miércoles, 11 de marzo de 2020


Argentina. Rosa Cobos: “La novedad de la prostitución en el siglo XXI es la fusión entre los intereses patriarcales y los intereses capitalistas”
Julia Mottura / Resumen Latinoamericano
25/11/2019


A sala llena y con la presencia de Nora Cortiñas entre el público el sábado 23 de noviembre Rosa Cobos, feminista abolicionista y escritora, profesora titular de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña,  presentó su libro “La prostitución en el corazón del capitalismo” en la sede de la Federación Argentina de Trabajadores delas Universidades Nacionales ( FATUN ) junto a ATEM “25 de Noviembre”, Alika Kinan Fundación, Librería de las mujeres y Taller permanente de la mujer.

Con claridad y precisión Rosa Cobos desarrollo las explicaciones que sostienen sus investigaciones sobre la fusión entre prostitución, patriarcado y capitalismo. “La prostitución nunca fue mi objeto de estudio preferente”.



Rosa Cobo



“Hace muchos años, ni siquiera era una abolicionista convencida. Era una abolicionista que no había reflexionado sobre la prostitución, porque hace muchos años, no pensaba que la prostitución, era una institución fundamental para la reproducción del sistema de poder patriarcal. De modo que poco a poco me puse a estudiar otras cosas como fueron las políticas económicas neoliberales, y me encontré con la prostitución. Comencé a estudiar las economías ilícitas, y me choqué con la prostitución. Comencé a estudiar las relaciones entre Norte y Sur y me encontré otra vez con la prostitución. Por eso llegué a la conclusión que la prostitución seguramente, era una clave explicativa de múltiples procesos”, precisó.

Luego comentó que a lo largo de sus investigaciones notó la prostitución había crecido muchísimo en los últimos años. Porque la prostitución, no es solo noches, boliches y hoteles, la prostitución es una grandísima industria global. Incluso, argumentó que tiene un funcionamiento similar al que tiene  las multinacionales. También dijo que “las mujeres que son captadas para la prostitución, quienes las captan, enseguida evidencian una articulación entre un país de origen y un país de destino. Desde el ámbito rural en el que esas mujeres son captadas hasta el ámbito urbano al que son trasladadas”.           



Una de las preguntas disparadoras de su investigación es por qué la prostitución se ha convertido en esa gran industria global, en esa empresa multinacional del crimen que es hoy. Cobos, identificó dos razones, una cultural y la otra económica.  Respecto del primer motivo, comentó que el legado del Mayo Francés fue una hipersexualización de la mujer y que ésto articuló directo con el neoliberalismo años después. Puesto que generó nichos de mercado sobre el cuerpo de las mujeres. Sobre la segunda, la respuesta económica, sostuvo que el nuevo canon es una industria global, similar al de las grandes corporaciones capitalistas y que la diferencia es que se nutre y necesita de las economías semiinstitucionalizadas de los países periféricos.





Otro eje importante de su ponencia fue su referencia al crecimiento del sistema proxeneta. Comentó que, por ejemplo, las políticas públicas se orientan principalmente a eliminar el narcotráfico, pero no al desmantelamiento de las redes de explotación sexual. Como se sostiene en la contratapa del libro, “el resultado es un proceso creciente de mercantilización de los cuerpos y de la sexualidad de millones de mujeres en todo el mundo que son expulsadas de los países periféricos y traídas a los países centrales para que los varones de todas las clases sociales accedan sexualmente a sus cuerpos en una operación de colonialismo sexual”.  Por otra parte, al comienzo del libro puede leerse que el objetivo de la autora es “identificar la prostitución como un espacio simbólico y material privilegiado para el análisis del capitalismo global y de los patriarcado contemporáneos, y en la que se encarnan una lógica de explicación sexual, beneficios económicos e indiferencia hacia los derechos humanos”.

Pero en respuesta a la creciente industria de la explotación sexual, la docente sostuvo que también, en su país, notó un aumento de la militancia abolicionista a partir de 2014, momento en que se comenzó a teorizar sobre la Cuarta Ola Feminista. Las razones que detectó son dos: la intolerancia de las mujeres sobre la violencia sexual y por otro lado, la intolerancia sobre la precarización laboral.

En la charla debate, Rosa Cobos sostuvo que su discusión es con el lobbie proxeneta y no con las mujeres en situación de prostitución y, que a diferencias de las posturas reglamentaritas, el abolicionismo no reduce la lucha a la cuestionó de la mujer, sino que la amplían al sistema y a las estructuras del poder. Para clarificar esta diferencia entre las dos posturas político- ideológicas-antagónicas, puso como ejemplo la discusión que ese da en torno a limpiar los baños. Es decir, cuando las mujeres “limpian escaleras o casas lo que se obtiene es plusvalía económica. Pero cuando están en un boliche en situación de prostitución, además de plusvalía económica, se obtiene plusvalía sexual. Y esta sí es una gran diferencia”.

Por otra parte, se declaró Feminista Radical, y desde este marco teórico dijo que el colectivo LGTB+ merece todos los derechos pero que es un movimiento que está en construcción. Entonces,  “una cosa es que merezca todos sus derechos, y otra es que no quiera construir su propio marco interpretativo y se quiera sumar a `nuestro movimiento´ y que nuestro movimiento asuma sus reivindicaciones políticas y que no quieren o no pueden construir un marco interpretativo propio. Y se meten en el nuestro y resignifican nuestros conceptos, cambiandolos de sentido”. Si bien desde Resumen Latinoamericano tomamos distancia respecto de esta posición, consideramos importante compartir sus aportes abolicionistas porque ponen en relieve que la prostitución “se inscribe primeramente en el contexto de las estructuras materiales del patriarcado, aquellas que sostienen y promueven la hegemonía masculina, pero también en las estructuras materiales de la economía global”.

** Rosa Cobos es feminista abolicionista y escritora, profesora titular de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña y directora del Centro de Estudios de Género y Feministas de la misma universidad.


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“La prostitución es una industria global”


“La prostitución es una industria global”

RÍO GRANDE.- La Universidad Nacional de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur (UNTDF) llevó a cabo en Río Grande y en Ushuaia la charla: “La Prostitución en el corazón del Capitalismo”. La propuesta, abierta a la comunidad en general, surge en el marco de la Cátedra Libre de Derechos Humanos y del Programa Género y Sexualidades de la Universidad.





Rosa Cobo Bedía brindó la charla “La Prostitución en el corazón del Capitalismo”.


Rosa Cobo Bedía es una teórica feminista española, escritora, abolicionista, profesora de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña – España y directora del Centro de Estudios de Género y Feministas de la misma universidad. Es Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología; y ha escrito el libro “Hacia una nueva política sexual”.

¿Cuál fue el objetivo de la charla?
“He tratado de argumentar que la prostitución es una institución fundacional del patriarcado, pero que cuando aparece el capitalismo neoliberal lo convierte en una industria global que funciona de una manera bastante parecida a como funciona una multinacional, con unos altísimos niveles de eficacia y racionalidad, que va buscando siempre el mayor beneficio”.

“También he tratado de explicar cómo ésta gran industria de la explotación sexual cuyo corazón es la prostitución, puede funcionar gracias a la complicidad de las grandes instituciones del capitalismo internacional como son el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los Estados, unos y otros son cómplices, unos alientan y otros se benefician”.

“Y por último, he querido demostrar cómo las mujeres en la prostitución pierden su condición de humanidad y son convertidas en mercancías, en objetos, y para que eso ocurra es necesario deshumanizarlas, y solamente deshumanizadas los prostituidores pueden reclamar o imponer prácticas sexuales con altísimos niveles de violencia”.

¿Cuál debe ser la función del Estado?
“La primera cosa es la que ya ha hecho Argentina, que es prohibir la industria. La segunda cosa es que hay que controlar y desactivar toda la prostitución que es clandestina. Y en tercer lugar hay que multar, penalizar y criminalizar a las personas que consumen prostitución”.

“Y por supuesto también hay que hacer políticas públicas para las mujeres que están en la prostitución; me estoy refiriendo a que las mismas tienen que tener un salario mínimo garantizado, educación, una alternativa habitacional y apoyo psicológico integral. Las políticas públicas tienen que tener como objetivo que estas mujeres puedan llevar las vidas que quieran llevar y que no encuentren ninguna razón para volver a la prostitución”.

¿Qué piensa ante la conocida frase “mi cuerpo, mi decisión”?
“Yo creo que libertad implica elección. Y si la elección la hacés desde una situación de pobreza extrema, desde una situación radical de vulnerabilidad o desde una historia de abusos sexuales, de sometimiento o violencia, no se le puede llamar libertad individual”.

“Más allá de esto, la libertad individual se ha convertido en el gran catecismo del capitalismo neoliberal. La única manera que tienen de que no hagamos una crítica a las instituciones que producen explotación sexual, es señalar que si subjetivamente los individuos que están en la prostitución dicen que están de acuerdo, la explotación desaparece. Y eso no es cierto”.

“Cuando tú te pones a hablar con las mujeres que están en la prostitución te das cuenta que nunca han tomado una decisión, sino que han optado a partir un cúmulo de elementos que está perfectamente dirigido a que ellas acaben en la prostitución. No hay libertad de elección cuando hay una situación de pobreza extrema y una situación radical de vulnerabilidad”.

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Entrevistamos a Rosa Cobo: “Decir ‘no’ a la prostitución es decir no al sistema de poder patriarcal, pero también al capitalismo”


Entrevistamos a Rosa Cobo: “Decir ‘no’ a la prostitución es decir no al sistema de poder patriarcal, pero también al capitalismo”
09/12/2019
Por Daniel Seixo

En Nueva Revolución entrevistamos a Rosa Cobo, profesora de Sociología del Género, directora del centro de estudios Feministas de la Universidad de A Coruña y autora del libro “La prostitución en el corazón del capitalismo”.













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¿Se puede hablar de voluntariedad en la prostitución?

La voluntariedad o consentimiento de las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y falta de recursos está viciada. No hay consentimiento ni libertad cuando no hay oportunidades ni derechos. Cuando la vulnerabilidad y la pobreza son el punto de partida, la libertad se disuelve y se convierte en la ley del más fuerte.

¿Está la prostitución estrechamente ligada al sistema capitalista?

La prostitución es una industria internacional ilícita, interconectada, con numerosos brazos en la economía ilícita. Para muchos países es una estrategia de desarrollo. Es algo parecido a una multinacional, con altos niveles de funcionalidad y de racionalidad en términos de beneficios. Las economías ilícitas, y la prostitución es la segunda o tercera a escala global en términos de beneficios, son fundamentales en los procesos de acumulación capitalista. No obstante, la prostitución se encuentra en la intersección de tres sistemas de poder: el patriarcal, el capitalista neoliberal, pero también el colonial.

¿Se puede considerar la prostitución un trabajo?

No. Los cuerpos de las mujeres no son mercancías. El cuerpo es la última frontera de soberanía que tenemos los individuos. ¿Se puede considerar trabajo una penetración anal o una mamada? Es una estrategia de supervivencia para mujeres y niñas que tienen escasas oportunidades para sobrevivir.

¿Por qué ser abolicionista?

El abolicionismo es una posición teórica y ético-política que sostiene que la prostitución es un privilegio masculino que niega el deseo de las mujeres. El abolicionismo sostiene que las mujeres deben ser para sí mismas y no para uso sexual de los varones, a no ser que esté mediado por el deseo de las mujeres. Decir ‘no’ a la prostitución es decir no al sistema de poder patriarcal, pero también al capitalismo. Este  último desea que haya cuerpos en el mercado y el primero busca que los cuerpos que están en el mercado sean de mujeres.



Rosa Cobo

¿Estamos inmersos en una época en la que la mercantilización del propio cuerpo está más presente que nunca?

Sí. En la prostitución, en la pornografía o en los vientres de alquiler. La explotación sexual se ha intensificado de tal forma que se ha convertido en una de las marcas de la explotación patriarcal, capitalista y racial/cultural en el siglo XXI.

¿Cómo influye la clase social en el negocio de la prostitución?

Influye tanto que no hay mujeres ricas en la prostitución. La prostitución se alimenta de mujeres vulnerables y con escasos recursos.

¿Cuál es la salud actualmente de la prostitución en nuestro país?

El negocio de la explotación sexual crece porque no hay leyes que lo detengan. Los proxenetas han encontrado en la sociedad española un paraíso. Lo único que necesitan y por lo que están luchando es por su regulación para así obtener seguridad jurídica y mayor legitimación social. La prostitución seguirá creciendo porque en las cárceles no hay proxenetas. Es el auténtico efecto llamada.

¿Cuál es el perfil del putero?

Acuden a la prostitución hombres jóvenes y mayores, con mayor cualificación profesional y sin ninguna, con más o menos renta socio-económica, de izquierdas y de derechas, católicos, agnósticos y ateos… Acuden a la prostitución aquellos varones que creen que el abuso sexual es un derecho natural. Sin embargo, se observa como tendencia el crecimiento de varones cada vez más jóvenes que acuden asiduamente a la prostitución.

¿Son los jóvenes los clientes más autoritarios y agresivos de los prostíbulos?

Las prácticas sexuales agresivas están creciendo tanto en la prostitución como en el porno.

¿Tiene esto que ver con una estrecha vinculación con el porno y su educación sexual?

La pornografía mainstream está contribuyendo a la formación de un imaginario sexual estrechamente vinculado al imaginario pornográfico.

La prostitución se encuentra en la intersección de tres sistemas de poder: el patriarcal, el capitalista neoliberal, pero también el colonial la prostitución se encuentra en la intersección de tres sistemas de poder: el patriarcal, el capitalista neoliberal, pero también el colonial

¿Es el porno otro tipo de prostitución?

El porno es un fenómeno social muy vinculado a la prostitución, pero también es una realidad simbólica y material distinta a la prostitución. En la pornografía, al contrario que en el cine, las prácticas sexuales no son simuladas, son reales. Por otra parte, la pornografía mainstream es gratuita debido a que es un canal de contactos de prostitución. Sin embargo, el porno es sobre todo una propuesta de los sectores más duros del patriarcado sobre lo que debe ser una mujer en el siglo XXI. La propuesta de la pornografía es la definición de lo femenino como la sexualización extrema.

¿Existe un consentimiento real entre el cliente y la prostituta?

Es un consentimiento viciado y resultado de la vulnerabilidad y pobreza de las mujeres prostituidas. ¿Hay consentimiento cuando una de las partes tiene poder y recursos y la otra parte apenas tiene ni una cosa ni la otra?

¿Qué postura mantienen los diferentes partidos políticos del arco parlamentario español acerca de la prostitución?

Desde el abolicionismo estamos esperando que los partidos que formarán el próximo gobierno hagan leyes abolicionistas como la sueca o la francesa.

¿Existe convivencia del estado con la industria de la prostitución?

El estado promueve la tolerancia hacia la prostitución. Nuestras carreteras, llenas de burdeles, auténticos campos de concentración, son la prueba de que el estado convive bien con la prostitución. Si no fuese así, los ilegalizaría.

¿Como es la realidad de los prostíbulos en España?

Las supervivientes de prostitución, Sonia Sánchez y Amelia Tiganus, los definen como campos de concentración. Espacios sórdidos en los que los puteros ejecutan actos de poder y violencia sobre las mujeres que sobreviven en esos lugares. Escuchar a Alika Kinan nos da una idea de la brutalidad criminal de los burdeles.

¿Existe prostitución de menores en el estado español?

Sí, se han detectado casos y probablemente hay muchos más en situación de clandestinidad. Ahora bien, es completamente ilegal.

¿Qué medidas aplicaría a para frenar la prostitución en la vía pública?

El problema no es la prostitución en la vía pública, sino la prostitución en sí misma. El problema reside en la vulneración de los derechos de las mujeres que están en prostitución.

Locales de “striptease”, macroburdeles, fiestas eróticas con sexo en vivo, casas de masaje, revistas pornográficas, turismo sexual,  anuncios para conseguir sexo en Internet, ¿supone la prostitución tan solo el elemento más cruel de toda una industria de explotación de la mujer?

De las mujeres en prostitución se obtiene plusvalía económica y sexual. Es una de las grandes metáforas de los sistemas patriarcales y neoliberales del siglo XXI.





¿Resulta sencillo acceder a las verdaderas caras tras el control de los prostíbulos?

Para saber lo que hay en los prostíbulos se puede leer un magnífico y breve artículo de Amelia Tiganus: La revuelta de las putas. Ella habla en sus charlas del asco, del sudor, de la violencia, del sistema de multas si no hacen lo que deben hacer: bajar a la hora prevista, contestar mal a un putero, etc. Es un sistema criminal y una nueva esclavitud vehiculada y articulada por el capitalismo criminal.

¿Qué efectos psicológicos y físicos tiene la prostitución en las mujeres?

Los daños son infinitos. Psicológicos y físicos. Depresión, ansiedad, estrés… Infecciones vaginales y bucales, dolores abdominales, enfermedades de transmisión sexual, etc.

¿Resulta posible “humanizar” la prostitución?

Hay realidades materiales que no se pueden humanizar: la prostitución, el trabajo infantil, los vientres de alquiler, las maquilas… La única alternativa es acabar con estas realidades tan opresivas para quienes no tienen oportunidades.

¿Quiénes están detrás de las campañas a favor de legalizar la prostitución?

El lobby de la explotación sexual es muy complejo. En primer lugar, lo forman los que se benefician directamente de las mujeres que están en prostitución, es decir, los proxenetas. En segundo lugar, los que se benefician indirectamente (mercado inmobiliario, agencias de viajes, empresas de bebidas alcohólicas, taxistas, hoteles, etc.) y que están en las proximidades de la industria. En tercer lugar, los demandantes de prostitución, los puteros, que sienten que el acceso sexual al cuerpo de mujeres por precio es un derecho que no quieren perder. En cuarto lugar, los grupos culturales que entienden la prostitución como un acto de libertad en lugar de como un acto de explotación económica y sexual. Hay grupos académicos e intelectuales que creen que la defensa de la libertad sexual es defender la prostitución y no diferencian entre un putero, un proxeneta y una mujer prostituida. La metáfora de la torre de marfil es muy ilustrativa para quienes no han pisado un burdel o un piso de prostitución en su vida. Probablemente si lo viesen, cambiarían de idea.

Podemos observar como en los últimos años la polémica entre colectivos pro-regularización y abolicionistas ha llegado a puntos de máxima tensión. Uno de los episodios más recientes lo encontramos en la suspensión por parte de la facultad de Sociología de la UDC de unas jornadas sobre «trabajo sexual», ¿se mostró usted favorable a esa suspensión? ¿qué motivos la llevaron a tomar esa postura?

Esas jornadas promovían entre el alumnado el trabajo sexual. Bajo mi punto de vista la consideración de la prostitución como un trabajo es una clara vulneración de los derechos humanos de las mujeres prostituidas. El lobby de la explotación sexual necesita a las universidades: en primer lugar, porque si las universidades se pronuncian mayoritariamente a favor de la prostitución como un trabajo, eso se convierte en un argumento de autoridad y en una fuente de legitimidad social; en segundo lugar, porque quieren promocionar la idea de que la prostitución es una solución para resolver cualquier problema económico que pueda tener una estudiante. Promueven la idea de que la prostitución ocasional es una alternativa para la falta de recursos. El lobby contempla a las estudiantes como una población que potencialmente puede cubrir las necesidades de mujeres para su industria; en tercer lugar, porque si los estudiantes varones no reciben el mensaje de que la prostitución está bien, no se ampliaría la población de puteros. La estrategia del lobby de promover la prostitución en la universidad y en secundaria ya se ha puesto en marcha en diversos países, como Argentina o México. Toda industria necesita ampliar el mercado en términos de producción y consumo. Se necesitan mercancías y consumidores. Se necesitan mujeres de diversos estilos para la industria. La universidad puede proporcionar un tipo de mujeres que no están en los burdeles.

Cuando la vulnerabilidad y la pobreza son el punto de partida, la libertad se disuelve y se convierte en la ley del más fuerte

¿Por qué el movimiento feminista está tan dividido en la cuestión de la prostitución?

No está tan dividido en la realidad. Hay mucho interés por parte del lobby de la explotación sexual por sobredimensionar el debate porque si una parte del feminismo está a favor de la prostitución eso es un balón de oxígeno para quienes defienden esa institución. El movimiento feminista está conformado por una red de asociaciones y organizaciones de mujeres que en la mayoría de los casos tienen una perspectiva abolicionista sobre la prostitución aunque no hayan hecho del abolicionismo el objetivo político preferente.

Habitualmente los colectivos pro-prostitución o regulacionistas argumentan que el discurso aboliconista estigmatiza a las prostitutas, ¿comparte esa opinión?

Querer acabar con una institución que es una fuente inagotable de explotación económica y sexual no estigmatiza; lo que estigmatiza es garantizar los instrumentos jurídicos y políticos para que la prostitución siga reproduciéndose históricamente. Eso es lo que hacen las posiciones regulacionistas de la prostitución.

¿Consideran que el gobierno debería actuar contra los intentos por articular sindicatos de trabajadoras sexuales?

Ya lo ha hecho la Audiencia Nacional, que ha reconocido que los sindicatos son estrategias para legalizar la prostitución por la puerta de atrás.

¿Ofrece el estado recursos reales a las mujeres que quieren abandonar la prostitución?

No, en absoluto. Se necesitan políticas públicas: derechos de ciudadanía, es decir, permisos de residencia; solución habitacional; formación profesional; apoyo psicológico integral; salario mínimo garantizado; apoyo a los hijos e hijas de las mujeres que han estado en prostitución…

¿Realmente resulta posible abolir la prostitución en España?

Es posible hacer políticas abolicionistas que disuadan a los proxenetas, que les empuje a ver que sus negocios peligran y no son tan rentables como lo eran cuando la prostitución era tolerada. También es posible que nuestros chicos se socialicen en la idea de que no tienen el derecho a acceder por dinero al cuerpo de mujeres vulnerables y pobres. Al mismo tiempo, se debilita la idea de que si un grupo de mujeres está en prostitución, todas somos potencialmente prostituibles. Las políticas abolicionistas no hacen desaparecen la prostitución, pero la desaparecen y erosionan el imaginario de la masculinidad hegemónica.

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Vientres de alquiler: Interés superior del menor Vs interés superior de la industria

Vientres de alquiler: Interés superior del menor Vs interés superior de la industria





 10/05/2019


TeresaDominguez 









A todos se nos llena la boca con los Derechos Humanos, a una gran parte incluso en defensa de los derechos de las mujeres. Apelamos a la “libertad” para justificar negocios millonarios como la prostitución, el porno… . Pero nos superamos cuando apelamos a los Derechos Humanos para justificar los vientres de alquiler, ilegales en nuestro país, remitiéndonos “al interés superior del niño”. Es lo que yo llamo la hipocresía del interés superior. Que no es otra cosa que el interés superior de los que creen que el dinero todo lo compra, y el interés superior de una industria floreciente en el filón del negocio de la bio-economía mundial.

El “trabajo reproductivo“, en sociología, economía y demografía, es todo lo que se relaciona con la reproducción humana, el trabajo de los cuidados, frente al “trabajo asalariado”. Según la OIT Organización Internacional del Trabajo, el trabajo de cuidados no remunerado no es reconocido ni social ni económicamente. De hecho, el valor del trabajo de cuidados no remunerado se calcula en un 25% de la economía española según fuentes expertas, y si se aplicaran políticas de igualdad, la economía europea generaría 10,5 millones de empleos más hasta 2050 y el PIB per cápita aumentaría cerca del 10%.

Según SciELO, el trabajo reproductivo sigue siendo una responsabilidad eminentemente femenina, a pesar del aumento en la participación de los hombres. “Los cambios legales, sociales y culturales de los últimos años no han conseguido eliminar el modelo tradicional de adscripción del trabajo reproductivo”. (El trabajo reproductivo o doméstico.). Y mientras las instituciones internacionales se debaten en encontrar una respuesta digna y política a esta brecha, el neocapitalismo vuelve a sumergir a las mujeres en lo que la filósofa Ana de Miguel define como “nuevos nichos de trabajo”: la compraventa de leche, la prostitución, el porno, la venta de óvulos, la llamada “gestación subrogada”: los vientres de alquiler.

Nunca se ha reconocido como trabajo lo que las mujeres han hecho de puertas para adentro, mientras que a la Unión Europea no le ha costado nada reconocer a la prostitución como trabajo. De hecho en el tema que tratamos, los vientres de alquiler, seguimos en la misma línea, apelar al “altruismo de las mujeres” frente a la situación de desigualdad que genera, a la división sexual del trabajo, la violencia económica y el papel (intereses) de los gobiernos y altas instituciones internacionales ante esta flagrante violación de Derechos Humanos a mujeres y bebés.

Pero vayamos a la adopción. El Consejo de Ministros, el 22 de marzo 2019, aprobó un Real Decreto con el que desarrolla la Ley 26/2015 de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia de Adopción Internacional, lo que se supone facilitará el proceso. La nueva Ley de Infancia modifica el proceso y obliga a actualizar los listados. Todo ello coincide con que las adopciones tanto nacionales como internacionales caen en picado, la reducción de las adopciones a escala mundial ha alcanzando un porcentaje superior al 70% en prácticamente todos los lugares del mundo. Y es inevitable que esta caída se relacione, no solo con las dificultades en el proceso, sino con el auge de una práctica que atenta contra derechos humanos fundamentales, los vientres de alquiler. Según El País, España ha pasado de 5.541 a 531 adopciones internacionales en poco más de una década, lo que supone una caída de más del 90%.

En la opinión consultiva del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH) sobre filiación de bebés nacidos de vientres de alquiler, en respuesta al caso Mennesson, se insta a los estados de manera no vinculante a reconocer a la madre de intención, a través de la figura de la adopción, apelando al bien superior del niño, todo ello sin dejar de reconocer que muchas situaciones entrañan riesgos para los derechos humanos, tanto de las criaturas como de las madres. La posición del gobierno francés sobre este tema, es de prohibición estricta a la llamada gestación subrogada, posición que comparten otros partidos políticos que reconocen que Francia no tiene la obligación de transcribir el resultado de un acto cometido en la ilegalidad porque “Se trata de retorcer el derecho” (SIC F. Xavier Bellamy). León Fernando del Canto, abogado, califica la respuesta consultiva como una ficción jurídica. Marlène Chiappa, secretaria de Estado de Igualdad, se opone fervientemente a la llamada maternidad subrogada. Y se mantiene en la posición de la prohibición.

En un artículo reciente, la abogada francesa Yannick Luce, analizando la respuesta consultiva de la Corte Europea, emitida el miércoles 10 de abril de 2019, se pregunta si Francia debe necesariamente reconocer el vínculo de la filiación con la madre de intención y si repercute el hecho de que en algunos casos la madre de intención ni siquiera es la que dona el óvulo, o en el caso mismo de que la misma madre que gesta es la que lo proporciona. (Subrogación tradicional). También recuerda que no hay consenso entre los Estados miembros del CEDH sobre la práctica de los vientres de alquiler. La realidad es que el Tribunal no adopta una posición sobre el principio mismo de la maternidad subrogada, solo aborda el hecho del reconocimiento del parentesco de la madre de intención, porque no reconocerlo sería “contrario a los mejores intereses del niño así concebido“, sin mencionar el derecho de este, por ejemplo, a conocer origen, y “la posibilidad de una relación de maternidad entre el niño y la madre de la intención”.

Por lo tanto, opina, en una forma retorcer la legalidad, el Tribunal de Estrasburgo parece validar, según la experta, el procedimiento de adopción simple del último hijo biológico del cónyuge y “parece alentar a las parejas a utilizar la práctica de los vientres de alquiler en los Estados miembros que lo autorizan y luego obligar a su juez nacional a reconocer la filiación por otro procedimiento legal”. Y que dependa de cada legislador nacional elegir el método de establecimiento de la paternidad en el contexto de la revisión de las leyes bioéticas.

No es necesario recordar que la adopción es un acto jurídico y de amor en virtud del cual un adulto toma como propio a un menor ajeno, con el fin de establecer con él o ella, una relación paterno-filial. Y garantizarle su derecho a tener una familia, a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, a sus orígenes. El alquiler de vientres es una grave violación de los derechos y la dignidad de las mujeres y menores. Es una forma de explotación reproductiva de las mujeres y convierte a los recién nacidos en objeto de transacción contractual y comercial.

Desde un punto de vista jurídico, hay que destacar la contradicción flagrante entre los mecanismos en juego en la maternidad subrogada y los principios fundamentales del Convenio de La Haya sobre Adopción Internacional: Con el fin de evitar el tráfico y la compra de las capacidades reproductivas, el artículo 4 del Convenio establece, como norma fundamental, que los consentimientos no se han obtenido mediante pago o compensación de clase alguna y que tales consentimientos no han sido revocados, y que el consentimiento de la madre, se ha dado únicamente después del nacimiento del niño y dicho consentimiento no ha sido obtenido mediante pago o compensación de clase alguna. Por lo tanto, están prohibidos los acuerdos previos.






No es necesario recordar que la madre no es un útero artificial dentro del cual se desarrolla un feto. Y que la maternidad subrogada se basa en un contrato entre particulares, sujeto a derecho mercantil, (contrato nulo en España) cuyo objeto final es la entrega de un ser humano recién nacido en perfecto estado. A las mujeres no se las contrata sólo “por prestar un servicio de gestar”, como afirman los partidarios, como se empeña en hacernos creer la industria, sino que el propósito del contrato es la entrega de un “producto” acabado, y en perfectas condiciones, condición sine qua non, el contrato no tendría sentido, porque el bebé es el objeto real del contrato. Número ilimitados de intentos hasta “conseguirlo”. Selección intra-útero para desechar  “embriones de más, o que no son del sexo deseado”, rechazo de bebés que no cumplen las “expectativas” y acaban en instituciones públicas…

Por último, la declaración de idoneidad de las familias en los procesos de adopción, que además lleva años, pretende garantizar la aptitud de las personas solicitantes para cubrir las necesidades del menor o la menor, y ofrecer estabilidad, afecto y cuidado. Y no solo eso, pretende informar, provocar la reflexión sobre la decisión tomada. Determinar la idoneidad de una familia para la adopción, en función de sus cualidades y actitudes. Valorar si cuenta con los apoyos que se pueden necesitar para llevar a cabo con garantías la adopción. Valoran y mucho la capacidad afectiva y que las motivaciones para la adopción sean las idóneas. Que los padres adoptantes tengan una salud física y mental adecuadas, con una estabilidad tanto familiar como emocional. Imprescindible: que tengan apoyo social, no solo de la familia, sino del entorno. Se exige un seguimiento del proceso. Y todo por el bien y seguridad de la criatura a adoptar. Por supuesto se necesitan las condiciones de vivienda, de integración social, y además, la adecuación entre la edad de los adoptantes y adoptados. Y sobre todo, en caso de “infertilidad”, tener una vivencia madura y de aceptación de esta circunstancia. Y tener la capacidad de revelar al menor su condición de adoptado, su origen y el apoyo en la búsqueda de sus orígenes. Y como no, la capacidad de aceptación de las diferencias étnicas, culturales y sociales. Que se elimina de un plumazo en el alquiler de vientres.

En los vientres de alquiler se selecciona genéticamente el bebé “ideal” y se descartan embriones a la carta, lo que el filósofo Jürgen Habermas llama la eugenesia liberal, la supremacía de la raza blanca. Se buscan a las madres gestantes en países cuya mano de obra es menos costosa, sin embargo los ovocitos se buscan en países del llamado “primer mundo”, como explica la filósofa Éliètte Abecassis, las estudiantes californianas, incluso europeas, venden sus óvulos, que se implantan en el útero de mujeres racializadas, pobres… No se ven óvulos de mujeres negras implantados en el útero de una mujer blanca, o una mujer rica gestando para mujeres u hombres pobres e infértiles. Incluso en el caso de Estados Unidos, no dejan de ser mujeres de estatus económico inferior que se garantizan el pago de su jubilación, la compra de una casa, los estudios de sus hijos, como se puede apreciar en los anuncios de las agencias. “¿Quieres ganar dinero? Conviértete en madre de alquiler ¿Quieres ahorrar para tu jubilación? ¡Hazlo YA! “Trabaja en jornada parcial y cobra como jornada completa”.

Además la maternidad por sustitución niega a las mujeres el derecho a decidir durante el proceso de embarazo y después. Les niega incluso la revocabilidad de su consentimiento, bajo pena de multas, o su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, que se reservan los propios clientes.



Proyecto de Ley presentado por Ciudadanos

El altruismo y el proceso sancionador, del acto de amor a las multas: “El órgano administrativo competente para resolver el procedimiento sancionador podrá imponer multas coercitivas por importe que no exceda de 1.000 euros por cada día que transcurra sin cumplir las medidas provisionales que hubieran sido acordadas.



“La verdad de los embarazos por contrato: Los contratos por gestación subrogada, ni protegen a las madres ni a los niños.”


El control explícito de la dieta, el ejercicio, las condiciones de vida, las relaciones sexuales, los viajes y las actividades de la madre gestante. La renuncia expresa al privilegio de la confidencialidad. Las mujeres pierden el derecho al aborto, al tratarse de una violación de contrato, sin embargo los “padres intencionales” se reservan el derecho último y exclusivo de “reducir” (abortar) el número de fetos selectivamente antes de las 20 semanas. Si la madre entra en coma, los contratantes tomarán la decisión en cuanto a la duración del periodo en el que le mantendrán las funciones vitales de la mujer embarazada antes del nacimiento del niño.La maternidad subrogada no solo impide a las mujeres la capacidad de elección, sino que además contempla medidas punitivas si se alteran las condiciones del contrato e implica el violento control sexual de las mujeres. ¿Dónde queda nuestra libertad? ¿Dónde quedan los derechos de las criaturas?

Y ahora que llegan las elecciones europeas, sería importante recordar:

El 17 de diciembre de 2015 el Parlamento Europeo aprobó por Resolución el informe anual sobre Derechos Humanos y Democracia en el mundo 2014 y las políticas de la Unión Europea sobre esta materia. En el capítulo dedicado a los derechos de las mujeres y las niñas, el parágrafo 115 expresa:
“El Parlamento Europeo condena la práctica de la subrogación, que socava la dignidad humana de la mujer dado que su cuerpo y sus funciones reproductivas son usadas como un “commodity”; considera que la práctica de la subrogación gestacional que involucra la explotación reproductiva y el uso del cuerpo humano para ganancias financieras o de otro orden, en particular en el caso de las mujeres vulnerables en los países en desarrollo, debe ser prohibida y tratada como un asunto de urgencia en los instrumentos internacionales de derechos humanos”.

Teresa Domínguez


“No seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas”

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