domingo, 29 de marzo de 2020

Prostitución por continentes: América


Prostitución por continentes: América
14 marzo, 2019

“En algunas calles de México D.F. 50 pesos son suficientes para comprar doce latas de cerveza, tres tortas y el cuerpo de una niña de 16 años”. Esta afirmación hecha por la web Criminalistica.mx nos da a entender una realidad tan brutal como sobrecogedora, y es que hablar de prostitución en América es hablar también de prostitución infantil.

Los datos, a groso modo, que dan en la web son realmente terribles. Según señala UNICEF-MÉXICO, “hay una intervención directa de redes de carácter internacional que promueven el hecho de que los niños puedan entrar a estas actividades, tanto de pornografía como de prostitución siendo menores de 18 años”. Se estima que en México, alrededor de 30 mil menores de edad, son víctimas de la prostitución y el abuso sexual infantil.

“Un informe remitido a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, cita varios países latinoamericanos, entre otros Colombia, donde el número de niños de la calle que se prostituyen en Bogotá se habría quintuplicado en seis años”. Sobre América del Sur y Central, el informe constata la llegada a Chile de cientos de niñas, lo cual constituye “un fenómeno nuevo“.  En varios clubes nocturnos de la capital mexicana, se obligaba a niños a prácticas zoofílicas. En Perú aumenta un fenómeno conocido como “fleteo”: adolescentes y  niñas se prostituyen a domicilio para ayudar a sus familias o para comprar droga. En el norte del continente, Estados Unidos cuenta, según el informe, “con redes muy estructuradas de venta de cintas de carácter pedófilo”  nos informa Criminanistica.mx.

 México, prostitución en la frontera
Rita María Hernández, directora de la Comisión Unidos contra la Trata afirma que “en México la prostitución no está reglamentada ni prohibida; en realidad está tolerada”, y el 96% de las mujeres que lo practican ha experimentado situaciones traumáticas y de violación. Cada año se producen más de seiscientos viajes turísticos internacionales que tienen como destino este país, de los cuales alrededor del 20% confiesan viajar en busca de sexo y en el 3% de los casos para consumir sexo con menores. Esto arroja la terrible cifra de 3 millones de personas que anualmente viajan por el mundo buscando sexo pedófilo. Se calcula que en la capital hay al menos 70.000 personas ejerciendo la prostitución; 70% son mujeres, 25% travestis, transexuales y transgénero, el 5% restante hombres, y alrededor de 18.000 del total son menores. Solo en la capital.

Y es que en México se dan dos circunstancias muy peculiares que tal vez no se den en otros países del continente americano y es que confluyen las corrientes de inmigración que parten desde países de América del Sur tratando de cumplir el sueño americano, con la movilidad propia del turismo sexual, algo que ha provocado que existan auténticos corredores de prostitución bien dedicada a una cosa u otra, según destino.

En Ciudad Hidalgo, situada a 125 km de la frontera sur se desconoce por completo el número total de prostitutas que ejercen. La mayoría de ellas llegan desde países del sur y tratan de localizar a alguien que las pueda ayudar a llegar a la frontera del norte. Mujeres que han pagado a “coyotes” para realizar guiadas ese viaje, se encuentran de repente en habitaciones de hoteles insalubres, abandonadas y engañadas por quienes se han llevado su único dinero con la promesa de acercarlas a la frontera de Estados Unidos (5.000$ cuesta ese acercamiento) y sin más recurso para sobrevivir que venderse de cualquier manera en la calle. Los altos niveles de delincuencia, las mafias dedicadas al narcotráfico, las de trata o las de tráfico de personas, convierten las calles de esta ciudad, sin luz y sin presencia policial, en un infierno.

Hay estados en que existen más de 12.000 bares y cantinas donde trabajan cerca de 30.000 mujeres centroamericanas, de las cuales un 80% son de Honduras.

Este último año, con la llegada de las caravanas de inmigrantes han pedido asilo en México 26.566 personas, de las cuales el 48% son mujeres.  Los abusos, la violencia y el hambre de la que huyeron en sus países es lo único que encuentran. Hay mujeres que tienen tan asumido el hecho de que van a ser violadas por el camino o al legar a las fronteras que toman anticonceptivos solo por prevenir embarazos aunque no tengan pareja y viajen solas con sus hijos. Las mafias y las bandas organizadas aprovechan la precaria situación de estas mujeres para perpetuar la violencia de la que ellas han huído.

Desde Europa creo que no somos capaces de imaginarnos siquiera el auténtico infierno de estas mujeres que, pese a todo lo que han soportado, aún tienen esperanza y luchan, con todas sus fuerzas por un futuro mejor para sus hijos.

La precaria situación económica tanto de las mexicanas como de las inmigrantes, lleva a muchas de ellas a tener tan solo dos opciones para sobrevivir; la prostitución o el narcotráfico, y si se deciden por la primera es tan sólo porque ante la permisividad y tolerancia del gobierno, tienen menos riesgo de ser detenidas y encarceladas.




Otras fronteras
La existencia de un tipo de prostitución fronteriza se da también en otros países, como por ejemplo Venezuela, en donde las mujeres cruzan a Colombia para ejercer en un país donde pueden ganar en una hora el salario equivalente a un mes de trabajo en su país. Algunas de ellas pueden quedarse en ciudades más o menos cercanas, como Medellín en donde hay auténticas batallas por zonas de trabajo y por tarifas aplicadas a los clientes que distan unos cinco dólares más o menos según la mujer sea colombiana o venezolana. La cifra que se maneja es de alrededor de 4.500 mujeres venezolanas ejerciendo la prostitución en Colombia. Otras muchas, sin embargo, han preferido emigrar a Ecuador donde sus servicios son pagados en dólares estadounidenses.

En Panamá la prostitución no se considera ilegal, no existe ninguna norma que lo dicte, pero en ese vacío legal existente se penaliza solo a los proxenetas y la trata, hecho que, al igual que en otros países ocurre, hace que prolifere la expansión de bares y hoteles donde desarrollar esta actividad de forma encubierta.

En Perú esté penalizado el proxenetismo al que se le suele añadir el delito contra la libertad.

En Guatemala los casos investigados por trata de personas han aumentado en los últimos años un escalofriante 625%. La mayoría de mujeres que caen en el engaño de ser llevadas a Estados Unidos se encuentran posteriormente abandonadas en hoteles y el zonas rurales, donde salir del mercado de la trata en el que han entrado sin querer es casi imposible. El país se lanza como uno de los lugares de turismo sexual hasta el punto de que han tenido que endurecer los controles de fronteras con México, El Salvador y Honduras, así como extremar el cuidado en puertos y aeropuertos.

Se considera que en Honduras hay 48.500 víctimas directas del turismo sexual que recaudan 12,3 millones de dólares, lo que supone un 2,7% de PIB con lo cual está siendo incentivado por organizaciones completamente legales.

Esta situación en Guatemala y Honduras se agrava todavía más cuando la mujer es indígena ya que las leyes en defensa de la mujer indígena solo pueden actuar cuando el caso se da en menores. Con las personas adultas hay un vacío legal además del rechazo de toda la comunidad a la que pertenecen ya que la prostitución está considerada una traición a sus valores.

En Chile la prostitución como tal no está tipificada como delito pero si está penado el “abuso de poder o de confianza que promueva la prostitución”.

En Brasil la prostitución no es ilegal aunque sí lo es y está penado trabajar en burdeles, explotar a menores, alquilar lugares para ejercerla y el proxenetismo. Se calcula que hay unas 75.000 mujeres brasileñas ejerciendo la prostitución en el mundo como emigrantes en otros países, pero la cifra realmente alarmante es la de que existen dos millones de niños y niñas de entre 10 a 15 años obligados a prostituirse.

En Costa Rica la prostitución es legal y solo les piden, como requisito, ser mayores de 18 años y tener libreta sanitaria.

Nevada es el único estado de USA que permite la prostitución, y la mayoría de los burdeles se concentran en Las Vegas. En el resto la prostitución es ilegal y perseguida no solo a quienes ofrecen sus servicios sino también a quienes los compran, de hecho, hay partidas presupuestarias para investigar y procesar a los clientes. En Nueva York la oferta y la demanda están penadas con hasta tres años de cárcel aunque también se da la modalidad “delivery” consistente en llevar a las chicas directamente a la casa particular del putero y pagar con tarjeta bancaria.  Una forma efectiva de burlar la ley y donde cobra hasta el chófer que las traslada. No sería extraño que algún día veamos (horrorizadas) en este sentido aplicaciones para el móvil.

La prostitución es ilegal en Nicaragua y se calcula que hay unas 14.000 mujeres de diferentes orígenes ejerciéndola. La mayoría de ellas lo hacen de forma oculta bien por no reconocerse como prostitutas, bien porque sus familias no saben que lo son o bien, por el contrario,  también se da el caso de las que reivindican su derecho a serlo. Muchas se agrupan en la Asociación de Mujeres Trabajadoras Sexuales Girasoles que cuenta con unas 2.300 socias.

Nicaragua ha sido el primer país en capacitar a las trabajadoras sexuales como facilitadoras judiciales a fin de que estas puedan resolver sus conflictos laborales.

 Cuba o el paradigma de la no existencia
En Cuba no es posible saber exactamente cuántos hombres, mujeres y niñas o niños se prostituyen. Ni siquiera se puede dar una cifra porque en Cuba la prostitución tiene unas dimensiones particulares que lo convierten en un caso aparte, distinto al resto de países latinos y que hacen prácticamente imposible el sondeo.

En teoría la prostitución está penada por ley pero el gobierno niega por completo su existencia marginal escudándose en la libertad que ofrece la comunidad cubana frente al liberalismo de terceros países y, sin embargo, Cuba es uno de los referentes internacionales del llamado turismo sexual. De hecho, Cuba siempre ha tenido proyectos igualitarios en materia de educación y hay muchas mujeres que tras graduarse en una carrera de ingeniería o medicina terminan ejerciendo la prostitución por falta de otros recursos laborales. Castro llegó a bromear diciendo que “las nuestras son las putas más cultas del mundo”.

“En los tiempos de la revolución las mujeres buscaban el sexo por poder, al caer el muro de Berlín lo buscaron por dinero. Tras años de bloqueo y caos económico ahora lo buscan como un medio lícito de ganarse la vida”. Hasta tal punto es algo normal en la isla que para muchas personas es una profesión a la que pretenden aspirar y que ha dejado de ser un estigma social. No es raro encontrarse con niños y niñas que aspiran a casarse con un extranjero, algo que creen que pueden lograr desde la prostitución y que, en caso de no alcanzar completamente, siempre les va a suponer un peldaño de ascenso en la escala social.

Padres y madres pueden presumir de que sus hijos e hijas, independientemente de su edad, estén saliendo con extranjeros. En un país donde se sobrevive con menos de un dólar al día, estar con un extranjero que se considera un síntoma de solvencia económica. Lo grave de la situación y que la hace tan diferente es que de la prostitución parece depender la buena marcha de toda la economía de la isla. De no ser por las prostitutas y de los recorridos turísticos, habría cientos de pequeños bares, tiendas y pequeños hoteles de los que dependen familias enteras y que no podrían sobrevivir sin el impacto económico que supone el turismo sexual. El gobierno, consciente de este hecho y haciendo primar el torticero significado de libertad y libre elección, se planeta legalizarla equiparándola a cualquier otro trabajo.

Hablar de la prostitución en el continente americano es sin duda hablar de una larga historia de explotación en la que se juntan características diferenciales a las de otros lugares. El colonialismo, las distintas etnias, las comunidades indígenas, las guerras internas que siempre la han azotado  y el narcotráfico, hace que no se pueda hablar del tema sin clasificarlo por países y sin que se pueda olvidar ni por un momento su propia idiosincrasia. Hablar de prostitución en América latina es hablar siempre de una terrible e histórica injusticia en la que como siempre las mujeres han corrido con la peor parte.

Las corrientes feministas actuales, muchas de las cuales están a favor de la legalización, tienen aquí una explicación más compleja, puesto que históricamente han vivido de forma subjetiva fenómenos de explotación que no hemos vivido, por ejemplo, en Europa.  Si partimos de la premisa de que la prostitución anula cualquier subjetividad y deja a la mujer convertida en un objeto de consumo a manos de los hombres, los abusos cometidos casi de manera industrial, hace que muchas mujeres vean en la legalización de la prostitución una forma de empoderamiento y de independencia económica. Otras lo pueden ver como un mal menor ya que el horizonte de una vida mejor es demasiado lejano como para ser alcanzable. La estructura socioeconómica, con una evidente disparidad en la distribución de la riqueza, los núcleos rurales tan alejados de las grandes ciudades y las pocas opciones laborales condenan a muchas personas al empobrecimiento y la vulnerabilidad. La mayoría de la población tiene unos niveles de pobreza por debajo de lo mínimamente aceptable según dice UNICEF, lo que implica la repetición de estos roles de pobreza y marginalidad. Con la globalización y  los avances tecnológicos, las fronteras parecen haberse borrado y las metas personales son más altas y más difíciles de lograr por lo que para muchas familias, para muchas mujeres, la alternativa de salir de la pobreza, de su país, vivir lejos de las zonas en guerra o empobrecidas por ellas, lejos del narcotráfico y de sus secuaces, lejos de una explotación casi segura en manos de mafias, de maras, de proxenetas, guerrilleros incluso de ONG´s, vivir en otro lugar aunque sea prostituyéndose es una alternativa muy válida.

De poco sirve la teoría ante un estado de violencia estructural tan intensa y férrea. De poco nos van a valer las teorías feministas si no hay detrás un estado que de verdad quiera resolver estos problemas y trate de aplicar una política de alternativas dignas para toda la población. De nada nos sirve a las feministas europeas, blancas y libres hablar a estas mujeres de subjetividad, de libertad, de alternativas laborales si luego los gobiernos y las leyes no hacen prácticamente nada por ofrecerles una vida mejor.

Tras tantos datos y cifras descorazonadoras la sensación de impotencia me abruma. Tratar de dictar “normas” pertrechada tras un simple portátil y desde la cómoda Europa me parece casi un insulto al dolor de todas estas mujeres, y sin embargo, como feministas tenemos que hacerlo, tenemos que seguir haciendo feminismo para la vida, un feminismo completo en el que incluyamos la lucha de las mujeres de cualquier condición en cualquier rincón del planeta como una lucha propia y común.

Las feministas conocemos que el 90% de las mujeres en esta situación están deseando salir de la misma y que no cuentan con apoyos de ningún tipo, que más del 70% son agredidas físicamente, que más del 60% son violadas por sus proxenetas, que el 87% de las mujeres prostituidas han padecido violencias físicas antes de los 16 años, que casi el 80% de las mujeres en prostitución comenzaron a ser prostituidas siendo menores de edad, que el 68% de las mujeres presentan Trastorno de Estrés Postraumático y eso es por lo que tenemos que seguir luchando y levantando la voz a pesar de las otras muchas voces que, aprovechando la coyuntura especial de las mujeres latinas en sus países de origen, tratan de vendernos la prostitución como la única salida posible para ellas.

La prostitución no puede ser una aspiración o un proyecto de vida porque entonces estamos condenando a miles de vidas a la esclavitud.


Por Nina Peña (@ninapenyap)

Fuentes y artículos consultados.

http://paginabierta.mx/prostitucion-cadena-de-explotacion-y-discriminacion/
http://generoconclase.blogspot.com/2010/06/la-prostitucion-en-latinoamerica.html
http://cued.mx/blog/la-prostitucion-en-mexico-un-fenomeno-evidente-que-nadie-quiere-ver/
https://docplayer.es/6503600-Estudio-exploratorio-sobre-trata-de-personas-con-fines-de-explotacion-sexual-en-argentina-chile-y-uruguay.html
http://generoconclase.blogspot.com/search/label/contra%20la%20prostitución
https://www.criminalistica.mx/areas-forenses/criminologia/1249-introduccion-al-problema-social
https://es.panampost.com/priscila-guinovart/2017/03/16/las-prostitutas-del-socialismo-en-america-latina-por-ellas-no-marcha-nadie/
https://www.panamaamerica.com.pa/nacion/prostitucion-la-actividad-que-crece-en-la-ilegalidad-868620
https://www.monografias.com/trabajos16/explotacion-menores/explotacion-menores.shtml
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2008-03-18/la-prostitucion-trabajo-o-esclavitud_522626/
https://www.periodistadigital.com/america/sociedad/2018/12/20/la-megaestafa-de-uruguay-prostitucion-extorsion-cocaina-autos-de-lujo-hoteles-y-mucho-dinero.shtml
https://www.infobae.com/america/venezuela/2017/07/27/the-economist-mas-venezolanas-desesperadas-recurren-a-la-prostitucion-en-colombia/
https://www.youtube.com/watch?v=RqFmLoASDOk
http://latratadepersonasenmexico.blogspot.com/2014/04/aspecto-historico-y-perspectiva-actual.html




Fuente:











“Si un político defiende que la prostitución es un trabajo como cualquier otro, debería demostrarlo prostituyéndose”
Ana de Miguel es profesora del Departamento de Filosofía Moral y Política de la Universidad Rey Juan Carlos y ha participado esta semana en la II Escuela de Pensamiento Feminista de Aragón, organizada por el Gobierno autonómico

“Nos dicen que han elegido libremente ser diputado o diputada, ser ejecutiva o de emprendedora con 3.000 euros de sueldo y, claro, ¿qué van a hacer si otras eligen estar desnudas, en bragas rojas, con tacones tras un escaparate?”

“La libre elección es una tomadura de pelo para los que no pueden elegir nada. El esquema neoliberal es que todo se puede comprar y vender, y es repugnante”

“A la derecha neoliberal le compensa apoyar lo que llaman ‘libre elección’ de las mujeres en el aborto para justificar la prostitución y los vientres de alquiler”
Ana Sánchez Borroy   - Zaragoza
28/04/2019 -






La filósofa Ana de Miguel (Santander, 1961) ha participado esta semana en la II Escuela de Pensamiento Feminista de Aragón, organizada por el Instituto Aragonés de la Mujer. Discípula de Amelia Valcárcel y de Celia Amorós, dirige el curso de “Historia de las teorías feministas” del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid.


Desde que escribió Neoliberalismo sexual, ¿piensa que el mito de la libre elección se ha ido imponiendo más todavía o está retrocediendo?
Francamente, creo que estamos consiguiendo combatirlo. Lo que pasa es que es un gota a gota, conferencia a conferencia, charla a charla, libro a libro... Mi experiencia y la de otras compañeras es que no hay un sitio en que demos una charla en que no acabe todo el público convencido. Sin embargo, es muy difícil contrarrestar a todo el mundo de la creación, de los medios de comunicación de masas… el mundo que llega a los jóvenes y las jóvenes.

El arte y la creación inhibe su juicio crítico; el mito de la libre elección se mueve en eslóganes que llegan muy bien a la gente joven y al resto también. Son eslóganes de tipo "porque tú lo vales", "tú, que eres libre", "que eres una transgresora" que tratan de uniformarles y hacerles a todos idénticos. A través de una libertad entendida como libre elección, se les está introduciendo una concepción de la vida que se reduce a considerar tu cuerpo y el de los demás como un recurso para el éxito social, incluso para ganar dinero en la prostitución

La libertad y la libre elección es un gran valor por el que ha luchado mucho el socialismo y el feminismo, entendido como no estar sujeto ni subordinado a nadie. Ahora, este valor se reconvierte en una apología del capitalismo neoliberal, que mantiene que todo se puede comprar y vender y que el único límite es el consentimiento individual de las personas. Este es el esquema neoliberal, que es repugnante: todo se puede comprar y vender. El mundo es un centro comercial, tonta serías si no sacaras partido a tu mejor recurso, que es tu cuerpo. Es tremendo.

¿Cómo funcionan esos eslóganes del mito de la libre elección?
Por ejemplo, “mi cuerpo es mío” es un eslogan del movimiento feminista, con todo derecho. Es muy importante: significa “mi cuerpo es mío” en el sentido de que no es tuyo ni del Estado; no es de otros. El neoliberalismo lo ha convertido en la idea de que tu cuerpo es tu mercancía, en “tráelo al mercado, nos interesa ponerlo detrás de un escaparate y venderlo”, en “sácale rendimientos” a lo que una socióloga denominaba “tu capital erótico”.

Por eso, tenemos unas generaciones nuevas en las que su cuerpo se ha convertido en su cárcel. Para ellos, el cuerpo es una fuente de identidad muy importante, de valorización, y esperan mucho del sentido de su vida a través del éxito que les pueda dar su cuerpo. La cuestión es cómo este neoliberalismo sexual refuerza a su vez el neoliberalismo económico. La desigualdad entre hombres y mujeres siempre ha actuado legitimando el orden social y económico de cada tiempo. Entonces, ahora, la idea de que el sexo es bueno, que se puede y se debe comprar y vender, de que no hay límites para la compra y venta de los cuerpos... refuerza todo el neoliberalismo global, que es la supercreencia de que todo se puede comprar y vender.




Ana de Miguel en la II Escuela de Pensamiento Feminista de Aragón
Ana de Miguel en la II Escuela de Pensamiento Feminista de Aragón JUAN MANZANARA / ZARAGOZA


Le preguntaba si el mito de la libre elección está avanzando desde 2015, porque ahora algunos partidos políticos han abierto también el debate de los vientres de alquiler...

Sí, la prostitución y los vientres de alquiler tienen más cuestiones similares que distintas, porque las dos significan convertir el cuerpo de las mujeres en un cuerpo de libre acceso para que los demás disfruten de lo que entienden que es su placer o su sentido de vida, en forma de placer sexual o de tener un hijo como sentido de vida. Es un cuerpo para que se realicen sus deseos. También hay gente que hace del sentido de su vida follar con mujeres: llegar a X cifra, probar todas las etnias... Cuando el debate de los vientres de alquiler llegó a este país, hace cinco o seis años, creamos el lema "no somos vasijas". Era una respuesta desde la filosofía moral y política, utilizando la frase de Aristóteles de que las mujeres son “como vasijas vacías” en las que los hombres ponen el semen creador. De esta forma, con esa frase, creábamos argumentos, que es lo que necesitamos para convencer a la gente.

Con el tema de los vientres de alquiler se ha conseguido de una manera relativamente rápida y profunda porque la argumentación es de mucho peso sobre el mundo que queremos hacer, como sociedad, no como personas individuales, sino como comunidad humana que somos. La clave del éxito es que toda la izquierda y todo el feminismo, a pesar de muchas renuencias iniciales, al final ha comprendido que no podía apoyar convertir a las mujeres por libre elección en cuerpos de libre acceso. Porque cuando dejamos a la libre elección cuestiones importantes, ¿qué estamos ofreciendo a la gente que solo tiene su cuerpo, como les ocurre a los millones de personas que llegan por el sur o el este de Europa? Cuando dices que se prostituya solo la que quiera, estamos diciendo que se prostituyan las que no tienen más que su cuerpo.

La izquierda se ha puesto de acuerdo, pero en los partidos de la derecha...
(Interrumpe) Es que la derecha no tiene vergüenza, ¿qué vamos a decir? Quienes mantengan que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera, quienes defiendan que las mujeres tienen que ser libres para venderse o vender trozos de su cuerpo… si un político o una política mantiene esto, tiene una oportunidad de oro de demostrárnoslo. Si les parece que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera, con lo que están invitando a alumnas y a miles de parados de este país a que tomen nota y lo realicen, que nos demuestren que es un trabajo como otro cualquiera: igual que van a un mercado, se ponen un delantal y venden pescado un rato, que vengan al polígono Marconi y que se prostituyan unas horas. Así nos mostrarían que es un trabajo como otro cualquiera. Si no, pensaremos que son unos hipócritas: nos dicen que han elegido libremente ser diputado o diputada, ser ejecutiva o de emprendedora con 3.000 euros de sueldo y, claro, ¿qué van a hacer si otras eligen estar desnudas, en bragas rojas, con tacones tras un escaparate? ¿Tú has elegido las bragas y el escaparate y yo he elegido ser diputada para luchar contra el independentismo? Es que la libre elección es una tomadura de pelo para los que no pueden elegir nada.

¿Le preocupan los cuestionamientos que hacen partidos como el PP, Vox o incluso PACMA del derecho al aborto?
El derecho al aborto no me preocupa tanto porque creo que el tren de la libertad, hace ya años, marcó un hito. El derecho al aborto no es una cuestión de mercado. Por eso, nada tiene que ver con el mito de libre elección, no es comparable con los vientres de alquiler o con la prostitución. Es cierto que los derechos de las mujeres siempre están en cuestión, pero creo que a la derecha neoliberal le compensa mucho más apoyar lo que llaman “libre elección” de las mujeres en el tema del aborto para justificar la libre elección en la prostitución y los vientres de alquiler. Y es así porque hay mucho dinero por medio, hay un grandísimo negocio. Las agencias ganan fortunas y están en manos de personas que tienen nombres y apellidos, ligadas al poder político. Es algo que ocurre a escala mundial.

¿También es un mito, en cierta medida, la elección de nuestro propio físico? Con dietas, cirugía estética…
Sí, es una disciplina corporal brutal, sobre nuestro yo individual y colectivo. Los mitos dan respuesta a cuestiones importantes para el ser humano, con una verdad irracional y de forma narrativa, artística. Hay que tener en cuenta que estamos en una sociedad en la que no se suministra a los jóvenes y las jóvenes respuestas sobre el sentido de su vida. Lo que escuchan continuamente es que no hay futuro, que esta sociedad es una mierda, que qué va a ser de ellos, que van a formarse mucho y trabajar en precario… el discurso oficial que les llega es un horror.

A la vez, de forma acrítica, vehiculada en canciones o películas, les va a llegar una verdad distinta: que la vida sí tiene sentido si me miras aquí, en bikini, lo guapa que estoy, la ensalada tan buena que me he tomado, lo feliz que estoy en el gimnasio… Es patético. ¿Por qué es un mito? Porque la felicidad de las personas que aparecen en las revistas, si es que la tienen, no viene de ahí: viene de que tienen muchísimo dinero, tienen familias estables, declaran que lo más importante son esas familias.

Estamos en plenas elecciones generales, ¿piensa que el 8M puede influir en las urnas?
Sí, claro que influirá. Porque no es solo el 8M; voy mucho a las librerías y la cantidad de libros que hay muy bien escritos sobre el mito de libre elección, sobre cómo se reproduce la desigualdad en sociedades como la nuestra, sobre explicar los fundamentos de la división entre chicos y chicas como algo que envenena las relaciones entre ellos... Hay muchísimas cosas publicadas muy buenas. Creo que el 8M es también la consecuencia de que los jóvenes y las jóvenes discuten en los botellones y los institutos. A la vez, hay mucha confusión, pero la tarea de una vida es ir deshaciendo esa discusión.


Fuente





¿Quién está detrás del discurso para regular la prostitución?


¿Quién está detrás del discurso para regular la prostitución?

02/04/2019
Autora
Sandra Díez
Estudiante de Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid y Feminista

Desde hace algún tiempo, asistimos a lo que algunos denominan una “ruptura” en el seno del movimiento feminista. Sin embargo, no deberíamos hablar de dos posturas ni de una escisión, sino más bien de una intrusión, un “caballo de Troya” infiltrado en el seno del feminismo (pese a los que muchos quieren hacer creer, históricamente abolicionista de la prostitución, la pornografía, los vientres de alquiler y cualquier forma de explotación de las mujeres) que tiene unos objetivos muy diferentes a la liberación de la opresión patriarcal.

¿Quién hay detrás de la defensa del sistema prostitucional? ¿Quién está empleando tantos medios para presentarlo como una opción laboral? cuando las cifras solo reflejan explotación, violencia, y desigualdad contra las mujeres. El 70% de las víctimas de trata son mujeres y niñas, según el informe de la UNOCD de 2018. Y la trata con fines de explotación sexual es la más frecuente, según el mismo informe. Además, basta escuchar cualquier testimonio de mujeres supervivientes del sistema prostitucional para conocer la realidad. Recientemente escuchábamos a Amelia Tiganus y Melanie Thompson o a Sonia Sánchez en BBC Mundo hace un año. No es casual que desde hace años el discurso que presenta al sistema prostitucional y a toda la industria del sexo como un “trabajo” y de “libre elección” haya empezado a ocupar espacio en la opinión pública. Se ha instalado incluso en sectores feministas, pues es lógico que sus defensores necesiten instrumentalizar la lucha feminista para legitimarse. Por ello es necesario ponerles nombre y apellidos, localizarlos y desactivar su estrategia comunicativa.

A nivel mundial surge una figura clave cuando nos referimos al lobby regulacionista. Es la del multimillonario George Soros (el trigésimo hombre más rico del mundo). Soros fundó en el año 1993 The Open Society Foundations (OSF). El objetivo de la organización, que opera en decenas de países, es apoyar a organizaciones e individuos para luchar por la “libertad de expresión, por gobiernos que rindan cuentas y sociedades que promuevan la justicia y la igualdad”. Grosso modo, la fundación se encarga de financiar aquellas causas que considera justas. En el presente artículo no vamos a juzgar la labor de la OSF en otros ámbitos, tan solo la que promueve una descriminalización total del sistema prostitucional y silencia la verdadera realidad de las mujeres prostituidas y la violencia y explotación a la que se ven sometidas.

¿Cuál es el objetivo final de George Soros? Esta pregunta no es fácil de responder. Sin embargo, el sistema prostitucional es sin duda uno de los más lucrativos negocios del mundo, y Soros es al fin y al cabo un hombre de negocios. Algunos le han definido como uno de los representantes del “filantrocapitalismo”. Hay quien ya ha advertido sobre el riesgo que corren los sistemas públicos si se nutren en demasía de organizaciones filántropas como las de Soros, que no olvidemos que gozan de numerosos beneficios fiscales que evitan que las arcas públicas reciban una gran cantidad de dinero. Basta recordar las palabras de una de las primeras teóricas del feminismo, Mary Wollstonecraft, para estar alerta con hombres como Soros: “Es justicia y no caridad lo que necesita el mundo”.

Desde hace algún tiempo, asistimos a lo que algunos denominan una “ruptura” en el seno del movimiento feminista. Sin embargo, no deberíamos hablar de dos posturas ni de una escisión, sino más bien de una intrusión, un “caballo de Troya” infiltrado en el seno del feminismo

Estrategia para legitimar la prostitución

La estrategia de la OSF para favorecer a la industria del sexo consiste en inyectar cantidades de dinero en diferentes organizaciones alrededor del mundo que actúan como lobbies del regulacionismo, principal beneficiario de que el sistema prostitucional se regule y se normalice y así aumentar su legitimación social. Sus escudos son el feminismo, el colectivo LGTB, la lucha contra el sida y por los derechos humanos en general. La pretendida defensa y promoción de estas luchas es usada por la OSF para legitimar una de las instituciones fundacionales del patriarcado, la prostitución. Su propaganda a favor de la descriminalización y la regulación tiene como resultado la creación de una “realidad alternativa”, una visión parcial, completamente alejada de la explotación y violencia que sufren miles de mujeres y niñas alrededor del mundo.

La supuesta preocupación de la OSF por las mujeres prostituidas ignora todas las opresiones y violencias que se suceden en la industria del sexo. Su visión, producto de una ideología neoliberal y simplificada, reduce la cuestión a un intercambio, una simple transacción entre una persona que ofrece “un servicio” y otra que lo paga. Una decisión “libre” entre dos individuos.

Los argumentos expuestos para justificar la regulación no están fundamentados en investigaciones o en las propias experiencias de países con modelos regulados (artículo traducido del periódico alemán Spiegel sobre las consecuencias de la regulación en Alemania; Aquí sobre la experiencia de Nueva Zelanda). Por supuesto, ignoran completamente la violencia, las cifras de trata, las opresiones que confluyen en este sistema, quiénes son las principales personas afectadas (mujeres, pobres e inmigrantes) etc. Se trata de un análisis extremadamente simple, basado en el mito de la “libre elección” y en experiencias individuales, cuyo objetivo principal es la idealización de la prostitución, presentándola como algo completamente diferente a la trata. Como algo deseable.




Beneficiarios del lobby regulacionista

Para desactivar este discurso patriarcal y neoliberal que pretende explotar a mujeres de todo el mundo, es necesario, ante todo, localizar cómo está estructurado y cuáles son sus mensajes. Los beneficiarios de la OSF que defienden el discurso a favor de la de la prostitución están repartidos por todo el mundo, son organizaciones, asociaciones y también periodistas e investigadores que funcionan como un lobby que favorece el sistema prostitucional y se infiltra en las luchas que hemos señalado previamente, el propio feminismo, el movimiento LGTB y la lucha contra el sida. A continuación, presentamos a algunos de los baluartes del discurso proprostitución y sus conexiones.

La Red Umbrella Fund (nacida en 2012) es una de las principales organizaciones que promueve alrededor del mundo el “trabajo sexual” y que proporciona apoyo financiero a otras entidades (su distinción es un paraguas rojo que hace acto de presencia en muchas de las concentraciones a favor del “trabajo sexual”). Su principal objetivo es instalar la idea de que prostitución y trata no son lo mismo y justificar y promover la idea de la prostitución como trabajo, sin apenas dedicar atención a los datos que no refuerzan su ideario. Aquí nos encontramos con el denominador común de estas organizaciones, antes comentado: ignorar los datos sobre la explotación sexual en el mundo. En uno de sus documentos ofrecen medidas para luchar contra la trata. Ninguna incluye, por supuesto, la condena de los “empresarios” y a los prostituidores. Sus propuestas son, de nuevo, un lavado de cara del sistema prostitucional, carentes de cualquier análisis crítico: “fortalecer los derechos de los trabajadores sexuales”; “cambiar la percepción social del trabajo sexual”. El único objetivo es crear dos realidades distintas entre prostitución y trata.

Elaboran también informes sobre la situación de los “trabajadores sexuales” en diferentes países. Por ejemplo, en el caso de China, su informe consta tan solo de un par de páginas en las que conversan con varias personas anónimas que se presentan como “trabajadores sexuales”. No hay datos sobre violencia, sobre trata, número de mujeres, hombres o personas trans que ejercen la prostitución, sobre las condiciones de vida de estas personas, sobre la demanda, ni ninguna información que sea útil desde el punto de vista de la investigación. Tan solo una imagen “empoderada” y de “autonomía” de estas personas, así como el intento por establecer una relación entre la regulación de este “trabajo” y la mejora de derechos de las mujeres, el colectivo LGTB y las personas seropositivas.

Este discurso se reproduce una y otra vez en todo el material ofrecido por los beneficiarios de las donaciones de la OSF. A partir de la Red Umbrella Fund vamos a continuar destapando la actividad de otras de las organizaciones que apoyan el sistema prostitucional.



Como se muestra en la captura de pantalla, dos de las entidades que colaboran, económicamente y en otros aspectos, con Red Umbrella Fund son la OSF y Mama Cash. Esta última es una asociación fundada en Holanda con el objetivo de defender los derechos de las mujeres y niñas a través de la financiación de diferentes iniciativas en todo el mundo.




Mama Cash y OSF están directamente involucradas en el nacimiento de la Red Umbrella Fund en 2012. En las capturas siguientes, extraídas de las páginas web de la Red Umbrella Fund y Mama Cash, se explica cómo se forjaron algunos de los encuentros entre Soros y la organización holandesa.



En esta captura se narran los primeros encuentros en 1997 entre Soros y los entonces máximos responsables de Mama Cash, Lilliane Ploumen (Ministra de Exteriores de Holanda hasta 2017) y Will Janssen (quien actualmente ostenta un cargo en otra organización que promueve los derechos humanos y el desarrollo, Hivos, también apoyada por la OSF).



Esta captura, extraída de la historia de Red Umbrella Fund, cuenta cómo la OSF y Mama Cash promovieron en 2009 la colaboración entre “donantes” y “trabajadores sexuales”, uno de los momentos en los que se gestó la aparición de la organización de los paraguas rojos. Aparecen también Hivos, donde ahora trabaja uno de los exdirigentes de Mama Cash. La relación entre OSF y Mama Cash está en el origen de muchas de las acciones que el lobby regulacionista ha llevado a cabo en todo el mundo en los últimos años.

Desde Mama Cash, han llegado a publicar artículos pidiendo la no criminalización de los “clientes de trabajadores sexuales” (prostituidores). No deberíamos permitir que se hablara de una ruptura dentro del feminismo entre quienes defienden a prostituidores y quienes pretenden destruir el sistema que permite la explotación y cosificación de las mujeres. Debemos hablar de una injerencia que trata de enfrentar el discurso feminista abolicionista y que utiliza luchas loables y necesarias para mantener los privilegios que el patriarcado otorga a los hombres.



El lobby regulacionista en España

En España, el feminismo está siendo igualmente atacado por el lobby regulacionista. Pero como ocurre en el resto del mundo, éste se ha infiltrado en el seno de la propia lucha para conseguir justificar su discurso desde el propio movimiento, basándose en la ideología neoliberal (“yo decido sobre mi cuerpo”) y sin ningún análisis crítico sobre el sistema prostitucional y su origen como institución fundacional del patriarcado. De nuevo surge la figura de George Soros. En España, ha recibido dinero de Mama Cash y de la OSF de Soros el Fondo de Mujeres Calala, que también apoya y difunde el discurso del “trabajo sexual” en la misma línea arriba explicada y seguida por el resto de las organizaciones. En la captura de abajo podemos ver que ambas fundaciones aparecen entre las entidades que han colaborado con Calala.



Calala promociona desde su twitter la visita de Georgina Orellano, una de las dirigentes de AMMAR, organización que promueve en Argentina el “trabajo sexual” (con una dirigente procesada por delitos de trata)






Las injerencias de Soros en España no acaban ahí. El pasado marzo la Open Society Foundations inauguró una sede en Barcelona, donde el discurso regulacionista cuenta con mucho poder y con el apoyo de algunas autoridades políticas. De hecho, entre los años 2016 y hasta el 2018 Aprosex, conocida asociación que combate el discurso abolicionista y que está detrás del ilegalizado sindicato OTRAS, recibió subvenciones de más de 25.000€ por parte del ayuntamiento de Ada Colau y la Diputación de Barcelona. Ahora la OSF cuenta con presencia física en una ciudad donde las voces que defienden el sistema prostitucional ya son bastante fuertes. Además, no hay que olvidar que España es, y Barcelona muy concretamente, uno de los países europeos con mayor consumo de prostitución, y la entrada al viejo continente desde África y América Latina.

Una vez que alguna de las organizaciones con conexiones con Soros inyecta dinero a alguna de las entidades que abanderan el feminismo, éstas comienzan a promover el discurso que idealiza la prostitución. Ocurre los mismo con dos de las principales organizaciones que promueven los derechos humanos en el mundo: Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Ambos se han posicionado a favor de despenalizar la prostitución y a todas las partes implicadas, lo que ellos consideran “empresarios” o “intermediadores”, pues solo hablan de proxenetismo si existe coerción o violencia explícita, ignorando muchas otras situaciones; y los mal llamados “clientes”. Ambas han recibido dinero de la OSF.

En la captura número 1, el dinero recibido por AI de la OSF en 2014 y en la número 2 la cantidad recibida en 2015. En 2016 la “donación” vuelve a aumentar hasta los 610.000€. Human Rights Watch (captura número 3) empieza a recibir dinero de OSF a partir del año 2011 (es cuando figura por primera vez en su informe de cuentas, en el de 2010 no aparecía).















Captura 1
















Captura 2






      
Captura 3
El lobby regulacionista en el resto del mundo

En Latinoamérica una de las organizaciones con mayor influencia y defensora del mismo discurso idealizador de la prostitución es la argentina AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina). Esta organización ha recibido también financiación de Mama Cash (aquí una de las principales caras de AMMAR, Georgina Orellano, hace referencia a la relación de la organización argentina con Mama Cash).

En Argentina, algunas de las dirigentes de AMMAR han sido investigadas por delitos de proxenetismo. La Cámara Federal de Apelaciones de Mar de Plata procesó en abril de 2018 a María López, dirigente de AMMAR en esa zona, por el delito “de trata de personas con fines de explotación sexual, bajo la modalidad de captación y acogimiento, agravado por el engaño y abuso de la situación de vulnerabilidad de tres mujeres, a quienes explotaba sexualmente en un prostíbulo que regenteaba en la intersección de las calles Guido y Bolívar”. Alika Kinan, sobreviviente de trata argentina y feminista abolicionista, ha criticado siempre duramente cómo AMMAR trata de presentar la prostitución como una opción laboral. Ella mejor que nadie sabe cuál es el horror que las mujeres prostituidas sufren, por ello lucha por desenmascarar el discurso de AMMAR, que, en sus propias palabras, “da a los proxenetas y tratantes todo lo que necesitan para armar su discurso”.

Pero AMMAR no es la única organización financiada por OSF cuyos miembros han sido investigadoa por la justicia por delitos de proxenetismo. La NSWP (Global Network of Sex Work Project) es otra de las principales voces difusoras del discurso a favor del sistema prostitucional. Con sede en Edinburgo, está directamente relacionada con la aparición de la Red Umbrella Fund (en la captura de abajo se puede ver que el paraguas que cubre el logo de la NSWP es el de la RUF). En 2015, la que fue vicepresidenta de la NSWP, Alejandra Gil Cuervo, fue condenada en México a 15 años de cárcel por delitos de trata con fines de explotación sexual. Gil Cuervo, conocida como “Madame Sullivan”, era una de las principales voces por la descriminalización de la prostitución en México y referente en otros muchos países. Su hijo fue también condenado (recurrieron la sentencia, pero a día de hoy no se ha resuelto y continúan en prisión). Varias mujeres relataron cómo las controlaba y llevaba todas las cuentas y el control de sus vidas. En este artículo, publicado en The Guardian y traducido por Traductoras para la Abolición, la activista y escritora feminista Kat Bayard escribe sobre cómo es posible que la NSWP llegara a ser consultor de ONU SIDA en materia de prostitución.

Cuenta con varios “socios” alrededor del mundo, incluso en algunas de las zonas más pobres y más desiguales en cuestiones de sexo. Resulta curioso que esta asociación considere que es más urgente, en países como la India (el más peligroso en el año 2018 para las mujeres según la Thomson Reuters Foundation), una organización de “trabajo sexual” que otra que combata esa desigualdad y ofrezca a las niñas y mujeres una educación y una defensa frente a una sociedad misógina donde las mujeres sufren una violencia brutal y sus opciones para desarrollar su vida son prácticamente nulas.

La National Network of Sex Worker es uno de los miembros de la NSWP en la India. Su línea de actuación es idéntica a todo lo explicado anteriormente. La India es el país donde las mujeres sufren más riesgo de ser víctimas de explotación sexual (Informe Fundación Thomas Reuters). Las cifras sobre la violencia sexual en el país asiático son escalofriantes: en 2016 se registraron un total de 38.947 denuncias por violación, en 20.000 de las cuales las víctimas fueron menores. Todo ello sin contar las prácticas culturales y consuetudinarias que afectan a las mujeres, como son el matrimonio infantil. ¿Hay que suponer que las mujeres indias eligen “libremente” ser prostituidas?

En julio del pasado 2018 la India aprobó por primera vez una ley para luchar contra la trata, la “Trafficking in Persons (Prevention, Protection & Rehabilitation) Bill”. La medida ha sido defendida por activistas como Sunitha Krishnan, fundadora de la ong Prajwala, que ayuda a las mujeres prostituidas a rehabilitarse y reinsertarse en la sociedad. Krishnan lleva años enfrentándose a los proxenetas y exigiendo a las autoridades indias su implicación en la lucha contra esta forma de esclavitud. En su blog personal la activista defendió la importancia que esta ley podía tener para la lucha contra la trata. Las voces en contra llegan de fundaciones como la NNSW, la Red Umbrella Fund y la NSWP. De nuevo condenan la criminalización de los “clientes” y el cierre de burdeles.

El ejemplo de la India, que sucede en muchos otros países con cifras de violencia contra las mujeres muy elevadas y con patriarcados muy fortalecidos, refleja cómo funciona el lobby regulacionista. Elaboran un discurso que convierte el “trabajo sexual” en algo “empoderante” y lo presentan como opción laboral. Para ello utilizan las voces de las “trabajadoras sexuales”, pues sería imposible que el mensaje prosperara si los verdaderos creadores de este discurso salieran a la luz, e ignoran las voces de mujeres que cuentan la verdadera realidad. Utilizan supuestas experiencias individuales que hablan de “libre elección” y dan la espalda al contexto de machismo, racismo y pobreza. Tampoco hablan de cifras y se limitan a establecer relaciones causales que los países con modelos regulacionistas no han podido probar, como el fin de la violencia. En Alemania al menos 55 mujeres prostituidas fueron asesinadas entre 2002 y 2015 por “clientes” o personas relacionadas con el mundo de la prostitución, se registraron otros 29 intentos de asesinato y otros actos violentos que no fueron tenidos en cuenta (los datos fueron recogidos por organizaciones abolicionistas del país).

Consecuencias del discurso por la regulación

Cuanta más desigualdad exista en un país más dañino será este discurso, pues más se afianzarán esas desigualdades y se reducirán las oportunidades para las mujeres y niñas. A no ser que pretendamos dejar su futuro en manos de un hombre blanco millonario, debemos localizar a las organizaciones que, bajo el paraguas del feminismo, los derechos del colectivo LGTB o de la lucha contra el sida, son financiadas por la OSF como parte de la estrategia mundial del lobby regulacionista para apoyar a la industria del sexo y legitimar a los “empresarios” y a los propios hombres que utilizan el dinero para acceder al cuerpo de las mujeres. Mientras las mujeres seamos parte del mercado no existirá una verdadera igualdad y miles de mujeres y niñas serán víctimas en todo el mundo de la explotación más brutal que podamos imaginar.

No es solo la OSF de Soros, otras fundaciones aparecen repetidas veces entre los apoyos que reciben las organizaciones que apoyan este discurso. Soros no invierte solo en entidades, sino que también cuenta con un programa, el “OSF Fellows”, por el que escoge a varios investigadores, que no sean periodistas, que durante 18 meses trabajan a favor de algunas de las causas que la OSF promueve. Los brazos de Soros son largos, se extienden a muchos círculos, pero a veces es imposible unir todas las piezas.

No obstante, las conexiones entre OSF, Mama Cash, la Red Umbrella Fund y la NSWP son evidentes. El origen del dinero que las mueve y su unificado discurso son la prueba de que funcionan para los mismos intereses. Podemos, pues, empezar por buscar su presencia allí donde detectemos un intento por legitimar el sistema prostitucional, con especial atención a los países más desiguales, donde es más complicado combatir este discurso. Para evitar que las mujeres acaben prostituidas es necesario luchar para que los hombres no se conviertan en prostituidores.

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AUTORA
Sandra Díez
Estudiante de Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid y Feminista

Fuente
https://tribunafeminista.elplural.com/2019/04/quien-esta-detras-del-discurso-para-regular-la-prostitucion/


Nota: el formato, imágenes y negritas están en el original