lunes, 14 de noviembre de 2016

¿La prostitución es un modo de vida deseable?



¿La prostitución es un modo de vida deseable?
Amelia Valcárcel  21/05/2007

 A nadie le gusta hablar de la prostitución, ni tampoco que se haga visible en nuestras vidas. Sin embargo, muchas personas que no la contemplan en el horizonte de lo deseable para ellas mismas, no tienen reparos en manifestar que la prostitución pueda ser un modo de vida para "algunas" mujeres. Ahora bien, ¿es la prostitución una opción vital semejante a cualquier otro trabajo? Ciertamente es un modo de vida para los "empresarios del sexo" que buscan la normalización legal y social de su dinero. Porque no deberíamos olvidar que la prostitución es el tercer negocio en beneficios y que una parte sustancial de este negocio reposa en la "economía criminal". Está comprobado que alrededor del mundo de la prostitución se produce un aumento del tráfico de drogas, la delincuencia y otros delitos.

También la prostitución es el modo de vida de las mafias que trafican con mujeres. Es un hecho que prostitución, trata y tráfico de mujeres están íntimamente relacionados. Los datos son persistentes y dan cuenta de cuál es el mapa de origen y social de esas mujeres: en España más del 90% de las mujeres dedicadas a la prostitución son inmigrantes en situación irregular; más de medio millón de mujeres y niñas son víctimas de este fenómeno. Este único dato, el volumen de tráfico de seres humanos, sirve para desbaratar cualquier pretensión de "honorabilidad" para traficantes y "empresarios del sexo". Hoy sabemos que sin tráfico de mujeres la prostitución en España no sería un negocio. Pocas son en el presente las mujeres españolas abocadas a la prostitución por vulnerabilidad o exclusión social. La realidad es que, cuando en una sociedad aumentan los espacios de igualdad y el nivel de vida, disminuye drásticamente el número de mujeres del propio país que se dedica a la prostitución.



Vulnerabilidad, marginación y pobreza son las causas que llevan a la prostitución, no sus consecuencias. La prostitución cursa con la feminización de la pobreza. Las mujeres del tercer mundo vienen a nuestros países por la pobreza de los suyos. Vienen al primer mundo, alentadas o engañadas por las mafias de traficantes, para mejorar su vida y, sin embargo, terminan dentro de la prostitución como horizonte vital. La mayoría no salen de ese mundo también por la pobreza, porque tienen que mantener y cuidar a su familia, porque tienen que pagar deudas a quienes las están explotando. Busquemos donde busquemos es el rostro de la pobreza y la indefensión lo que podemos ver en los de todas estas mujeres explotadas y traficadas. ¿Regularizar la prostitución las ayudaría? Holanda y Alemania que han optado por ello están comprobando que el tráfico y la prostitución clandestina se han intensificado. Por tanto, si lo que se quiere es ayudar a esas mujeres y no el volver respetables a las mafias, que no parece un objetivo serio de política alguna, lo que debe hacerse es realizar programas de inclusión social, abordar políticas de igualdad que frenen o eviten la vulnerabilidad, pobreza y marginación. Éste es el mundo real.

Pero además, del hecho de que la prostitución exista, no se sigue que tenga que seguir existiendo. Vayamos al mejor de los mundos posibles: puede argumentarse que en un mundo ideal, sin explotación, sin tráfico, algunas mujeres podrían libremente querer prostituirse. Por ahora ese mundo no existe ni lleva visos. Pero aún si se llegara a tan improbable marco, habría que recordar que no siempre el consentimiento legitima una práctica, ni mucho menos la convierte en un trabajo. Las mafias, pero también algunas personas bienintencionadas, insisten mucho en la vinculación de consentimiento y trabajo. No está de más recordar que eso es una falacia. Nunca que un modo de vida sea elegido supone que ese modo de vida sea automáticamente deseable. ¿Puede, por ejemplo, un individuo libre desear ser esclavo? No podemos descartarlo. ¿Convierte eso a la esclavitud en una práctica recomendable? Seguro que no. La esclavitud fue abolida y cuando esto sucedió muchos esclavos lloraron. No siempre consentir o incluso querer legitima lo que se hace ni a quién lo hace. El consentimiento no convierte en trabajos a una gran variedad de actividades. La prostitución no es ningún buen modelo de relación laboral, ni de relación entre hombres y mujeres. Si incluso lo tomáramos, por un instante, en serio ¿qué modelo de relación laboral sería? Uno que colisionaría frontalmente con nuestra normativa en materia de derechos laborales. ¿Habría que aceptar este trabajo cuando no apareciera uno preferido en primer lugar? ¿Tendría cursos de formación y reciclaje? Estas preguntas pueden provocar hasta una sonrisa, sin embargo, son severas y pertinentes. Los trabajos son así.


Hay un estigma y nadie puede negarlo, pero cualquier regulación enviaría a la sociedad un mensaje equivocado, porque contendría una dimensión pedagógica. La ley educa a la ciudadanía. ¿Deseamos educar a nuestras hijas e hijos en que la prostitución es una actividad aceptable? ¿Deseamos transmitirles que comprar o venderse es un modelo pertinente de relación entre los sexos? ¿Podemos desear esto y a la vez mantener la noción mínima de ciudadanía e igualdad? Este breve repaso nos lleva a compartir las conclusiones del informe propuesto por la Comisión Mixta Congreso-Senado de los Derechos de la Mujer. Parece bastante acertado y prudente que esa Comisión, que ha escuchado todos los argumentos y oído todas las posiciones, se haya decantado por rechazar que la prostitución sea un modo de vida deseable y aceptable.


Amelia Valcárcel, catedrática de Filosofía Moral y Política de la UNED, es miembro del Consejo de Estado. Firman conjuntamente este artículo además Victoria Sau, Celia Amorós, Teresa Gisbert, Rosa Cobo, Inmaculada Montalbán y Alicia Miyares.

Fuente
http://www.elpais.com/articulo/opinion/prostitucion/modo/vida/deseable/elpporopi/20070521elpepiopi_4/Tes



Regulación del negocio sexual




REGULACIÓN DEL NEGOCIO SEXUAL

Prostitutas con síndrome de guerra
Las mujeres que se prostituyen pueden sufrir patologías similares a las de un soldado que ha entrado en combate
MARICEL CHAVARRÍA - 04/02/2006 - Barcelona



Prostituirse es comparable, a efectos psicológicos, a entrar en combate contra tropas enemigas. Las personas que ejercen la prostitución sufren un índice de estrés postraumático igual o superior al que registran los soldados que han estado en la guerra. "El solo hecho de dejar que un desconocido penetre en tu cuerpo causa un estrés importante; si a eso se añade la experiencia de haber sido maltratada o insultada en este contexto, las posibilidades de reproducir muchas de esas sensaciones de pánico y sobresalto cada vez que la prostituta se encuentra con un nuevo cliente son muy elevadas", indica Consuelo Barea, médico y psicoterapeuta, especialista en el maltrato psicológico de la mujer.

El periódico danés Urban recogía recientemente una opinión similar de la psicóloga Birgitte Lieberkind. Según esta especialista en mujeres que tratan de salir de la prostitución, el mero hecho de no saber si el cliente será violento ya supone gran estrés. Estudios internacionales demuestran que dos tercios de las prostitutas de calle sufren PTSD (siglas en inglés del desorden por estrés postraumático) y la mayoría, problemas derivados de esa explotación: sólo se libran de una enfermedad de transmisión sexual un 15%, y prevalece el carcinoma de cuello uterino.

"Hay una gran hipocresía al abordar el tema sanitario en la regulación de la prostitución - dice Barea-: cuando un sanitario detecta una enfermedad de transmisión sexual hay que avisar a los posibles contagiados, pero, ¿se hará con los clientes de las prostitutas? Dicen que se las tratará de las secuelas psicológicas, pero será difícil solventar su pánico en cada acto de su oficio, pues conlleva una violencia sexista brutal; es increíble lo que tragan esas mujeres".

El estrés postraumático puede aparecer tras experiencias de guerra, torturas, desastres, accidentes, ataques terroristas o la pérdida de un ser querido. Cuando una prostituta ha sufrido una o dos situaciones de maltrato puede sufrir el trastorno: tener flashbacks, revivir la pesadilla. Otros síntomas incluyen la dificultad de concentración y la irritabilidad. Además, las prostitutas comparten el síndrome de Estocolmo con las mujeres maltratadas, los niños abusados, los soldados en manos de tropas enemigas y quienes han estado en campos de concentración.

"Para que se dé el síndrome deben producirse las cuatro a: una amenaza, alguna amabilidad, el aislamiento y el aprendizaje de que no hay escape del terror", explica Barea, autora de Manual para mujeres maltratadas que quieren dejar de serlo."La mayoría de las prostitutas se inician con métodos violentos por parte de su chulo y muchas han sido víctimas de abusos en su infancia, casi siempre por parte de un familiar", dice Barea.



El consumidor de prostitución no sólo busca sexo, también dominio, abuso de poder... incluso las escasas prostitutas vocacionales acaban en una casa de reposo si siguen unos cuantos años en la profesión, asegura Barea:
"Sacarlas de la calle no es la solución, a juzgar por experiencias de países con sistema reglamentarista: sigue habiendo igual o mayor maltrato y se fomenta el tráfico. En Alemania se espera que lleven 40.000 mujeres para cubrir las necesidades sexuales durante el Mundial de fútbol; no puede extrañarnos que los hombres de nuestra sociedad consideren a la mujer un bien de consumo. En ese país una mujer perdió el paro por no aceptar un trabajo de camarera que implicaba prostituirse". En Alemania se la considera una actividad laboral y toda menor de 55 años que lleve más de un año en paro está obligada a aceptar cualquier trabajo...

"La prostitución no es una profesión ni un oficio, es la última esclavitud que queda en Occidente", afirma la psicóloga y ex profesora de Psicología Diferencial Victòria Sau. "Su principal problema es la dependencia: el cliente paga, es amo de la situación; la prostituta ni siquiera es capaz de pensarse, su autoestima es inexistente. Y es maltratada por partida doble, pues cuando aparece asesinada no lo llamamos violencia sexista".




Con el cuerpo y el alma en quiebra




Con el cuerpo y el alma en quiebra 
Inma Gil
BBC Mundo 

La explotación sexual tiene a largo plazo consecuencias devastadoras para la salud física y mental de las víctimas de trata.

El impacto de las secuelas psicológicas dura toda la vida. 

BBC Mundo conversó con dos especialistas, la educadora social Andrea Náñez y la psicóloga Nuria Acuña, sobre algunos de los problemas más frecuentes:

Embarazos no deseados
Malos tratos
Trastornos psicológicos
Secuelas a largo plazo
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Embarazos no deseados

Entrevista con Andrea Náñez, educadora social de la asociación española Alecrín, que ayuda a la mujer prostituida.

 Los clientes, en la mayoría de los casos, piden sexo sin preservativo. A muchas chicas incluso las fuerzan o las engañan para tener relaciones sexuales sin condón. También las chantajean económicamente: por ejemplo si un servicio cuesta 50 euros, les dicen que les pagan 300 por hacerlo sin preservativo.

  Es muy frecuente que las mujeres lleguen a nuestra asociación con embarazos superiores a las 12 semanas de gestación

Andrea Náñez, Alecrín

Teniendo en cuenta que hay mucha competencia entre ellas, es fácil que una mujer acceda a este tipo de chantajes. Así, es muy fácil también que se contagien las enfermedades de transmisión sexual y que haya embarazos no deseados.

Hemos encontrado muchos casos en los que se comercia en el mercado negro con un medicamento que se llama Citotec (se usa para las úlceras de estómago). Es ilegal utilizarlo para interrumpir embarazos.

Este medicamento provoca contracciones y la mujer lo compra por 40 o 50 euros. A veces se lo envían desde su país de origen, donde es más fácil obtenerlo sin receta médica. Las mujeres suelen ingerir dos pastillas e introducir otras dos en la vagina.

 La mayoría de los clientes piden sexo sin preservativo. 

Esto es muy peligroso porque en muchos de estos casos no se produce una interrupción del embarazo, aunque la mujer así lo crea. Entonces la mujer sigue embarazada pero el feto está dañado. En otras ocasiones se producen hemorragias muy fuertes y tienen que ir al hospital.

Algunos clientes tienen predilección por tener relaciones sexuales con mujeres embarazadas, por eso en muchos clubs o pisos de prostitución los encargados o dueños hacen que la mujer continúe con su estado de gestación hasta bien avanzado el embarazo.

Muchas veces la mujer no tiene dinero suficiente para la interrupción del embarazo, que cuesta unos 450 euros, y deja pasar el tiempo intentando conseguir el dinero.

Es muy frecuente que las mujeres lleguen a nuestra asociación (Alecrín) con embarazos superiores a las 12 semanas de gestación.

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Putas tristes. Albagm
Malos tratos

Entrevista con Andrea Náñez, educadora social de la asociación española Alecrín, que ayuda a la mujer prostituida.

 El concepto de agresión de las mujeres prostituidas dista mucho del que a lo mejor tenían antes de salir de sus países de origen o del que podamos tener nosotros.

 Lo que ellas consideran una agresión, para nosotros es algo ya aberrante

Andrea Náñez, Alecrín

Es muy difícil que una mujer prostituida reconozca a primera vista que fue maltratada. Sin embargo, al hablar en profundidad con ella en seguida te relata que la mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución sí sufren agresiones de todo tipo: violaciones, agresiones por parte de los camareros, los dueños del club, los clientes, etc.

Pero lo que ellas consideran una agresión, para nosotros es algo ya aberrante.

Por ejemplo, mientras hacíamos un informe coincidimos con una mujer que había sido violada el día anterior y que ese mismo día estaba ejerciendo la prostitución. Ella comentó el acontecimiento de la violación así como por encima: la mujer prostituida normaliza todo este tipo de situaciones porque se dan con mucha frecuencia.

Además, están absolutamente desprotegidas: el encargado de un club siempre va a proteger más al cliente, que es quien paga. Entonces la mujer empieza a normalizar situaciones que en otras circunstancias no toleraría.

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Trastornos psicológicos

Entrevista con Nuria Acuña Torrel, psicóloga de la asociación española Alecrín, que ayuda a la mujer prostituida.

 Teóricamente, el cuadro que más se adapta a los síntomas que las mujeres prostituidas y víctimas de trata presentan es el trastorno de estrés postraumático. Es un trastorno muy similar al que puede presentar una víctima de un secuestro, una víctima de agresión sexual o una mujer maltratada.

 SÍNTOMAS DEL TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMATICO
Trastornos del sueño
Trastornos alimenticios
Baja autoestima
Desconfianza
Síntomas depresivos
Ansiedad
Toxicomanía

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Fuente: Nuria Acuña Torrel, psicóloga 

Pero cada una lleva su patología asociada, como es el caso de las toxicomanías: es bastante habitual que utilicen el alcohol o las drogas para soportar la situación.

Para la víctima de trata el trauma es el mismo acto sexual y su trastorno podríamos considerarlo como una violación pagada.

Ellas se han visto delante de su trauma durante 2, 3, 4 o 5 años. Por tanto, cuanto mayor tiempo hayan pasado expuestas al ejercicio de la prostitución, mayores van a ser sus secuelas psicológicas.

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Secuelas a largo plazo

Entrevista con Nuria Acuña Torrel, psicóloga de la asociación española Alecrín, que ayuda a la mujer prostituida.

 Mientras las mujeres continúan en el mundo de la prostitución es muy difícil llegar afectivamente a ellas porque utilizan muchos mecanismos de defensa para soportar esa situación. Y esos mecanismos de defensa no se pueden desmontar porque es lo que les está ayudando a sobrevivir dentro de ese mundo.

   Todas tienen una doble cara y el "agarrarse" de nuevo al mundo de afuera de la prostitución les cuesta mucho

Nuria Acuña Torrel, psicóloga

A la larga, los problemas se convierten en cargas que muchas veces se manifiestan a través de síntomas psicosomáticos: por ejemplo, dolores de cabeza o de estómago que no se corresponden con ningún problema físico.

Una de las cosas más difíciles para ellas es mantener una atención psicológica estable: aquí están durante una semana y luego se van a otro sitio.

Ellas tienen su papel en el mundo de la prostitución, un universo invisible y paralelo al laboral. Y cuando salen al mundo laboral ven que nada tiene que ver con el mundo de la prostitución que ellas conocían: las conversaciones no son iguales, las preocupaciones son diferentes... Ese cambio es lo que peor llevan.

 MECANISMOS DE DEFENSA

Pensamiento disociativo: doble vida, ejercen un rol
Maximización de los refuerzos: el dinero rápido
Minimización de los problemas: agresiones, enfermedades, etc.

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Fuente: Nuria Acuña Torrel, psicóloga

Además casi todas llevan una doble vida porque la mayoría de las familias en su país de origen no sabe a qué se dedican. Entonces, ellas hablan de una manera con sus familias y viven aquí de otra forma. Todas tienen una doble cara y el "agarrarse" de nuevo al mundo de afuera de la prostitución les cuesta mucho.

A la hora de tener una pareja es bastante habitual que no puedan mantener relaciones sexuales, porque asocian el acto sexual al acto de la prostitución: lo desligan totalmente del amor, entre otras cosas porque ellas mismas se han enseñado a no sentir placer.

Y por supuesto si hablamos de problemas a largo plazo no podemos olvidarnos de las enfermedades de transmisión sexual: las secuelas físicas también son muy importantes.

Fuente
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2007/esclavas_sexuales/newsid_6423000/6423007.stm