jueves, 6 de septiembre de 2012

La Prostitución


La Prostitución

por Alberto B Ilieff

 

Introducción al tema

La prostitución no es un tema sencillo, por el contrario, su persistencia en el tiempo y en distintas sociedad, su resistencia a ser tomado  como hecho social y convertido en objeto de estudio, nos están mostrando en algo su complejidad.
Varios son los elementos que intervienen hasta convertirla en este sistema complejo que es, el sistema prostituyente. Esto significa que un acercamiento debe comprender distintos vectores. Pretender hacer girar todo alrededor de la persona en prostitución, en su supuesta psicología o genética, o en cualquier otra forma de naturalizar, es simple reduccionismo que encubre al andamiaje social que genera y sostiene este sistema.
La prostitución no es un hecho casual, anecdótico en la vida de quién la ejerce y tampoco en el entramado social.

La objetividad es una ilusión que se debe tener siempre a la vista cuando se encara un tema y sobre todo de esta índole porque la prostitución no es algo que está ahí afuera, en un barrio marginal o en determinados sectores, todos, todas, en la medida en que formamos parte de esta sociedad, de esta ciudad, de este barrio, con nuestra opinión, en el modo como miramos al prostíbulo, con nuestra moral, prejuicios, supuestos, con lo que nos despierta la persona en prostitución, estamos tomando una posición ante este hecho, lo sepamos o no, y es desde esa posición que observamos y analizamos la situación.

Considerar a la prostitución como algo “natural”, algo que siempre existió y existirá, como parte de alguna necesidad humana, es cerrar los ojos y, sin decirlo, aceptar que sea así, aceptar que siga existiendo sin cuestionamiento alguno, y sobre todo, significa desentendernos de la responsabilidad social, del cuestionamiento e investigación de sus causas y efectos.
Dentro de este cuestionamiento deben entrar otros lugares comunes, que hacen también a esta toma de posición, como por ejemplo pensar que la prostitución tiene como componente fundamental y casi diríamos excluyente, a la sexualidad. ¿ Por qué no pensar que la práctica sexual –no estoy hablando de la sexualidad en toda su profundidad sino de la práctica, del hacer, de los gestos- en el caso de la prostitución, se halla impresa dentro de estrategias de poder, de sometimiento, de uso, que son más importantes y que tienen mayor peso que la sexualidad? Mientras se crea que la prostitución está ligada a la sexualidad será más difícil deshacer el entramado porque entonces quedará ligada a lo corporal, a la necesidad o deseo humanos, y se olvidará que la sexualidad es también parte del ordenamiento social, que puede ser analizada también, o quizá con más relevancia, como modo de control social, desde parámetros tales como el modo de vinculación, del concepto que se tiene de la sexualidad, del poder, del “destino” fijado para determinados sectores de clase, por decir algunos.

Tan es así que cuando miramos de cerca al hecho social que es la prostitución encontramos inmediatamente distintos componentes como pueden ser el sexismo, capitalismo especialmente en su etapa neoliberal, discriminación, racismo, xenofobia, misoginia y otros. Cada uno de estos elementos puede ser abordado separadamente o en relación con los otros desde diferentes miradas ideológicas y donde las instituciones culturales hacen de filtros.

La prostitución es un dispositivo de control social que sirve para mantener determinado ordenamiento que disciplina, controla, enseña y produce un sistema de desigualdad y un modo de vinculación entre hombres y mujeres.

Frente a esta complejidad se han tomado al menos tres grandes grupos de intentos de resolución:
Cada uno de ellos representa una mirada diferente no solamente ante este hecho social sino también con relación a sus componentes, distintas miradas ante las personas en prostitución, ante los prostituidores o “clientes”, ante los proxenetas, rufianes, tratantes, y ante la mujer en general, el cuerpo y la sexualidad. Por esto no es superficial o asunto de pragmatismo la postura que se tome, cada una de ellas implica profundas consecuencias.

En este espacio trataremos de ir desgajando los principales temas.



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