en la literatura, en la música en sus letras.

Además: la aceptación de la pornografía significa el declive de la ética feminista y el abandono de la política feminista; la aceptación de la pornografía significa que las feministas abandonan a las mujeres.

Además: la pornografía refuerza el poder de la Derecha sobre las mujeres al hacer que el ambiente fuera del hogar sea más peligroso, más amenazador; la pornografía refuerza el poder del marido sobre la esposa al hacer que el ambiente doméstico sea más peligroso, más amenazador.

Además: la pornografía convierte a las mujeres en objetos y mercancías; la pornografía perpetúa el estatus de objeto de las mujeres; la pornografía perpetúa las divisiones contraproducentes entre las mujeres al perpetuar el estatus de objeto de las mujeres; la pornografía perpetúa la baja autoestima de las mujeres al perpetuar el estatus de objeto de las mujeres; la pornografía perpetúa la desconfianza de las mujeres en relación a otras mujeres al perpetuar el estatus de objeto de esas mujeres; la pornografía perpetúa la humillación y la degradación de la inteligencia y creatividad de las mujeres al perpetuar el estatus de objeto de las mujeres.


Además: la pornografía es violencia en contra de las mujeres usadas en la pornografía y la pornografía anima y promueve la violencia en contra de las mujeres como clase; la pornografía deshumaniza a las mujeres usadas en la pornografía y la pornografía contribuye y promueve la deshumanización de todas las mujeres; la pornografía explota a las mujeres utilizadas en la pornografía y acelera y promueve la explotación sexual y económica de las mujeres como clase.
Además: la pornografía está hecha por hombres que aprueban, usan, celebran, y promueven la violencia contra las mujeres.

Además: la pornografía explota a niños de ambos sexos, especialmente a las niñas, y anima a la violencia en contra de los niños, y practica la violencia contra los niños y niñas.

Además: la pornografía emplea el racismo y el anti-semitismo para promover la excitación sexual; la pornografía promueve el odio racial al promover la degradación racial como algo “sexy”; la pornografía idealiza los campos de concentración y las plantaciones con esclavos, el Nazi y el esclavista, la pornografía explota estereotipos raciales degradantes para promover la excitación sexual; la pornografía celebra las obsesiones sexuales racistas.

Además: la pornografía adormece la conciencia, hace que nos volvamos insensibles ante la crueldad, ante el acto de causar dolor, ante la violencia en contra de las personas, ante la humillación o degradación de las personas, ante el abuso de las mujeres y niños y niñas.

Además: la pornografía nos da un no futuro; la pornografía nos arrebata toda esperanza al igual que toda dignidad; la pornografía merma aún más nuestro valor humano dentro de la sociedad en general y de hecho roba nuestro potencial humano; la pornografía prohíbe la auto-determinación sexual a las mujeres y a los niños; la pornografía nos usa y nos tira; la pornografía aniquila nuestras posibilidades de libertad.


Publicado en Sojouner, Vol. 7. Nº 2, octubre, 1981.
Traducción: Silvia Cuevas-Morales
Fuente

https://stopalaculturadelporno.wordpress.com/





jueves, 11 de agosto de 2016

El pequeño y sucio secreto del porno

EL PEQUEÑO Y SUCIO SECRETO DEL PORNO
Traducción del artículo: Porn’s dirty little secret

Para los espectadores, la pornografía puede parecer un mundo de placer y emociones, para quienes participan en su elaboración a menudo es una experiencia plagada de drogas, enfermedades, esclavitud, tráfico, violación y abuso.


El 80% de las supervivientes de la prostitución reportaron que los clientes les ponían porno para mostrarles lo que querían, la mayoría, escenas de hardcore que implican violencia física, verbal y psicológica contra las mujeres.

El 80% de las supervivientes de la prostitución reportaron que los clientes les ponían porno para mostrarles lo que querían, la mayoría, escenas de hardcore que implican violencia física, verbal y psicológica contra las mujeres.

“Me dieron una jod%*&$#paliza … La mayoría de las chicas comienzan a llorar porque les duele demasiado…No podía respirar. Estaba siendo golpeada y estrangulada. Estaba muy alterada y ellos no paraban. Ellos seguían grabando. [Les pedí que apagaran la cámara] y ellos continuaron.”- Regan Starr.




En la foto, Luben, otra ex actriz porno, que como Regan Starr y otras muchas ha denunciado haber sufrido abusos. Luben cedió este vídeo sin cortes como denuncia donde aparece llorando y gritándole a su manager  por dejar que le hicieran cosas no pactadas contra su voluntad. Esos gritos/súplicas por supuesto no salen en la película.


La industria de la pornografía trabaja duro para mantener su imagen glamorosa, pero detrás de cámara hay una realidad de violencia, drogas y tráfico de personas. Con un poco de edición y cortes de video, los pornógrafos pueden hacer que en la pantalla,  parezca algo que se está disfrutando. Pero la versión sin cortes es una historia muy diferente. Las actrices porno son constantemente amenazadas y emocional y verbalmente abusadas por agentes y directores que las obligan a hacer cosas que  no quieren. “Eres vista como un objeto y no como un ser humano con espíritu”, escribió Jersey Jaxin, una actriz porno que dejó la industria en el 2007. “Consumen drogas porque no pueden lidiar con la forma en la que son tratadas. El 75% (de actores y actrices porno) y en aumento, consumen drogas. Tienen que engañarse a sí mismxs. Existen médicos específicos en la industria a los que si vas por un resfriado común, te dan Vicodin, Viagra, lo que tú quieras,  lo único que les importa es el dinero. Tú eres un número. Estás marcada. Tienes los ojos negros. Eres violada. Estás atada. Tienes tus adentros saliéndose.” Los pornógrafos no solamente desaparecen las dolorosas experiencias de los actores y actrices, en muchos casos también se encargan de desaparecer que algunos “actores y actrices” no tienen alternativa alguna. Parte de la mentira de los productores de porno, es que buscan que sus clientes crean que el porno que compran es entretenimiento legítimo, hecho por personas glamorosas que lo hacen porque así lo quieren. Está “bien” para el espectador disfrutarlo, porque las personas que está viendo parecen también disfrutarlo. Lo que el espectador no sabe es que las personas aparentan pasarlo bien porque detrás de escenas, muchas tienen un arma apuntándoles en la cabeza. Y si terminan de sonreír, se disparará. 

Obviamente, el tráfico de personas es un negocio subterráneo, hacer estadísticas confiables no es nada fácil. Pero los hechos en casos que han salido a la luz son escalofriantes. Por ejemplo, en 2011, dos hombres en Miami fueron hallados culpables por pasar 5 años engañando a mujeres para que cayeran en una trampa de tráfico. Ellos les prometían puestos de modelos, cuando las mujeres se acercaban para las pruebas, las drogaban, secuestraban, violaban, grababan toda esa  violencia y les vendían las cintas a las tiendas de pornografía de todo el país.


Muchas actrices porno, al igual que ocurre con muchas mujeres víctimas de trata, son captadas con falsas ofertas de trabajo como modelos, bailarinas o actrices


Ese mismo año, una pareja en Missouri fue sentenciada por obligar a una niña con retraso mental, a producir porno, la golpearon, flagelaron, sofocaron, electrocutaron, ahogaron, mutilaron y estrangularon hasta que ella aceptó. Una de las fotos para las cuales la obligaron a posar, terminó siendo la portada de una publicación de Hustler Magazine Group. Estos casos son sólo la punta del iceberg, muchos casos similares existen, y por cada víctima descubierta, innumerables más sufren en silencio. Otras son introducidas al mundo de la prostitución forzada. Dado que la pornografía hace que la prostitución y explotación sexual parezca normal, no es sorprendente que exista una fuerte relación entre el uso de la pornografía y el acudir a prostitutxs. De hecho, lo hombres que van con prostitutas han visto el doble de porno durante el último año, comparado con la población en general. 

Tampoco es sorprendente que cuando estos clientes aparecen, muchos ya vienen con imágenes porno en mano y se las muestran a las mujeres que están explotando, la mayoría de las cuales son víctimas de las mafias, controladas por chulos, y que forzarán a recrear esas imágenes. Y ellos no son los únicos en usar el porno como ilustración. “chulos y traficantes usan la pornografía para iniciar a sus víctimas en su nueva vida de esclavitud sexual,” comenta la Dra. Janice Shaw Crouse, representante de Beverley La Haye Institute. A través de la exposición al porno, estas víctimas “se desensibilizan para aceptar lo inevitable y aprender lo que se espera de ellas”. En un estudio de 854 mujeres en prostitución alrededor de 9 países, 49% dijo que se había realizado porno de ellas cuando estaban siendo prostituidas, y un 47% dijo que habían sido dañadas por hombres que las habían obligado o intentado obligar a hacer cosas que ellos habían visto en porno. Al final, el porno impulsa la prostitución, y el porno y la prostitución son los productos que el mercado del sexo ofrece.


El porno es  a la prostitución lo que el marketing a la publicidad,  una maquinaria normalizadora del uso y abuso de las mujeres como objetos (prostitución) y creadora de la necesidad de ejercer violencia y dominación sobre las mujeres.

El porno es a la prostitución lo que el marketing a la publicidad, una maquinaria normalizadora del uso y abuso de las mujeres como objetos, creadora de puteros y de la necesidad de ver y ejercer violencia y dominación sobre las mujeres para lograr excitación. Violencia que no solo se lleva a cabo sobre las mujeres prostituidas de la calle o del porno, sino sobre todas las mujeres, ya que   marca las tendencias y preferencias sexuales de quienes lo visionan, que piden luego hacer lo que ven a sus parejas o a mujeres esclavizadas sexualmente.

*Traducción: Alondra Delgado

Fuente

https://stopalaculturadelporno.wordpress.com/2014/07/31/el-pequeno-y-sucio-secreto-del-porno/


Nota: las imágenes con sus leyendas están en el original.





sábado, 23 de julio de 2016

La izquierda equivoca el rumbo en el tema de la prostitución

La izquierda equivoca el rumbo en el tema de la prostitución

por Jonah Mix

Traducción del inglés: Atenea Acevedo

Texto original: http://logosjournal.com/2016/mix/






En agosto de 2015 hubo una reunión de delegados de diversas representaciones de Amnistía Internacional en Dublín a fin de fijar su política oficial sobre la prostitución. En la resolución derivada de dicho encuentro, la ONG defensora de los derechos humanos expone su plan para “formular una política que apoye la despenalización integral de todos los aspectos del trabajo sexual consensuado”.[1] Además, la política hace un “llamado a los Estados a garantizar la protección plena e igualitaria de los trabajadores sexuales frente a la explotación, la trata y la violencia”.[2]

​La decisión de respaldar la despenalización contó, en gran medida, con el apoyo de amplios movimientos de izquierda, liberales y progresistas en los Estados Unidos, aunque muchas feministas expresaron abiertamente su oposición. En las semanas previas al encuentro de los delegados más de cuatrocientos colectivos de mujeres y activistas a título personal firmaron una carta abierta que condena la organización en torno a esta postura y exhorta a la adopción de lo que las feministas denominan el modelo nórdico.[3]

El modelo nórdico es una aproximación general a la ley reguladora de la prostitución adoptada inicialmente en Suecia en 1999. Según este sistema, también conocido como el enfoque para “poner fin a la demanda”, la venta de sexo sigue siendo legal, pero se penaliza la compra de sexo.
[4] No es fácil dar seguimiento a las industrias ilegales con precisión impoluta; sin embargo, las evidencias indican que el enfoque sueco ha logrado disminuir las dimensiones de la industria del sexo en el país, incrementar el estigma social contra quienes compran sexo y contrarrestar la expansión del crimen organizado y la trata de personas.[5] Desde entonces, otros países han instituido leyes reguladoras de la prostitución inspiradas en el modelo nórdico, como Noruega, Francia, Canadá y, en fechas más recientes, Irlanda del Norte.[6]

A pesar de gozar de un éxito medible, el modelo nórdico ha sido rechazado por la mayoría de quienes conforman el movimiento de izquierda en los Estados Unidos y prefieren el modelo de la despenalización.

La revista Jacobin, por ejemplo, ha publicado constantemente ataques contra quienes defienden el modelo nórdico,[7] al parecer sin darse cuenta de su sorprendente escisión de generaciones previas de marxistas que consideraban la prostitución como una reprobable expresión de la explotación capitalista.[8] Muchas instituciones de izquierda o liberales también se han sumado a las filas a favor de la despenalización. Especial mención merece The Economist, cuya impresionante producción de artículos a favor de la prostitución bien puede ser un curso para principiantes sobre los argumentos más comunes de la izquierda contemporánea.[9]

Zhang Haiying

De entre tantos argumentos a favor, tres se han convertido en los más populares: que las mujeres prostituidas desean la despenalización; que la despenalización da empleo, y que la despenalización permite que las mujeres prostituidas exijan derechos laborales. Por desgracia, los tres argumentos fracasan en el intento de justificar la prostitución desde una postura de izquierda. Acaso más importante aún sea el hecho de que estos argumentos contienen preocupantes implicaciones para otras posturas establecidas en la izquierda. Espero que este artículo arroje luz sobre tales contradicciones y que éstas se resuelvan a favor del abolicionismo y no a favor del alejamiento de una postura política de izquierda.

Quienes apoyan la prostitución desde la izquierda suelen contextualizar su postura en términos de “prestar atención a las trabajadoras sexuales”, implicando así que todas las mujeres prostituidas desean la despenalización.[10] No obstante, es obvio que las mujeres prostituidas no constituyen una entidad monolítica donde existe una sola opinión. Muchas mujeres, actualmente prostituidas o prostituidas en el pasado, se oponen a que se legalice o despenalice la prostitución.[11] Hace poco entrevisté a Chelsea, una mujer prostituida en uno de los muchos burdeles legales de Nueva Zelanda. “Los burdeles siguen funcionando igual que cuando eran ilegales”, dijo. “Tenemos lo peor de ambos mundos”.[12]

Según Chelsea, la despenalización fracasó estrepitosamente. Rara vez se cumplen las leyes que obligan al uso de preservativos y las mujeres que se niegan a permitir que los hombres eyaculen sobre o dentro de sus cuerpos tienen dificultades para encontrar prostituidores. Si un hombre hostiga, violenta o viola a una mujer, los proxenetas pueden negarse a revelar el nombre del delincuente, con lo cual imposibilitan la persecución del delito. Chelsea apoya el modelo nórdico: “Si tuviéramos el modelo nórdico, yo podría llamar a la policía en cuanto me pagaran, antes de que me violaran. En el marco de la despenalización, si llamo a la policía me dicen ‘¿Recibiste el dinero?’ Si respondo que sí me dicen ‘Listo, fue consensuado’”. Su perspectiva no es la única entre las mujeres prostituidas; sin embargo, es una voz que la izquierda, por lo general, rehúsa oír.

Además, tradicionalmente la izquierda ha abrazado la noción de que el debate en la opinión pública, lejos de funcionar como un “mercado de ideas” libre y equitativo, tiende a reflejar y reforzar la ideología del poder. Quienes tienen mayor probabilidad de alinearse con la narrativa dominante obtienen mayor acceso a métodos de expresión consagrados por la cultura. Tal vez las indígenas traumatizadas de Dakota del Sur que son prostituidas en los campos petroleros y las mujeres blancas de clase media que son prostituidas con el engañoso nombre de “escorts” o “acompañantes” sean igualmente capaces de transmitir sus experiencias personales en la industria de la prostitución, pero argumentar que la infraestructura mediática presentará dichas experiencias de manera equitativa al público es ingenuo y, además, contraviene el análisis tradicional de la izquierda. Dentro de un sistema que privilegia las voces con mayor probabilidad de validar al poder, “prestar atención a las trabajadoras sexuales” suele significar que se aceptan, sin la menor crítica, las declaraciones públicas de una pequeña minoría de las mujeres prostituidas, con toda probabilidad mujeres blancas, de clase media, jóvenes y con cuerpos funcionales.

Aun cuando pudiéramos reunir con objetividad las opiniones de todas y cada una de las mujeres prostituidas, quedaría un asunto sin resolver: Muchos, si no es que todos los sistemas de explotación a los que la izquierda se opone de manera unánime serían reivindicados por los propios explotados si se hiciera una consulta popular. Por ejemplo, el Partido Republicano, cada vez más conservador, goza del decidido apoyo de la clase trabajadora blanca en los Estados Unidos,[13] en tanto la mayoría de los estadounidenses en general expresa una opinión positiva sobre el capitalismo.[14] Aun así, unos cuantos o acaso ningún izquierdista diría que esas tendencias generales en la opinión pública son razón suficiente para dejar de apoyar el socialismo para alinearse mejor con las demandas autoproclamadas por el proletariado en cuestión de política pública. Tampoco se acusa rutinariamente a los izquierdistas de acallar, desdeñar o traicionar de cualquier forma a la clase trabajadora en su defensa del socialismo, a pesar de que muchos miembros de esa misma clase trabajadora están convencidos de que el socialismo es una ideología peligrosa y destructiva.


Hace mucho que la izquierda, siguiendo a Marx, comprende que la visión que cada ser humano tiene del mundo está moldeada por la ideología dominante, misma que se desarrolla en relación con estructuras específicas de poder dentro de la sociedad.[15] No sorprende que quienes conforman los cimientos de un sistema de explotación económica y política lleguen a desarrollar una conciencia social que maquilla, desconoce o incluso valida tales sistemas.

Si bien la problemática de la “falsa conciencia” y la raíz de las nociones sociales constituye un complejo tema que escapa al objetivo del presente ensayo, vale la pena contrastar la postura general de la izquierda frente al capitalismo con su defensa específica de la prostitución.

“Escuchemos a los trabajadores” no es el lema popular de los anticapitalistas, seguro porque la mayoría de los anticapitalistas saben que una ideología política conformada exclusivamente por la suma de expresiones individuales de los trabajadores conllevaría una fuerte influencia conservadora o neoliberal contraria a la postura de la izquierda. La primacía de la autodeclaración como base de una teoría política es ampliamente rechazada en todos los casos, excepto en la prostitución, donde resulta que la ideología dominante reflejada en esas expresiones individuales coincide con la postura predeterminada de muchos izquierdistas que ansían una sólida "industria del sexo".

La izquierda, en tanto ideología, es incompatible con la idea de que las demandas autodeclaradas de política pública son el único fundamento aceptable para definirse políticamente. Muchas de las leyes universalmente vistas como conquistas dentro de la izquierda (por ejemplo, la legislación contra la mano de obra infantil y la creación del salario mínimo) ni siquiera son temas en los que toda la clase trabajadora esté de acuerdo en los Estados Unidos. Es común que los trabajadores no calificados acepten empleos a cambio de salarios menores al mínimo legal por desesperación y que haya familias en tal situación de pobreza que mandar a sus hijos a trabajar se convierte en una decisión por necesidad. Nadie duda que los izquierdistas no “prestarían atención” a los niños que trabajan y los adultos que trabajan por cinco dólares la hora si a estos trabajadores se les ocurriera solicitar la legalización de esa forma de “empleo”. Sin embargo, es evidente que los argumentos planteados desde la izquierda para despenalizar la prostitución no serían esgrimidos para despenalizar esas otras prácticas.

Esos argumentos que defienden la prostitución están plagados de implicaciones no deseadas en lo que respecta a otras industrias explotadoras. Por ejemplo, muchas personas de izquierda afirman que, sin la despenalización, las mujeres prostituidas no pueden exigir prestaciones de salud y otros derechos laborales. No obstante, igual sucede con quienes trabajan ilegalmente por menos del salario mínimo. 
Si bien la Ley de Normas Laborales Justas[16] está técnicamente diseñada para permitir a toda persona trabajadora la solicitud de una remuneración y pago por horas extra, quienes trabajan fuera del circuito legal (especialmente inmigrantes, adultos jóvenes y la denominada “mano de obra no calificada”) casi siempre carecen de la capacidad de exigir estas prestaciones debido a su ambigua situación legal.

En respuesta, podría decirse que reducir o abolir el salario mínimo permitiría a estas personas salir de la clandestinidad y exigir derechos en el marco de la Ley de Normas Laborales Justas, tal como se dice que la despenalización de la prostitución funcionaría. Pero muy pocos izquierdistas dirían que abolir el salario mínimo es una medida aceptable para garantizar la seguridad de los trabajadores, aun cuando la eliminación de las leyes salariales les permitiera exigir derechos hoy reservados a otras personas.

De igual modo, desde la izquierda se dice que una legislación que castigue a los prostituidores arrebatará el sustento a las mujeres prostituidas y podría, según versiones extremistas, lanzarlas a la indigencia, la hambruna y la muerte. Ante todo, hay que señalar que esta postura parece contradecir la noción izquierdista igualmente popular de que la prostitución es mayormente una decisión voluntaria de una mujer, tomada sin coerción ni desesperación. Al vincular la abolición con el hambre y la muerte, quienes defienden la despenalización reconocer de manera implícita que “trabajar” en la industria del sexo suele ser la última frontera que separa a una mujer de la miseria. Esta objeción tampoco consigue coincidir con la afirmación común en la izquierda de que las leyes orientadas a controlar la prostitución son ineficaces, pues su capacidad de evitar el empleo de las mujeres sería prueba de la reducción exitosa de la industria del sexo.

Contradicciones aparte, rara vez la izquierda ha apoyado la existencia de otras industrias solo porque abolirlas pudiera causar pobreza o pérdida de empleo. Por ejemplo, una investigación dentro de la empresa Tennesse Timber and Lumber que data de 2013 reveló que un niño de 14 años operaba con regularidad una sierra de mesa de trabajo.[17] La reacción jurídica (multar al empleador y demandar el cese inmediato de esta peligrosa tarea) refleja el enfoque del modelo nórdico y, en términos generales, coincide con la postura izquierdista frente a la mano de obra infantil.

En casos así sería sumamente improbable que los anticapitalistas exigieran que se permitiera la continuidad de la mano de obra infantil para evitar la pobreza del menor o su familia. La izquierda tampoco ha problematizado la exigencia de abolir la denominada mano de obra esclava en talleres del Tercer Mundo, a pesar de que el cierre de este tipo de fábricas suele causar el desempleo y la pobreza de los trabajadores. De hecho, es difícil pensar en una sola industria, con excepción de la dedicada a la explotación sexual, que la izquierda haya defendido exclusivamente con el argumento de garantizar el empleo estable dentro del capitalismo. Esta táctica es mucho más común entre capitalistas conservadores que gustan de esgrimir el argumento de “la creación de empleo” para manifestarse en contra de la intervención y la normatividad de los gobiernos.


Un ejemplo más extremista de este doble rasero es la opinión de la izquierda frente al tráfico ilegal de órganos. Como reportó la BBC en octubre de 2013, hay una creciente tendencia entre los trabajadores del Tercer Mundo a recurrir a la venta de órganos para pagar microfinanciamientos.[18] 

Recientemente, los noticiarios turcos informaron del arresto de un empresario israelí acusado de organizar la extracción y venta de órganos de refugiados sirios.[19] En la superficie, la venta de órganos humanos cumple los criterios para favorecer la despenalización según la izquierda: actualmente es ilegal, es decir, las normas laborales y de salud no son aplicables, y actualmente hay personas que participan del tráfico que sufrirían privaciones económicas si se aprobara la legislación que las incapacitara para vender sus órganos. Así, la despenalización permitiría un ejercicio más consistente de los derechos laborales y garantizaría el beneficio económico de quienes formaran parte de las transacciones. Resulta extraño, pues, que una publicación como Jacobin no haya señalado aún a quienes se oponen a legalizar la extracción de órganos como paternalistas o retrógradas que niegan a los refugiados sirios la autonomía sobre sus propios cuerpos.

Hagamos el sarcasmo a un lado. Es innegable que el apoyo a la despenalización se deriva hasta cierto punto de la legítima convicción de un beneficio efímero para las mujeres prostituidas. Sin embargo, más allá de que así sea o no, los izquierdistas que llaman al apercibimiento legal como método para mitigar los daños respaldan una lógica peligrosa: que los sistemas opresivos deben mantenerse solo porque los oprimidos dependen de ellos para su supervivencia. En otros casos, la incapacidad de los trabajadores para sobrevivir sin entrar en una relación salarial se presenta como evidencia de un sistema inherentemente explotador. Los izquierdistas suelen considerar al trabajo asalariado como opresivo en sí mismo, en específico porque se trata de un sistema que no ofrece otras alternativas de supervivencia. No está claro, pues, por qué la izquierda invierte esa misma lógica para determinar que el valor ético de la prostitución como industria se deriva de manera directa y no inversa de la necesidad que orilla a las “trabajadoras”.

Quienes declaran públicamente creer en el fin de la opresión y la explotación deberían de ponderar las implicaciones de negarse a actuar en contra de un sistema porque la supervivencia de demasiados individuos dentro de dicho sistema depende de su continuidad.
Según esa lógica, la izquierda tendría menos probabilidades de pronunciarse por la abolición de un sistema cuanto más se profundizara su capacidad de explotación. Es probable que muchos sistemas históricos que hoy son objeto de condena universal, desde la esclavitud previa a la Guerra de Secesión hasta las terribles fábricas de camisas del período entre ese conflicto armado y la Primera Guerra Mundial, hubiesen evitado los cuestionamientos si los activistas de la época hubieran adoptado este esquema de reducción de daños. No cabe duda que muchas de las objeciones que plantea la izquierda, como decir que eliminar la prostitución dejará a las mujeres en condiciones aún peores o que el problema de fondo no es el sistema, sino la violencia ejercida contra determinadas mujeres prostituidas, resultan odiosamente parecidas a las objeciones de los dueños de esclavos en el sur y los moderados del norte en los momentos más candentes del movimiento abolicionista en los Estados Unidos.

Sin duda, estos argumentos reflejan el deseo personal de muchas mujeres prostituidas (las “trabajadoras sexuales” a las que los defensores de la despenalización se jactan de escuchar), que se concentran en la supervivencia en el plazo inmediato y sacrifican el cambio social de largo aliento. Esta postura no es producto de la tontería, la irreflexión o la falta de valor moral.
Es, más bien, consecuencia de las condiciones concretas de un sistema opresivo que aprovecha la desesperación y la transforma en una mayor participación activa en los mecanismos de explotación. El capitalismo siempre ha dependido de la negociación faustiana al diseñar sus políticas con base en las acotadas demandas de los individuos para después cargarlos con la culpa cuando no consiguen trascender su condición. El papel tradicional de la izquierda ha consistido en dar la vuelta a estas limitantes individuales mediante la confrontación organizada del poder, no en simplemente atenuar sus efectos más devastadores. Si la izquierda creyera en la capacidad de las decisiones individuales de los poderosos o los oprimidos de cohesionarse espontáneamente para propiciar el cambio social positivo, no hablaríamos de izquierdistas, sino de liberales.

Para ser claro: el objetivo de enfatizar la contradicción de estas normas no es afirmar que la prostitución es, en términos generales, comparable al trabajo fuera del circuito legal en restaurantes, la mano de obra infantil, el tráfico de órganos o el capitalismo en general. Se trata, más bien, de demostrar que adherirse a posturas autodeclaradas de política pública, como la ampliación de las normas laborales, la garantía del empleo e incluso la mitigación de los daños en el corto plazo, no constituye en sí misma una razón convincente para que la izquierda apoye la prostitución; además, el propósito es evidenciar que la lógica subyacente a dichos argumentos se reduce de inmediato a la defensa del capitalismo libertario. Dicho de otro modo, este argumento peca de fracasar o de excesivo éxito, pues no solo justifica la prostitución, sino otras posturas que la izquierda no puede sostener sin comprometer su congruencia ideológica. Tengo pues la esperanza de que quienes adviertan esta contradicción la resuelvan con una clara orientación hacia el abolicionismo, en lugar de alejarse cada vez más de una sólida y eficaz política de izquierda.


 Notas
 [1] https://www.amnesty.org/en/latest/news/2015/08/global-movement-votes-to-adopt-policy-to-protect-human-rights-of-sex-workers/
[2] Ibíd.
[3] http://catwinternational.org/Content/Images/Article/617/attachment.pdf
[4] http://www.government.se/articles/2011/03/legislation-on-the-purchase-of-sexual-services/
[5] http://www.government.se/contentassets/3f21caa844a14c1fbf5884c21b3e0c6e/press-releases-20062010—cristina-husmark-pehrsson
[6] http://www.niassembly.gov.uk/assembly-business/legislation/current-non-executive-bill-proposals/human-trafficking-and-exploitation-further-provisions-and-support-for-victims-bill-/human-trafficking-and-exploitation-further-provisions-and-support-for-victims-bill-/
[7] https://www.jacobinmag.com/2013/08/prostitution-law-and-the-death-of-whores/
[8] Pensemos, por ejemplo, en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado de Engels, que puede leerse aquí: https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/el_origen_de_la_familia.pdf. Lenin, Mao, Castro y otras figuras del marxismo-leninismo también se mostraron inflexibles en su oposición a la prostitución por distintas razones.
[9] Muchos de estos artículos pueden consultarse aquí: http://www.economist.com/topics/prostitution.
[10] Hay un ejemplo de este enfoque en: http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/aug/03/prostitution-sex-workers-amnesty-meryl-streep-lena-dunham Y aquí la réplica de Helen Lewis en el mismo diario: http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/aug/09/listen-to-sex-workers-but-which-ones.
[11] Entre los colectivos de mujeres anteriormente prostituidas y organizadas en favor del modelo nórdico se encuentran, entre muchas otras, SPACE (Survivors of Prostitution-Abuse Calling for Enlightenment) o EVE (antes Exploited Voices Now Educating).
[12] Estas declaraciones de Chelsea fueron tomadas de una serie de entrevistas realizadas por correo-e en agosto de 2015. Tuve contacto inicial con ella el año pasado mediante diversos grupos abolicionistas, donde pude confirmar su historia con la información que me brindó sobre el tiempo que pasó en burdeles de Nueva Zelanda.
[13] http://www.people-press.org/2012/04/17/section-1-general-election-preferences/
[14] http://www.gallup.com/poll/158978/democrats-republicans-diverge-capitalism-federal-gov.aspx
[15] La mejor síntesis de la postura de Marx en cuanto al papel de las condiciones materiales para generar una ideología se encuentra en el prefacio a la obra Contribución a la crítica de la economía política.
[16] http://www.dol.gov/whd/flsa/
[17] http://www.dol.gov/whd/media/press/whdpressVB3.asp?pressdoc=Southeast/20130320_2.xml
[18] http://www.bbc.com/news/world-asia-24128096
Fuente

http://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/la-izquierda-equivoca-el-rumbo-en-el-tema-de-la-prostitucion