jueves, 11 de agosto de 2016

El pequeño y sucio secreto del porno

EL PEQUEÑO Y SUCIO SECRETO DEL PORNO
Traducción del artículo: Porn’s dirty little secret

Para los espectadores, la pornografía puede parecer un mundo de placer y emociones, para quienes participan en su elaboración a menudo es una experiencia plagada de drogas, enfermedades, esclavitud, tráfico, violación y abuso.


El 80% de las supervivientes de la prostitución reportaron que los clientes les ponían porno para mostrarles lo que querían, la mayoría, escenas de hardcore que implican violencia física, verbal y psicológica contra las mujeres.

El 80% de las supervivientes de la prostitución reportaron que los clientes les ponían porno para mostrarles lo que querían, la mayoría, escenas de hardcore que implican violencia física, verbal y psicológica contra las mujeres.

“Me dieron una jod%*&$#paliza … La mayoría de las chicas comienzan a llorar porque les duele demasiado…No podía respirar. Estaba siendo golpeada y estrangulada. Estaba muy alterada y ellos no paraban. Ellos seguían grabando. [Les pedí que apagaran la cámara] y ellos continuaron.”- Regan Starr.




En la foto, Luben, otra ex actriz porno, que como Regan Starr y otras muchas ha denunciado haber sufrido abusos. Luben cedió este vídeo sin cortes como denuncia donde aparece llorando y gritándole a su manager  por dejar que le hicieran cosas no pactadas contra su voluntad. Esos gritos/súplicas por supuesto no salen en la película.


La industria de la pornografía trabaja duro para mantener su imagen glamorosa, pero detrás de cámara hay una realidad de violencia, drogas y tráfico de personas. Con un poco de edición y cortes de video, los pornógrafos pueden hacer que en la pantalla,  parezca algo que se está disfrutando. Pero la versión sin cortes es una historia muy diferente. Las actrices porno son constantemente amenazadas y emocional y verbalmente abusadas por agentes y directores que las obligan a hacer cosas que  no quieren. “Eres vista como un objeto y no como un ser humano con espíritu”, escribió Jersey Jaxin, una actriz porno que dejó la industria en el 2007. “Consumen drogas porque no pueden lidiar con la forma en la que son tratadas. El 75% (de actores y actrices porno) y en aumento, consumen drogas. Tienen que engañarse a sí mismxs. Existen médicos específicos en la industria a los que si vas por un resfriado común, te dan Vicodin, Viagra, lo que tú quieras,  lo único que les importa es el dinero. Tú eres un número. Estás marcada. Tienes los ojos negros. Eres violada. Estás atada. Tienes tus adentros saliéndose.” Los pornógrafos no solamente desaparecen las dolorosas experiencias de los actores y actrices, en muchos casos también se encargan de desaparecer que algunos “actores y actrices” no tienen alternativa alguna. Parte de la mentira de los productores de porno, es que buscan que sus clientes crean que el porno que compran es entretenimiento legítimo, hecho por personas glamorosas que lo hacen porque así lo quieren. Está “bien” para el espectador disfrutarlo, porque las personas que está viendo parecen también disfrutarlo. Lo que el espectador no sabe es que las personas aparentan pasarlo bien porque detrás de escenas, muchas tienen un arma apuntándoles en la cabeza. Y si terminan de sonreír, se disparará. 

Obviamente, el tráfico de personas es un negocio subterráneo, hacer estadísticas confiables no es nada fácil. Pero los hechos en casos que han salido a la luz son escalofriantes. Por ejemplo, en 2011, dos hombres en Miami fueron hallados culpables por pasar 5 años engañando a mujeres para que cayeran en una trampa de tráfico. Ellos les prometían puestos de modelos, cuando las mujeres se acercaban para las pruebas, las drogaban, secuestraban, violaban, grababan toda esa  violencia y les vendían las cintas a las tiendas de pornografía de todo el país.


Muchas actrices porno, al igual que ocurre con muchas mujeres víctimas de trata, son captadas con falsas ofertas de trabajo como modelos, bailarinas o actrices


Ese mismo año, una pareja en Missouri fue sentenciada por obligar a una niña con retraso mental, a producir porno, la golpearon, flagelaron, sofocaron, electrocutaron, ahogaron, mutilaron y estrangularon hasta que ella aceptó. Una de las fotos para las cuales la obligaron a posar, terminó siendo la portada de una publicación de Hustler Magazine Group. Estos casos son sólo la punta del iceberg, muchos casos similares existen, y por cada víctima descubierta, innumerables más sufren en silencio. Otras son introducidas al mundo de la prostitución forzada. Dado que la pornografía hace que la prostitución y explotación sexual parezca normal, no es sorprendente que exista una fuerte relación entre el uso de la pornografía y el acudir a prostitutxs. De hecho, lo hombres que van con prostitutas han visto el doble de porno durante el último año, comparado con la población en general. 

Tampoco es sorprendente que cuando estos clientes aparecen, muchos ya vienen con imágenes porno en mano y se las muestran a las mujeres que están explotando, la mayoría de las cuales son víctimas de las mafias, controladas por chulos, y que forzarán a recrear esas imágenes. Y ellos no son los únicos en usar el porno como ilustración. “chulos y traficantes usan la pornografía para iniciar a sus víctimas en su nueva vida de esclavitud sexual,” comenta la Dra. Janice Shaw Crouse, representante de Beverley La Haye Institute. A través de la exposición al porno, estas víctimas “se desensibilizan para aceptar lo inevitable y aprender lo que se espera de ellas”. En un estudio de 854 mujeres en prostitución alrededor de 9 países, 49% dijo que se había realizado porno de ellas cuando estaban siendo prostituidas, y un 47% dijo que habían sido dañadas por hombres que las habían obligado o intentado obligar a hacer cosas que ellos habían visto en porno. Al final, el porno impulsa la prostitución, y el porno y la prostitución son los productos que el mercado del sexo ofrece.


El porno es  a la prostitución lo que el marketing a la publicidad,  una maquinaria normalizadora del uso y abuso de las mujeres como objetos (prostitución) y creadora de la necesidad de ejercer violencia y dominación sobre las mujeres.

El porno es a la prostitución lo que el marketing a la publicidad, una maquinaria normalizadora del uso y abuso de las mujeres como objetos, creadora de puteros y de la necesidad de ver y ejercer violencia y dominación sobre las mujeres para lograr excitación. Violencia que no solo se lleva a cabo sobre las mujeres prostituidas de la calle o del porno, sino sobre todas las mujeres, ya que   marca las tendencias y preferencias sexuales de quienes lo visionan, que piden luego hacer lo que ven a sus parejas o a mujeres esclavizadas sexualmente.

*Traducción: Alondra Delgado

Fuente

https://stopalaculturadelporno.wordpress.com/2014/07/31/el-pequeno-y-sucio-secreto-del-porno/


Nota: las imágenes con sus leyendas están en el original.