viernes, 12 de mayo de 2017

Los hombres que compran sexo sienten menos empatía por las mujeres



Los hombres que compran sexo sienten menos empatía por las mujeres

 Un hombre sobre la prostitución: creo que muchas veces se sienten degradadas, quiero decir, las que conozco no tienen confianza en sí mismas, así que se sienten menos que una persona, y más como una mercancía".
09/05/2017
Ricardo Caká, futbolista
  Ana Grimaldo
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De acuerdo con un estudio publicado por el Journal of Interpersonal Violence, los hombres que compran sexo sienten menos empatía por las mujeres que se dedican a la prostitución que los hombres que no lo hacen.

Pero no sólo eso, la misma investigación arrojó que los hombres que compran sexo tienden a cometer violaciones y otros abusos sexuales, así como informar sobre ellos.

El estudio se realizó con una muestra de 101 hombres de Boston aceptaron haber comprado sexo en algún momento de su vida y otros 101 que nunca lo habían hecho, y muestra que las perspectivas y características de los compradores de sexo son similares a las de los hombres que han ejercido algún tipo de violencia. A este tipo de sujetos se les conoce como hombres sexualmente coercitivos.

"Nuestros resultados indican que los hombres que compran sexo comparten ciertos atributos clave con los hombres que están en riesgo de cometer una agresión sexual", dijo Neil Malamuth, profesor de estudios de Comunicación y Psicología. "Ambos grupos muestran una preferencia por el sexo impersonal, miedo al rechazo por parte de las mujeres, historial en actos sexuales agresivos y una autoidentificación masculina hostil. Los individuos que compran sexo, en promedio, sienten menos empatía por las mujeres que se dedican a la prostitución y las perciben –intrínsecamente- diferentes de otras mujeres".

En otros estudios, los bajos niveles de empatía de los hombres se han asociado con agresiones sexuales hacia mujeres. Y en un contexto en el que aún se debate si la prostitución es un trabajo o abuso sexual, estos hallazgos buscan mejores condiciones para las trabajadoras sexuales, pues debido a la falta de regularización o la opacidad legislativa, estas personas sufren abusos sexuales con frecuencia.

"Esperamos que esta investigación conduzca al rechazo del mito de que los compradores sexuales son simplemente sujetos simpáticos sexualmente frustrados", dijo Melissa Farley, autora principal del estudio y directora ejecutiva de Prostitution Research and Education, una organización sin fines de lucro con sede en San Francisco.

Sean Penn. actor
De no haber encontrado diferencias entre los compradores y los no compradores, podría haber legitimado las reivindicaciones de aquellos que pretenden legalizar la prostitución.

"Sin embargo, con los niveles significativos de actitudes sexualmente agresivas mostradas por los compradores de sexo, una política legal más progresiva sería como la observada en Suecia y Noruega, donde la prostitución se entiende como un crimen de rapto contra las mujeres económicamente y étnicamente marginadas" dijo. "El modelo nórdico detiene a los compradores de sexo, pero despenaliza a los que se dedican a la prostitución y les proporciona servicios de salida".

Un hombre que compró sexo y fue entrevistado por las personas que realizaron el estudio comparó la transacción sexual con tomar una taza de café, "Una vez que terminas, la arrojas", dijo.

Otro declaró sobre las mujeres en la prostitución: "creo que muchas veces se sienten degradadas, quiero decir, las que conozco no tienen confianza en sí mismas, así que se sienten menos que una persona, y más como una mercancía".

Malamuth aseguró la capacidad predictiva del estudio con respecto a muchos de los factores de riesgo de agresión sexual. Su modelo de confluencia ha delimitado a los hombres que corren mayor riesgo de cometer agresiones sexuales; entre ellos incluye el comportamiento antisocial, la preferencia por el sexo impersonal, el tratamiento del sexo más como un deporte que como parte de una relación íntima, y ​​la "masculinidad hostil" (personalidad narcisista y un deseo de tener poder sobre las mujeres).

El estudio se cercioró de que los hombres que participaron en la investigación conocieran el panorama general sobre la violencia y tráfico sexual. En entrevista con cada uno de ellos, descubrieron que no les eran ajenas las razones por las que mujeres decidieron dedicarse al comercio sexual.


 Fuente:
http://www.huffingtonpost.com.mx/2017/05/09/los-hombres-que-compran-sexo-sienten-menos-empatia-por-las-mujer_a_22078063/

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