domingo, 17 de agosto de 2014

Concepto de vulnerabilidad





CONCEPTO DE VULNERABILIDAD



Este documento pretende orientar a los tribunales al momento de juzgar un caso de trata de personas. Se refiere al concepto de “vulnerabilidad” que puede ser central en estos hechos.La incorporación en este blog este documento es porque sin hilar demasiado fino encontramos que en la mayoría por no decir en todas, las situaciones de prostitución, el elemento “vulnerabilidad” se halla presente y puede ser tenido como una causa, y no la menor, que llevan al resultado prostituyente.
Tengamos en cuenta que casi en su totalidad las personas en situación de prostitución comenzaron a ejercer esta actividad teniendo alrededor de 12 o 13 años de edad, o sea en pleno proceso de crecimiento, con los cambios y profundos conflictos característicos de esa etapa y cuando su falta de experiencia y criterio propio en formación empujan a las adolescentes a aventuras algunas veces riesgosas. 
A esto debemos unir la situación social: educación no completa, sumamente pobre o totalmente  inexistente,  falta de capacitación laboral, necesidades económicas perentorias, ausencia de los gobiernos en una eficaz política de inserción y/o asistencia. Muchas de ellas proceden de familias donde han sufrido violencia de género o directamente han sido abusadas sexualmente.
Este muy rápido bosquejo, al que seguramente se le pueden agregar más elementos, nos indica que a  la
 prostitución preexiste un estado de vulnerabilidad, de carencia de recursos materiales, psicológicos y sociales para elaborar un proyecto de vida sano. Al hablar de sano me refiero no solamente a la ausencia de enfermedad sino también a una vida que brinde posibilidades de desarrollo, de integración social.
Debemos tener en cuenta que para que una persona ingrese a la prostitución estas carencias no son suficientes,  la mayoría de quienes se hallan en situación de vulnerabilidad no acceden a la prostitución, la ecuación pobreza=prostitución, como una generalidad,  no es verdadera. 
Un elemento importante y decisivo es la presencia de él o la encargada de la captación. Puede ser una vecina, una amiga, una conocida, incluso familiares, se conocieron casos de  madres que   llevaron a sus hijas para que fueran prostituidas.  Puede ser alguien que está en prostitución o tiene importantes contactos en ella, en general son otras mujeres aunque
 también pueden ser varones.
Puede darse que los novios sean quienes entregan a las mujeres/niñas.  El captador es quien sugiere o directamente empuja hacia el camino que seguramente  llevará a la víctima a manos de un proxeneta.

Letargo. Paulina Jaimes

Es en este sentido que desde el abolicionismo hablamos de “víctimas”, aunque la persona no se crea taly este segura que lo ha elegido por su propia voluntad, analizando las condiciones y los medios nosencontramos en que su escasa edad les impidió consentir, aceptar el camino de la prostituciónsabiendo en qué consistía y sus consecuencias.  En el caso de las personas mayores de edad esto no es muy diferente. Si bien la personalidad está mucho más formada y el criterio es más adulto, la situación de vulnerabilidad más la incidencia de los captadores son condicionantes importantes.

A partir de que  es iniciada la captación, el proceso de manipulación se acentúa, eso nos lleva a tenerque hablar de la persuasión coercitiva, tema ya desarrollado en este blog.
En este muy somero análisis se ve claramente que los conceptos que hacen a la definición de la trata de personas son los mismos que para la prostitución, por eso decimos que ambas son dos modos diferentes de llamar a la misma violencia. Ambos términos son intercambiables pudiendo diferir en el acento de uno u otro elemento y en la posibilidad de una demanda penal.
En este artículo nos detendremos en la “vulnerabilidad”.

Alberto B Ilieff




  UNODC

Oficina de la Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito.


Nota orientativa sobre el concepto de “abuso de una situación de

 vulnerabilidad” como medio para cometer el delito de trata de
     personas, expresado en el artículo 3 del Protocolo para
      prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas,
      especialmente mujeres y niños, que complementa la
         Convención de las Naciones Unidas contra la
            Delincuencia Organizada Transnacional
1.

Introducción
1.1. El objetivo de la presente nota orientativa es ayudar a los profesionales de la justicia penal a entender y aplicar el concepto de “abuso de una situación de vulnerabilidad” como medio para cometer el delito de trata de personas, que figura en la definición de ese delito incluida en el Protocolo contra la trata de personas1.

1.2. La presente nota se basa en el documento temático de la UNODC sobre el abuso de una situación de vulnerabilidad 2. Se alienta a los profesionales a que consulten ese documento si desean obtener más información, incluso sobre leyes y prácticas de diversos países.

2.

Puntos fundamentales
2.1. Dado que el delito de la trata de niños lo constituye el “acto” de captar, acoger, etc. con “fines” de explotación, en un enjuiciamiento por trata de niños no se exige demostrar que se ha recurrido al abuso de una situación de vulnerabilidad ni a ningún otro medio.

2.2. Determinar la existencia de la vulnerabilidad de la víctima resultará importante para muchos aspectos de un caso de trata. Por ejemplo, la vulnerabilidad puede ser un indicador decisivo para identificar a las víctimas, y una evaluación precisa de la vulnerabilidad puede ayudar a garantizar que se dé el apoyo y la protección adecuados a las víctimas que son también testigos. Ahora bien, en los enjuiciamientos penales se exige más. La mera existencia de una vulnerabilidad demostrada no basta para apoyar la acusación de que el abuso de una situación de vulnerabilidad fue el medio empleado para llevar a cabo un “acto” determinado. En esos casos, tanto la existencia de la vulnerabilidad como su abuso deben demostrarse mediante pruebas fidedignas.

__________________
1
En el artículo 3 a) del Protocolo contra la trata de personas se afirma que por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o
recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Issue Paper on Abuse of a Position of Vulnerability and Other Means within the Definition of Trafficking in Persons, octubre de 2012. Se puede consultar en: www.unodc.org/unodc/en/
human-trafficking/publications.html?ref=menuside.
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2.3. El mejor modo de evaluar la existencia de vulnerabilidad es caso por caso, teniendo en cuenta la situación personal, geográfica y circunstancial de la presunta víctima. La vulnerabilidad personal, por ejemplo, puede estar relacionada con una discapacidad física o psíquica. La vulnerabilidad geográfica puede deberse a que la persona esté en situación irregular en un país
extranjero y se encuentre social o lingüísticamente aislada. La vulnerabilidad circunstancial puede estar relacionada con el desempleo o la penuria económica. Esas vulnerabilidades pueden existir previamente o ser creadas por el traficante. La vulnerabilidad ya existente puede deberse, entre otras cosas, a la pobreza, la discapacidad psíquica o física, la juventud o la avanzada edad, el género, un embarazo, la cultura, el idioma, las creencias, la situación familiar o la condición de irregularidad. Se puede crear vulnerabilidad, entre otras cosas, mediante el aislamiento social, cultural o lingüístico, la situación irregular o una dependencia cultivada mediante una drogadicción o un apego romántico o emocional, o bien recurriendo a rituales o prácticas culturales o religiosos.

2.4. Es importante señalar que la vulnerabilidad de una víctima puede ser un indicio de que se ha abusado de una situación de vulnerabilidad, pero ello no constituirá un medio para cometer el delito de trata de personas a menos que se haya abusado de esa situación de vulnerabilidad hasta el punto de invalidar el consentimiento de la víctima.

2.5. El abuso de una situación de vulnerabilidad ocurre cuando la vulnerabilidad personal, geográfica o circunstancial de una persona se usa intencionadamente o se aprovecha de otro modo para captar, transportar, trasladar, acoger o recibir a esa persona con el fin de explotarla, de modo que la persona crea que someterse a la voluntad del abusador es la única alternativa real o aceptable de que dispone y que resulte razonable que crea eso a la luz de su situación. Al determinar si es razonable la creencia de la víctima de que no tenía otra opción real o aceptable deben tenerse en cuenta sus características y circunstancias personales.

3.

Relación entre el abuso de una situación de vulnerabilidad y el elemento “acto” que figura en la definición de trata de personas

3.1. El abuso de una situación de vulnerabilidad puede ser el medio por el que se comete cualquiera de los “actos” de trata (captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas).

3.2. En la definición que figura en el Protocolo contra la trata de personas se establece un vínculo claro entre el “acto” y el “medio”. En consecuencia, cuando se afirme que el medio empleado ha sido el abuso de una situación de vulnerabilidad, se ha de demostrar que el infractor ha abusado de la vulnerabilidad de la víctima con el fin de captarla, transportarla, trasladarla, acogerla o recibirla.

4.

Relación entre el abuso de una situación de vulnerabilidad y el elemento “fin” (de explotación) que figura en la definición

4.1. El abuso de una situación de vulnerabilidad, al igual que cualquier otro “medio”, puede emplearse en relación con todas las formas de trata y para todos los fines de explotación enumerados en el Protocolo contra la trata de personas. También puede estar ligado a otros fines de explotación establecidos en normas nacionales e internacionales, como la mendicidad y
la explotación en actividades delictivas.

4.2. El abuso de una situación de vulnerabilidad no tiene por qué estar relacionado con unos fines de explotación más que con otros. Hallar el elemento de abuso de una situación de vulnerabilidad depende únicamente de las pruebas fidedignas que demuestren la existencia de una situación de
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vulnerabilidad de la víctima y un abuso de esa situación por el traficante con el fin de explotar a la víctima. La forma concreta que adopte el fin de explotación en un caso determinado no es pertinente para ese análisis.

5.
Dificultades y cuestiones relacionadas con las pruebas que deberán tenerse en cuenta al determinar si ha habido abuso de una situación de vulnerabilidad

5.1. El grado de certeza de las pruebas requerido para determinar si ha habido abuso de una situación de vulnerabilidad debería ser el mismo que para determinar los elementos de cualquier delito en virtud de la legislación interna, incluidos los demás elementos del delito de trata de personas.
Concretamente, toda prueba fidedigna debe poder demostrar que el autor tenía la intención de abusar de la situación de vulnerabilidad para cometer un acto (captación, transporte, traslado, acogida o recepción) con el fin de explotar a la víctima.

5.2. Como ya se ha señalado, las pruebas deben demostrar que la vulnerabilidad personal, geográfica o circunstancial de la persona se usó intencionadamente o se aprovechó de otro modo para captar, transportar, trasladar, acoger o recibir a esa persona con el fin de explotarla, de manera que la persona creyó que someterse a la voluntad del abusador era la única alternativa real o aceptable de que disponía y que resultaba razonable que creyera eso a la luz de su situación. El uso del “medio” debe ser de carácter y alcance suficientemente graves como para viciar el consentimiento de la víctima.

5.3. Las pruebas de que se ha abusado de una situación de vulnerabilidad pueden ser menos tangibles que en el caso de otros medios para cometer el delito de trata (como el uso de la fuerza). Además, es posible que las víctimas no se consideren como tales, sobre todo cuando sigue habiendo una dependencia de quienes han abusado de su vulnerabilidad o un apego de otro
tipo a esas personas. Los profesionales deberían poder contar con la cooperación de especialistas durante la fase de investigación (por ejemplo, psicólogos, trabajadores sociales, antropólogos y asesores culturales) para asegurarse de que se reúnen pruebas eficaz y adecuadamente y de que estas se presentan en el juicio, por ejemplo, mediante el testimonio de un perito o con el apoyo de ese testimonio. Esa cooperación también puede resultar esencial para ganarse la confianza de las víctimas y empoderarlas a fin de que testifiquen ante el tribunal. Las pruebas de que se ha abusado de una situación de vulnerabilidad pueden encontrarse en una jurisdicción diferente
a aquella donde tiene lugar el enjuiciamiento. Debería haber procedimientos para facilitar y propiciar la cooperación transfronteriza entre los profesionales, con el fin de velar por que esas pruebas se obtengan y se pongan a disposición de los interesados.



6.

Detección y gestión de los riesgos

6.1. La falta de una definición clara del concepto de abuso de una situación de vulnerabilidad, y las consiguientes ambigüedades, crean ciertos riesgos que se deben detectar y gestionar. La aplicación incorrecta del concepto podría comprometer el derecho de las víctimas a ser reconocidas como tales, así como el derecho de los acusados a tener un juicio justo. También existe el riesgo de que la aplicación incorrecta se traduzca en una ampliación del concepto de trata que lo aleje de su carácter fundamental de delito extremadamente grave y violación de los derechos humanos.

6.2. Cuando el concepto de abuso de una situación de vulnerabilidad esté incluido de forma explícita en la definición de trata en la legislación interna deberá definirse con cuidado para ofrecer claridad y orientación a los profesionales y evitar los riesgos arriba descritos. En la definición debería
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confirmarse la necesidad de demostrar tanto la existencia de una situación de vulnerabilidad como el abuso de esa situación por el infractor.
Además, la definición debería tener en cuenta la cuestión del consentimiento, de manera que el abuso de la situación de vulnerabilidad, como quiera que se defina, ha de ser suficientemente grave para invalidar el consentimiento de la víctima.
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6.3. La trata de personas es un delito grave sancionado con penas severas.
Deberían establecerse salvaguardias para garantizar que se pueda adoptar un enfoque de sentido común en la comprensión y aplicación del concepto de abuso de una situación de vulnerabilidad, con el fin de fomentar una respuesta eficaz de la justicia penal a la trata de personas y prevenir contra los riesgos arriba descritos.
Mejorar la comprensión por los profesionales del concepto de abuso de una situación de vulnerabilidad

7.

7.1. La investigación y persecución eficaces de los casos de trata de personas requieren que los profesionales de la justicia penal se mantengan al corriente de los métodos empleados por los traficantes para subyugar a las víctimas y cometer uno de los actos incluidos en la definición de trata de personas. Independientemente de si el abuso de una situación de vulnerabilidad forma parte de la definición de trata de personas en la legislación interna, es fundamental asegurar que el profesional entienda cómo puede existir o surgir una situación de vulnerabilidad de la víctima y de qué formas se puede abusar de esa vulnerabilidad en el contexto de los delitos de trata.

7.2. Los profesionales de la justicia penal deberían recibir capacitación y orientación específicas sobre el abuso de una situación de vulnerabilidad, a fin de garantizar que se identifique adecuadamente a las posibles víctimas, se investigue eficazmente a los presuntos infractores, se enjuicie a los sospechosos de manera justa y se apliquen a los traficantes condenados sanciones proporcionales a la gravedad de su delito.




Sección de Lucha contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes de la UNODC
Correo electrónico: ahtmsu@unodc.org
www.unodc.org/unodc/en/human-trafficking/
Centro Internacional de Viena / Apartado postal 500 / 1400 Viena / Austria





Las imágenes han sido agregadas por mí, no aparecen en el texto original.

La mayoría de las IMAGENES han sido tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por favor enviar un correo a  alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas gracias por la comprensión.

En este blog las imágenes son afiches, pinturas, dibujos, no se publican fotografías de las personas en prostitución para no revictimizarlas; salvo en los casos en que se trate de documentos históricos.

Se puede disponer de las notas publicadas siempre y cuando se cite al autor/a y la fuente.






domingo, 10 de agosto de 2014

La pornografía es una rama de la prostitución

“La pornografía es una rama de la prostitución”
Catharine Mackinnon, reconocida feminista y jurista estadounidense, fue la encargada de abrir el Encuentro Internacional sobre Violencia de Género que tuvo lugar en Buenos Aires los pasados 10 y 11 de junio. "Cuando no hay otra opción laboral, la presión sexual se convierte en prostitución", dijo.

Tras presentar su ponencia sobre "Trata, prostitución e inequidad en perspectiva internacional" ante el atento público que llenaba el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la UBA, la reconocida feminista y jurista estadounidense Catharine Mackinnon conversó con Artemisa Noticias, con una sonrisa y ganas de practicar un español que se relevó bastante fluido.



- En la ponencia que acaba de concluir, usted igualó trata y prostitución.

Necesitamos entender la realidad de la prostitución forzada tanto por terceras personas como por factores sociales de pobreza, racismo, edad y género, no hay dignidad en la prostitución. No es un trabajo.

- Citó como ejemplo de política contra la prostitución el caso de Suecia que cuenta con una ley que penaliza al cliente. ¿Cómo surgió esta legislación?

En los años noventa, Andrea Dworkin y yo llegamos a Suecia con el fin de contribuir en el debate sobre pornografía y prostitución. Juntas propusimos considerar la idea de descriminalizar a las mujeres en situación de prostitución y criminalizar a los clientes. Diez años después (en 1999), tras mucho trabajo por parte del movimiento de mujeres, este enfoque se convirtió en ley.

Precisamente ahora está previsto que se entregue un informe sobre los resultados de la ley. El informe será sometido este verano al debate público. Otros países como Noruega, Islandia, Inglaterra, Corea del Sur y Sudáfrica están atentos a este modelo en su lucha contra la prostitución.

- Su primera obra, "El acoso sexual de la mujeres trabajadoras", supuso un punto de inflexión a finales de los '70.  ¿Cuál cree que es la situación actual en este ámbito?

Evidentemente hay muchos avances. En numerosas partes del mundo existen leyes contra el acoso sexual y esto supone un progreso, se convirtió en una idea casi universal. Pero al mismo tiempo, persiste un problema: la distancia entre las leyes y las vidas de las mujeres, un espacio que existe en todos los países, en mayor o menor grado. Aún sigue dándose el acoso y la mayoría de las mujeres no dicen nada, permanecen en silencio, pues cuando se verbaliza este problema la vida empeora. Esto es lo que necesitamos cambiar.

- ¿Cree que hay solidaridad entre las mujeres trabajadoras en este ámbito?

Sí, pero cuando hay presión en el ámbito de la sexualidad, es esa presión la que debemos revertir y, al mismo tiempo, es la base de la prostitución. Cuando no hay otra opción laboral, la presión sexual se convierte en prostitución, mientras que en otros ámbitos laborales se convierte en acoso sexual, pero la dinámica es la misma, para sobrevivir es necesario entregar la sexualidad a los hombres.

En el caso de otros empleos, hay leyes que te protegen pero cuando no existe este marco, en el caso de mujeres que están (entregando su sexualidad) en la calle o en un burdel se trata de prostitución, y ellas son las criminalizadas en muchas partes. Sin embargo, no se hace nada contra las personas que ejercen esa presión. Se trata de una problemática que trasciende el lugar de trabajo, es un problema más general de la condición de las mujeres.

- Su ámbito de trabajo que levantó más polémica es el que se centra en la pornografía, cuando usted enfocó la lucha contra la pornografía bajo la óptica de los derechos humanos.

Empezamos en los ochenta con Linda Lovelace (nombre artístico de la actriz porno Linda Susan Bareman, a quien representó tras denunciar ésta a su pareja por coaccionarla para mantener relaciones sexuales con él mismo, con otros hombres y en las películas), protagonista de "Garganta profunda" y otros films pornográficos. Ella demandó mi ayuda. La pornografía es una rama de la prostitución, es una variante tecnológicamente sofisticada de trata de mujeres. Las mujeres son las mismas, las actividades son las mismas, las relaciones de poder son las mismas, la desigualdad es la misma.

Mujeres de la vida. Gutierrez Solana. 1915

- ¿Por qué no existen marcos legislativos que prohíban la pornografía?

Porque todos los hombres ricos y con poder la usan, y es una manera para ellos de acceder a estas mujeres y niñas que desean. Pueden usarlas en una situación más limpia, más protegida, más anónima. Internet permite aún en mayor medida obtener ese acceso limpio, protegido y anónimo para los hombres, pero no es limpio ni protegido ni anónimo para las mujeres. Ahora mismo hay mujeres que están siendo grabadas en vivo a través de la red, para hombres que pagan por minuto, esto permite a los hombres dar órdenes -quiero esto o esto, muévete así-  por la computadora, lo cual supone exactamente lo mismo que la prostitución. Ellos no tocan pero ella debe tocarse, es dominación sexual. No hay una distinción entre prostitución y pornografía.

- ¿Cual es el rol de los hombres entonces cuando aparecen junto a esas mujeres en la pornografía?

Como dices los hombres a veces están ahí, muchas veces no, pero en ocasiones sí. Están ahí ejerciendo un rol de identificación. Los hombres que miran se identifican con ellos, usan a las mujeres a través de esos hombres. De algún modo estos hombres están a la vez dentro y fuera de esta industria. Tienen más poder que las mujeres pero menos poder que los otros hombres, son utilizados de otra manera. No es sencillo ser este hombre, tampoco hay mucha dignidad en su posición, pero ésta no deja de ser mejor que la de las mujeres. Pueden excitarse cuando quieren cosas que no pueden hacer ellas.

- Usted estuvo representando a mujeres croatas y bosnias en el caso Kadic contra Karadzic...

Entonces las violaciones fueron consideradas como un crimen de genocidio, hasta entonces se consideraban como crímenes de guerra, pero en este caso, como en el de Sudán, pensamos que era necesario considerarlo crímenes de genocidio. Y así fue por primera vez en la historia.

- Actualmente ejerce como asesora especial en materia de género del fiscal de la Corte Penal Internacional, el argentino Luis Moreno Ocampo ¿podría citarnos los casos más relevantes en los que han venido trabajando?

Uno de los casos más importantes es el de los niños soldados reclutados por Thomas Lubanga. Su reclutamiento supone un crimen. Estos niños y niñas usan armas, se drogan como soldados pero no es posible que tengan responsabilidad de soldados. Fueron obligados a violar y a matar. La dimensión de género existe porque son niños y niñas violados y violadas. A los varones se les enseña a violar lo que supone una herida para toda la vida, en las relaciones con las otras personas y para sus posibilidades de crear en un futuro familias y tener relaciones con mujeres en igualdad.

Otro caso -que supone un crimen contra la humanidad- es el que enfrenta a los soldados que cometieron violación contra miles de mujeres y, particularmente, contra los superiores que permitieron que esto sucediera. Ocurre en muchas partes de África, África central, Congo, República Democrática del Congo. Nuestro objetivo es visibilizar estas violaciones y hacer responsables a sus perpetradores por primera vez en el mundo.

Sarah Babiker de Artemisa Noticias.
Fuente

http://entremujeres.clarin.com/genero/pornografia-rama-prostitucion_0_286771343.html



Las imágenes han sido agregadas por mí, no aparecen en el texto original.

La mayoría de las IMAGENES han sido tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por favor enviar un correo a  alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas gracias por la comprensión.

En este blog las imágenes son afiches, pinturas, dibujos, no se publican fotografías de las personas en prostitución para no revictimizarlas; salvo en los casos en que se trate de documentos históricos.

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sábado, 9 de agosto de 2014

La prostitución no es una profesión


Princesas profesionales. Pedro Roca Sánchez



NO La prostitución no es una profesión,
SÍ A LA PENA DE CLIENTE

Dr. Judith Trinquart
Secretario General de la Asociación Memoria traumática y Victimología

publicado en el blog Henriette Zoughebi un mundo compartido:

http://www.unmondeenpartage.fr/non-la-prostitution-nest-pas-une-profession-oui-a-la-penalisation-du-client/legalite-cest-pas-sorcier/a-la-une




La prostitución no es una profesión, es una violencia a la persona. El sistema de la prostitución ataca a los más vulnerables,  no es una opción, sino una situación que se vive en la gran mayoría de los casos (de acuerdo con varios recientes estudios realizados en diferentes países, el 98% de las prostitutas  dejarían la prostitución si pudieran). Esta violencia ha sido reconocida desde 1949 por Francia, que estableció un régimen abolicionista. El Senador Dinah Derycke reafirmó esta situación de violencia en su informe en 2000 y la Sra. Nicole Pery Ministro con el informe presentado por Malka Marcovich en 2002.

La prostitución es un acto mercantil en la que la persona prostituida se somete a un  acto sexual no deseado a cambio de dinero. La repetición de estos actos generan alteraciones no deseadas en el nivel del cuerpo, la persona se "corta" de su sentir corporal para protegerse de esta experiencia que no quiere. Se trata de una violencia hecha al cuerpo de la persona prostituida, una negación de su personalidad, que ya no existe más que como un objeto comercial, sexual. Esto lleva a las divisiones reales, con anestesias corporales significativas a causa de la pérdida de su "yo" corporal. La prostitución destruye gradualmente la imagen de que la persona  en prostitución tiene de sí  y también su cuerpo.
80% a 95% de las personas prostituidas (independientemente del modo de la prostitución) fueron víctimas de abuso sexual (incesto, pedofilia, violación) en su historia. Los proxenetas lo saben, esta es la razón por la cual la  violación, individual o colectivamente, es una forma de "entrenamiento" antes de ser llevada a la calle. ("La prostitución es a la sociedad lo que el incesto es la familia" (Dr. Jorge Barudy, psiquiatra)).
70% de las prostitutas tienen un estado de trastorno de estrés postraumático (TEPT), como consecuencia de las violencias vividas en el sistema de la prostitución, y principalmente por el sistema en sí mismo (Estudio Melissa Farley International). El TEPT es un síndrome clínico que consiste en síntomas psicológicos perturbadores e incapacitantes en la vida cotidiana, el principal es la memoria traumática (memorias) en el origen de todos los demás, como la hipervigilancia, trastornos del sueño, la pérdida de concentración, dificultades en las relaciones con los demás, así como las conductas de disociación... presentes en las personas que han sido víctimas de violencia grave.

La minoría de los pro-prostitución que promueve el "trabajo sexual" no es representativo de la gran mayoría que sufre este sistema que no ha sido elegido y del que quiere salir. Basta ver el testimonio de numerosas supervivientes de la prostitución (y lo que debe designar ellas mismos): Nicole Castioni Yolande Grenson, Felicidad Maldy, Abyss Beljinka, Andrea Dworkin, y cientos anónimos que no desean mostrar abiertamente por la violencia de los ataques pro-prostitución ("si no lo quieres para ti, no lo propongas para otros...”)
80% de las prostitutas en Ile-de-France es de origen extranjero. Las condiciones económicas, sociales, educativas y el formidable progreso feminista habían logrado una regresión de la situación de prostitución en Francia. Las llamadas prostitutas "tradicionales" van en disminución. Por tanto, el "mercado" se volvió hacia las que no tienen "opción" a causa de su vulnerabilidad y su capacidad financiera, económica, social ... Mujeres  del Este, África, Asia, son las que ahora alimentan el sistema. Estas mujeres son inevitablemente atraídas por el espejismo económico y financiero que representan nuestros países ricos a sus ojos. No es mediante la aplicación de leyes represivas  (ley llamada LSI, leyes de solicitación) que podemos poner fin a la trata, en el otro extremo de la cuerda hay que detener la demanda que representa  el cliente, de manera económicamente lógica.

Reglamentarismo quiere decir proxenetismo. Un sistema  utópico a favor de la prostitución no existe. Donde hay prostitución, hay explotación de la prostitución. Los países reglamentaristas son el mejor ejemplo. Sin embargo, en estos países, ya no se habla de proxenetismo, pero sí de  empleadores o de directores o gerentes de la empresa. Se emplean prostitutas. Esto explica la enorme facilitación de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual en estos países. Resulta increíble ver una propuesta de "trabajadora sexual" en un sitio web: " Es necesario acordar la libre circulación de todo, es su obstáculo  de todos modos que sea la causa principal de la trata"! ¿Dónde está la preocupación por las víctimas de la trata? Nadamos en el delirio!

Las putas. Diego Perrota 

El promotor principal del sistema de la prostitución y el tráfico de su corolario para la explotación sexual es el CLIENTE. Si queremos detener este círculo vicioso, y la mercantilización de las personas, hay que detener  el motor básico del sistema económico, es decir, el consumidor de prostitución, el cliente. Sin clientes no hay prostitución. La educación y la prevención son esenciales, por supuesto, pero la prostitución se ha reafirmado desde el año 2002 como la violencia contra las personas que la viven. Es el momento de tomar las medidas necesarias para hacer frente a los autores, como para todos los tipos de violencia, es decir, la pena. Al igual que Suecia o Noruega, donde la criminalización del cliente se ha aplicado con notable éxito, tanto en términos de resultados vis-à-vis el impacto sobre la prostitución como el mejoramiento de la suerte de las personas en prostitución o el cuestionamiento de los clientes en relación con su comportamiento.  La penalización también ha incorporado a una serie de leyes destinadas a mejorar la condición de la mujer llamado "kviennofried" ("Leyes para las Mujeres de Paz"). Esta ley ha tenido un efecto disuasivo, y también de toma de conciencia (que se acompaña a la propuesta de apoyo psicológico a través de un número telefónico gratuito para los clientes y las grandes campañas educativas). La prostitución callejera ha disminuido en un 80% y la trata con fines de explotación de seres humanos prácticamente ha desaparecido (¿qué interés  puede tener la "importación" en un país donde no se puede "utilizar"?). A pesar de los argumentos de sus críticos, esta ley es mucho más positiva que negativa en sus efectos.
En cambio, los países de regulación, tales como Alemania y los Países Bajos, han visto una explosión de tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual en sus territorios, y de los delitos relacionados con la "industria del sexo", al punto que  los alcaldes de algunas ciudades quieren cerrar las áreas reservadas para este "comercio" y surge la cuestión de la revisión de la legislación sobre esta "actividad". Es obvio que en un país donde el proxeneta no es un delincuente sino un empleador, se permite el libre ejercicio de su oficio. Lejos de la regresión de la violencia sexual de todo tipo, que era un argumento básico para justificar la prostitución, han aumentado de manera constante en los países regulacioncitas en el principio de " no puedo pagar, robo”.

Demandamos:

Una reafirmación de la política abolicionista de Francia y una aplicación concreta de esta política, incluyendo la legislación y áreas sociales.

Que las personas en prostitución dejen de ser consideradas como delincuentes.

Derogación de las leyes de solicitación (pasivos y activos) y el derecho LSI que penalizan a personas que ya son vulnerables,  consideración por parte de nuestra estado abolicionista como víctimas de la violencia. Este estado esquizoide doble de víctima y delincuente  en Francia no puede seguir sobreviviendo, impide una gestión eficaz y debilita las que ya son víctimas de un sistema penal.

La criminalización del cliente , verdadero prostituidor e iniciador del sistema de prostitución  y de la trata, como ya se hace en Suecia y Noruega. Esta sanción debe, por supuesto, ir acompañada de medidas de prevención, educación y apoyo, y campañas de información.

La armonización de las medidas socio-sanitaria hacia y con las personas en prostitución, con la política abolicionista francesa.  Todavía demasiadas acciones tienen una visión estrictamente higienista de la prostitución (la prueba del VIH, pruebas de enfermedades de transmisión sexual, la cobertura de enfermedades), que es, por supuesto, necesaria en un primer momento, pero estas personas también necesitan una atención integral y un apoyo psicológico. 80% de las prostitutas son extranjeras en  IDF, la gran mayoría son víctimas de la trata y del  proxenetismo, y desean abandonar la prostitución. Debe establecer programas de reinserción y rehabilitación de estas personas, que no siempre se hace si la prostitución no se considera como la violencia a la persona sino simplemente como una "actividad" que debe encajar. Las subvenciones estatales deben concederse prioridad a las acciones que tienen programas integrales que tengan en cuenta la política actual y las realidades sobre el terreno.

Establecimiento de subsidios adecuados para crear centros y servicios para apoyar a las personas que deseen abandonar la prostitución. La reintegración de las prostitutas no es actualmente una prioridad para el gobierno. Sin embargo, algunos municipios y ciudades se han quejado de los problemas que la prostitución les causa. El Estado se ha desentendido de su responsabilidad  dejándola sobre las organizaciones que están haciendo su mejor esfuerzo, pero reciben muy pocos fondos. La salida de la prostitución debe ir acompañada de un apoyo psicológico y físico que requiere la intervención de profesionales (actores sociales y médicos). Todo esto tiene un coste, y las subvenciones se ajustan rápidamente a ayudar a las personas que deseen abandonar el sistema.





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Las consecuencias psicológicas y físicas de la prostitución

Las consecuencias psicológicas y físicas de la prostitución
Judith Trinquart

Las consecuencias psicológicas y físicas de situaciones de prostitución son muy graves para la prostituta, y no difieren en la base de las consecuencias de la trata. Es muy importante tener en cuenta que la relación entre la historia de la violencia sexual  y la entrada en la prostitución es muy fuerte: según distintas fuentes, entre el 80 y el 95% de las prostitutas presentaría tal historia. El artículo de Judith Trinquart, médico, ofrece soluciones para la gestión eficaz y adecuada de las prostitutas.

Las consecuencias psicológicas y físicas de ubicación prostitución - Implicaciones teniendo cuidado médico-social
 
Las putas. Alfonso Melo

Consecuencias psíquicas

Las consecuencias psicológicas de la situación de la prostitución que se manifiestan por trastornos mentales de tipo disociativo, es decir una verdadera escisión o disociación psíquica entre la personalidad  pública y el carácter "privado" de la persona prostituida, constituida por el aspecto psíquico de la descorporalización.

Esta escisión es un mecanismo de defensa contra los ataques psíquicos y violencias provenientes de la  situación de  prostitución, la primera de las  violencias es experimentar relaciones sexuales no deseadas en repetidas ocasiones.

Nociones fundamentales respecto a la sexualidad son las de deseo, el placer y el compartir, por lo tanto, la bilateralidad de la relación. En la situación de la prostitución, estas nociones están completamente pervertidas, y el concepto de intercambio bilateral desaparece por completo. La situación de prostitución no es un intercambio o una relación de carácter humano, no es más que una forma de sexualidad.

El hecho de someterse a relaciones sexuales  de manera repetitiva y no deseada  entraña una disociación psíquica con el fin de separar los dos mundos de la persona, y sobre todo para proteger al dominio privado de daños experimentados  en el campo de la prostitución con la finalidad de reducir lo experimentado en este último. Esto es totalmente artificial: es una situación que simula una relación humana,  todo es artificial; no existen los sentimientos y las emociones, que son rechazados por ser considerados como obstáculos por parte del comprador de servicios sexuales. La ausencia de cualquier afecto humano (que no sea negativo, como el desprecio de la personalidad, la negación de sus deseos, su ignorancia de la identidad humana, la asimilación a un objeto sexual totalmente sumiso, en fin todo lo que hace al carácter humano único de una persona se le niega y debe desaparecer en favor de la relación estrictamente comercial) es extremadamente destructivo para cualquier persona que vive esta situación.

Un estudio americano realizado en 5 países (Estados Unidos, Zambia, Turquía, Sudáfrica y Tailandia) a personas prostituidas mostró la presencia de trastornos psiquiátricos (que incluye la disociación mental) similar a los diagnosticados en los veteranos de la Guerra Vietnam, en el 67% de las personas prostituidas: esto es lo que llamamos el TEPT (trastorno de estrés postraumático), que se puede integrar a la descorporalización.

Consecuencias físicas

La disociación existente en el plano psíquico se manifestará  también  físicamente, porque no podemos disociar de manera controlada la sensación física de lo que pasa en la cabeza de la persona; estos trastornos perturban el funcionamiento de la sensibilidad en el cuerpo de las personas prostituidas, y son también un mecanismo de defensa: ya no se sienten físicamente lo que no se desea.

Manifestaciones físicas básicas resultan perjudicadas  como la sensibilidad nociceptiva (o kinestésica), que es  decir la sensibilidad al dolor y sensaciones táctiles (tacto), debido a la disociación "mente - cuerpo", no - orgánica.

La tolerancia para el dolor es mucho más elevada que la media. Ellas son capaces de soportar el dolor significativamente con un umbral más alto del que puede tolerar la población media. Tolerancia importante a síntomas de alerta o inquietantes.

Hipoestesia . Sensibilidad táctil y al dolor  más baja que la población promedio de una manera difusa y  en general.

Anestesia.  Cuando la situación prostitucional se prolonga en el tiempo, la  hipoestesia se convertirá en anestesia.

Problemas sexuales:  la sexualidad se halla truncada, disfuncional o inexistente. Los subterfugios utilizados para proteger  de las sensaciones físicas relacionadas con el sexo en la situación de la prostitución, "contaminan" la vida priva y destruyen la calidad de las relaciones sexuales privadas que puedan tener.

Es muy importante entender el significado de todos estos síntomas, no sólo por razones médicas, sino también relacional, social, psicológico y humano en general:

-              En términos médicos, cualquier intento de proponer estructuras o acciones de atención como se hace para la población en general está condenada al fracaso: ya no encontramos la plena posesión de sus propios cuerpos, el concepto mismo de la atención no significa nada en relación a un objeto o instrumento; atención se le da a un ser viviente. Si el concepto de organismo dinámico y sujeto desaparece, los conceptos de cuidado de la salud  también desaparecen. Lo que está más simbolizado es más real. La falta de atención médica en particular, producidas por negligencia hacia el propio  cuerpo se evidenció de forma significativa en la evaluación de la salud de las personas en prostitución  (los datos franceses  resultan  similares a los de  otros países europeos y los EE.UU.):

En el orden ginecológico: poca o ninguna supervisión, vigilancia o detección de enfermedades de transmisión sexual (incluido el SIDA), los cánceres ginecológicos, para los problemas peri - menopausia, los anticonceptivos para el embarazo....

En orden a enfermedades infecciosas: la mala gestión de los problemas infecciosos en general (bronco - pulmonar, ENT, piel, ...).

En el orden traumático: las consecuencias físicas y psicológicas de las violencias corporales y sexuales  (golpes con las manos desnudas, con objetos contundentes, heridas de arma blanca, la violación por parte de proxenetas y compradores) en la prostitución y la trata y el abuso verbal (amenazas , los insultos, comentarios ...).

En el orden psicológico:  falta de atención a la historia de la violencia sexual y doméstica (80% a 95% de las personas prostituidas  tienen tal historia, según las encuestas sobre el tema), y las consecuencias de la práctica de la prostitución: depresión, ansiedad, fobias, ... negligencia agravada para cuidar de su cuerpo y su salud.

El agravamiento de trastornos o enfermedades psicosomáticas:  dermatosis (eczemas, psoriasis), gastropatía (gástrica o duodenal, enfermedad por reflujo gastroesofágico), problemas reumáticos.

En el orden de addicitf (Adicción): las drogas duras, psicotrópicos, alcohol.  La toxicomanía puede ser primaria, a menudo es secundaria y mantenida por la práctica prostitucional,  las personas en prostitución explican que ayuda a soportar  su actividad en  la prostitución y la violencia sexual repetida.

Monitoreo Malo en general en términos de salud: reducción cuantitativa y cualitativa de la asistencia sanitaria.

Este último resultado en parte de las dificultades materiales y prácticas para el acceso a las prácticas de cuidado de la salud (problema de la seguridad social, los problemas de permisos y documentos de identidad, los desajustes del personal y de los entornos de atención de salud, problema del estigma social ), que son reales, pero cuya importancia ha sido magnificada en relación con el otro factor, más difíciles de identificar: el descorporalización debido a la práctica de la prostitución, que es una pérdida de la plena posesión de su propio cuerpo, y que se caracteriza por los síntomas físicos y psicológicos descritos anteriormente.  Los dolores físico y psíquico han desaparecido, el síntoma ya no existe tampoco. No se siente, y la gente ya no busca tratamiento, llegando a estados de salud dramáticos con enfermedad muy avanzada.

Todas estas consecuencias médicas se ven agravadas por el ejercicio físico de la violencia muy grave en el contexto de la trata de seres humanos, pero no podemos hacer ninguna diferencia en la base entre las consecuencias físicas de la prostitución y los de trata. Sólo son cambios de forma, pero no el fondo.

La prostitución es el fenómeno principal en la generación de estos trastornos, y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la prostitución infantil son sólo fenómenos secundarios. Es la existencia de un mercado para el uso de carácter sexual del cuerpo humano el que hace posibles extensiones representadas por  la trata y la prostitución infantil. Las consecuencias físicas y psicológicas a las que se hace referencia en este procedimiento son las de la prostitución, incluso sin violencia física, tales como golpes o lesiones, el reclutamiento sin restricciones o abuso verbal o emocional; otros tipos de violencia se pueden superponer. Pero, de nuevo, la violencia primordial es el de acto sexual no deseado relacionado con la violencia sexual compensada por el dinero.

-              Lo humano y psicológico,  en este tipo de relaciones es difícil o casi inexistente. La disociación y la eliminación de los afectos y sentimientos para protegerse a sí mismo hacen que sea muy difícil la construcción de una relación humana que requiere estos elementos. Hay una ambivalencia de la palabra y un discurso paradójico, simplemente porque la mente se separa y la personalidad se escinde;  no está mintiendo o manipulando, pero muy rápida alternancia de diferentes épocas y lugares en los que la palabra o el significado de las palabras no tienen el mismo valor o significado. El significado de cada momento  y  lugar es siempre real para la persona.

La constancia y permanencia de escuchar este discurso son esenciales para construir una relación de confianza; se debe escuchar todos los aspectos de la misma palabra para ser capaz de encontrar el hilo. Dos discursos contradictorios en la misma persona en prostitución no son indicativos de una simulación o disimulación, sí de una disociación psíquica causada por la situación de la prostitución.

-              En el plano social, cualquier acción o asistencia requiere inversiones a largo plazo, con la presentación repetitiva de la oferta de ayuda; la alteración psíquica  conduce a la división del tiempo y el espacio en pequeñas unidades aleatorias lo que  hace que sea difícil para trabajar de una vez, con un seguimiento de las fases óptimas en orden cronológico. El trabajo social no puede comenzar hasta que el ofreciendo de ayuda caiga en su debido momento; la línea de tiempo puede ser  caótica muy desorganizada. Puede haber reanudación repetitiva del trabajo comenzado sin superar una etapa dada durante un tiempo.




Las putas de Goya. Roberto García Márquez











Enlaces a la historia de la violencia sexual

Es muy importante tener en cuenta que la relación entre la historia de abuso sexual (incesto, pedofilia, violación, sea cual sea la edad de la víctima) y la entrada en la prostitución es muy fuerte: según distintas fuentes, entre el 80 y el 95% de prostitutas (de origen francés, las personas de una figura no ontégrant trata con fines de explotación sexual) presentarían una historia con tales antecedentes.

Si no encontramos antecedentes de incesto y la pedofilia entre todas las personas prostituidas ,  se encuentra en todos los casos  antecedentes familiares de "desestructurada", con una imagen del padre muy devaluada ( a menudo violenta) y una imagen materna ausente o inconsistente. La madre tiene un papel en la promoción de la mala imagen que el niño tiene a sí mismo; hablamos de  imagen consciente o inconsciente, es decir que se trata de la misma madre que coloca a su hijo en una posición donde él piensa que su único valor es el de ser un objeto vendible.

Vemos, pues, una continuidad entre lo que ocurre en la infancia y que continúa en la edad adulta: no se convierte en prostituta brutalmente durante la noche. No hay un límite claro entre la niñez y la edad adulta.

Las consecuencias psicológicas de la violencia sexual y la prostitución son similares; en la prostitución, vemos aparecer, además de trastornos físicos relacionados con la permanencia de la situación de asalto sexual.

Hay que tener en cuenta la continuidad de las situaciones de violencia sexual, y saber que incluso cuando no vemos ninguna restricción directa (como proxeneta o traficantes), ellos  son invisibles para el estrés psicológico a simple vista, pero igualmente eficaces . Estas limitaciones invisibles pero reales muestran que la posición de algunas personas que consideran que existe una prostitución "voluntaria" o "libre" no es realista.

¿Qué soluciones para una gestión eficaz y adecuada?

Lo primero para detener el proceso de descorporalización es  detener la actividad de la prostitución. Para realizar una rehabilitación médica de la capacidad y de la autonomía de las personas en prostitución,  de la gestión de la salud, podemos proponer:

Restauración de la palabra de la persona prostituida:   especialista asesoramiento psicológico con los actores entrenados para escuchar y sobre todo entender las palabras de estas personas. Monitoreado idealmente por una y la misma escucha no añadir  ruptura en un entorno en el que ya es suficiente.

Desvictimización: Tomando la palabra de la persona prostituida, debe ir acompañada de un proceso de desvictimización, término criminológico para el apoyo a las víctimas de todas las formas de violencia y trauma y que les permite moverse de un lugar a víctima a lugar persona activa hasta haber recuperado  su esquema corporal y su imagen. La reparación implica el reconocimiento social, la atención, por no hablar de la prevención de nuevos casos de la prostitución y la lucha contra las instancias que promueven el desarrollo de las situaciones relacionadas con la prostitución. Cada paso de este viaje puede ser difícil  dependiendo de la situación de las víctimas (empeoramiento del estigma social y las situaciones en que la persona es considerada pasiva y no   responsable en la toma de decisiones). Este  trabajo de apoyo y de cuidado es concebido mediante la movilización de una red de diversos actores. Justicia, los psiquiatras y los psicólogos, los médicos, asociaciones  de víctimas o  de servicio de ayuda a las víctimas. La creación de grupos de  sobrevivientes de la prostitución podría ser una buena medida de desvictimización, un apoyo que permite que sus palabras se expresen directamente, con mayor libertad, y la oportunidad de ser escuchadas en público.

Recorporalización:   (permite a la persona a reapropiarse de  su cuerpo, estar nuevamente en s interior y ser una sola "pieza”): la restauración de la integridad corporal mediante  el tratamiento física adecuado,  llamado terapias centradas en el cuerpo:
 
Las putas - detalle. Alfonso Melo

Tratamiento fisioterapéutico o kinesioterapia permiten recuperar  el funcionamiento del cuerpo,  trabaja para reintroducir las percepciones corporales en los espacios que requieren la sensibilidad superficial y profunda; masaje, fungothérapie también puede ser útil para restablecer la sensibilidad de la piel.           

-actividades deportivas en grupo, que buscan la interacción de la persona con los demás participantes, la reincorporación en cierto juego social, lo que permite la comunicación corporal.  

-actividades como teatro, comedia en un contexto terapéutico (terapia artística) también pueden ser interesantes. Los experimentos de teatro o de composición literaria fueron realizados por escritores y actores con pequeños grupos de personas en situación de exclusión, y los resultados fueron muy positivos, estas personas se sientan capaces, por los roles o por  la escritura que se les había encomendado,  de  ser otra cosa que cuerpos pasivos y excluidos.

Estas propuestas son costosas en tiempo y dinero, pero son esenciales e imprescindibles si queremos rehabilitar físicamente a las personas en prostitución.

Al mismo tiempo que el trabajo de recorporalización, evaluación médica y el tratamiento puede llevarse a cabo, las  palabras de nuevo puede tener sentido en un cuerpo que comienza a existir como una restauración de la imagen y el esquema corporal, el cuidado a partir de entonces  se integra en un proceso de autopromoción.

Todas estas propuestas terapéuticas podrían ser implementados a través de un Centro de Victimología, lo que permitirá, por un lado no estigmatizar a estas personas (como los centros de acogida para las víctimas de cualquier tipo de violencia),  la aplicación de los avances recientes, incluyendo la práctica  los avances franceses en considerar a la prostitución  como una violencia contra la mujer, y en segundo lugar para reunir en un solo lugar todas las fases de la restauración física y mental específicos para este tipo de violencia para  no poner en peligro la cohesión y por lo tanto el éxito de este proceso. Los profesionales que participan en este marco podrían beneficiarse de una formación adecuada y específica en la atención de las personas sobrevivientes de la prostitución. Por último, este tipo de proceso permitirá completar acciones tan esenciales  para reducir los riesgos existentes que ya están presentes, pero no lo suficiente como para hacerse cargo de los problemas específicos relacionados con la situación de la prostitución. 1
FR
Fuente
https://france.attac.org/archives/spip.php?article1232



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lunes, 4 de agosto de 2014

Entrevista a Judith Trinquart

Entrevista a Judith Trinquart
Per Claudine Legardinier, septembre 2002 (Original disponible a Prostitution et Société)

Judith Trinquart és metgessa i membre de l’associació francesa “Mémoire traumatique et victomologie“, que treballa sobre les consequències psicotraumàtiques de les violències per amillorar-ne la seva identificació, protecció i curació. La seva tesi de doctorat en Medicina General, titulada “La décorporalisation dans la pratique prostitutionnelle : un obstacle majeur à l’accès aux soins” defensada el 2002 analitza els estralls que la prostitució causa en la salut de les dones que l’exerceixen. Trinquart ha analitzat de prop aquesta realitat, els elevats percentatges d’estrés post-traumàtic en les dones en situació de prostitució així com una dissociació corporal que ella anomena “descorporalització”. En aquesta entrevista realitzada per la periodista Claudine Legardinier, autora de nombrosos treballs sobre la prostitució, explica des d’un punt de vista crític el treball en termes de salud comunitària en l’àmbit de la prostitució, a partir de la seva experiència en el “Bus des Femmes” (1998-1999).

Traducció al castellà de Dones d’Enllaç.



¿En qué consiste el concepto de salud comunitaria?

La salud comunitaria es un concepto sanitario de futuro. Implica una participación equilibrada del personal sanitario y social, así como de la propia población destinataria de las iniciativas de promoción de la sanidad. Se trata de desarrollar acciones mejor adaptadas a las necesidades. La reducción de riesgos se refiere, en lo concerniente a la población prostituida, a la toxicomanía, a las enfermedades sexualmente transmisibles y a la prevención de gestos de violencia.

Lo que predomina en la gran tradición del doctor Parent-Duchâtelet es el aspecto que se refiere a la propagación de enfermedades venéreas, un peligro que amenaza a la colectividad; se trata de evitar que las personas prostituidas contaminen al conjunto de la población a través de sus clientes. Este enfoque de reducción de riesgos es sin duda necesario, pero lo que me llamó la atención durante las giras del autobús medicalizado donde efectuaba mis permanencias, fue el hecho de que las necesidades sanitarias eran mucho más extensas y requerían respuestas mucho más desarrolladas de lo que proponíamos.

Este enfoque, no sólo no cubre el conjunto de necesidades sanitarias de las personas, sino que tiende a hacerlas desaparecer. Produce efectos perversos que caucionan la situación de prostitución, e incluso la agravan. Si no se acompaña de otros cuidados, de una promoción de la salud, de medidas de prevención, de reinserción, de tratamientos, de seguimientos adaptados, cabe preguntarse si semejante reducción de riesgos no termina siendo una reducción de cuidados.



En su tesis llega usted a hablar de « proxenetismo »…

La expresión puede parecer excesiva, pero describe una forma de relacionarse con personas que viven situaciones terriblemente angustiosas, conocida en otros ámbitos distintos al mundo de la prostitución, y que algunos han descrito como el “síndrome del participante” (ndt: del/de la profesional).

La sanidad comunitaria hace que intervengan como facilitadoras personas que han estado inmersas en la prostitución o que aún lo están. Frente a determinadas situaciones, ellas sabrán lo que hay que hacer; pero si esas competencias no son valorizadas mediante una formación complementaria, servirán sobre todo para perennizar el sistema y permanecer en la negación de la realidad.

Vemos a esas líderes atenerse a la urgencia a costa de silenciar palabras que están pidiendo liberarse. Recuerdo a una mujer joven que se desmoronó emocionalmente ante nosotros, contándonos cómo su proxeneta le había propinado puntapiés en el vientre hasta provocarle un aborto. Era un auténtico SOS. Salió riendo. Es verdad que hay un problema de recursos. Pero que al cabo de diez años nadie haya pensado en instalar un entorno que permita recoger esa palabra, demuestra a todas luces que esa palabra molesta, que contradice toda una serie de principios, y que resulta difícil proponer algo mientras se mantenga a la persona en la prostitución.

Frente a realidades tan violentas, acaba por producirse una actitud de negación por parte de la persona afectada. No es un fenómeno exclusivo del mundo de la prostitución. Algunas experiencias, en los países anglosajones, pero también en el sudeste asiático, desarrolladas con grupos de supervivientes de la prostitución, demuestran que la denuncia política del abuso permite la eclosión de una palabra, abre un camino hacia la salida, favorece un movimiento de autodeterminación, sin juzgar para nada a las mujeres que se hallan todavía en situación de prostitución.




¿Cuáles son las necesidades sanitarias reales de esta población?

Cuando es posible aislarse, vemos remontar a la superficie toda una serie de problemas de salud, secuelas de viejos traumatismos, físicos y psicológicos, estados infecciosos, detecciones negligentes; constatamos una precariedad de la salud mental, estados depresivos, angustias, fobias… Hay una gran negligencia de sí mismas y un umbral de tolerancia al dolor espantoso.

Recuerdo la visita de una mujer joven, toxicómana y seropositiva, que se había visto obligada a abandonar a su hijo. Venía para ser atendida de una torcedura de tobillo, y se desmoronó ante mí. Me contó su desesperación ante la imposibilidad de volver a ver a su hijo, la crueldad del entorno en que evolucionaba, la increíble violencia que reinaba en él. Apenas rebasado ese pequeño espacio de intimidad, se levantó y se fue sonriendo, ni siquiera cojeaba encaramada en sus zapatos de tacón de ocho centímetros. El cambio de actitud era radical: por nada del mundo hubiese querido mostrarse frágil o vulnerable ante las animadoras, ante sus colegas. No podíamos pasar de ahí.

Resulta igualmente llamativo que las personas parezcan solicitar una “reparación” mucho más que una curación. Lo que parece importarles es que la mecánica necesaria para la prostitución siga funcionando. No es perceptible ninguna irrupción de la vida privada, de la persona, de su deseo de bienestar; todo se refiere a la actividad de la prostitución, al hecho de que el cuerpo sólo sirve para ganar dinero.

Se tiene la impresión de una cárcel psíquica, de un encierro dentro de un sistema; todo aquello que no entra en dicho sistema, sencillamente no existe. Encontramos esos mismos síntomas, que forman parte de una estrategia de supervivencia, en otras poblaciones víctimas de violencias, como en el caso de las mujeres que son objeto de violencias domésticas.


¿Semejante estado de salud está vinculado con la actividad de prostitución propiamente dicha?

Estas personas viven una disociación profunda. Por el hecho de imponer actos sexuales no deseados de forma repetitiva, la prostitución engendra una forma de anestesia, primero al nivel de la esfera genital, sexual, que es la más expuesta. En la medida en que la actividad de prostitución se prolonga, ese proceso de anestesia se controla cada vez menos y acaba siendo reflejo; poco a poco afecta a todo el cuerpo e incide en los momentos en que la persona querría tener emociones, sentir afectos.
Esa anestesia, ese conjunto de agresiones contra el esquema corporal, es lo que llamo la “descorporalización”.
Ello conduce a un gran abandono de sí misma por cuanto a cuidados se refiere. Sin embargo, la sanidad comunitaria defiende la idea de que la regulación de las condiciones de la prostitución, su profesionalización, solventaría los problemas de salud. Pero no son tales condiciones – aunque, por supuesto, no hagan sino añadir todo tipo de violencias – sino el ejercicio de la prostitución propiamente dicho lo que engendra esos síntomas.

¿Qué se puede hacer por esas personas?

Si son capaces de soportar situaciones de violencia que nadie podría tolerar es porque, para ellas, se trata de un medio de esconder otra violencia anteriormente sufrida. La palabra tiene mayores dificultades para brotar cuanto que la persona a quien se quiere esconder esa violencia es una misma. Cuando tuviésemos sospecha de antecedentes de violencias sexuales, tema que no puede ser abordado en el bus, habría que derivar a esas personas hacia centros aptos para escucharlas.
Esos lugares existen. Muchas asociaciones llevan a cabo una labor encomiable. Lo que falta es una conexión en red de sus recursos respectivos. Y también una formación elemental por cuanto se refiere a las y los profesionales del ámbito sanitario, social y jurídico.
El desconocimiento de los antecedentes y de la realidad de la prostitución, de lo que comporta para el cuerpo y el psiquismo, constituye un obstáculo enorme para procurar a esas personas una atención de calidad.
Hacen falta medios y recursos, proponer soluciones a largo plazo. No hay que contentarse con la reducción de riesgos, sino que hay que proponer seguimientos psicoterapéuticos, personas acompañantes, formaciones adaptadas para las personas prostituidas.

¿Y a largo plazo?

Hay que apostar por la educación sexual, humanista; enseñar a comunicar y a relacionarse humanamente. Hay distintas patologías entre los clientes, pero con frecuencia se trata de una patología de la comunicación y de la relación hombre/mujer. Hay que empezar la educación lo antes posible, con el fin de hacer comprender que el recurso a la prostitución no es una forma de sexualidad, sino que constituye una violencia.
Pero no basta con la educación. Es necesario, siguiendo la huella de la experiencia sueca, implementar medidas coercitivas para hacer comprender que comprar o alquilar el cuerpo de otra persona a través de la prostitución constituye una trasgresión. Por otra parte, tampoco hay que detenerse ante la barrera virtual de los dieciocho años. Ya va siendo hora de ser coherentes y dejar de afirmar que el abuso de menores representa algo horrible… al tiempo que se promociona la prostitución, presentándola como una función social beneficiosa, cuando en realidad no es más que un sistema de reciclaje de esas violencias. No podemos luchar contra el incesto y la pedofilia si perennizamos el sistema de la prostitución y si autorizamos a la gente a que haga con adultos aquello que le prohibimos hacer con niños. Es pura hipocresía, recuperamos con una mano lo que damos con otra.

Fuente
http://acciofeminista26n.wordpress.com/2012/03/09/entrevista-a-judith-trinquart-metgessa/






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