sábado, 20 de octubre de 2018

De mayor quiero ser putero


De mayor quiero ser putero
13 de agosto de 2018
Por Beatriz Ranea

Imagina una sociedad en la que los niños coleccionan publicidad de prostitución y la intercambian como cromos en el colegio. Imagina los chistes que hacen a las niñas: que si se parecen a las mujeres de las fotos; que si ellas también son unas putas o podrán serlo cuando crezcan; les preguntarán a sus propias compañeras de cole cuánto cobran… Ahora imagina que esos mismos niños a los 14, 15 o 16 años con el dinero de la paga, reúnen 20-30 euros entre varios y se “invitan” a casas de prostitución para tener la que será quizá su primera experiencia sexual (más allá de la masturbación).

Sigue imaginando a ese niño que transita hacia el mundo adulto cuando cumpla la mayoría de edad y pueda entrar en clubs de alterne a celebrar o acabar noches de fiesta. Imagina esas noches en las que sale con sus amigos a tomar unas cervezas y uno pregunta: ‘¿nos vamos de putas?!’Como si de una opción de ocio se tratase. Imagina que estos chicos, ya hombres, siguen acudiendo a la prostitución en las fiestas universitarias; o en el descanso del trabajo en el polígono; cualquier tarde llamando a un piso de los muchos que existen; o por la noche desplazándose a cualquier burdel.
 



Este breve ejercicio de imaginación no requiere mucho esfuerzo porque es una realidad con la que convivimos: niños que crecen en una sociedad que normaliza y banaliza la prostitución. Niños que aprenden que la experiencia sexual puede verse reducida a pagar por follarse a una mujer que no les desea. Niños que reproducen un modelo de sexualidad donde el deseo sexual de las mujeres no es importante y el consentimiento se convierte en un producto que se compra por un precio determinado. Niños que se convierten en hombres adultos con una visión de las mujeres fuertemente deshumanizada y cosificada.

Por esto, cuando pensamos en la prostitución una de las preguntas que habríamos de plantearnos tiene que ver con el modelo de sociedad hacia el que queremos avanzar: no es posible educar en igualdad a niños y niñas si se normaliza la prostitución porque el modelo de masculinidad que se aprende y se reproduce en los espacios de prostitución es claramente incompatible con la igualdad de género. Una sociedad en la que hay tantos elementos que facilitan que los niños puedan convertirse en puteros plantea serias contradicciones: ¿cómo podemos señalar la violencia sexual fuera de los espacios de prostitución, pero permitir que esos hombres que identificaríamos como babosos, acosadores y/o agresores, sin embargo, dentro del burdel se conviertan en “clientes” sin más? ¿Cómo podemos plantear nuevos modelos de masculinidad más justos y más igualitarios si el prostíbulo va a estar ahí para que la masculinidad machista y patriarcal siga teniendo un refugio?

Afortunadamente no todo está perdido: frente a los nuevos puteros, nos encontramos a chicos jóvenes que construyen modelos de masculinidad que tratan de desactivar estos mandatos patriarcales. Pero si regulamos la prostitución, si la prostitución se reconoce como “trabajo sexual” no sólo todas las mujeres nos convertimos en objetos prostituibles; sino que los hombres se convierten en puteros potenciales y la industria de la prostitución incrementará la publicidad para conseguir generar más demanda buscando aumentar sus beneficios a costa de la explotación sexual de mujeres y niñas. Estamos a tiempo de frenarlo si generamos conciencia crítica que identifique la prostitución como una barrera infranqueable en el camino hacia sociedades más justas y más igualitarias.

Beatriz Ranea Triviño es investigadora feminista especializada en el estudio la prostitución y las desigualdades sociales.

https://blogs.20minutos.es/mas-de-la-mitad/2018/08/13/de-mayor-quiero-ser-putero/



Suecia: penalizar al cliente disminuyó el negocio


Suecia: penalizar al cliente disminuyó el negocio
El país escandinavo ha logrado erradicar el mercado sexual más evidente.
 Los críticos denuncian que
se ha desplazado de los clubes de alterne a los suburbios
Belén Domínguez Cebrián
8 sep 2018 -

En las calles de Estocolmo hay 14 prostitutas. Contadas. El Gobierno sueco empezó en los años noventa a implementar unas políticas a largo plazo contra la trata de seres humanos que se centró principalmente en la protección de la mujer. Hace casi 20 años, en 1999, todos los partidos en el Riskdag (Parlamento sueco), sin ningún atisbo de división, aprobaron prohibir la compra de servicios sexuales y se centraron en el cliente. Hoy en día el consenso entre las fuerzas políticas continúa y Suecia, como en otras materias, es ejemplo para otros países del mundo en cuanto a políticas abolicionistas del sexo por dinero.

“Lo primero que hay que dejar bien claro es que la mujer es la víctima”, explica Petra Tammert Seidefors, de la Agencia Sueca de Equidad de Género. Las expertas consultadas coinciden en que lo esencial es atacar donde está el problema, donde está el control y, sobre todo, donde está el negocio: los chulos y los clientes.

Después de que Suecia se convirtiera en el primer país del mundo en perseguir legalmente el negocio de la prostitución —que mueve “incalculables cifras de dinero”, según Tammert— otros países vecinos hicieron lo mismo. Canadá, Islandia, Irlanda, Francia y Noruega. Este último, además, fue más allá criminalizando la práctica de sexo por dinero de sus propios ciudadanos también en el extranjero, punto al que Suecia, a pesar de haber abierto un largo camino, aún no ha llegado. El Parlamento tumbó esa propuesta en 2014. “Noruega puede juzgar a ciudadanos noruegos que hayan ido al extranjero en viaje de negocios o de turismo y hayan pagado por sexo”, relata la experta en feminismo en Suecia Clara Berglund, quien añade a su lista Grecia y Sudáfrica como países en cuyas agendas está la persecución del cliente.

Suecia levanta la cabeza y presume de moral. “Noruega implantó la ley porque las mujeres montaban mucho jaleo en la calle. Eran muy violentas y había problemas”, narra Tammert. Fue, por tanto, un freno al desorden. Sin embargo en Suecia, continúa, “la ley de 1999 se fraguó y nació de la importancia que le da nuestra sociedad al respeto a la igualdad de género, el respeto a la mujer”. De hecho, “la actitud en la sociedad ha cambiado en estos últimos 20 años. Muchos hombres y chicos ya no piensan o piensan menos en que estas prácticas sean aceptables”, dice Berglund.

Aunque gracias a las políticas suecas —el Gobierno invierte anualmente 6,5 millones de coronas suecas [620.000 euros] en la agencia de equidad de género— se haya conseguido prácticamente erradicar la prostitución más evidente como los clubes de alterne o las chicas de las esquinas en los suburbios, en el país escandinavo ha surgido desde los años 2000 un nuevo enemigo para frenar la prostitución: Internet. Una de las críticas de los detractores del abolicionismo señala que desplaza a las mujeres fuera de la vista, de zonas seguras.

Muchos clientes acceden a conocer prostitutas —la mayoría de Rumanía y de Nigeria— a través de páginas webs. Después de establecer contacto, quedan en los suburbios de las ciudades para ir, muy discretamente, a un hotel o a un apartamento alquilado. “Colaboramos mucho con Airbnb porque ellos no quieren que se practique la prostitución en sus apartamentos”, explica Kajsa Wahlber, relatora nacional sueca de tráfico de seres humanos. Wahlber calcula que en Suecia hay 1.000 prostitutas de las cuales unas 300 son de nacionalidad sueca y el resto extranjeras: Rumanía, Nigeria Polonia, Lituania, Sudámerica (Brasil) y Tailandia. De hecho, las autoridades están poniendo ahora la lupa en los locales de masajes thai. “Son sitios sospechosos”, indica.

Desde que entró en vigor la ley hace dos décadas, más de 7.600 hombres han sido procesados y multados por pagar por tener sexo con una mujer

Además, el Gobierno está trabajando con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para asistir a las víctimas de trata en su retorno a su país de origen, donde “se les sigue apoyando”, dice Petra.
 


En los suburbios trabaja Simon Häggström. Es inspector de policía en la unidad de Operaciones y se ha especializado en crímenes sexuales. Su departamento se dedica a ir a la caza del cliente de prostitución dos noches por semana, además de analizar información e identificar posibles amenazas. La Policía es otra parte importante para desmantelar el entramado de la prostitución. Desde 1999, el Gobierno sueco ha destinado aproximadamente 75 millones de coronas suecas para combatir el crimen y el tráfico de seres humanos (dentro del cual la mujer está en una clara posición de vulnerabilidad, según matizan siempre las expertas).

Desde que entró en vigor la ley hace dos décadas, más de 7.600 hombres han sido procesados y multados por pagar por tener sexo con una mujer, según datos oficiales. Las multas, matiza, son “severas” y dependen de los ingresos de cada persona para que sea un castigo proporcional. “No son como una multa de tráfico”. Los casos más graves, reconoce, sí han terminado en prisión para el cliente.

Fuente
https://elpais.com/sociedad/2018/09/07/actualidad/1536341388_199027.html





Trata de blancas: Condiciones psíquicas favorables para la trata de personas vía el enamoramiento


Trata de blancas: Condiciones psíquicas favorables para la trata de personas vía el enamoramiento
Por Dra. Alexis Schreck -  octubre 15, 2018


Les dejo este resumen (resumen que hice yo y que no le hace justicia al trabajo original) de un análisis interesantísimo de mi amiga y colega la psicoanalista Ivonne Guzmán Bargagli (ivonnegzry@yahoo.com) sobre la trata de mujeres. No se lo pierdan.

De acuerdo con los datos que aparecieron en el Diagnóstico sobre la Situación de la Trata de Personas en México que elaboró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México fue considerado el primer proveedor de víctimas de trata de personas en el mundo desde el 2013.  Se considera el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo, sólo superado por el tráfico de drogas y de armas.

Miles de personas son víctimas de este delito, particularmente mujeres, niños y niñas quienes son captados, trasladados, vendidos y comprados con fines de explotación.[1] Esta incluye la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.

Hablamos de personas violentadas convertidas en cuerpos mercancía.

En la cadena mercantilista de la trata de personas se involucran varios sujetos:

la víctima,
George Grosz

un tratante quien cobra por captar, trasladar y entregar a una persona con fines de explotación,
un tratante-explotador quien recibe y explota a la víctima, y
un consumidor-explotador quién pagará por el uso de la víctima-mercancía.
Cualquier persona es víctima potencial de este delito.

Las condiciones de desigualdad, pobreza y deterioro social en México lo favorecen. La proclividad humana al ejercicio de la violencia y el funcionamiento psíquico que estas acciones de dominio, poder, transgresión y posesión requieren han suscitado un enorme número de trabajos académicos. ¿Por qué la violencia?, ¿Por qué la desubjetivación de las víctimas y su trato como objeto de uso o mercancías?

Los documentos de diagnóstico sobre la situación de trata de personas en México señalan que la mayor proporción de los casos tienen como fin la explotación sexual.  Los tratantes con frecuencia logran la captación y recepción de las víctimas estableciendo relaciones de confianza con ellas.

Una de las campañas de la CNDH dice así:

“La mayoría de las víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual fueron ENAMORADAS por sus tratantes.”

En algunos estados de la República el 80% de los casos el enganche se logró a través del enamoramiento. La estrategia de enamoramiento puede consistir en una breve relación de noviazgo y en algunos casos hasta matrimonio o concubinato. En cualquiera de éstos subsiste el fin de la explotación.

Transcribo el testimonio de alguno de estos tratantes que explica la importancia del enamoramiento como estrategia para lograr el reclutamiento de la mujer para el trabajo sexual, dice:

Lo que tienes que hacer es buscar una chava, que pienses que está buena para el negocio, tienes que luchar por ella, tienes que ir enamorándola, tienes que utilizar el verbo y ser bien detallista para que caigan enamoradas.

Después que la chava acepta irse a vivir contigo, la tienes que empezar a “trabajar”. La tienes que convencer de que su futuro está en otro lado; así, la sacas de los lugares que conoce. Como las chavas tienen 15 o 16 años, todavía están cerradas de ojos, entonces llegan a un lugar que ni co­noce en el que no se sabe mover, la empiezas a hacer que dependa de ti para todo […] [2] Luego empiezas a decirle que tienes problemas de dinero, que no hay dinero, que buscas una forma de cómo salir de la pobreza, luego le dices que encontraste un cuate que se dedica a prostituir mujeres y que los puede ayudar; tienes que ser bien verbo para convencer a la chava, decirle que juntos van a echarle ganas, que sólo van a trabajar un año para juntar dinero y luego se retiran del negocio. Una vez que convences a la chava, una puta de tu cuate padrote lleva a tu mujer al lugar donde trabaja y le enseña cómo debe trabajar. Una vez que la chava cayó, los padrotes las obligan a trabajar y entregarles una cuota diaria. Después de colocar a tu chava lo que tienes que hacer es seguir buscando otras más.

Este porcentaje tan alto de enamoradas/víctimas nos interpela. De mujer deseada,  o mujer elegida deviene objeto de transacción mercantil. Parece entonces que la condición de objeto de deseo, una vez lograda para la mujer, favorece su transformación en objeto de uso y explotación.

¿Cuáles pueden ser las condiciones psíquicas de la mujer enamorada para que tome su lugar como participante en el acto violento?

Lo primero que sabemos es que estas víctimas de trata con fines de explotación sexual fueron enamoradas por sus tratantes. Utilizando “el verbo” y siendo bien detallista, como dijo el tratante, consiguen enamorarlas.

Veamos: mediante palabras, halagos, seducción, el tratante va exaltando el narcisismo de la joven. La joven se reconoce objeto sexual admirado y deseado por excelencia.  La ilusión narcisista aparece cumplida. El placer es enorme. Ha sido reconocida toda ella revestida de valor.

Una vez sobrecogida por este placer narcisista aparece el deseo de encontrar una y otra vez a aquel que le hace sentir eso, es decir, aquella figura que al mirarla y desearla le devuelve, en reflejo especular, su brillo.  Querrá asegurar la permanencia de esta persona para garantizar el placer sexual y narcisista y más aún, la ilusión de una identidad sostenida su aptitud para procurar y ofrecerle el placer a él.

Cada vez el halagador se torna más y más deseable hasta volverse necesario. La joven halagada/engañada/enamorada queda así atrapada, igual que Narciso, frente a un puro reflejo idealizado, e igual que Narciso, está condenada a la parálisis para preservar el espejismo.

El problema es que en el caso del tratante que enamora, su deseo, su necesidad, y su enamoramiento son pura ficción. En realidad, ahora es dueño de una mercancía. La pulsión de apoderamiento encuentra satisfacción y procura mayor placer al victimario, en la medida en que se intensifica ya sea vía la adquisición de un nuevo objeto (una nueva jovencita enamorada), ya sea vía la descarga mas libre y sin miramientos que el objeto sometido está dispuesto a tolerarle.
El enamoramiento como la principal forma de enganche para la trata de personas con propósito de explotación sexual se vale de la vulnerabilidad y dependencia que la víctima desarrolla frente a su enamorador/tratante porque éste le ofrece la ilusión de una aspiración narcisista cumplida.

Es él, y sólo él, el tratante, quien le suministra el estado placentero, quien canta sus alabanzas y favorece así una dependencia desproporcional como objeto causa de su sensación de grandor.  Aliméntame, sostenme, mírame.
 


¿Estaríamos diciendo que toda mujer enamorada corre el mismo riesgo?

Si bien no es la condición de enamorada la clave, sí es muy frecuente que sea la mujer la que en estos vínculos ofrece su yo adherido, suplicante y sojuzgado a un partenaire masculino. Esta dominancia de género obliga a pensar el papel que pueden estar jugando en estos vínculos el desarrollo de la sexualidad femenina y, como mujer, la intervención que los estatutos culturales tienen en la estructuración de su subjetividad.

Como decía el tratante en el testimonio que leímos:  una vez que se va a vivir contigo, la tienes que “trabajar”.  Este es el trabajo necesario.  Ha cedido su vida a favor de que sostengan su existencia.  Su necesidad y obligatoriedad al tratante como exclusivo requiere que ella se adhiera y se amolde a su vez a las necesidades del hombre.  Para su Yo, de eso depende su subsistencia.

Recordemos lo que dice el tratante: empiezas a decirle que tienes problemas de dinero, que no hay dinero, que buscas una forma de cómo salir de la pobreza, luego le dices que encontraste un cuate que se dedica a prostituir mujeres y que los puede ayudar.  Los puede ayudar recibiendo-la con el puro cuerpo.  La sigue engañando como si la considerara amada, la entrampa diciéndole que ella es su amada, su cuerpo mera mercancía pero valioso en tanto tal porque su cuate les puede ayudar recibiéndole, y la engaña además haciéndole creer que ella puede sacarlos así de la pobreza.

Ahora sí, atrapada, adherida y alienada está preparada para ingresar al campo del comercio sexual.  Pero apenas comienza: los estragos de la violencia no cesan. Una vez que ha ingresado al comercio sexual todo aquello que sostenía en el eje imaginario su particular condición subjetiva sufre nuevos reveses.

Como explica el tratante: Después de colocar a tu chava lo que tienes que hacer es seguir buscando otras más.  La ilusión narcisista que sostenía el deseo de la joven desaparece y con ella, también la pérdida de goce. La aparición deseante desfallece y comienza un proceso de deslibidinización del cuerpo, de la realidad, y de la vida que se manifiesta en estados depresivos crónicos y melancolía.

Para la trata de personas el dolor no tiene fin.

[1] Diagnóstico sobre la situación de la trata de personas en México, CNDH, México 2013

[2] Óscar Montiel Torres, Trata de personas: padrotes, iniciación y modus operandi. México, Instituto Nacio­nal de las Mujeres, 2009.
https://fernandafamiliar.soy/colaboradores/alexis-schreck/trata-de-blancas-condiciones-psiquicas-favorables-para-la-trata-de-personas-via-el-enamoramiento/





Rosa Cobo: “El capitalismo ha declarado la guerra a las mujeres”


Rosa Cobo: “El capitalismo ha declarado la guerra a las mujeres”


Rosa Cobo es una de esas mujeres que llevo leyendo y oyendo toda mi vida feminista. Teórica imprescindible, esta profesora de Sociología, cuya tesis dirigió Celia Amorós, ha desarrollado su trayectoria profesional no solo en el campo teórico, sino también en el práctico, como asesora en el desaparecido Ministerio de Igualdad y como directora del Centro de estudios de Género y Feministas de la Universidad de A Coruña.
Rosa Cobo es una mujer que habla con claridad, expone sus pensamientos de forma ordenada y concisa, se le nota que maneja bien tanto la teoría como la práctica. Autora de varios libros sobre el patriarcado y el feminismo, fue pionera en definir el patriarcado moderno. Su última obra, La prostitución en el corazón del capitalismo ha calado con fuerza mediática.
Vino a Sevilla en el marco del XII Congreso Andaluz de Filosofía, dedicado este año a la Filosofía, Mujeres y Naturaleza. Su intervención trató sobre “Feminidad y maternidad de Jean Jacques Rousseau”. Justo antes de marcharse, pudimos charlar unos minutos sobre feminismo, algo que deseaba hacer desde hacía mucho, mucho tiempo.
–¿Cómo definirías el feminismo?
–El feminismo es un compromiso que adquirimos para que desaparezca cualquier forma de desigualdad y opresión hacia las mujeres. El objetivo sería que las mujeres lleguemos a tener los mismos niveles de libertad y de igualdad que tienen los varones. Eso, por una parte. Por otra parte, el feminismo es un movimiento social con una tradición intelectual de tres siglos de historia que ha luchado, históricamente, articulado en torno al principio ético y político de igualdad.
–¿Es compatible el feminismo con el capitalismo?
–No, no es compatible. Hay un problema de fondo. El feminismo es un movimiento social interclasista, porque todas las mujeres, de todas las sociedades, de todas las clases sociales, con diferentes formaciones culturales o cualificaciones profesionales, estamos permanentemente expuestas a ser objetivo de formas distintas de violencia patriarcal. Independientemente de cualquier consideración. Mujeres de clase alta y mujeres de clase baja. Eso es un elemento que es imposible no tener en cuenta y que, en muy buena medida, condiciona la actividad política y la actividad intelectual del feminismo. Dicho esto, el capitalismo se ha convertido en una de las fuentes primordiales de desigualdad y de explotación de las mujeres. El capitalismo, históricamente, ha hecho una alianza con el patriarcado. De ahí la frase: “Patriarcado y capital, alianza criminal”. Las mujeres somos mayoría en los trabajos a tiempo parcial, en el trabajo sumergido, en los salarios de pobreza, en los trabajos donde no hay contrato. Las tareas menos cualificadas son las más feminizadas. El capitalismo ha declarado, indudablemente, la guerra a las mujeres y lo ha hecho junto al patriarcado. Por lo tanto, no es un posible un feminismo transformador  y emancipador que no tenga una vena fuertemente anticapitalista.
–Las áreas que ocupan mayoritariamente los hombres están mejor dotadas económicamente, como la ciencia. ¿Es porque las ocupan los hombres o las ocupan los hombres porque es donde está el dinero?
–Creo que es muy difícil saber exactamente cuál de las dos razones es la primera. Lo que sí parece es que hay una razón, y es la que tiene que ver con la socialización. Las niñas son socializadas desde pequeñas para no ocupar el centro del escenario simbólico y el centro del escenario material. Somos socializadas para aceptar que son los varones los que van a ocupar esos lugares de relevancia y esos lugares de poder y decisión. Este elemento que tiene que ver con la socialización y la permanencia de los estereotipos sexistas puede explicar el lugar donde nos ubicamos las mujeres.
Pero, además de la socialización, existen mecanismos que nos van colocando en “lugares secundarios de la vida social”, como diría Simone de Beauvoir. Por ejemplo, cuando los varones tienen que elegir a colaboradores, que probablemente van a sucederles en sus puestos de poder, seleccionan en mayor medida a otros hombres en vez de a mujeres. Hay una serie de lógicas de funcionamiento de la vida social, de larga tradición, que hace que las mujeres seamos, permanentemente, expulsadas de los lugares donde hay recursos y donde hay poder.
“El feminismo es un movimiento social interclasista”
–¿Puede el feminismo apoyar la explotación de las mujeres, tanto la prostitución como los vientres de alquiler, apelando a “la libre elección”?
–Este es un tema que requiere una profunda reflexión. Es muy importante decir que la mayor parte del movimiento feminista tiene una posición abolicionista sobre la prostitución, y una posición crítica acerca de la explotación reproductiva, los vientres de alquiler. Y es importante porque se está diciendo que existe un debate muy fuerte dentro del feminismo, pero que en realidad se trata de un debate entre una amplia mayoría y una pequeñísima minoría, que son quienes defienden que la prostitución es una forma de vida, como otra cualquiera.
También hay que puntualizarlo porque, si no, daría la impresión de que el movimiento feminista está escindido por la mitad, y no es cierto. En la historia del feminismo hay una larguísima tradición, desde Mary Wollstonecraft, que manifestó que la prostitución era una forma extrema de explotación sexual contra las mujeres. Forma parte del ADN del feminismo. Por lo tanto, no hay que desembocar en el estereotipo que dice que unas feministas pensamos una cosa y otras otra.
Tampoco podemos olvidar que hay una poderosa coalición de intereses capitalistas y patriarcales para que siga existiendo la prostitución y los vientres de alquiler. Porque la prostitución se ha convertido en una de las economías criminales e ilícitas que proporcionan más beneficios, que converge en una estrategia de desarrollo para algunos países y algunas zonas del mundo que no han tenido un aparato productivo que les haya permitido engancharse a la economía global. Se alienta la existencia de circuitos semiinstitucionalizados por los que transitan las mafias, a través de los cuales son exportadas las mujeres, desde los países pobres hacia los que tienen más recursos, para ser explotadas sexualmente.
“La prostitución se ha convertido en una de las economías criminales e ilícitas que proporcionan más beneficios”
Los grandes argumentos que utiliza esta alianza criminal para mandarnos el mensaje de que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera son los mismos que utiliza para enmascarar la explotación económica: la libertad individual. Ese es el gran mantra. La idea de la que trata de convencernos los sistemas de dominio patriarcal es que si los individuos que están explotados afirman que esa explotación no existe, con su propia palabra sería suficiente para desactivar esa explotación.
Sin embargo, si algo sabemos, es que una cosa son los individuos que están explotados y la opinión subjetiva que tengan acerca de la situación en la que viven, y otra muy distinta es una realidad social, una institución que puede, o no, tener un carácter represivo de explotación. La prostitución lo tiene, independientemente de la opinión de los que obtienen beneficios, como es el lobby del sexo.
–¿Qué ha significado el 8M para el movimiento feminista en España?
–Creo que lo que ha ocurrido en España este último 8 de marzo no es algo que se haya improvisado. Desde el año 2014 hemos tenido episodios clarísimos de que el feminismo español se estaba convirtiendo en un movimiento de masas. La característica de este 2018 es que se ha convertido en movimiento de masas a nivel internacional. El caso del #MeToo ha puesto de manifiesto con claridad que se ha producido un clima ideológico y político que ha hecho posible que se produzca un grito colectivo de rabia, en el que hay una advertencia al patriarcado: ¡Ya basta, no lo vamos a tolerar! No vamos a tolerar lo que creo que se ha convertido en el corazón de esta cuarta ola feminista, la lucha contra la violencia sexual.
A pesar de que la sociedad española, y otras sociedades, se han desarrollado y aumentado sus niveles de bienestar, la violencia contra las mujeres y la violencia sexual persiste como si no hubiéramos evolucionado. Esto nos tiene que servir para comprender el momento histórico que estamos viviendo.
Sin duda hay un antes y un después del 8M, y vamos a ver con nuestros propios ojos durante los próximos años cómo avanzamos en derechos, vamos a conquistar espacios de igualdad y libertad, con la suficiente lucidez para saber que todos los movimientos históricos de avance son muy efímeros y que siempre tratarán las fuerzas reactivas de articular una poderosa reacción ideológica y material.

Fuente: La giganta digital
http://lagigantadigital.es/el-capitalismo-ha-declarado-la-guerra-a-las-mujeres/?fbclid=IwAR3dRul09ioR_ZVvyYI7X20K0N-uSM3kcRTBEBeKWJetDKL_CqNu7zEOo74