domingo, 28 de julio de 2019

Aprosex, OTRAS, AMMAR y el lobby proxeneta mundial


Aprosex, OTRAS, AMMAR y el lobby proxeneta mundial
Anna Prats
Mar 29

Hace unos meses centenares de personalidades (como Elena Poniatowska, Yayo Herrero, Isabel Coixet, Empar Pineda, Amaia Pérez Orozco, Justa Montero, Dolores Juliano y políticas como la diputada de En Marea, Ángela Rodríguez, y varias concejalas de igualdad) firmaron un manifiesto en apoyo al autodenominado Sindicato OTRAS, que entre otros aspectos recogía en sus estatutos «la prostitución por cuenta ajena como actividad sujeta a la legislación laboral», motivo por el cual fue impugnado por la Audiencia Nacional, debido a que eso significaría reconocer como legal una actividad penada como el proxenetismo.

Para hablar del lobby proxeneta, hay que empezar mencionando al Red Umbrella Fund. El Red
Umbrella Fund es, como ellos mismos se describen, «un nuevo mecanismo mundial innovador de concesión de subvenciones para y por los trabajadores sexuales» surgido en el 2012.

En su misma web explican que surgió después de que la Open Society Foundation (OSF), organización del multimillonario George Soros realizara un informe en 2006 con el objetivo de «promover una mejor financiación para este grupo en particular».

Ya en este hilo de Kalinda Marín se explicaba cómo «el multimillonario Soros» pedía «en la web de su mayor fundación (OSF) la total legalización de la prostitución, burdeles y otros negocios y admitía financiar asociaciones de “trabajadoras sexuales”»..

Según explica Julie Bindel, periodista de investigación, «Eugenio Zaffaroni, también fundador y asesor de la OSF, fue acusado de mantener prostíbulos y gerenciar una red de trata de mujeres en seis departamentos que posee en Buenos Aires, Argentina. Desde entonces, ha sido nombrado juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La OSF es un contribuyente significativo de Amnistía Internacional, Human Rights Watch (HRW), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (UNAIDS), así como de otros grupos de presión en favor de la prostitución de todo el mundo. Soros es el principal financista del lobby mundial en favor de la legalización de la prostitución y ha financiado informes sobre los cuales Amnistía Internacional basó su postura por la descriminalización total de la prostitución».

Kalinda Marín argumenta que, de esta forma, «se entiende que Amnistía Internacional, financiada por Soros, recomiende la derogación de las leyes que prohíben las actividades asociadas a la prostitución, como la organización general del negocio (es decir, pide que se despenalice el proxenetismo)», y que, de hecho, Amnistía Internacional «establece que el acceso a las mujeres prostituidas es un derecho humano fundamental».

Aprosex y la Network of Sex Work Projects (NSWP)
En el 2008, se organizó un «diálogo para conectar a los donantes con las organizaciónes de trabajadores sexuales» desde la OSF y la Network of Sex Work Projects (NSWP), que funciona a través de membresías y de la que forma parte Aprosex y otras organizaciones españolas como el Colectivo Hetaira o el Centro Alba.

Aprosex es miembro del NSWP
La NSWP, de la que es miembro Aprosex, recibió 60.000 dólares de la Open Society Foundation (OSF) en el año 2008. Actualmente la página donde aparece esta donación ha sido eliminada de la web de la OSF, pero aún es consultable a través de la web Archive.org, que permite consultar el archivo de las páginas web que ya han sido borradas.
 
Autora Alessandra Luna

No es de extrañar que organizaciones multimillonarias como la OSF inviertan en la regulación de la prostitución o en la despenalización del proxenetismo. Según la OIT (y así lo recoge el Documento de Política de la NSWP) el negocio de la prostitución supone entre el 2 y el 14% del PIB en los cuatro países encuestados. En Tailandia, por ejemplo, la industria prostituyente representó en 2015 el 10% del PIB de Tailandia.

Los donantes del Red Umbrella Fund
En 2009, los principales donantes interesados en invertir en el negocio del «trabajo sexual» (OSF, Oak Foundation, Mama Cash, Levi Strauss Foundation o American Jewish World Service) se reunieron para «definir aquellas áreas en el campo de los derechos de las trabajadoras sexuales en las que se necesita la atención de los donantes y elaborar una estrategia clara para su colaboración».

Aunque muchas veces desde estas organizaciones se alega que su objetivo es «promover la salud y los derechos humanos de los trabajadores sexuales», la realidad es bien distinta, pues desde el Red Umbrella Fund no se financian organizaciones que «provean exclusivamente servicios sociales o médicos ni tampoco las que busquen «la abolición» de la prostitución.

De hecho, uno de sus puntos clave y que pusieron como el primero en la lista para las reuniones del año 2008 entre donantes y “activistas” es «cambiar la percepción del púbico (de “víctimas” a “agentes activos”)».

TAMPEP, también financiada por el Red Umbrella Fund
A nivel europeo, la organización TAMPEP (The European Network for the Promotion of Rights and Health among Migrant Sex Workers) es una de las organizaciones que reciben financiación del Red Umbrella Fund. Aunque no se sabe la cantidad exacta, la cifra máxima que puede concederse es hasta 80.000 euros pagados en dos años, según la web del Red Umbrella Fund.

TAMPEP recibió en el 2017 la concesión de financiación por parte del Red Umbrella Fund.
¿Y por qué tiene relevancia a nivel español que TAMPEP reciba financiación por parte del lobby regulacionista mundial? Porque en el apartado de “Miembros y aliados” de la web de TAMPEP, encontramos que Aprosex, OTRAS y otras organizaciones españolas como Genera, Colectivo Hetaira, CATS o el Centro Alba son miembros y/o aliados de TAMPEP.

AMMAR, Aprosex y las formaciones políticas “del cambio”
Otra de las patas del lobby regulacionista es AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina), muy ligada a las organizaciones de Aprosex y a OTRAS, y que de hecho fue uno de los colectivos firmantes en apoyo del pseudosindicato OTRAS. AMMAR, así como RedTraSex (organización y red de colectivos regulacionistas a nivel latinoamericano) de la que forma parte AMMAR, están ambas financiadas por el Red Umbrella Fund.

Representantes de AMMAR han sido relacionadas con casos de trata de mujeres en Argentina. En 2018, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, en Argentina, confirmó el procesamiento de María “Malú” López, referente de AMMAR, por explotar sexualmente a tres víctimas. Según el periódico La Capital, la encausada «regenteaba el lugar; administraba los ingresos, gastos y aplicaba “sanciones” a las víctimas si faltaban sin aviso previo; y se encargaba de conseguir viviendas para alquilar, aunque no figuraba en ningún contrato. Asimismo, también aleccionaba a las víctimas respecto a cómo actuar y qué decir en caso de un allanamiento: no debían nombrarla y sí les preguntaban, eran amigas o alquilaban juntas el lugar. Otro de los aspectos más turbios del accionar de López, según la Justicia, es que ofrecía un abogado para que las representase si se unían a la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR), de la que formaba parte con gran incidencia».



Hace unos años, Aprosex publicó un manifiesto en su web con el título “Abolicionismo VS Feminismo” al cual está también adherido AMMAR (a parte de personajes públicos como Antonio Baños, ex cabeza de lista de las CUP o “feministas” como Desirée Bela); y su secretaria general, Georgina Orellano, ha sido invitada en diversas ocasiones a charlas organizadas por Aprosex en Barcelona.

Charla de Georgina Orellano organizada en Barcelona por Aprosex
Además, Georgina Orellano también fue invitada en 2015 a las Jornadas Feministas de Trabajo Sexual en Barcelona, organizadas por la Asociación Genera, la Asamblea Pro-Derechos Trabajo Sexual de Cataluña, la campaña Putas Indignadas, Aprosex, Lloc de la Dona y Calala Fondo de Mujeres (que está subvencionada por el Ayuntamiento de Barcelona y también es firmante del manifiesto en favor de OTRAS).

Según la web de AMMAR, las jornadas contaron “con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona” de Ada Colau y con la participación de Paula Ezkerra, Consejera del Distrito de Ciutat Vella por la CUP en Barcelona.

Como ya escribí en El Plural, Aprosex ha recibido más de 25.000 euros en subvenciones desde el año 2016 hasta el 2018, ambos incluidos, tanto desde el Ayuntamiento de Barcelona como desde la Diputación de Barcelona, según los datos extraídos del Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona.

Georgina Orellano, la Secretaria General de AMMAR, en su “gira” por Europa el pasado octubre, visitó Sevilla, Cádiz y Barcelona, y dio una conferencia junto a Conxa Borrell, de Aprosex y OTRAS, “De puta a puta! El sindicalismo es el camino”.

También se vio en 2017 a Íñigo Errejón, (ex) miembro y uno de los fundadores de Podemos apoyando a AMMAR, mientras que actualmente podemos ver cómo el Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena organiza una charla en la que se invita a Georgina Orellano y a “Linda Porn” a hablar de las “maternidades subversivas de las trabajadoras sexuales”.

Según la ONU, el 39% de los varones españoles ha pagado en alguna ocasión para “tener sexo”, y genera cinco millones de euros diarios. Esto convierte a España el primer estado de Europa y el tercero del mundo en demanda de prostitución y, por este motivo, no extraña que el lobby pro-proxenetismo tenga intereses económicos puestos en la despenalización de los burdeles o en la legalización de la prostitución en España.

Fuente





Alquilar vientres y regular la prostitución: neoliberalismo 100%


Alquilar vientres y regular la prostitución: neoliberalismo 100%
Ana Bernal-Triviño
Periodista

Los paralelismos que existen entre la prostitución y la subrogación se me hicieron evidentes de inmediato. Dos industrias se benefician de los cuerpos femeninos: una de su sexo y otra de su útero. Dos industrias comercializan funciones humanas básicas: la sexualidad y la reproducción. Y estas constituyen la base de la opresión histórica de la mujer y de su división permanente en ‘putas y santas’”.
Kajsa Ekis Ekman

Cada vez que me preguntan por qué no apoyo ni los vientres de alquiler ni la prostitución siempre respondo que todas las violencias machistas tienen un punto en común: la deshumanización.

La violación existe porque nos deshumanizan.

Los asesinatos machistas existen porque nos deshumanizan.

Los malos tratos (físicos y psicológicos) existen porque nos deshumanizan.

Y sí, los vientres de alquiler y la prostitución existen porque nos deshumanizan.

Eliminan cualquier connotación como persona para ser consideradas como un objeto más, una propiedad sobre la que decidir, que machacar o que violentar. Obviamente, este proceso no se lograría sin una desigualdad previa que nos considera inferiores

¿Cómo se convierte una mujer en objeto? Con dinero. Si algunos hombres han justificado, solo por hecho del casamiento o formalización de la pareja, que ella es parte de su “propiedad”, imaginen hasta qué grado se fortalece esa idea cuando hay dinero. Para convertir a una mujer en cosa, de la manera más rápida, extrema y eficaz posible, nada como el intercambio de dinero, como quien compra una muñeca hinchable.

¿Cómo normalizar y convertir la explotación en un acto comercial más? Con la perversión del lenguaje.

¿Cómo aplastar derechos de la mujer y convertirlos en mercancía? Con tres puntos en común que se pueden trasladar tanto a la prostitución como los vientres de alquiler.



“Es su libre consentimiento”. Nos dicen que la madre gestante es porque quiere, y que la prostituta es porque quiere. No nos dicen que la madre gestante vive en un país pobre y que no tiene alternativa. No nos dicen (o lo pasan por alto) que la prostituta puede ser una mujer sometida, pobre, o víctima de trata.
Para callar bocas ponen a la prostituta en un programa de televisión declarando que lo hace por libre elección, cuando algunos proxenetas (ver el libro de Mabel Lozano) admiten que llevan a esas mujeres por platós bajo amenazas de matar a sus familias en sus países de origen.
Luego añaden que “quién eres tú para decirle a ella qué hacer con su cuerpo”, cuando son los primeros en decir a esa mujer que someta su cuerpo a explotación y lo normalice. Mensajes como “déjala ser prostituta, que ella lo hace porque le gusta” o “déjala, que se queda embarazada para otros porque le gusta” validaría otras situaciones violentas como “déjala y no te metas en la relación, que hay mujeres a las que les gusta ser maltratadas” o “déjala y no le digas que es víctima, que ser violada puede ser su fantasía”. Eso, que hoy a una buena parte nos parece auténticas burradas, quedaría legitimado bajo ese libre consentimiento que anula cualquier ley o delito, y deja todo en manos de una ley del salvaje oeste.
“Es su trabajo”. Tanto en la prostitución como en los vientres de alquiler desaparece el concepto de explotación, y ponen de frente el derecho al trabajo o a la sindicación mientras ocultan los derechos humanos que van por encima. Porque no todo es trabajo y mucho menos es trabajo cuando se manipulan conceptos como producto, fuerza de trabajo o medio de producción.
Lo sorprendente es que gente de izquierdas se trague el cuento del “trabajo” teniendo una formación marxista en muchos casos. Lo sorprendente es que no se vea que en ninguna profesión su “oficina” o “lugar de trabajo” sea su propio cuerpo. Lo sorprendente es que considere trabajo una “profesión” con altísimos riesgos laborales, que lo anularía como tal. Lo sorprendente es que siempre que se habla de este tema surge la frase de “pues peor es trabajar en un McDonalds”. Y como siempre nos dicen que escuchemos a las prostitutas, pues eso, leed a Evelina Giobbe cuando responde: “‘Bueno, al menos cuando trabajas en McDonald’s no eres la carne’”.


“Hay trabajadoras, empresarios y clientes”. Como buen neoliberalismo, no hay producto sin empresarios y sin clientes. Empresarios en lugar de proxenetas o traficantes de bebés a la carta. Clientes en lugar de puteros o compradores de mujeres como vasijas para bebés. Cada vez que se dice “trabajadora sexual” se deja de nombrar a las víctimas de trata. Cada vez que se dice “empresario sexual” se deja de nombrar los delitos que representan. Cada vez que se dice cliente, se deja de nombrar a quien crea una relación económica de explotación o tráfico de personas.
Es la perversión de llamar servicio a una explotación, de llamar trabajo sexual a una esclavitud sexual, de llamar empresarios a proxenetas y a traficantes de bebés, de llamar cliente a proxenetas, puteros, y compradores de bebés…

No es casualidad que esta estrategia que anula los derechos de la mujer, que anula toda la tradición del feminismo contra la explotación de nuestra libertad sexual y reproductiva, surja en el nacimiento del capitalismo y se fortalezca en pleno neoliberalismo. No es casualidad que, por eso, nos vendan como un objeto del que hacer negocio, porque nos siguen viendo inferiores y porque la misoginia tiene muchas caras.

Fuente
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/15271/alquilar-vientres-y-regular-la-prostitucion-neoliberalismo-100/






5 Razones para preocuparse por la Política sobre Prostitución de Amnistía Internacional


5 Razones para preocuparse por la Política sobre Prostitución de Amnistía Internacional
6/6/2016


Apuesta que podría incrementar la trata de personas con fines de explotación sexual y reducir la calidad de vida de las personas en situación de prostitución.
Por Darren Geist

Traducción: Liliana M. Forero Montoya

Texto original: Read more: http://www.rollingstone.com/politics/news/6-reasons-to-be-wary-of-amnestys-prostitution-policy-20160601#ixzz4Achr1kfM
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El 26 de mayo, Amnistía Internacional lanzó su política de promoción de la despenalización de la prostitución adulta. En su informe, Amnistía enmarca la prostitución como "trabajo sexual", proxenetas como "legítimos empresarios del sexo" y a los prostituyentes como "clientes". Este abordaje de la prostitución es irresponsable y ha contado con la oposición de más de 600 organizaciones y lideresas defensoras de los derechos de las mujeres, derechos humanos y que combaten la trata de personas. En este artículo encuentra 5 razones por las cuales la política de Amnistía Internacional debería preocuparle:

1. Incrementará la trata de personas con fines de explotación sexual

Bajo el enfoque de Amnistía la prostitución no será legal (o legalizada y entonces regulada). En su lugar será despenalizada, con una limitada regulación o supervisión por parte del Estado. La prostitución ha sido despenalizada o legalizada en varios países, y los resultados han sido claros: la trata sexual y las actividades criminales se han incrementado o, en el mejor de los casos, permanecen constantes. Inclusive  Ámsterdam ha tenido que imponer mayores restricciones en su “industria de la prostitución” para lidiar con el creciente crimen organizado. Dinamarca, donde la prostitución fue despenalizada en 1999, tiene cuatro veces más Trata de personas que su vecina Suecia, aunque Suecia tiene una población 40 veces mayor.

Burdel. fuente diariocronica.com.ar
Estas conclusiones están respaldadas por tres recientes estudios de bases de datos globales. Los tres estudios — a World Development paper, University of Gothenburg study and NYU School of Law report — han encontrado que despenalizar la prostitución incrementa drásticamente la demanda de prostitución, al reducir el costo y el estigma asociado a la compra de sexo. Por ejemplo en Dinamarca, la demanda de prostitución aumentó en un 40% en un período de 7 años después de que se cambió la ley para despenalizar la prostitución. Sin embargo, la cantidad de “prostitutas voluntarias” no equipara el rápido crecimiento de los “consumidores”. En consecuencia, los proxenetas recurren a la trata de personas para mantener a sus “clientes abastecidos con sexo sin restricciones”.

2. Reducirá la calidad de vida para las personas en situación de prostitución, y obstaculizará los esfuerzos por brindarles protección y mejorar su atención en salud.

Amnistía argumenta que despenalizar la prostitución reducirá el estigma de la “industria”, mejorando así el acceso a la asistencia sanitaria y permitiendo que las prostitutas firmen contratos de trabajo y formen sindicatos de “trabajadoras”. Pero las afirmaciones de Amnistía no son compatibles con el peso de la evidencia.

La despenalización de la prostitución tiene típicamente el efecto que en economía y estándares laborales se llama “race-to-the-bottom”, donde las personas en situación de prostitución son presionadas a ofrecer más por menos. En Alemania, por ejemplo, a menudo las prostitutas deben permanecer 18 horas al día en los cuartos donde “trabajan”— difícilmente un “ambiente laboral sano”. De igual forma, deben ofrecer un rango más amplio de “servicios arriesgados”, incluyendo sexo sin condón, sexo anal, grupal,  BDSM y realizar las fantasías de tortura o violación de sus “clientes”.

En Nueva Zelanda las mujeres en los burdeles han reportado que "los hombres ahora demandan más que nunca por menos que nunca. Debido a que el comercio está socialmente aceptado, no existe ningún incentivo para que el gobierno brinde estrategias de escape y atención para las mujeres que desean salir de esto. Estas mujeres están atrapadas." Intentos para conformar sindicatos de “trabajadoras” han fallado en Holanda y de acuerdo con un estudio del gobierno Alemán, muy pocas “trabajadoras sexuales” tienen contratos  de trabajo. Todo esto resulta en el incremento de la explotación y el abuso de las personas en situación de prostitución.

Amnistía también argumenta que la despenalización mejorará el acceso de las “trabajadoras sexuales” a la atención en salud. Sin embargo, estudios de los gobiernos de Alemania (Germany) y Nueva Zelanda (New Zealand) revelan que ese mejoramiento no se presenta, de hecho, debido al incremento en la trata de personas y el empeoramiento de las condiciones de “trabajo”, la salud de las personas en situación de prostitución está en un mayor riesgo.

3. Ignora aspectos complicados sobre el consentimiento en la prostitución, la mayoría de personas en situación de prostitución son víctimas de explotación sexual.

En los últimos años el consentimiento sexual ha sido un tema álgido de debate — pero Amnistía ampliamente ha ignorado estas complejidades. Determinar qué se considera “prostitución voluntaria” es un tema bastante controversial. Sabemos que las personas en situación de prostitución provienen predominantemente de comunidades vulnerables. Sabemos que la “entrada a la prostitución” es a menudo precedida por un prolongado y sistemático trauma o vulneración, donde el abuso o la violación fueron las primeras experiencias sexuales de muchas de las mujeres en prostitución, y que la mayoría de ellas fueron víctimas de abuso y explotación sexual en su infancia y adolescencia. Sabemos que los explotadores sexuales seducen a sus víctimas, que sostienen relaciones “románticas” con ellas, antes de  aprovechar ese apego para explotarlas sexual y comercialmente. También sabemos que las mujeres “entran en la prostitución” a edades muy cortas. Si bien establecer las cifras exactas es imposible, varios estudios controversiales han puesto la edad media de entrada de entre 12 y 14; otros han encontrado que la mayoría entró antes de los 18, y un estudio internacional encontró que el 47 % entró antes de los 18. Bajo la ley de protección a víctimas de trata de Estados Unidos (Under the U.S. Trafficking Victims Protection Act), cualquier persona menor de 18 años en prostitución es considerada una víctima de trata sexual. Sin embargo, el enfoque de Amnistía invisibiliza la historia de explotación sexual o la edad de entrada al “trabajo sexual”, considerando que la prostitución es “consensual” a partir del día en que la víctima cumple 18 años.

Amnistía se basa en un informe problemático realizado por una comisión global de PNUD (UNDP report), este informe es tan radical que inclusive el “vender sexo” por una adicción a las drogas no genera ninguna alarma: "El trabajo sexual no es siempre un acto desesperado o irracional, es una elección realista vender sexo para mantener a la familia, pagar la educación o una adicción a las drogas”.  Aunque no todos los casos son trata sexual, es irresponsable considerar legitimar y despenalizar un tema tan plagado de explotación y abuso. Inclusive la “prostitución consensual” debe ser vista desde el contexto de la historia de explotación sexual de las personas en situación de prostitución y teniendo en cuenta que se trata de una industria predadora de las inseguridades y vulnerabilidades de principalmente niñas y adolescentes.



4. Alimenta la Cultura de la Violación.

El apoyo de Amnistía al comercio sexual alimenta la Cultura de la violación (rape culture) trivializando el sexo, debilitando la equidad de género (gender equality) y tratando el sexo como cosa (treating sex as something) que se puede comprar y vender (bought and sold).  Sin embargo el sexo es — y debería ser — tratado diferente de otras actividades. Es un acto exclusivamente personal y privado. La violación es categóricamente peor que otras formas de violencia, precisamente porque es una vulneración más íntima. Los derechos humanos han promovido leyes contra la violencia sexual partiendo del principio de que la actividad sexual merece una protección especial.

Despenalizar la prostitución lleva a unos extraños (y moralmente problemáticos) problemas legales. Si “cliente” y  “trabajadora sexual” llegan a un acuerdo sobre los “servicios” y el “cliente” va más allá de lo acordado, se trataría como un incumplimiento de contrato, robo o violación?  (theft of services or rape?).  Si la policía está investigando el incidente, ellos deberían en primera instancia atender el caso como una disputa contractual o un asalto sexual? Estos problemas son creados por el enfoque de Amnistía, en el cual el sexo es tratado como cualquier  producto o “mercancía”.

5. Promueve una forma de libertarismo económico, típico anatema de  derechos humanos.

En discusiones con Amnistía, ellos frecuentemente critican las restricciones a la prostitución como paternalistas, en tanto regulan la conducta privada de mujeres principalmente. Sin embargo, es la propuesta de Amnistía la que cambia la sexualidad del ámbito de lo privado a lo público. Una cosa es interferir en el ámbito privado, de las acciones individuales de la persona, y otra distinta que el gobierno regule la venta pública de productos y servicios.

El gobierno prohíbe un amplio rango de actividades económicas, y grupos como Amnistía usualmente abogan por regulaciones más robustas debido a sus preocupaciones por las violaciones a derechos laborales, condiciones de trabajo y abuso de trabajadores. Pero en este caso, la propuesta de Amnistía es despenalizar una industria conocida por ser altamente peligrosa, plagada de corrupción y violencia, frecuentemente, si no por definición explotadora sexual y con un alto riesgo de trata sexual. En su lugar, Amnistía debería adoptar el modelo Sueco o Nórdico (Swedish or Nordic), el cual ha tenido un gran éxito en reducir la trata y explotación sexual en la prostitución (sex trafficking and prostitution), al tiempo que amplía los servicios para las víctimas de explotación sexual .

La propuesta de Amnistía pervierte los principios de derechos humanos y derechos de la mujer. Sacrifica las preocupaciones y bienestar de la gran mayoría de personas en situación de prostitución, atrapadas en una brutal industria explotadora. Como resultado, Amnistía ha manifestado una posición que será de gran ayuda para proxenetas, tratantes y explotadores sexuales, y hará un gran daño a los derechos humanos de los hombres, mujeres y niñxs atrapados en la “industria del sexo”.

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sábado, 27 de julio de 2019

La falacia del porno ético y feminista.


La falacia del porno ético y feminista.
25/06/2019
Autora
Nerea Sanchís Rodríguez
Analista y activista feminista. Psicóloga Social. En el Partido Feminista de España.

La aceptación de la pornografía significa el declive de la ética feminista y el abandono de la política feminista; la aceptación de la pornografía significa que las feministas abandonan a las mujeres (Andrea Dworkin 1946-2005)

Hace algunos días leí una entrevista a una actriz porno española afincada en Berlín, que publicaba El País en su sección de belleza y moda, dicha entrevista cuanto menos me resulto muy inquietante. (https://smoda.elpais.com/belleza/porno-etico-berlin/)

El titulo decía así: El porno del futuro se llama porno ético y viene de Berlín, su autora lejos de platear una postura desde la crítica feminista, aplaude dicha propuesta berlinesa, con entusiasmo y furor, como si de una revolución se tratara.
Y esta actitud de algunas mujeres, también me inquieta y me entristece por la falta de conciencia que aún existe en relación a la cultura de la violación, promovida por la pornografía, toda la pornografía.
La pornografía no puede ser buena, ni ética, ni feminista, porque al igual que la prostitución es una institución patriarcal y un negocio. Uno de los pilares más importantes de la industria del sexo (IS), que comparte mucho con la prostitución, empezando por la mercantilización de los cuerpos, donde de nuevo las más perjudicadas son las mujeres y niñas que alimentan esta industria todopoderosa.

Nada más leer el título de la entrevista ya no me cabía la menor duda de por dónde irían los tiros. Un ensalzamiento del porno como vía para la liberación sexual, como la herramienta que nos hará ser felices y sexualmente completas. Como botón de muestra al principio de dicho artículo se puede leer lo siguiente: el creciente éxito de la pornografía alternativa es una consecuencia más de la capacidad de reinvención y del espíritu de libertad que siguen rompiendo muros en una ciudad cosmopolita y abierta.

Comienza el despliegue neoliberal, considerar un avance la explotación sexual de millones de mujeres y niñas/os, bajo el paraguas del todo vale cuando colocamos detrás la etiqueta de alternativa, diversa, inclusiva, ética o incluso feminista. Por supuesto, el feminismo aquí pierde todo su valor contracultural y se convierte en una etiqueta pervertida, que sirve a la IS de colchón para lavar las conciencias y adormecer a la gente.

Me pregunto si muchos de los defensores/as del porno ético, se han parado a realizar conexiones, se han detenido a preguntarse sobre el macabro plan de la IS, que no es otro que seguir legitimando la violación y la mercantilización de los cuerpos de las mujeres. Me temo que no, porque al igual que ocurre con la prostitución hay muchos intereses en juego, entre ellos manipular y engañar para mantener intacto el sistema patriarcal y capitalista. Valga decir que este intento de ocultar y embellecer las prácticas que oprimen a las mujeres, pasa con la prostitución cuando se la denomina trabajo sexual o con los vientres de alquiler cuando se habla de gestación/maternidad subrogada, eufemismos muy peligrosos para mantener intacto el negocio.



En la pornografía, el lobby de la industria del sexo opera de la misma forma que en la prostitución y los vientres de alquiler, utilizan a mujeres para defender sus dominios, bajo el manto de la libre elección, el empoderamiento, el glamour, el éxito, el altruismo, la solidaridad etc.
Mujeres bien posicionadas en la industria que dicen ser feministas y éticas, como algunas conocidas actrices o directoras porno feministas. Hablan como si ellas fueran las inventoras de sus narrativas en la escena, cuando se adhieren a la perfección a la misoginia que construye la pornografía.
Así, algunas representan (y promueven como algo natural y deseable) la fantasía del pedofilo/pederasta en sus filmes, caracterizándose de adolescentes. También el deseo de dominación extrema de los machos, cuando nos cuentan en sus vídeos como iniciarse en la práctica BDSM como si nada, todo, eso sí, bajo el consentimiento y la ética…
La misma actriz a la que se entrevista en este artículo del País, habla con total naturalidad de como ella misma se convierte en un objeto sexual: En la peli yo me convierto en un objeto e interviene también Parker Max, hacemos BDSM, body marking y masturbacion (decir que muchas de estas prácticas como las que engloba el BDSM, son productos directos de la relación de poder que establece el patriarcado entre hombres y mujeres)

Me preocupa mucho que esta actriz, pueda llegar a convertirse en educadora sexual como ella misma se autodefine y que todo este falso movimiento de liberación, placer y respeto se extienda, puesto que en Berlín ya han producido una serie que se llama Sex School, diseñada con fines educativos, que cuenta con relatos de diferentes personas implicadas en la industria del sexo. Y lo más preocupante de todo, es que todas estas propuestas están empezando a tener apoyo del mismo gobierno del SPD (Partido Socialista Demócrata de Alemania) encabezado por el alcalde de Berlín Michael Müller, el cual incluye en su agenda política una medida para destinar parte del presupuesto dedicado al cine, a apoyar el porno ético e incluirlo en la parrilla televisiva.

Una distopía, la pornografía convertida oficialmente en una herramienta para la educación afectivo-sexual. ¿Esa es la educación de calidad y feminista que queremos instaurar? ¿una educación promovida por la industria del sexo, donde el bondage, los juegos de sumisión-dominación, el sadomasoquismo y el sufrimiento son erotizados y amparados en el todo vale si hay consentimiento?.
Desde luego no voy a aceptar como revolucionario, positivo y feminista que la erotización de la violencia sea un instrumento educativo. Y que la mercantilización de los cuerpos de las mujeres sea visto como algo natural, ético y liberador porque ellas así lo eligen, como en la prostitución.
No quiero pasar por alto el mantra del consentimiento, al que tanto aluden los y las defensoras del porno ético, las feministas han trabajado durante décadas y siguen trabajando para deconstruir esta categoría patriarcal del consentimiento. En nombre del mismo toda agresión, violación y brutalidad que se cometa contra nosotras, puede borrarse de un plumazo. Toda la responsabilidad recae en nosotras, dejando impunes y limpios a los hombres que perpetran la violencia. Lo mismo ocurre en la prostitución y como no, en la pornografía. Esta es una escuela de poder y este poder también lo vemos reflejado en la justicia, cuando hay jueces y abogados que hablan de fiesta y jolgorio, de sexo pornográfico, y no de violación.

¿No estaremos alimentando exactamente lo contrario de lo que tratamos de erradicar, con esto del porno ético, alternativo, consentido? Es decir, la cultura de la violación.
¿No nos recuerda esto al discurso de la libre elección en la prostitución? siempre y cuando ella lo decida, lo quiera y lo acepte es bueno, siempre y cuando ella lo soporte todo vale. Sin pensar en las condiciones sociales, económicas y culturales de las mujeres, como si el porno saliera de la nada. ¿Quienes son las mujeres en la pornografía? me atrevo a decir sin mirar cifras o consultar estudios, que ocurre lo mismo que en la prostitución, chicas jóvenes, muchas de ellas menores de edad, muchas captadas por las mafias colindantes a la IS, muchas en situación de prostitución, muchas pobres y migrantes…
Todo esto debería alejarnos y mucho de pensar en un paraíso pornofeminista, también a las propias mujeres que nos hemos educado con el boom de la IS desde los 80´ y que aprendimos a erotizar la violencia, la sumisión y que aunque mucho menos que los hombres, también vimos porno y aprendimos a excitarnos con estas imágenes como si fueran algo inocuo, sin reparar en el daño que esto supone para nuestra psique y nuestra sexualidad.
El porno ético o como quiera que lo llamen es otra trampa más de la implacable IS, para naturalizar la violación y para seguir enriqueciéndose de la misma, generando cantidades ingentes y escandalosamente altas, beneficios de los que los estados se aprovechan. No es casualidad que los gobiernos llamados demócratas promuevan tales prácticas. Sabemos que el negocio de la pornografía es uno de los más rentables del mundo, generando la friolera cantidad de cien mil millones de dólares al año.



No quiero tampoco pasar por alto, donde se está fraguando esta propuesta, Berlín-Alemania, paraíso europeo del turismo sexual junto con España. Alemania, donde la prostitución se regulo en el año 2002, como promesa de protección y liberación para las mujeres y ha ocurrido todo lo contrario. Alemania se ha llenado de campos de concentración de mujeres y niñas migradas, muchas raptadas por lovers boys, provenientes en su gran mayoría de los países pobres de Europa del Este, gran parte de ellas menores de edad y con historias de abusos sexuales y violaciones a sus espaldas. Verdaderas prisiones, que nada tienen que ver con el placer, la libre elección o el éxito, si no con la brutalidad de los hombres machistas que antes de ir de putas se educaron en la pornografía.
Berlín , que cuenta con uno de los megaburdeles más grandes de Europa, el Artemis, donde llegan los aviones repletos de turistas para violar mujeres. Alemania, el país de la tarifa plana, cerveza, salchicha y acceso ilimitado a mujeres. No me extraña que desde Berlín este tomando fuerza esta propuesta falaz de liberación, donde la IS y el proxenetismo gozan de tan buena salud. Donde cada año se celebra uno de los más influyentes festivales de porno, que marcan tendencia en toda Europa, el Porn Film Festival. Donde ahora pintan un futuro con escuelas enseñando porno ético y con alcaldes socialdemocratas promoviendo la cultura de la violación en el cine y las artes.

La pornografía ha sido, es y siempre será un instrumento más de dominación y una escuela para la violencia más atroz que se comete contra las mujeres.
La sexualidad no está representada en la pornografía, sino la misoginia y el dolor histórico que el patriarcado ha impreso en nuestros cuerpos.

Una educación afectivo sexual es muy urgente, una educación donde no se escenifique la violación, una educación libre de mandatos, de estereotipos, donde de verdad el placer y no el dolor se ponga en el centro. Es fundamental comenzar desde la infancia, dar herramientas a las niñas y niños para cuidarse, amarse a sí mismas/os y entre ellas/os, respetarse, autodescubrirse y descubrirse mutuamente bajo un modelo de relación igualitario, alejado de los roles sexistas y del patriarcado.
Es urgente enseñar a las niñas a quererse y aceptarse y a los niños a no invadir, ni intimidar. Es decir, romper con las leyes del agrado y del domino, y erradicar la cultura falocentrica y heteronormativa que nos imponen prácticamente desde que nacemos.
Dejémonos de falacias. Los muros del patriarcado solo se derrumbaran cuando acabemos con la cultura de la violación y la agresión sexual y eso solo ocurrirá cuando la prostitución y la pornografía queden abolidas.

Artículos consultados:
https://smoda.elpais.com/belleza/porno-etico-berlin/

Fuente






Viaje al corazón del capitalismo


                17-07-2019
Viaje al corazón del capitalismo
Lluís Rabell
lluisrabell.com

Una feliz casualidad hizo que cayeran en mis manos –y que leyese uno tras otro– dos magníficos libros, imprescindibles para entender el mundo en que vivimos: “Capitalismo y democracia. 1756-1848”, obra póstuma del insigne historiador Josep Fontana, y “La prostitución”, reciente trabajo de investigación de Rosa Cobo, profesora de Sociología de Género en la Universidad de A Coruña. El primero, significativamente subtitulado por su autor “Cómo empezó este engaño”, versa sobre los orígenes del capitalismo y los caminos por los que acabó imponiéndose en todos los continentes, configurando la civilización que conocemos. El segundo se refiere al capitalismo tardío de la globalización neoliberal. Y, a través del análisis de la prostitución, convertida en vector de la nueva economía mundial y pilar de una nueva configuración de la dominación patriarcal, nos lleva –como dice la propia autora– “al corazón del capitalismo”. Las nuevas esclavitudes del siglo XXI, que encuentran en la trata y explotación sexual de millones de mujeres y niñas uno de sus máximos exponentes, resuenan en la arena de la historia como el eco siniestro del expolio colonial y el comercio negrero sobre los que se levantaron las grandes fortunas de las metrópolis.
 
Rosa Cobo

Demuestra Josep Fontana en su documentado estudio que el capitalismo no surgió de ninguna evolución natural, sino de una violenta lucha de clases en que los poseedores acabaron imponiéndose por la fuerza. El desarrollo capitalista se basó “inicialmente, en arrebatar la tierra y los recursos naturales a quienes los utilizaban comunalmente y en liquidar las reglamentaciones colectivas de los trabajadores de oficio con el propósito de poder someterlos a nuevas reglas que hiciesen posible la expropiación de gran parte del fruto de su trabajo”. Un proceso en el que la esclavitud desempeñó un papel central. “El auge de la esclavitud a finales del siglo XVIII y en la primera mitad del XIX, dice Fontana, no se puede interpretar como una continuidad del pasado, sino que se trata de un fenómeno nuevo, que Dale Tomichha denominado “la segunda esclavitud”, indisolublemente vinculado al ascenso del capitalismo. Una de las más grandes mentiras de la historia oficial del capitalismo es aquella que le atribuye un papel central en la lucha por el abolicionismo, cuando la realidad es que el progreso de la industrialización habría sido imposible sin los esclavos”.

La otra gran mentira concierne a la configuración de las democracias modernas que, lejos de emanar del nuevo orden social, han sido moldeadas por los choques entre las clases populares y los grandes propietarios, temerosos desde la gran revolución francesa de los anhelos de justicia de los miserables. “La Commune, escribirá el filósofo marxista Walter Benjamin, pondrá fin a la fantasmagoría que domina las primeras aspiraciones del proletariado. (…) La ilusión de que la tarea de la revolución proletaria sería la de acabar la obra de 1789 en estrecha colaboración con la burguesía se disipa como una aparición. Esta quimera domina la época que abarca desde 1831 a 1871, de la insurrección de Lyon a la Commune. La burguesía nunca ha compartido semejante error. Su lucha contra los derechos sociales empieza desde la revolución del 89. (…) En1831 reconoce en el Journal des débats: “Todo manufacturero vive en su manufactura como los propietarios de una plantación entre sus esclavos”.

El capitalismo ha templado su alma mediante la horca, el látigo y la bayoneta de la contrarrevolución. “Y en las hogueras donde ardieron las brujas”, añadiría sin duda Silvia Federicci. En efecto. La tarea de moldear una clase de productores, sometida a sus designios, comportó igualmente que el orden emergente adecuase las relaciones patriarcales preexistentes a sus nuevas necesidades, relegando a la mujer a la esfera privada – espacio destinado a la reproducción de la fuerza de trabajo. Pero Fontana mira al pasado para desentrañar el presente. El avance del capitalismo, contenido por la acción del movimiento obrero, nos dice, desde la Commune hasta la revolución rusa y sus distintas réplicas, “se ha desatado de nuevo a partir de las últimas décadas del siglo XX y prosigue en el siglo XXI (…), pero ahora con una ambición mayor. (…) El ascenso de un capitalismo depredador sigue imparable”.

Son esos rasgos depredadores, inscritos en el ADN del capitalismo, los que pone de relieve Rosa Cobo en su riguroso análisis de la prostitución y las industrias del sexo. “Capitalismo global y prostitución son dos fenómenos sociales que han crecido y avanzado al mismo tiempo. A medida que se han globalizado las políticas económicas neo-liberales, ha aumentado la industria del sexo. (…) Esas políticas han disparado la brecha entre personas ricas y pobres, en cada sociedad y a escala global. El resultado ha sido una crisis muy profunda del contrato social que se pactó tras la Segunda Guerra mundial en Europa…”.

La socióloga americana Saskia Sassen dice que hoy “el filo del sistema es un espacio de expulsiones”. O, como explica la propia Rosa Cobo: “Hasta los años ochenta del siglo XX la prostitución apenas ha tenido impacto económico en las cuentas nacionales. Su dimensión más relevante ha sido la poderosa arca patriarcal sobre la que originariamente se edificó esta práctica social. Si embargo, la aparición del capitalismo global cambia el rostro de la prostitución y la convierte en parte fundamental de la industria del ocio y del entretenimiento.” Las cifras producen vértigo. En 2002, el gobierno coreano estimó que la prostitución represento el 4,4% del PIB. La industria de sexo representaba por esas fechas en Holanda el 5% del PIB. En China se estima que esta industria constituye un 8% de su economía. Países enteros cuyas economía están deprimidas se incorporan al mercado global exportando sus mujeres e incluso sus niñas. La economía legal y la ilícita se entrelazan hasta configurar un negocio colosal a escala internacional; un negocio en el que la mercancía lo constituyen los cuerpos de las mujeres, deshumanizadas y transformadas en meros objetos sexuales a disposición de las apetencias de los hombres. Según Naciones Unidas, más de cuatro millones de mujeres son anualmente objeto de trata con finalidad de explotación sexual. Medio millón de ellas tienen como destino Europa. Oferta y demanda se retro-alimentan en una espiral que parece imparable. La edad de la entrada en la prostitución es cada vez más temprana. El investigador quebequés Richard Poulin habla de una “pedofilización de la prostitución”.



Sin embargo, el gran mérito del trabajo de Rosa Cobo es mostrar que la expansión de este fenómeno responde a la vez a la necesidad del sistema patriarcal, desestabilizado por el empuje del feminismo, de reestructurar sus dispositivos. Nada refuerza tanto la preeminencia, hoy contestada, de los varones como la institución de la prostitución, un espacio en que el dominio del hombre sobre la mujer se restablece plenamente. Y, además, lo hace con tal potencia que proyecta su imaginario sobre el conjunto de la sociedad. Aquella sociedad que instituye en su seno la existencia de una reserva de mujeres a disposición de todos los hombres certifica de modo inapelable la opresión de género. Así pues, la prostitución, junto a la expansión de una pornografía que normaliza la violencia y la vejación la mujer y a la industria de los vientres de alquiler, aparecen como otras tantas manifestaciones de una estrecha alianza entre el capitalismo global y el patriarcado en fase de reorganización. Una alianza que está desatando una auténtica guerra contra las mujeres. En lo material y en lo simbólico.

El capitalismo, un sistema cuyo alumbramiento fue asistido por la violencia “como su imprescindible partera”, prolonga hoy su existencia generando nuevas servidumbres. Tal es el significado de la expulsión de millones de mujeres de sus países de origen – y de sus propios proyectos vitales – para ser prostituidas en las grandes metrópolis. La prostitución, nos explica Rosa Cobo, crece en la intersección de la desigualdad, la opresión de género y el expolio colonial. El capitalismo no puede subsistir, ni reproducirse, sin recurrir una y otra vez a la esclavitud. El camino hacia el socialismo es ya inseparable del combate por abolir todas sus manifestaciones.

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viernes, 25 de enero de 2019

MITO: Los puteros respetan a las mujeres que compran


MITO: Los puteros respetan a las mujeres que compran
7/12/2018

Artículo original: https://nordicmodelnow.org/myths-about-prostitution/myth-punters-care-about-the-women-they-buy/

Traducción: Lola Franco.
Colaboración: María Teresa Sorolla



'No entiendo muy bien a qué viene esta obsesión con el “respeto”. Cuando tengo una cita con una chica, el respeto es básicamente lo último que tengo en la cabeza.' Un putero.

'Cómo puede un hombre permitir a su mujer que trabaje en esta industria, es algo que jamás entenderé... Un hombre que deja que su mujer alquile su cuerpo a cualquier Tom, Dick o Abdul, obviamente no la respeta.'



Una breve introducción

Punternet.com es una web británica donde los “puteros” (compradores de sexo), publican sus reseñas de las “escorts” (vendedoras de sexo); [1] la web cuenta también con un foro de discusión. En este contexto, la palabra “escort” hace referencia a una mujer que (de acuerdo con Punternet) eligió libremente prostituirse y trabaja como freelance, sin coacción y a puerta cerrada (en casa, en burdeles, en salones de masaje o en hoteles). Este es el tipo de prostitución que buena parte de la población considera benigna y que, tanto los puteros, como el English Collective of Prostitutes defienden fervientemente. Me uní a la web en 2009 y me dediqué a leer reseñas y seguir a escondidas algunas discusiones.

Los comentarios a continuación fueron publicados por puteros. En ellos se hace patente que la afirmación de que los puteros respetan a las mujeres a las que pagan es falsa. Cuando una escort no cumple con el ideal del putero (joven, delgada, obediente y hambrienta de sexo), la insultan y se refieren a ella como puta, zorra o directamente “eso” o “la cosa esa”. Los puteros sostienen que jamás explotan ni se aprovechan de aquellas que aparentan no querer hacer lo que hacen, o que muestran signos de encontrarse bajo coacción o estar drogadas. Sin embargo, las citas que siguen demuestran que eso es falso y que a los puteros les importa un bledo la comodidad, el bienestar o la salud de las escorts.


Faltas de respeto referidas a la edad y la talla de las escorts

De entre las escorts, las más deseables son las más jóvenes dentro del límite legal, es decir, las de dieciocho, y con los cuerpos más diminutos. Cuanto más se aleja una escort de este extremo, más se la desprecia. Incluso puteros sexagenarios consideran que una escort veinte años más joven que ellos es demasiado vieja y merece que la insulten.

“Viajé para quedar con Sinead. Cómo no iba a hacerlo? ¡¡¡¡Talla 34, 18 años!!!!”
“No tiene el cuerpo firme, terso y esbelto de una de 22, ni en broma, más bien de una de 32.”
“A esta chica se le ha pasado la fecha de caducidad.” [Escrito por “Abuelo”]
“Por encima de la talla 40 ya me sentiría como en un combate de sumo.”
“Gordas no... sería un timo pagar por una.”
“Dice de sí misma que es una talla... 42... debe ser más bien una 46... Todo lo que quería era irme de ahí lo antes posible.”
“Llegó tarde y con dos tallas de más.”
“19 años, rubia... le sobra un poco de grasa en la barriga.”
“Mona pero me temo que un poco rechoncha.”
“Se la veía más vieja y más gorda (talla 42 en mi opinión, en contra de la 36 anunciada). Un timo en toda regla por lo que no volveré a quedar con Somaya nunca más.”
“Las mentirosas se salen con la suya porque la industria no está regulada. No es como ir a una tienda donde el consumidor tiene derechos.”
“Si te gusta follarte a abuelas arrugadas y escuálidas, entonces pásate a verla.”
“Tengo veintipocos y tenía ganas de probar a una mujer mayor... Esta tenía cincuenta y pico pero yo tenía claro que quería probar un coño maduro... Yo cuando follo, follo DURO! Y al minuto me estaba diciendo que tuviera cuidado con su vieja espalda. Volví a darle y me dijo que realmente sabía cómo follarme a una chica (o en su caso a una perra vieja). No quería avergonzar a la vieja zorra corriéndome en sus tetas o en su cara.”
“Parecía más cerca de los 60 que de los 50, pero saqué lo mejor de ella y le dije que era una puta comepollas. Le dije túmbate zorra y entérate de lo que es una polla de verdad. Antes le pregunté si podía insultarla y eso porque si no no habría podido mantener la erección con semejante mujer.”





Ignorar la evidente aversión que sienten las escorts

Tanto los dueños como los usuarios de la web, declaran que sólo apoyan, reseñan, promocionan y aprueban a aquellas escorts en situación de prostitución por decisión propia. Sin embargo, cuando la actitud de una escort denota aversión o repugnancia, la única preocupación de los puteros es no haber recibido aquello por lo que habían pagado.

“La realidad es que odia su trabajo y la paga con los hombres. ¿Por qué te haces profesional si no puedes cumplir con tus obligaciones?”
“Estaba distante, para nada interesada y bastante fría, no lo hizo bien y no se preocupó en absoluto por quien le había pagado.”
“Muy poca cosa en cuanto al servicio, entusiasmo, respuesta o conversación. Llega a trabajar así en cualquier otro sitio y la habrían despedido.”
“Me hubiera podido follar una almohada que hubiera obtenido mayor respuesta... Si pago por ello, espero un servicio decente... Sólo puedo dar por hecho que odia lo que hace.”
“Una zorra rusa... tenía la cabeza en otra parte desde el principio. Se la veía aburrida, sin ningún interés.”
“Me pareció que estaba dormida. Ningún sonido, los ojos cerrados... Así que le di un poco más duro y se acabó.”
“Es evidente que no le agrada lo que hace, y no hace el más mínimo esfuerzo por aparentar lo contrario.”
“Estaba muy poco interesada y claramente no le gusta su trabajo, incluso me lo dijo, lo cual no es que me llenara de confianza, precisamente.”
“Me dejó bastante claro que no disfrutaba del trabajo y que la única razón por la cual lo hacía era la necesidad económica.”
“Se la veía bastante desconectada y poco interesada... Parecía un robot. Me sentí un poco como un coche viejo y sucio atravesando el lavadero automático. A menos que empiece a disfrutar un poco, me da igual lo joven que sea que no pienso volver.”
“Su dulzura, amabilidad y feminidad va desapareciendo con el tiempo para dar paso a una personalidad más fría y menos atrayente. Quizás empiezan a odiar secretamente a los hombres y empiezan a verlos como máquinas expendedoras de dinero.”
“Fue el tipo de experiencia que tienes con tu novia cuando en realidad no quiere follar pero la atosigas hasta que lo consigues.”
“Era como un trozo de carne... Así que pensé mejor le meto la polla en la boca pero en vez de mamármela me empezó a pajear... ¡Yo no había pagado por una paja! Me puse el condón y empecé a follármela. Pensé que había pagado así que mejor follármela fuerte! Le agarré las piernas, me las puse en los hombros y me la follé pero bien!”
“Estoy harto de pagar por sexo, que sea como estar con un robot y que me despidan con una sonrisita.”
“Como follarse a un pez muerto (Ninguna clase de reacción por su parte).”
“No estaba interesada en lo más mínimo... fría, respondía con monosilábos... tan viva como un cadáver.”
“La coreana claramente no quería cumplir... A lo mejor es por mi edad (por encima de 50), quizá ella esperaba a alguien más joven, pero después de todo, ¿no pagamos por eso, por sentirnos otra vez jóvenes y atractivos? Puedo entender que no esté físicamente interesada, pero carecía de cualquier tipo de habilidad social. No es que mostrase desagrado, eso sería comprensible... es que no mostraba nada en absoluto. Quizás es el modo que tiene de desconectarse.”
“Fue como follarme a un androide la mayor parte del tiempo.”
“Estaba tan apagada, silenciosa y carente de entusiasmo! No se movía ni emitía ningún ruido, ¡me alegré de correrme y que por fin se acabara!”
“Me dejó que me corriera encima de ella pero claramente lo odiaba y se fue rápidamente al baño a lavarse y darse una ducha.”
“Bastante reacia, mi sensación fue que quería hacer lo mínimo.”
“Chica de Europa del Este que no habla una palabra de inglés. Sin ningún espíritu, una actitud forzada y un desinterés total desde el principio.”
“Cuando le pedí si podía poner un poco de su parte, me dijo: 'Tengo las piernas abiertas, ¿no te vale con eso?'”
“Mi sensación fue que estaba repitiendo una coreografía... tiene que aprender a entregarse un poco en su trabajo.”
“Su actitud y su servicio fueron simplemente una chapuza... Me hizo una mamada sin ningún interés. A cada rato se apartaba para coger aire y movía la mandíbula de lado a lado, frotándose la cara, con el ceño fruncido... Le pregunté si solía chupar las pelotas... puso cara como de estar enferma y dijo “No”. A esas alturas yo estaba totalmente cabreado por sus obvias ganas de terminar... Entonces... pasó a contarme una historia personal, extremadamente triste... Parecía que se iba a echar a llorar, pero entonces se recompuso... Me sentí como una mierda, como si estuviera abusando de la pobre chica. Me corrí, y por un momento su cara reflejó alguna emoción y volvió al ceño fruncido. Me vestí y me fui, amargado, sintiéndome como un cabrón y lo más bajo de la escala social. Chicas así no deberían estar trabajando. Por esto es por lo que hay que regular la industria e introducir alguna clase de protección al consumidor... Estoy realmente molesto. Necesitaba alegrarme porque últimamente mi vida ha dado un giro de mierda y Heaven solo consiguió hacerme sentir peor.”
“SIN contacto visual... gemidos fingidos, sin entusiasmo. Tiene que mejorar sus hábitos/actitud.”
“No hizo nada, ni siquiera me tocó... Fue lo que se dice una actuación vaga y desmotivada... sólo le interesa cobrar.”
“Estaba completamente desmotivada y no hizo ningún esfuerzo, un servicio sin el menor brillo... y le faltó tiempo para salir de la habitación.”
“Cero comunicativa... se untó el coño con toneladas de lubricante... me quedó claro que iba a ser más como hacerme una paja con el cuerpo de la chica.”
“Su comportamiento era catatónico. La expresión de su rostro no variaba. Era como una explosión de aburrimiento e indiferencia. Se puso encima y empezó a follarme. La expresión igual, los ojos muertos.”
“Solo me dejó hacérselo en la postura del misionero, cerró los ojos y fue como si se durmiera.”
“Totalmente desmotivada. Los ojos abiertos de par en par y cara de aburrimiento... Cuando pasa esto, mejor fóllalo y vete.”
“Durante el sexo me impresionó su silencio, quiero decir, estaba realmente en otra parte.”
“Esta chica es totalmente frígida... Me dijo fóllame y vete.”
“¿Por qué no pueden estas chavalas echarle un poco de ganas? El polvo fue mecánico y frío por su parte. Ya estoy harto de estas chicas de Europa del Este que quieren la pasta pero te dan un servicio de tercera clase.”
“Yo la machaqué hasta que descargué toda mi munición, ella por su parte hubiera podido estar haciéndose la manicura.”
“Actuó como si no quisiera estar ahí. Era aburrida, no mostraba el menor interés. Un desperdicio de dinero.”
“Parecía totalmente desmotivada, se limitó a abrir las piernas. Una muñeca hinchable habría sido mejor y más barata.”
“Me pongo encima, ella elude el contacto visual y se queda tumbada, totalmente quieta mientras me la follo [y pienso] en algo mejor que la cosa esa que hay en la cama.”
“Fría, indiferente, antipática... mejor evitarla. Espero que la manden de vuelta a Rumanía.”
“Tuve la sensación de que realmente deseaba estar en cualquier otro sitio... Para ser sincero, me descentró un poco.”
“Llegó cabreada... apenas disimuló las pocas ganas que tenía. Se me puso encima y debo decir que creo que quiso hacerme daño. Me presionó el pecho con tanta fuerza que tuve que pedirle que cambiáramos de posición. Soy un tío fuerte y ella es bastante delgada, así que ejercer tanta presión como para que llegue a doler tiene que ser a propósito, o inconsciente...”
“Morgan, simplemente, no quería estar ahí. Quizá es la crisis lo que la ha llevado a venderse a sí misma para pagar la hipoteca.”
“Impedía cualquier intento de crear intimidad apartando la cara.”
“Se sentó en la cama tan lejos de mí como era posible, sin hacer el menor intento por conectar... A esto siguió un polvo indiferente. Me corrí y me largué.”
“Me hice una paja con su coño mientras ella intentaba dormir.”
“Tiene un inglés muy limitado pero te deja muy claro a través de su expresión corporal que preferiría estar haciendo cualquier otra cosa.”
“Parecía maja, pero la industria se la ha cargado y se comporta como un robot sin ningún vínculo con el cliente.”
“Realmente dudo de que le guste este trabajo... Te hace sentir como un pervertido follándose a un cadáver que no hace más que mirar a otra parte.”
“Sentí como si estuviera meneando un saco de patatas de un lado a otro de la cama... era como estar metiéndole la polla a un cadáver.”
“Me dejó follarla pero se quedó ahí totalmente quieta, me quité el condón justo antes de correrme y me pajeé hasta que le eché mi carga en la cara.”
“Nada de contacto visual, tiesa como una tabla. Pensé que ojalá me hubiera comprado una muñeca hinchable en el sex shop, seguro que me hubiera divertido más con ella.”
“Tenía una expresión totalmente gélida y desmotivada... simplemente estaba ahí tumbada.”
“Era fría y distante... se untó el coño con lubricante y abrió las piernas, parecía estar esperando algo horrible, yo quería irme pero... con tal de no tirar el dinero, decidí tener sexo con ella, fue terrible, cerró los ojos y fue como si estuviera muerta.”
“Se volvió a tumbar en la cama, como un saco de patatas... Yo estaba haciendo todo lo posible por sacar algo de lo que había pagado. Llamé a la agencia tan pronto como me fui de la casa y les dije que la actitud de la chica era de lo peor.”
“[La chica diminuta de Singapur] resultó ser la chica más pasiva de todas por las que he pagado. No era tanto que se apartase de mí, como que no ofrecía ninguna clase de respuesta, estaba como clavada, así que simplemente la dejé bregar con... el sexo por el que había pagado... pensé que lo mejor sería hacerlo a cuatro patas, ya que al menos así no tendría que ver su cara de mustia.”
“Realmente odia este trabajo y te lo dice sin ningún reparo.”





Un putero hizo una estimación en base a la actitud de las muchas escorts a las que había pagado y usado. El 80% fue incapaz de disimular su desagrado.


Desagrado explícito  5%

Desagrado pasivo o del tipo: “Puedo tolerarlo”  10%

Indiferencia respecto a cómo lo está pasando el putero  45%

Indiferencia con algún resquicio de interés o curiosidad por el putero  20%

Mejor que eso: atención activa y positiva  5%



Indiferencia ante el hecho de que la escort estuviera drogada

“Una rubia pequeña, con pinta de anoréxica, colocada... y totalmente plana, y otra morena alta y flacucha, también colocada... las dos colgadas y repugnantes.” [Con todo, la usó.]
“Conforme le vi los brazos entendí que se metía drogas de las MALAS, las marcas en los brazos eran imposibles de disimular.” [Con todo, la usó.]
“Mi primer impulso cuando la vi fue largarme, pero por 10 libras pensé que podría darle una oportunidad... Tenía los ojos cerrados, se veía que estaba puestísima hasta las cejas, sin duda ninguna... lo cual me cabreó muchísimo.” [Con todo, la usó.]
“A juzgar por su cuerpo, está claramente colgada.” [Con todo, la usó.]
“Cuidado con esta chica no todo es lo que parece, yo creo que se pone.” [Con todo, la usó.]
“Esa COSA es un auténtico riesgo para la salud. Estaba medio dormida claramente puesta, vi una pipa en su mesilla y olía y estaba sucia.” [Con todo, la usó.]
“Tendría unos 26, (¿a lo mejor sólo 19 pero la mala vida le había pasado factura?), y en cuanto se quitó la ropa la cosa fue de mal en peor. Las tetas flácidas de haber dado el pecho, lamentablemente delgada y con moratones.” [Con todo, la usó.]
“La realidad es que no quería estar allí... El sexo fue un polvo mediocre en el que Amanda sencillamente no participó.”


No respetar los deseos, límites y autonomía de las escorts

“Me infló las pelotas que me dijera lo que tenía que hacer aún habiendo pagado.”
“Escogí a Roxy porque hace anal, pero ¡NADA! Y ¿qué tal un beso? Giraba la cabeza constantemente.”
“Ni oral ni anal. La última reseña decía que nunca dice “no”, pero con lo que me encontré fueron múltiples y molestas voces que decían “no” cada vez que intentaba tomar las riendas.”
“La web describe a Alexis como a 'una chica muy maja con una personalidad abierta, dispuesta a casi cualquier servicio'. Ejém... ¡No! No hacía más que decir, No, eso no lo hago o eso no me gusta!”
[Chica húngara de 18 años] aparece... con una pinta horrible... me podía haber comprado un maniquí, que al menos no se habría negado a lo que le pedía el 99% del tiempo. Nada de correrme en su boca, nada de besos. No sonrió ni respondió de modo alguno, más allá de los constantes bostezos. Una estafa total y absoluta.
“Todo el tiempo era una excusa detrás de otra, mezcladas directamente con negativas a hacer nada bien o como se lo pedía. Se negaba a moverse donde yo le decía, se negaba a todas las posturas que le pedía.”
“Le dije que se pusiera encima, a lo cual no estaba muy dispuesta, se negaba a hacer el menor esfuerzo, yo me ablandé así que al final tuve que mover yo su cuerpo lo cual era un poco como follarse a una chica inconsciente, un poco desconcertante. Mientras me vestía ella se dedicó a lloriquear acerca de que no le gustaba encima.”
“No hacía más que quejarse y lamentarse. No toques esto, no hagas aquello, no me aplastes...”
“Una zorra pasota... Se puso de tal modo que no me podía tocar, ni yo a ella... Una mamada de mierda, con los ojos cerrados, seguida de follarme su coño flojo y lleno de lubricante. Un desperdicio total de tiempo y dinero. Hay un aviso en la puerta del cuarto: “No se hacen devoluciones”, posiblemente por todos los clientes que se habrán quejado de la mierda de servicio. Hay también un guardaespaldas, posiblemente por la misma razón.”
“Cuando pedí [oral sin condón], se ofendió, me dijo que tendría que ser más respetuoso (¡estaba pagando por un servicio!)”
“¡Cuando le pedí por detrás me dijo que no hacía anal en la primera cita! No quiero una relación contigo, cariño. ¡Sólo darte por el culo!”
“Blaise fue una auténtica decepción... Bastante dominante y venga a decir 'no hagas esto, no hagas aquello', un poco irritante.”
“Tiene una idea muy clara del servicio que te va a dar, te dice exactamente qué hacer, dónde ponerte, dónde sentarte (no en plan dominatrix, más bien en plan vieja neurótica) y no te deja hacer lo que quieras. Es como si no supiera que le estás pagando por hacer (dentro de lo razonable y los límites acordados, claro) lo que quieras, no lo que ella quiera que hagas.”
“Se negó a levantar las piernas para que pudiera entrar más adentro. Tuve que conformarme y no disfruté demasiado.”
“Bailey no me dejaba metérsela hasta el fondo y ponía la mano en medio (insistiendo en que el condón podría romperse). Fue un auténtico bajón.”
“Empezó a bloquearme el paso al coño con los dedos y era muy difícil penetrarla.”
“Se empeñó en que lo hiciéramos en una postura incómoda, con una pierna arriba y una abajo – con la intención evidente de limitar la penetración – y evidentemente consiguió también limitar cualquier clase de diversión.”
“Como tantas chicas asiáticas en Inglaterra, que no quieren saber nada a menos que tengan ellas todo el control y el poder y estén dando órdenes. A evitar como a la peste.”
“Unas tetas increíbles pero me dijo que no podía tocarlas dado que le iba a bajar la regla y las tenía sensibles (en ese punto ya estaba empezando a sentir que me había engañado).”
“Quedé con Kim [porque había oído] que eyaculaba. Sin embargo... no hubo ninguna eyaculación, Kim dijo que tenía que “estar de humor”... No vale lo que cuesta media hora con ella.”

Algunos puteros buscan una Girlfriend Experience (GFE). La escort se comporta como si fuese “la novia” del putero, lo cual significa hacer todo lo que él quiera sin rechistar, haciendo como si lo disfrutase.

“Hubo demasiados 'no hagas esto o aquello' como para considerarlo una experiencia (GFE) divertida.”
“Muchas prostitutas no son capaces de ofrecer una experiencia (GFE) creíble, lo cual no me sorprende teniendo en cuenta que tantas de ellas detestan todo lo que tiene que ver con su trabajo.”
“Jodidamente corriente, una zorra húngara con un rollo pasota... Se notaba que la habían estado follando toda la tarde y ahí estaba yo... con la esperanza de tener alguna clase de experiencia (GFE)... Así que me la follé tan fuerte como pude a cuatro patas. Le saqué un par de gemidos, pero estaba acostumbrada a ello.”
“Yo sólo quería pasar un rato de calidad con una chica agradable. En vez de eso me encontré con una zorra descarada.”

A pesar de que los puteros declaran que se preocupan por el bienestar de las escorts, las mujeres que dan signos de sentir dolor son valoradas como un fastidio, como incapaces de proporcionar un servicio. Una queja muy frecuente es que después de haber pedido una chica joven y muy pequeña, resulta que no puede soportar sin dolor, ni el pene, ni los dedos de un hombre occidental, así como su peso o impulso. Si intentó protegerse del dolor e hizo por no resultar herida, los puteros se quejaron.

“[Asiática muy pequeña] se retorcía y se quejaba de que tenía los dedos demasiado grandes... empezó a preguntar 'jefe quiere ponerse condón?'... al cabo de un rato le dije que quería anal... 'No, tú muy grande, jefe.' Inútil”
“Le dije que si quería ponerse encima primero y lo hizo, poniendo la cabeza a la altura de mi cuello... Y cuando le pedí que se sentara erguida me dijo no, la tienes demasiado grande.”
“Le di un cachete en plan juguetón. Replicó enseguida. Me dijo: 'No me des azotes. Tengo una 36 y apenas tengo grasa así que me duele'.”
“No quería ponerse encima de mí... y cuando intenté el misionero se quejó de mi tamaño, con la excusa barata de que la tengo demasiado grande.”
“Una zorra portuguesa, joven... se quejó de que tenía la polla “gruesa” y que eso para ella era un problema! Pensé si no puedes con esto ve y búscate un curro de día!”
“Tenía el coño hinchado e irritado... Me dijo que estaba muy cansada y que la agencia la tenía todo el tiempo trabajando.”
“Tenía las tetas demasiado doloridas como para poder chupárselas... Intenté follármela pero tenía las piernas acostumbradas a evitar la penetración profunda, y cuando intenté darle más fuerte, me dijo 'no tan fuerte'... Si pago por follar, espero poder follar.”
“No pude ni chuparle las tetas ni tocarle las tetas porque las operaciones hacían que le dolieran.”
“No pude hacer esto ni aquello. Hubo muy poco que pudiera hacer... Se quejaba de que estaba dolorida.”
“[Dijo] Acabo de salir de una cita de dos horas y tengo el coño muy dolorido.”
“No paraba de decir y quejarse de que la hacía daño! Yo seguí, sin meterla hasta el fondo, en muchas posiciones diferentes (y siempre se quejaba).”
“Esa piel flácida que le colgaba de la barriga fue suficiente para embajonarme pero era tan obvio el dolor que sentía mientras me la follaba que se me quitaron totalmente las ganas.”
“Empezó a sangrar muchísimo y me llenó la toalla, las sábanas, almohadas etc con sangre. Totalmente asqueroso... Se disculpó y dijo que no esperaba que ocurriera tal cosa... Le di el papel higiénico y con él ella intentó contener la hemorragia. Fue una experiencia perturbadora que preferiría olvidar.”
“Esta chica [china] no habla mucho inglés y se la veía muy distante y desmotivada... sangre en el condón, sangre en mi zona púbica... Yo no daba crédito... Ahora tendré que pasarme por la clínica... genial! Y encima de todo, el tiempo que pasé con ella fue muy mediocre, fue un desperdicio de dinero.”



Criticar que la escort lo hace sólo por dinero

Aunque los puteros repitan hasta la saciedad que lo único que quieren cuando contratan a una escort es sexo, se ofenden si sienten que ella lo único que quiere es dinero.

“Parece estar en esto únicamente por dinero.”
“Una chica maja pero no trabaja adecuadamente, se ve que sólo está intentando sacar algo de dinero...”
“Contó su dinero dos veces, es lo único que le importa.”
“Con cada pollazo ella está ahí pensando... '5 libras, 10 libras, 15 libras, 20 libras...' y en cuanto llegas a lo que has pagado... pierde el interés.”
“Nada le interesaba excepto agenciarse mi dinero.”
“Se ve que no disfruta el trabajo y sólo está en ello por dinero.”
“Estuvo fría y distante, distraída, interesada únicamente en el dinero.”
“Muchas de estas trabajadoras aman el dinero pero odian el trabajo en sí y deberían dedicarse a otra cosa.”
“Está claro que la chica vino sólo por el dinero!”
“Parecía completa y únicamente movida por el dinero.”
“Es demasiado materialista.”
“Le pregunté que por qué estaba en esto. Me dijo: '¿Y tú qué crees? Tenía muchísimo dinero, así que me metí a puta'”
“No se movía... Tenía los ojos cerrados como si quisiera estar en un cole dando clase o en una oficina, delante de un ordenador... Se supone que el cliente tiene que pasarlo bien, pero con una actitud así... Debes de haberte equivocado de profesión cariño, esto no es para las que lo hacen sólo por dinero.”
“Típico de una escort mediocre que lo hace sólo por dinero.”
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“Creo que deberíamos centrarnos en ser puteros más que en hacer activismo por los derechos de las mujeres. ¿Sabes que te encuentres o no con una de las llamadas 'víctimas de trata' (sea lo que sea eso), el hecho de ir de putas contribuye a la explotación de las mujeres, por más que no veas los efectos de manera inmediata? Es vergonzoso. Dejaría de ir de putas sin pensarlo, si tuviese sentimientos morales.”

“Para mí no es más que una transacción económica. Me importa tan poco cómo ha llegado la cajera del Tesco a estar donde está, como cualquier dependienta o azafata, o cualquiera con la que me encuentro cuando estoy de vacaciones, ellas venden un servicio y yo lo compro, eso es todo.”

En algunas reseñas se hacía patente que los puteros se habían topado con mujeres víctimas de trata u obligadas a prostituirse por un proxeneta, pero de todas maneras las habían utilizado.

“[Chica húngara de 18 años]. Me da mí que la han metido en esto a la fuerza y no me creo del todo su edad. Las húngaras no me impresionan en absoluto.” [Con todo, la usó]
[Una tailandesa muy pequeñita] echó la cabeza a un lado y cerró los ojos con fuerza. Le pregunté si estaba bien, si le estaba haciendo daño... Me dijo sí, está bien, sigue, ¡pero córrete rápido! Me aparté de ella. Entonces se preocupó: “qué pasa, ¿no gusto a usted?, “¿no piensa que yo sexy?”... Le dije no te preocupes, simplemente me iré. Pero parecía que le preocupaba meterse en líos y entonces yo me preocupé, porque si tenía un chulo cabrón igual se cebaba con ella si me veía irme antes de tiempo, así que le dejé terminar con la mano... Entonces me fui, sin decir mucho, y ella tampoco dijo nada.”
“Fui a ver a una japonesa que no estaba muy bien, durante mi visita me enseñó un papel en el que había escrito varias veces 'No tengo elección'. La pregunta es: ¿es libre o está ahí a la fuerza y es incapaz de escapar, presa de los criminales que la utilizan?” [Con todo, la usó]
“Es la primera vez que me he sentido mal con todo esto de ir de putas. El lado oscuro de la prostitución, tal y como a veces lo describen los periódicos... No lo recomiendo, a menos que te apetezca hacerte algunas preguntas muy jodidas sobre ti mismo después.”
“La puerta del piso estaba cerrada con dos vueltas y el escolta [esto es, el chulo] tenía la llave. Hubiera preferido una doncella en un fuego, sin duda... Sólo volvería por una chica diferente y preferiblemente sin el matón. Los cerrojos son peligrosos (y también ilegales!)”
“La gota que colmó el vaso de mi visita fue toparme con el “guardaespaldas” esperando a la salida de la habitación, cuando salí para irme.”

[1] Entre 1999 y 2009 los miembros de Punternet publicaron unas 90,000 reseñas de escorts. Catherine Bennet escribió que los hombres de Putnernet “suben sus comentarios en el mismo estilo digno y ofendido de los inspectores amateur de la Good Food Guide.” The Observer, 20 de octubre de 2005.
[2] Soy un hombre preocupado desde hace mucho tiempo por el abuso de mujeres en la prostitución.
[3] Los propietarios de la web se declaran en contra de la trata y el proxenetismo.

Visita nuestro canal de Youtube con interesantes videos traducidos y subtitulados en español: https://www.youtube.com/channel/UCuDKy2DjYr3Egw6iX1h1tcQ/videos

2 Comentarios
Marina Flox Ben7/22/2018 11:29:30 pm
Gracias por mostrar lo que no se ve.

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F7/23/2018 07:56:47 pm
Veo que por las redes sociales se empiezan a cuestionar en base a algunos estudios los trabajos de Melissa Farley en base a su metodología y se empieza a cuestionar a su vez la penosidad inherente de la prostitución, segmentándola en su análisis y relativizándola frente a otras actividades. Es por esto que sería muy conveniente realizar muchos más estudios a cerca de las condiciones en que se realiza la prostitución y de sus efectos en la salud de las prostitutas. Efectos en su salud mental, % de mujeres forzadas ( según un informe de la ONU el 15%, según otras fuentes más) Ahora recientemente Clara Serra ha empezado a atacar filosoficamente un argumento abolicionista referente a la vulneración de la libertad sexual de las mujeres que se ven abocadas a ejercer laprostitución. El argumento pretende diferenciar deseo, voluntad y consentimiento, estableciendo que es normal que la voluntad pueda ir contra el deseo. Bien, la crítica fundamental a este argumento sería que la voluntad y el deseo etimológicamente son lo mismo, y que siguiendo esa tesis se podría legitimar la esclavitud, ya que el deseo/voluntad del esclavo de ser libre se ve desplazado por su consentimiento determinado por razones de órden económico. El argumento es tan reaccionario, en sus efectos y sus principios, que sería la legitimación de que personas de una condición sexual, por ejemplo una mujer homosexual, pudieran consentir renunciar a los deseos propios de su condición por necesidad económica, teniendo relaciones, siguiendo el ejemplo, de carácter heterosexual, o viceversa. Es decir una barbaridad que atenta contra la libertad sexual que es un DDHH. La sexualidad que pertenece al terreno de lo lúdico, placentero, recíproco y la libertad para ejercerla no puede ser mercantilizada y sometida al dominio de otros , aunque sea con consentimiento por una determinación económica. Este principio debería ser irrenunciable en cualquier sociedad civilizada y no cabría vulnerarlo bajo acuerdos particulares. La voluntad sexual, ni la condición sexual que lleva aparejada una determinada voluntad o deseo, no puede ser vulnerada por cuestiones de poder económico y necesidad como no puede serlo la libertad, entendida como autonomía no sometida a la dominación y propiedad de otros. Además la prostitución, comercia cuerpos, no solo actividades, es decir personas, al igual que la esclavitud, cosifica a las mujeres y las conceptualiza como mercancías desprovista de cualquier otro atributo. Lo cual es intolerable, no podemos aceptar una sociedad que se configure en cuanto a valores que incluyen una conceptualización de seres humanos como mercancías, porque entonces de la prostitución a la mera esclavitud hay un solo paso. Además la legalización y normalización de la prostitución, al normalizar la oferta y la demanda, expone a todas las mujeres sin distinción, sobretodo a las asalariadas, a recibir ofertas de este tipo en cualquier trabajo por sus superiores dentro de un sistema patriarcal con una gran desigualdad ( que es la fuente de poder de unos sobre otros) propia de este sistema de producción. Todo un mecanismo diabólico.


Fuente
https://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/mito-los-puteros-respetan-a-las-mujeres-que-compran#