domingo, 2 de enero de 2022

Sabemos quiénes somos y lo que queremos

 

Sabemos quiénes somos y lo que queremos

16/08/2021

AUTORA

Puri Liétor

Psicóloga sanitaria y activista Feminista

“El porno es un producto cultural y económico que ha sido diseñado y creado por varones y destinado mayoritariamente al público masculino, donde se erotiza la subordinación de las mujeres y se transforma en una fuente de placer masculino: el placer del poder. El imaginario pornográfico contiene relatos cuyo elemento narrativo es la violencia, a veces extrema, contra las mujeres. El porno no es ficción, crea realidad y lo hace para disciplinar a las mujeres, ya que el estatuto fundamental de las mujeres en los relatos pornográficos es el de proveedoras del placer de los varones, lo que contribuye a moldear la sexualidad de las mujeres desde el interés masculino, y ha tenido como consecuencia que se haya impuesto una interpretación masculina de la sexualidad en el imaginario colectivo.

 

Por eso la pornografía y la prostitución van de la mano, y podemos afirmar que una de las funciones que cumple la pornografía es la de ser la pedagogía de la prostitución.

 

Marta Elisa de León, que estuvo durante diez años en el mundo de la prostitución, explica en el libro que escribió en 2012 sobre su experiencia: “Mi conclusión: casi todos los hombres están programados y la culpa, en parte, es de la pornografía. Toda esa imaginería tan exagerada y antinatural, hace mucho daño. Muchos hombres viven tan enganchados a todo ese mundo de imágenes que luego son incapaces de sentir deseo por algo que no esté dentro de esos parámetros. Y tampoco saben relacionarse con normalidad con una mujer, porque no tienen otra referencia mental salvo la pornográfica”. (Marta Elisa de León, “Las ocultas. Una experiencia de la prostitución”).

 

Las representaciones pornográficas enseñan a puteros y mujeres prostituidas a normalizar un imaginario sexual en el que la agresividad y el sadismo contra las mujeres forma parte de la industria de la explotación sexual”.

 

Estos fragmentos pertenecen al último libro publicado por la prestigiosa socióloga Rosa Cobo Bedía, “Pornografía. El placer del poder”, y la hipótesis central que desarrolla en este trabajo es la visibilización de los grupos masculinos con poder económico y cultural que están proponiendo a la conciencia de nuestra época una redefinición de lo masculino y de lo femenino.

 

La reorganización del capitalismo y la reestructuración del patriarcado se alimentan y sostienen gracias a la sexualización y mercantilización de las mujeres, y su alianza ha normalizado una nueva categoría de mujeres, las servidoras, en concreto servidoras sexuales, laborales y domésticas, que tienen en común una situación socioeconómica de desamparo que las conduce a transitar por los circuitos de supervivencia del capitalismo global.

 

Y eso es posible porque el modelo socioeconómico globalizado actual mantiene la misma desigualdad estructural ancestral que impone una socialización diferencial para mujeres y para varones, y a través de los usos, las normas, las costumbres, las leyes y las políticas públicas, o precisamente por la carencia  de éstas, mantiene la subsidiariedad de las mujeres respecto a los varones. Y a los varones esta subsidiariedad nunca ha parecido molestarles, en ninguna de sus variantes, ni la han considerado impropia, al contrario, la han institucionalizado para normalizarla. Pero esta flagrante injusticia fue denunciada desde sus inicios por  el pensamiento Feminista, articulado después en una Teoría ética y política Feminista y estructurado en una Agenda Feminista con propuestas, objetivos y vindicaciones, que en todo momento han rechazado todas y cada una de las variantes en que se reproduce esta subsidiariedad, y consecuentemente han exigido su eliminación.

 

Y en el siglo XXI, desgraciadamente, aún se mantiene como uno de los objetivos de la Agenda Feminista  la Abolición de la pornografía y la prostitución:

 

–”Prostitución en Cuba: “Ahora trabajamos por internet” (18/2/21): María (seudónimo), con solo 17 años de edad, es una de las jóvenes cubanas que se dedica al negocio del sexo. Desde muy joven recae sobre sus hombros todo el peso del sustento económico familiar; por eso se prostituye desde los 14 años. “Mi familia y yo estamos sobreviviendo ahora, debido a la pandemia, gracias a Internet y las redes sociales.  Hago videollamadas en vivo, bailo, me masturbo, hago todo lo que me piden, a lo único que no llegamos es a la penetración pero así ellos resuelven sus ganas y mi familia y yo nuestra supervivencia.  Recuerdo que de niña  muchas veces me acosté con un vaso de agua con azúcar en la barriga. Mi padre ganaba muy poco y apenas alcanzaba para comer, así que cuando vi la posibilidad de sacar dinero de mi cuerpo no lo pensé dos veces porque no tuve muchas opciones”.

 

Rosa (seudónimo) siguió el mismo camino que María: optó por la prostitución para tener con qué alimentar a su madre y sus hermanas. “La primera vez que me acosté con un extranjero la recuerdo como el peor día de mi vida. Yo era casi una niña y aquel viejo tenía casi 80 años. Cuando empezó a tocarme yo me quería morir, explica la joven. No sabes el asco que se siente cuando te acuestas con alguien que no te gusta. Ahora, aunque obtengo menos dinero y sigo teniendo que hacer cosas que no me gustan es una ventaja no tener que acostarme con ellos, aunque tendré que seguir así porque no hay nada más para mí”.

 

 –“La indiferencia de la Universidad Colombiana ante la prostitución de sus estudiantes” (18/5/20): El principal argumento de quienes ejercen esta actividad es que el motivo para ello es la difícil situación económica y los altos precios de las matrículas. También está la modalidad de intercambiar sexo por calificaciones, que es otra extensión crítica de la situación. En 2017 el psicólogo e historiador Juan Manuel Estrada Jiménez escribió el libro “Universidad y Prostitución“: “En muchas universidades son famosos los catálogos de estudiantes que ofrecen servicios sexuales. Hay catálogos especializados en atención a extranjeros.  La prostitución se naturalizó en las universidades. Las nuevas generaciones han sido condicionadas para actuar sin prever las consecuencias o sin importar que sus decisiones engendren consecuencias negativas. La indiferencia de autoridades administrativas y académicas representa una cómplice validación de estas prácticas.  Mientras la joven pague la matrícula y aporte dinero a los dueños del negocio (que por lo general son empresarios y políticos, no académicos o investigadores), nada importa lo que pase”. Según Estrada, “las universidades católicas que se pronuncian en contra de sentidas necesidades como la del aborto legal y gratuito, no hacen nada por enfrentar y frenar la prostitución universitaria”.

 

Así mismo, concluye que “enfrentar la prostitución universitaria, implica para la universidad desenmascarar su propia indiferencia ética frente a la educación y a las crisis sociales”.

 

         –Prostitución: ¡nunca más! (18/9/2018 Por: Sandra Norak, superviviente de la prostitución, y la Dr. Ingeborg Kraus, psicóloga clínica y psicoterapeuta experta en trauma):  “Cuando se habla de prostitución en la sociedad alemana, se observa cómo la ley regulacionista de 2002 ha promovido la idea de que ésta es un trabajo como cualquier otro. Pero la prostitución deja profundas cicatrices en el cuerpo y en el alma. La salida no es comparable a un simple cambio de trabajo. Una vez atrapadas en el sistema prostitucional, es muy difícil salir y muchas no lo consiguen jamás. Para estar en situación de prostitución, y soportar las incontables penetraciones de desconocidos, que siempre van unidas a una violencia inmensa e inconmensurable, humillaciones, mentiras y la mayor ausencia de humanidad, es necesario tomar una actitud que minimice activamente la violencia, como creer que no es tan horrible y se puede sobrellevar. Psicológicamente es posible recurrir al mecanismo de disociación como una estrategia de autodefensa, pero las secuelas psicofisiológicas que siempre comporta su recurso son persistentes y altamente incapacitantes.

 

Ninguna mujer tendría que recurrir a estrategias que minimizaran el impacto que el comportamiento violento de sus semejantes, normalmente varones, les ocasiona, y mucho menos debería ocurrir contando con la complicidad de los poderes públicos, cuya perpectiva economicista se ve reflejada en decisiones políticas que permiten que la violencia sexual en forma de prostitución no sea reconocida como tal por la sociedad ni por el Estado, sino que se trivializa como un servicio viable.  A las personas prostituidas, la legalización de la compra de sexo les enseña que la violencia que experimentan no es tal, porque pueden ser compradas para uso sexual. El Estado señala con su legislación liberal que la prostitución no es violencia sino un trabajo. Este punto de vista se acepta, incluso en muchos centros de asesoramiento. Es peligroso porque se incita a la prostitución sin informar en primer lugar de la inmensa violencia a la que quedan expuestas.

 

Cuando mi proxeneta me arrastró (Sandra) a un burdel por primera vez y siendo yo adolescente, tuve un mal presentimiento y quise huir. Era joven e insegura y no sabía cómo comportarme o el peligro que corría. Me introdujo a la prostitución insistiendo en que todo era normal y no debía ser tan estrecha. Recordé el posicionamiento de nuestro gobierno afirmando que es un trabajo, y que los proxenetas y directores de burdeles, son entrevistados en programas “serios” en los que se refieren a ellos como empresarios en lugar de como criminales. Recordé que describen la prostitución como si no fuera realmente una mala experiencia. Precisamente esa imagen de normalidad es la que también nuestro Estado comunica con su legislación. Así que por eso me fue todavía más difícil ver que estaba deslizándome hacia un entorno de violencia criminal. No es así como describían la prostitución ni como lo hacen ahora tampoco. Justamente nuestro Estado es responsable de dar ejemplo y orientar a las personas jóvenes y vulnerables. Si mediante la prohibición de la compra de sexo el Estado me hubiera indicado claramente: “la prostitución es violencia y una violación de la dignidad humana” entonces, ese traficante de personas lo habría tenido mucho más difícil para meterme en la prostitución. La triste verdad es que nuestro Estado ha asumido la violencia sexual contra las mujeres como algo normal. Eso es lo que demuestra esta legislación liberal sobre la prostitución y eso es lo que aprende la gente; así es como crecen los niños, creyendo que no es violencia que personas en prostitución sean penetradas y despojadas de su dignidad a diario”.

 

        -PROSTITUCIÓN Y TRATA DE SERES HUMANOS CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL. MÉDICOS DEL MUNDO: Médicos del Mundo considera que la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la prostitución son dos realidades indisociables, que representan una vulneración sistemática de los derechos humanos, como parte de una estructura desigual de género, adoptando un posicionamiento abolicionista frente a la prostitución. Dentro de nuestras acciones consideramos importante poner énfasis en la incidencia política para lograr cambios normativos que protejan a las personas en situación de prostitución y documentamos activamente la vulneración de derechos que sufren, a través de la recogida de testimonios que llevan a cabo nuestros equipos.

 

En los 25 años que llevamos interviniendo con este colectivo, hemos atendido a cerca de 100.000 personas en situación de prostitución y constatando que este hecho vulnera los derechos humanos de las mujeres implicadas y afecta muy negativamente a su salud física, psíquica y social. Sufren estigma social y violencia sistemática, como comprobamos en nuestro trabajo de campo: los testimonios sobre clientes prostituidores que recurren al chantaje emocional para la realización de prácticas de riesgo y las agreden física y verbalmente son alarmantemente frecuentes. Las consecuencias del ejercicio de la prostitución para la salud mental son similares a las que sufren las personas sometidas a torturas.

 

        -”Armengol y Montero analizan los trabajos realizados en Baleares contra la prostitución” (16/7/21): La presidenta del Govern, Francina Armengol, y la ministra de ¿Igualdad?, mantuvieron  un encuentro con representantes del Grupo de Estudio de la Prostitución en Baleares, en la que se han tratado diferentes cuestiones relacionadas con las actuaciones que se han llevado a cabo durante los últimos años para luchar contra la prostitución y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, así como de los proyectos de futuro. Una de las cuestiones que se ha tratado es el estado del proyecto ‘Red de comunidades autónomas por una vida libre de violencia para las mujeres en contextos de prostitución y la eliminación de la trata y la explotación sexual infantil y adolescente’ que lidera Baleares, con la participación de siete comunidades autónomas más y la ciudad autónoma de Melilla.

 

También se ha hecho entrega a la ministra de dos proyectos recientes: el Estudio sobre la prostitución, la trata y la explotación sexual en Baleares, y la Guía para la actuación ante casos de explotación sexual en la infancia y la adolescencia (ESIA).

 

Este es un fragmento de la presentación de Maria Duran i Febrer, Directora de l´Institut Balear de la Dona, del Estudio sobre la prostitución, la trata y la explotación sexual en Baleares: “En España los datos de los consumidores de prostitución son escalofriantes. Se calcula que el 39% de los hombres y jóvenes han acudido al menos una vez al sistema prostitucional, que es el mismo sistema que introduce los niños a la pornografía y en que se inician en la sexualidad un buen número de jóvenes, que esperan de sus parejas el mismo comportamiento sexual que han visto y, si se niegan, les queda el recurso de conseguirlo en la prostitución. De esta manera se retroalimenta el patriarcado.

 

La pornografía desmembra la sexualidad de la afectividad y esta banalización de la sexualidad, el abuso y la violencia sexual a menores tiene como consecuencia que, cada vez más, la infancia y la adolescencia sean objetos de explotación sexual, otra modalidad de prostitución que no sólo afecta el presente, sino que condiciona el mañana.

 

Desde el IBDONA queremos dar las gracias al equipo de la UIB y las entidades y personas colaboradoras que han hecho posible la elaboración de este estudio, que nos ofrece una radiografía del sistema prostitucional que nos muestra cómo afecta a las mujeres y niñas que forman parte, las causas para que las acceden a la prostitución y las consecuencias de ello en su salud y su vida, sin olvidar el papel que desempeñan en la aplicación de la violencia sexual  el cooptador y el prostituidor”.

 

Estudios e informes actualizados y precisos sobre la situación de la prostitución en España en el momento presente, reflejan las mismas conclusiones que en 2007 reflejaba el Informe presentado por la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Oportunidades sobre la situación de la prostitución en España:

 

“El posicionamiento al que se ha llegado es que la actividad de la prostitución vulnera los derechos humanos de las mujeres prostituidas y perjudica gravemente su salud y su calidad de vida, constituyendo una forma más de violencia de género:

 

— Que la inmensa mayoría de las mujeres prostituidas en nuestro país proceden, también en su inmensa mayoría, de países empobrecidos o en conflicto y llegan a España a través de redes de trata y tráfico o bien impulsadas por una necesidad vital.

 

— Que en el debate social acerca de la prostitución no se encuentra de buen gusto reflejar las actividades que se llevan a cabo en la actividad de la prostitución, ocultando de esta manera la principal fuente de disconfort e insalubridad de la misma y que esta restricción es tan absurda como pretender hablar de arquitectura sin que puedan mencionarse los planos, pero favorece a quienes se benefician de ella: tanto proxenetas como usuarios”.

 

La presentación de un Anteproyecto de Ley contra la Trata en lugar de la presentación de un Anteproyecto de Ley contra el Sistema Prostitucional, por parte de este Gobierno de Coalición, supondría una clara dejación de funciones a la hora de prevenir la violencia sexual inherente en la actividad de la prostitución, ejercida tanto por proxenetas como por prostituidores.

 

ES INADMISIBLE Y POR ESO NO LO VAMOS A ADMITIR.

 

Y acabo mi artículo como lo empecé, recogiendo las palabras de una mujer referente del Feminismo y la Sociología, la maestra Rosa Cobo:

 

“Como conclusión se puede decir que tanto la pornografía como la prostitución se han consolidado como un hecho político de carácter patriarcal que mercantiliza el cuerpo de las mujeres, promueve la desigualdad y fortalece el poder y el dominio masculino”.

Vamos a exigir a este Gobierno de Coalición políticas públicas y medidas legislativas enmarcadas en la Agenda Feminista, porque es la única garantía para que pueda conseguirse la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres a la que tenemos derecho.

 

#HartazgoFeminista

#LeyAbolicionistaYa

#PorUnaSociedadIgualitaria

 

Fuente

https://tribunafeminista.elplural.com/2021/08/sabemos-quienes-somos-y-lo-que-queremos/?fbclid=IwAR0AC-OF9qkIR-PiGzDNzDtxZEOC4vv3H4nQ8kNfiAq1iMzN0w6VopETDSM

¿La pornografía es prostitución?

 

¿La pornografía es prostitución?

29/09/2021

AUTORA Maria Serat

Investigadora e historiadora colombiana, analista de derechos humanos, prostitución y trata con fines de explotación sexual y crímenes de lesa humanidad en el marco del conflicto armado colombiano.

 

En las variadas formas de explotación sexual de la mujer emergen dos términos entre los cuales no existe una mayor diferencia, pudiéndose afirmar que son similares porque sólo los separa una delgada línea: se trata de la pornografía y la prostitución. Algunas personas afirman que las mujeres en prostitución son las mismas de la pornografía, forman parte del mismo núcleo económico de la explotación sexual, luego son equivalentes; otras, que son categorías disímiles de actividades de dos “industrias – empresas” separadas y así en las dos se refiera a compra de sexo por dinero, la pornografía es una industria multimillonaria que impregna con visos de legalidad la cultura contemporánea y la prostitución no.

 

Las raíces etimológicas de las palabras

Para adentrarse en su análisis es práctico  iniciar con el origen etimológico de las dos palabras encontrando que el término «prostitución» proviene del latín prostitutio, –ōnis que a su vez proviene del verbo prostituere, que significa exhibir para la venta, traficar con el cuerpo; prostituir designa literalmente exponer a la persona públicamente a posibles compradores, exhibirla a las miradas del público. Desde este ángulo la prostitución es la actividad en la que la mujer es mercantilizada para mantener relaciones íntimas con otros seres humanos a cambio de una retribución que generalmente recauda el explotador o proxeneta.

 

Pornografía (πορνογραφία) es un neologismo creado en el siglo XIX, compuesto por las palabras griegas πόρνη (pórnē, ‘prostituta’ ‘ramera’) y γράφειν (gráphein, ‘grabar, escribir, ilustrar’) y el sufijo –ία (-ía, ‘estado de, propiedad de, lugar de, sobre algún tema’), cuyo significado no es una representación gráfica del sexo o la sexualidad en general, sino la descripción o ilustración de las personas prostituidas o de la prostitución, dicho de otra forma, del sexo con fines comerciales. Inicialmente se refería sólo a libros, tratados o estudios de alto contenido sexual, pero con el tiempo se empieza a aplicar a todos los productos comerciales que provocan excitación sexual en el espectador: películas, fotografías, pinturas, música, animaciones, literatura, historietas, audios, entre otros.

 

Prostitución convencional vs online

En el caso de la prostitución se ha querido decir que en lugar de ser un tercero quien explota la prostitución de una mujer, es ella misma, es decir es ella es quien “ejerce la prostitución” y no un tercero quien la explota. En el caso de la pornografía, se ha querido decir que son acciones fingidas y no reales, incluso, una fantasía cinematográfica, ficción o magia.

 

En la práctica son los productores/pornógrafos/proxenetas quienes piden a la mujer que tenga una actividad sexual frente a un dispositivo de video con el objeto de provocar la excitación del consumidor de porno, a cambio de una compensación en dinero. Muchos de estos actos se hacen con violencia, humillación, violación y degradación. Estos actos sexuales realizados directo en cámara y/o grabados en una película o video, tienen una finalidad comercial y es su circulación en el mercado virtual. Esto es lo que se ha llamado la “prostitución online o prostitución 2.0”.

 

Sin embargo, un acto pornográfico no solo explota a la persona en el momento de realizarlo, sino que persiste en el ciberespacio por tiempo ilimitado. Cuando se negocia con su imagen una y otra vez, por parte del consumidor de pornografía, depredadores, tratantes, estudios o plataformas, la mujer es explotada comercialmente repetidamente, sufriendo un daño irreparable.

 


La diferencia entre prostitución online y prostitución convencional es que, en la primera, la mujer es prostituida ante la cámara, ya no experimenta estos actos sexuales directamente, sino a distancia. El hecho de que la mujer utilizada sexualmente sea transportada en papel, celuloide o virtualmente puede hacer que la transacción parezca más distante, pero no menos real, es un acto sexual comercial para las personas involucradas, porque lo virtual es real y el sexo de una persona se intercambia por dinero de otra, siendo los medios, el intermediario y el tratante o proxeneta.

 

Dos caras de la misma moneda

La prostitución online, es un fenómeno creado para proporcionar mujeres prostituidas a la “industria del sexo”, pero también para crear una forma legal que influya políticamente y “blanquee” el negocio, legitima la explotación sexual de la mujer y con la ayuda de los medios, el cine, la publicidad se contribuye a generar tolerancia de la sociedad frente a esta violencia contra las mujeres. Esto significa que está vinculada íntimamente a la prostitución, la produce, y crea demanda para sí misma. La prostitución online es adictiva, crea y acrecienta el deseo en los consumidores aumentando más y más la demanda y con ella la trata de mujeres y niñas con ese fin.

 

La distorsión de las relaciones sexuales y la degradación de la mujer están presentes en la prostitución convencional y en la prostitución online. La relación entre prostitución virtual/filmada y convencional es circular; sin prostitución, no habría prostitución virtual, y mientras haya este tipo de pornografía, habrá prostitución. La prostitución virtual, es ideología, anuncio, marketing, pedagogía de la prostitución; en la calle/reservado/burdel, es el motivo; una difunde la idea de una sexualidad masculina dominante, violenta y la segunda permite implementarla; en las dos se realizan actos intrínsecamente de prostitución. En la “pornografía” las personas dependen de dueños y  administradores de estudios y plataformas, en la prostitución convencional de dueños y administradores de burdeles, residencias, clubes, pisos,…unos y otros son proxenetas que viven de la explotación sexual del cuerpo de las mujeres.

 

En la  “pornografía” se venden incluso prácticas violentas que luego se practican luego en la prostitución tradicional; las mujeres son las mismas, las actividades son las mismas, las relaciones de poder son las mismas, la desigualdad es la misma, la dominación sexual es la misma, en las dos ocurre actos de violencia sexual a cambio de un precio o valor. Son las dos caras de la misma moneda: la industria de la explotación sexual.

 

Esta industria  súper poderosa está envenenando con sus proxenetas, abogados y políticos corruptos a la familia y a la sociedad convirtiendo la prostitución virtual o pornografía en una actividad comercial legalizada, perfectamente integrada y disponible a domicilio y sin ninguna ética dejan de lado el proceso formativo de las nuevas generaciones mientras ellos usufructúan el dinero generado de la explotación sexual de la mujer.

 

Fuente:

https://tribunafeminista.elplural.com/2021/09/la-pornografia-es-prostitucion/