miércoles, 7 de octubre de 2015

Prostitución y sociedad de clases, un vínculo inseparable

Prostitución y sociedad de clases, un vínculo inseparable
Prostitución y clases sociales, patriarcado y capitalismo. Una historia de opresiones sobre las mujeres.
Marta Clar
Barcelona | @MartaClar1

Es conocido que la prostitución es uno de los negocios más rentables del mundo y que además, las redes de trata, lejos de disminuir se encuentran en continua expansión. Podemos afirmar, sin temor a exagerar, que la historia de la expansión capitalista encierra también la historia de la expansión y el aumento de la explotación sexual de mujeres y niñas.

La prostitución de las mujeres, una cuestión de clase

La prostitución como institución patriarcal ha mantenido siempre un fuerte vínculo capitalista, íntimamente ligada al mercado emergente, las primeras formas de explotación sexual a mujeres y niñas tienen lugar alrededor de comercios.
Como es de esperar, el desarrollo urbano que vivió Europa durante el medioevo implicó el aumento del desarrollo de la prostitución, que afectará a las mujeres, niñas y jóvenes de los estratos sociales más bajos.
La prostitución se institucionaliza: se organiza en algunas ciudades mediante burdeles o casas públicas y es la propia burguesía emergente la que se lucra con tasas e impuestos. La introducción al modelo económico capitalista y la aparición del trabajo asalariado facilitan la consolidación de la mercantilización del propio cuerpo.



Las mujeres en situación de prostitución pasan a convertirse en un colectivo asalariado terriblemente débil y perseguido, estas mujeres que en su mayoría provenían de los estratos sociales más empobrecidos no solo debían hacerle frente a la violencia que los hombres que acudían a sus servicios ejercían sobre ellas, sino que además debían someterse al despotismo que las autoridades, con el apoyo de la Iglesia y la monarquía les imponían.

El desarrollo del capitalismo, con la acelerada industrialización –con ella la proletarización de masas- y el avance colonizador expande la miseria de Europa a otros continentes. Así es como desde sus inicios la prostitución se conforma a partir de una relación de clases y toma una dimensión internacional, que la estructura racialmente y que es necesario tener en cuenta.

El hacinamiento en los grandes centros urbanos, como consecuencia de las migraciones del campo a la ciudad tuvieron como consecuencia la pauperización, la segregación y la conformación de un mercado laboral que discriminaba y marginaba a las mujeres más pobres ofreciéndoles pocas oportunidades de supervivencia: el extenuante trabajo en las fábricas o la prostitución eran las dos alternativas que el patriarcado, en alianza con el sistema capitalista, reservaba para la mujer de clase trabajadora. Durante el siglo XX, la introducción del fordismo también afectará a la prostitución, que adquiere características típicamente industriales como el régimen disciplinario de trabajo, concentración y sistematización.

Mientras que hoy en día, la globalización y con ella la desregulación del mercado y el aumento del turismo han provocado, junto a otros factores, la multiplicación de mujeres y niñas prostituidas, sobre todo en las zonas más pobres del planeta para beneficio de mafias y proxenetas por un lado y Estados reguladores por el otro, de este modo la prostitución, lejos de poder considerarse un elemento accidental en el capitalismo, se convierte en su elemento estructural.




La lucha por la emancipación de las mujeres desde el feminismo de clase

Comprendiendo antes que nadie la miseria que el capitalismo reservaba a la mujer trabajadora, Flora Tristán expone sin vacilar en Paseos por Londres que la prostitución es la consecuencia más brutal que produce el “reparto desigual de los bienes de este mundo” y “mientras la emancipación de la mujer no sea una realidad, la prostitución seguirá creciendo”. Enmarcando las reinvindicaciones de la mujer con las luchas de la clase trabajadora, sentó un importantísimo legado para la formación del feminismo obrero.

Clara Zetkin, presidenta del movimiento internacional de mujeres socialistas, consideró la lucha por los derechos de las mujeres una lucha que debía ser tomada por el conjunto de la clase obrera.

Kollontai, que se dedicó extensamente al estudio de la opresión de las mujeres desde el marxismo, fue capaz de profundizar mucho más de lo que ninguno de sus compañeros y compañeras lo hubiese hecho hasta el momento.

Lejos de la consideración burguesa de la prostitución como un escándalo moral, Kollontai, férrea defensora de la liberación de la sexualidad y de la idea de que debía ser la clase obrera la que avanzara en la conquista de una nueva moral sexual capaz de romper con el puritanismo y la monogamia tan funcionales al patriarcado capitalista, consideró la prostitución una institución que condenaba a las mujeres pobres y que además era totalmente contraria a la idea socialista del amor libre, entre iguales, por estar fuertemente vinculado a una relación comercial.

La lucha contra la institución de la prostitución se ejercía a través de la defensa del derecho de las mujeres a gozar del deseo sexual igual que lo hacen los hombres, sin renunciar a la solidaridad y la igualdad entre ellos.

Si la prostitución es una realidad que surge y se extiende gracias a la confluencia entre patriarcado y capitalismo, es una utopía pensar que podrá desaparecer dentro del sistema económico que la produce.

De nada sirve la persecución ni la criminalización de las mujeres que se encuentran en situación de prostitución. Muy al contrario, es necesario avanzar en la creación de nuevas alternativas laborales que permitan acabar con la situación de pobreza o precariedad en la que se encuentra una gran parte de las mujeres trabajadoras y que cada día empujan a más mujeres y jóvenes a la prostitución.

Tan solo mediante la lucha contra la desigualdad y el capitalismo es posible avanzar en la lucha contra la opresión y la explotación de las mujeres, una lucha en la que tan solo es posible avanzar contando con la unión y la solidaridad de toda la clase trabajadora.


fuente
http://laizquierdadiario.com/Prostitucion-y-sociedad-de-clases-un-vinculo-inseparable?id_rubrique=2653



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